Devil: Muy buenas a todos, mi querido público. Aquí su autor favorito de TheDevilZero trayéndoles una nueva historia recién salida de… bueno de un lugar muy oscuro.

Si, sé que muchos estaban esperando la actualización de uno de mis otros fics. Pero non podía sacarme esto de la cabeza, además les cuento que estoy preparando algo especial para el próximo cap de Prototype.

También les cuento que esta historia no tiene nada que ver con la primera historia la cual tenía el mismo nombre.

Si, será un gran trabajo combinar el mundo de Mike Mignola. Pero les informo que no podre adaptarlo al 100 por ciento.

La imagen no me pertenece, solo la estoy usando para promocionar el fic. Si te llamo la atención deja review o dale a favs

Por ultimo les recuerdo que ninguna de las dos franquicias me pertenece

Ahora… AL CAPITULO


Aclaraciones…

-Hola, Rojo- Habla normal.

-(Hmmm… Nachos.)- Pensamientos.


¿Qué es lo que hace hombre al hombre, sus orígenes, la forma en la que llega al mundo?

Yo creo que no... son las decisiones que toma, no es como empieza algo sino como decide acabarlo.

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-Dime preciosa, ¿Te gustaría acompañarme a un lugar más tranquilo?- Pregunto un sujeto rubio con una sonrisa arrogante.

Nos encontramos en una de las mejores escuelas secundarias de Japón. Más concretamente en el área del comedor donde este sujeto trataba de hacer su jugada con una chica.

Lástima que ella fue la menos indicada en toda la escuela.

-No, gracias.- Dijo Mizore Todoroki, tratando de ser amable pero fría al mismo tiempo. Ella es una bella chica de pelo blanco y rojo. Un cuerpo que muchas chicas matarían por tener, vestida con el uniforme de una importante escuela secundaria, lo más peculiar era la cicatriz en su lado izquierdo de la cara.

Ella había negado rápidamente al sujeto. Pues ya tenía compañía.

-Mi novio esta por volver- Dijo con suficiencia.

-Vamos, soy mejor que ese tonto- Dijo el sujeto tratando de sonar galante. Pero no sabe a quién se refería.

El estiró su mano en un intento de tocar el rostro de la chica, para disgusto de ella.

-Oye, la dama dijo que no la molestes- Dijo una voz.

Una mano tomo la muñeca del sujeto. Esta mano comenzó a aplicar presión a la muñeca haciendo que el sujeto retraiga su brazo, en el cual se notaba el enrojecimiento.

El sujeto vio a un hombre, no se podía ver mucho pues llevaba una sudadera de color gris, la cual con la capucha y la sombra que arrojaba hacia que cubriera su rostro y no se pudiera ver. Salvo por eso solo se notaba que llevaba el mismo uniforme.

-¿Quien se supone que eres?- Pregunto el sujeto frotándose la muñeca tratando de aliviar el dolor.

-El dragón que protege la princesa de los príncipes patanes- Dijo imponiéndose.

Pero el sujeto no se dejó intimidar tan fácilmente. Uso su Kosei para cubrir su puño derecho con piedra gris. La cual hiso que alcance el doble de su tamaño.

-Pues creo que venceremos al dragón primero- Dijo el sujeto con una sonrisa en el rostro.

-No será tan fácil como crees

En eso el encapuchado saco su mano derecha la cual no se veía por la mesa. Una enorme mano de piedra roja con tres dedos más el pulgar, los nudillos resaltantes y con grabados muy raros en toda la superficie de la misma. El sujeto se asustó por el tamaño de eso. La diferencia era enorme, el apenas podía levantar su mano así. La del encapuchado hiso crujir la mesa cuando poso su mano en ella.

El sujeto huso algo muy sabio después

-Mil disculpas, señor. Disculpe mi ofensa. Los dejo solos- Dijo el sujeto tratando de salvarse de una golpiza. Y escapando del lugar con el rabo entre las piernas.

Ambos vieron como el sujeto prácticamente se esfumo.

-Sabes, me gusta que me celes y todo. Pero no creo que tenías que asustarlos tanto.- Dijo la chica mirando al encapuchado.

-Oh, vamos. Él se lo busco. - Dijo el encapuchado para colocar frente a la chica una bandeja con comida que había dejado en la mesa de al lado.- Además... ni siquiera lo habría golpeado... demasiado.

La chica vio como lo que pareciera ser el resto de la secundaria los estaba mirando.

No era secreto que ellos eran pareja. O que eran los más excluidos de todo el instituto. Pero ellos lo hacían por su propia cuenta, pues no querían que el resto se les acerque.

Ella era la hija de Endeavor, esto trajo mucha atención no deseada, tanto de chicos como de chicas, algunos que solo eran fans de su padre o querían llegar a el.

Lástima que tienen una relación del asco.

Por su parte el joven era llamado Izuku Midoriya. Si es que ese realmente era su nombre, nunca había dicho nada para negarlo o confirmarlo. Tampoco nadie aparte de la chica había visto su rostro, siempre llevaba una capucha, ya hiciera frio o calor. Muchos habrían jurado ver que tenía cola.

Ambos viviendo como excluidos, comenzaron a frecuentar los mismos lugares, no les tomo mucho tiempo volverse amigos. Pero solo hace unos pocos meses se volvieron algo más.

-Vamos al tejado- Dijo la chica tratando de escapar de las miradas indiscretas.

Así ambos se fueron del lugar. Tan rápido que casi olvidan sus mochilas.

- Upps, casi las olvido- Dijo el encapuchado. Agarrando ambas mochilas con...

Efectivamente, su cola. Una cola larga y roja.


