CHAPTER 01: '' LA MAQUETA ESCOLAR, UNA FORMA PARA CONOCERNOS ''

''Recordar todos los comentarios que aquellas personas dicen sobre ella es totalmente falso, quizá hemos pensado erróneamente o es lo que empiezo a entender en estos instantes'' pensó Nanoha Takamachi en la noche, en su habitación.

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— ¡Pasa el balón! —grité mientras pedía que me pasar el balón para poder encestar en eso Arisa Bunnings me lo lanzó e hice un Mate. Mi equipo celebro y la maestra dio por finalizado el partido después de eso nos fuimos a los vestidores para agarrar nuestros bolsos y decir que aun que estábamos sudadas no me gustaba darme duchas en el vestidor, la razón era única, me sentía avergonzada no sólo con que las demás vieran mi cuerpo desnudo sino que también ver otros cuerpos en la misma manera, cuando le conté a Bunnings ella rió de mi que fue fastidioso pero logró entenderlo. Caminábamos entre los pasillos hasta que choqué con alguien, sujeté su muñeca antes que cayera porque me sentiría muy mal si dejara que aquella persona se lastime y cuando noté sobre la persona de quién es pues era más que nadie la chica más linda de la escuela, o eran los comentarios, Nanoha Takamachi.

— Dis... disculpa, estaba pensando en otras cosas y no... —detuvo su habla cuando me miró, se paró recta e hizo una reverencia. Ladeé un poco mi cabeza algo confundida por su simple comportamiento— Testarossa-san... disculpa, no estaba viendo donde venía tenía otras... —pero la interrumpí.

— No te preocupes, me suele suceder —dije esbozando una cálida sonrisa, no era la mejor presentación con la presidenta del salón porque sí, estudiábamos juntas, mi olor a sudor seguro era lo peor.

— Ejem —Arisa carraspeó mirada algo confundida.

— Bueno, me tengo que ir... nos vemos —dije sin más porque sabía mi amiga estaba apurando mi paso para llegar a casa a tiempo— ¡ah! —giré nuevamente a ver a la cobriza de ojos color lavanda, ella giró a verme también con sorpresa— me apunto al trabajo para la maqueta de la escuela, espero el día y la hora para empezar.

— ¿Fate? —preguntó entre sorpresa y confusión mi rubia amiga, sin más reí leve para darle un empujón retirándome de ahí. No entendía por qué me fui de voluntaria a una cosa así pero también sabía que ningún alumno se haya inscrito para ayudar a Takamachi, aún si es la más popular simplemente los hombres no gustan de hacer trabajos y las mujeres le tienen envidia, sería peor y qué más si alguien le puede ayudar. No creo sea mala mujer, ¿o si?

Mientras íbamos camino a casa no podía aguantar el cuestionario de mi amiga: '' ¿En serio vas a ir? '' o el simple '' Te estás volviendo loca Fate '' ¡y no es cierto!

Cada quién llego a su casa; lo primero que hice fue saludar a mi madre que se encontraba en casa gracias a Dixs y segundo darme una ducha refrescante. Encendí mi computador después de mi ducha, de vestirme, empecé a buscar los materiales que normalmente se usan para una maqueta y empecé a apuntarlo. Recosté mi espalda en la silla ya todo apuntado y suspiré, en eso recordé sin querer los ojos lavanda de aquella castaña... ''Realmente es linda'' pensé.

AL DÍA SIGUIENTE

— Bueno chicos, eso es todo por hoy. Nos vemos en la siguiente clase —dijo el profesor de matemática, sí, luego nos mataría con física.

— ¡Testarossa! —exclamó un chico, ¡oh sí! El idiota que quiero romperle la cara, el hurón bibliotecario.

Giré y lo miré con una sonrisa hipócrita.

— Dime Yuuno-kun —respondí lo más amable.

— ¿Es verdad que ganaron ayer el partido? ¿no rompiste narices? —burló y yo suspiré.

— Cuatro ojos —dije colocándome de pie, lo miré seriamente— si empezarás a molestarme te invito a que te retires de una maldita vez porque humor no tengo para ti...

— Cuánta agresividad Fate —esa voz. Un chico peli oscuro se acercó también, su amigo— no le digas esas cosas a mi amigo, si te molesta discúlpalo a veces es pesado.

— ¡Chrono! —exclamó el chico rubio de ojos esmeralda— deja de meterte.

— Testarossa-san... —los dos chicos giraron rápidamente, tenían ahora un brillo en sus ojos, de forma unísona ambos dijeron ''Nanoha'' y de verdad ¡vaya! que parecían dos idiotas enamorados de la chica más linda de la escuela.

— Dime Takamachi... —giré a verla.

