Quisiera que ahora mismo estuvieras aquí, abrazándome, besándome, regalándome esas sonrisas tan tuyas, con solo mirarlas me haces feliz. Te necesito mas que a cualquier otra persona y aunque en ocasiones lo he intentado no puedo vivir sin ti. Ocupas todos mis pensamientos a diario y no permites entrar a nadie mas porque la verdad es que te has convertido en la razón por la que vivo, por la que me levanto cada mañana feliz porque se que voy a ver esos hermosos ojos marrones que brillan tanto cuando me ven y que rápidamente se esconden porque saben que no pueden caer en la tentación de pertenecer a otra mujer, de pertenecerme a mi y que hacen que guardes todo ese amor bajo una coraza prácticamente infranqueable que llevo años queriendo destruir para que puedas dejar salir todo lo que tienes dentro todo lo que un día me dabas e incluso muchas cosas que no y ahora en el fondo quieres darme pero tu misma te reprimes y todavía no entiendo por qué. Sabes que te necesito que te quiero y adoro, haría todo por ti, con nadie me comporto como contigo pero aún así te resistes a entregarte realmente. Ojalá te pudiera decir todo esto, ojalá tuviera valor para simplemente besarte y que te dieras cuenta de lo que de verdad siento por ti, pero no puedo por miedo, miedo a que me rechaces, como mejor amiga y como algo mas, yo no podría vivir con eso. Desearía poderte entregar esta carta que hoy escribo en mi diario pero en vez de eso yo también me pongo una máscara y sigo fingiendo que te quiero, muchísimo sí, pero solo como amiga aunque mis ojos no sepan mentir, aunque cada vez que te miro me salga esa sonrisilla que intento evitar pero no puedo. Después de algunos años sintiendo esto y aguantándolo, escondiéndolo con excusas falsas y otras relaciones con chicos, necesito decirte que realmente yo no soy sin ti.
TE AMO MAS QUE A MI VIDA, SANTANA LÓPEZ.
La latina, sin dar crédito a lo que acababa de leer, empezó a llorar. Eran lágrimas de alegría, satisfacción, por fin podría ser ella misma teniendo la total seguridad de que Britt la correspondería, pero también había lágrimas de dolor ya que no se esperaba dichas reflexiones de la rubia, no sabía que la hacía sufrir tanto, San creía que su actitud era la correcta, aunque claramente no. Pensar que había leído esa carta por accidente al caer su diario y abriéndolo casualmente por esa página titulada "Ojalá pudiéramos ser nosotras"… ¿Sería el destino? Decidida se secó las lágrimas y entró en el baño dónde estaba B duchándose. No hizo ruido, se desnudó y se unió a la ducha. La rubia se asustó al verla, no lo esperaba, simplemente no se creía lo que veían sus azules ojos. Invitó a la latina a entrar y se fundieron en un húmedo abrazo. Santana susurró al oído de Britt…
-Cariño lo siento tantísimo… he estado demasiado tiempo ciega- separándose del abrazo- yo…
Fue cortada por la preciosidad rubia, que besó tiernamente esos labios que deseaba desde hacía muchísimo tiempo agarrándola de la cintura, no la quería dejar ir, ni aunque fueran unos centímetros, le había costado mucho conseguirla y por fin se pertenecían.