— Necesito hablar contigo... —comentó, miró de reojo a los chicos que estaban extrañados y yo simplemente asentí. Ambas empezamos a caminar fuera del salón me apoyé contra la pared del pasillo cruzando mis brazos mientras ella se quedó parada frente mío; ella suspiró levemente cosa que lo noté, me dio una sonrisa que me sorprendió. Era linda, maldita sea— verás, necesito que pongas la mitad de los materiales si es que vamos a hacer la maqueta juntas, hm —comentó empezando a sacar algo del bolsillo de su falda, me lo entregó, sonreí para recibirlo— está ahí lo que necesitas. Yo compraré la mitad, podemos empezar a hacerlo en el salón de música, hay un cuarto el que no es usado más que sólo guardan los instrumentos así que...

Estaba escuchando atentamente sus palabras, como último asentí para empezar a guardar el papel e intenté continuar la charla pero no hubo manera, hubo un silencio que de hecho no era incómodo así que sólo empecé a observarla.

— ¿Te... tengo algo en el rostro? —preguntó levemente sonrojada, intentando ocultarlo y sonreí para negar pero una voz nos interrumpió.

— ¡Fate-chan! —el mapache, un peso sentí encima mío— ¡no me visitas! Eres una mala amiga —miró a su costado viendo así a Takamachi— oh... —hizo una ''o'' con su boca sabiendo el por qué no fui a verla— parece que estás avanzando, ¿tienen una cita?

— ¡¿Cita?! —exclamamos de forma unísono. Por atrás unas risas.

— Tú siempre Hayate-chan —era esta vez Suzuka, a su costado Arisa quién me miraba de manera rara.

— N...no es ninguna cita —separé a Hayate— estamos hablando sobre... un trabajo.

— ¿Un trabajo? —preguntó Hayate extrañada observándome, ¿en serio es raro que quiera hacer cosas buenas? Maldición.

— Creo que la victoria del baloncesto te hizo sacar un tornillo, ¿no Fate? —continuó Arisa en tono de burla, cerré los ojos tratando de tranquilizarme todas estaban riendo menos una, aquella cobriza: Takamachi.

— Yo chicas, creo que las dejo ¿si? —comentó para así querer empezar a dar un paso pero la detuve.

— ¿Vienes a la cafetería con nosotros? Compraremos pudin... quizá quieras —la invité, ella se sorprendió y miró mi mano como la sostenía de la muñeca, luego me miró fijamente, rápido la solté; Hayate no aguantó diciendo: ''Aquí hay química o un amor'' eso, sólo basto eso para que todo el salón y algunos del pasillo escucharan empezando a murmurar. Maldición Yagami, te mataré.

De esa escena algo vergonzosa decidimos las cinco ir a la cafetería, nos sentamos luego de comprar aquel platillo y todas empezaron a hablar animadamente con Takamachi. Deberíamos tener más confianza pero ahora después del comentario de Hayate ya pensarán que ''La jugadora de baloncesto de la escuela está enamorada de la más popular de la escuela o que simplemente están haciendo citas a escondidas'' aun que trataré de no tomarle atención. No es sano.

Después de estar sentadas he podido conocer un poco más a Takamachi, perdón, entre la conversación ella pidió que la llamemos Nanoha. Su nombre es lindo aun que ya sabía como se llamaba estuve acostumbrada a llamarla por Takamachi; las clases terminaron y mi rutina continuaba, una tarde de baloncesto, en esta oportunidad Arisa no pudo quedarse ya que su padre le pidió que regresara temprano por asuntos de su empresa de las cuál debería hablar con ella, siento lástima a veces por Arisa, su padre es un millonario empresario y una vez que ella salga de la escuela tendrá que ocupar el puesto de vice-presidente ya que su madre irá de viaje a otro país y tendrá que encargarse de la empresa que andan construyendo en ese lugar. Cuando terminé a la salida habían dos chicos, sí, ellos son conocidos.

— ¿Tienes alguna relación con Nanoha? —preguntó Yuuno dando un pequeño empujón. Miré su mano y luego la mía, bueno, estaba sudada como de costumbre pero esa falta de respeto no se lo iba a dejar por lo que sujete su mano y la doblé haciendo que gritara, Chrono por su parte se acercó a mi para separarme.

— ¡Fate, ya basta! —dijo.

— ¡Dile a tu amigo que me deje de molestar, si bien tenga o no una relación con Takamachi no es de su inconveniencia! —recalqué en una exclamación, los miré bastante molesta— siempre me hizo la vida imposible pero ya me he cansado, así que me tenga cuidado antes de molestarme —con eso lo solté, Yuuno empezó a sobar su mano pero me miraba con rabia.

— Es que... le gusta Takamachi, es algo celoso, por eso quería asegurarse pero...

— ¡No tienes que darle ninguna explicación Chrono! —le dijo el rubio y así vencida suspiré totalmente con pesadez, sin decirles nada.

Mientras pasaba por el centro decidí comprar lo que necesitaba para empezar mañana con el trabajo de la maqueta, todo iba a estar bien después de todo ayudaría a Nanoha que le quedara bien su trabajo porque es cada presidente de aula de todos los años que presentarán su maqueta el mejor se llevará una medalla en representación, no soy una mujer que estudia mucho así que tampoco sé el por qué salió mi apoyo de mi boca. En fin, mañana será nuestro día.

EN EL SALÓN DE MÚSICA / NANOHA&FATE

Ingresé al salón de música y estaba escuchando que un piano sonaba, me adentré mucho más para ingresar al pequeño cuarto que había quedado el día anterior con Nanoha pero para no interrumpirla la observé un corto tiempo como sus ojos los tenía cerrados estaba disfrutando realmente de la melodía de lo que tocaba, sonreí automáticamente sin siquiera imaginar el por qué lo estaba haciendo. Tomé aire e ingresé, ella detuvo lo que hacía para girar a ver quién era y cuando me vio sonrió.

— Pensé que no ibas a venir, que quizá realmente todo era mentira —confesó colocándose de pie, cerrando la tapa de los teclados del piano y seguido se acercó a mí para mostrarme la mesa donde yacía materiales libres de la bolsa, coloqué mi bolsa en la mesa para empezar a sacar los materiales que me pidió.

— Bueno, no soy esa clase de personas —respondí para luego mirarla, notar que me observaba.

— Yo... no pensé que eras una buena persona Fate...chan —¿me llamó Fate-chan? Wao, eso sí me sorprende.

Reí nerviosa para sobar mi nuca.

— No lo soy, simplemente quise ayudar —reconocí con verdad. Ella asintió para acercarse a mi empezando a sacar los materiales que traje, su aroma, su perfume era profundamente delicioso. Acerqué un poco mi rostro a su nuca para poder disfrutar de eso pero cuando ella giró a mirarme la alejé rápido como para que no se diera cuenta de lo que hice, nerviosamente me hice la cola— je je, eh ... ¿por... por dónde empezaremos? —ahora me alejé un poco. Mi corazón estaba latiendo un poco acelerado, seguro porque me asusté, ella rió por lo bajo para empezar a explicarme todo paso a paso.

Tenía que concentrarme realmente de esta locura, pensé me iba a tirar una bofetada o algo por el estilo pero ella es tan cálida. No pensé que era una mujer así aun que a veces como que da un poco de miedo pero no, no lo es, para nada, ahora entiendo por qué todos los chicos la quieren como su novia perfecta y las demás le tienen envidia.

¿Qué le haces a la gente Nanoha Takamachi?

Empezamos poco a poco a pegar pieza por pieza, dibujamos los cuadros donde irían edificios, flora, entre más cosas. Era un trabajo realmente cansador, tener tamaños perfectos, que pegar y pintar creo que esto no lo terminaremos hoy aún nos quedemos hasta tarde. Pasó una o dos horas entonces recibí una llamada, era Hayate, miré a Nanoha quien observó el nombre para luego mirarme y simplemente aceptar que conteste.

- Fate-chan ¿dónde estás? ¿aún sigues con Nanoha-chan?

- Lo hago, ¿sucedió algo?

- No queríamos saber dónde estabas, queríamos ir a tomar milk shake.

- No... no creo poder hoy así que para otro día lo dejamos ¿te parece?

- ¿La besaste?

¿La besé? Me sonrojé pero fruncí el ceño.

- Adiós Hayate.

Con eso último colgué.

— ¿Hayate-chan? —preguntó, asentí.

— Llamaba para molestar —respondí.

— Creo que por hoy es suficiente, hicimos mucho ¿no crees? —preguntó para mirar la maqueta, giré a verlo también.

— ¡Ah! —recordé y me acerqué a mi mochila, de él saqué dos zumos de naranja, me acerqué a ella y le di uno. Ella sorprendida lo aceptó con un leve: ''Gracias'', lo abrimos para empezar a beber, después de descansar un poco salimos, ya las clases habían terminado pero pedimos permiso para hacer el trabajo en salón de música o bueno Nanoha pidió el permiso; decidí acompañar a Nanoha hasta su casa, al inicio ella se negó pero terminó perdiendo de lo tan insistente que me puse.

Llegamos a su barrio, la verdad es que no estaba tan lejos de mi casa o bueno unas cuatro manzanas de la mía. Fuera de su puerta miré su casa, parecía bien cuidada.

— Bueno, entonces... ¿no vemos mañana? —preguntó.

— La verdad es que... tengo un partido mañana, si quieres puedes venir y ¿qué te parece si hacemos el trabajo en mi casa? Del colegio podemos llevarlo a mi casa, mamá podrá hacer de cenar —comenté, intenté invitarla de esa manera. Realmente no sé tratar mucho con Nanoha por lo que trataba de ser lo más respetuosa que podía para no molestarla con cualquier cosa.

Ella se quedó pensativa.

— Nyahaha, está bien Fate-chan quizá vaya apoyarte y luego vamos a tu casa para continuar —sin más ella se acercó a mi dejando un pequeño beso en mi mejilla. Me sonrojé levemente y asentí para sin más darme la vuelta e ir a mi casa, dí un suspiro leve.

¿Qué estoy haciendo? ¿por qué me intento acercar mucho a ella? ¿por que es linda? Ugh.