Ya en el tejado ambos jóvenes estaban disfrutando de sus almuerzos sentados uno al lado del otro. Pese a que eran iguales los almuerzos el del joven era el doble de grande que el de la chica.

Justo cuando Izuku estaba a punto de darle otro mordisco a su sándwich recordó algo.

-¿Iras a ver a tu madre?- Pregunto mirando a la chica.

-Sí, me gustaría llevarle un pastel hoy.- Respondió ella.

La relación con su madre fue bastante tensa luego lo del accidente. Pero desde hace algun tiempo con ayuda de Izuku logro una especie de reconciliación.

Desde el momento que Mizore se abrió a él se propuso a apoyarla. Todos tienen problemas, la diferencia radica que solo ciertas personas están dispuestas a recibir ayuda.

Luego de insistir... e insistir e insistir... ella acepto.

Fue difícil, pero lograron entenderse. Pero ella aun vivía en la clínica. Esto fue a pedido de ella misma. Aun no podía hace frente a lo que vivió en esa casa.

-Los del distrito comercial son buenos, pero no son los mejores.- Dijo el encapuchado recordando los de aquel lugar.

-Esos bastaran por ahora- Dijo ella. Pensando en cual sabor le debería llevar. Lo bueno es que el distrito estaba de camino.

-¿Quieres que te acompañe?- Pregunto Izuku.

-No, no quiero molestarle.- Dijo ella con sinceridad. No quería arrastrar a su novio a algo familiar. Además quería hablar con su madre a solas.

-No es molestia, siempre es agradable verla.- Mencionó al recordar que ella lo recibió con los brazos abiertos. Fue cariñosa como una madre, y fue agradable una figura materna.

-A ella también le agradas, pero no sé si tu padre le agrade que pases tanto tiempo fuera de tu casa.

-No creo que le moleste si le aviso, además… ¿Cómo puedes estar segura de que le molesta algo siquiera?- Dijo el mirándola- Ni siquiera lo conoces.

Ella nunca pudo conocer al padre de Deku. Pues pareciera que siempre estaba ocupado. Así como el no pudo conocer a sus hermanos.

La verdad es que Izuku no sabía cómo presentarla. Pese a que estaba seguro que su padre ya lo sabía quería esperar el momento adecuado.

-Llámalo intuición femenina y no esta demás de agradarle a tu suegro.- Dijo sacando su lengua de forma juguetona.

-Ojala pudiera decir lo mismo- Dijo el encapuchado para rascarse la nuca. Pero en eso se dio cuenta de lo que había dicho, o mejor dicho a quien se refería con ese comentario.-Lo siento- Dijo el apenado.

-No importa- Dijo ella, tratando de no molestarse por esa persona- El no importa...

El encapuchado vio como ella apretaba sus puños y una estala gélida se le formaba en su brazo derecho.

-Volvamos al tema del pastel...- Dijo el joven tratando de cambiar de tema- Te recomiendo el de fresas, de la tienda "Sugar Gift"

Podía recordar que de allí había comprado unas cuantas donas antes.

Esto pareció distraer a la chica de esa persona. Lo suficiente para que vuelva a ser normal.

-Gracias.


Una vez terminado el periodo ambos fueron por caminos separados.

Una brisa paso justo al lado del joven. Por lo cual tuvo que sostenerse su capucha. No hacía falta mencionar que él tenía un problema con su apariencia.

Así se metió en un camino distinto para apartarse de las miradas.

Puede que el mundo sea más tolerante, o que ha habido casos más extremos que él, pero aún era difícil ya que él era...

Tip Tip

-¿Hmmmm?

Un sonido metálico llamo su atención. El sonido de una tapa de basurero siendo removida y lanzado al suelo. Oculto entre las sombras estaba un basurero tumbado el cual estaba balanceándose.

Uno pensaría que fue un gato. Pero Izuku entrecerró sus ojos.

-¿Pero que tenemos aquí?- Dijo al acercarse y colocar de pie el basurero. En el fondo de la misma había un pequeño ser de ojos brillantes.

Sin importarle si era peligroso el joven metió su mano de piedra y atrapo al sujeto y lo saco de allí. Cuando lo vio...

-¿Un pequeño duende?- Pregunto el al ver al hombrecillo de color gris verdoso. Con ropa gastada pero limpia. Tenía una barba y cejas pobladas. Él se estaba quejando por la presión de la mano.

-Lo siento- Dijo el al colocar al hombrecillo en el basurero ya con una tapa.

-Krimpul bueno. No lastimar Krimpul- Dijo el duende con una voz aguda.

El encapuchado lo miro con interés. Lo reconoció como un duende del hogar. No muy inteligentes, pero amigables con los que conviven, un poco bromistas pero no malos. Muy comunes en Europa, el problema es que no estaban ni cerca del continente.

-No te lastimare- Le aseguro el joven, esto pareció tranquilizar al duende. Lo suficiente para responder una preguntas- ¿Qué haces aquí? ¿No estás muy lejos de casa?

Esta pregunta era muy importante, estos seres no suelen dejar la casa donde habitan por ningún motivo. Aunque tuvieran que dejarlo no suelen alejarse de él. Pero para que este en otro continente era serio.

-Krimpul saber...- Dijo con pesar en sus palabras- Krimpul no poder quedarse en casa... cosas malas pasar.

-¿Qué cosas malas?- Pregunto con interés.

-Krimpul no saber, todo sentirse mal.- Dijo levantando sus brazos y luego coloco sus palmas detrás de sus orejas- Krimpul escuchar sonidos malos bajo la tierra. Doler estomago pero en el suelo- refiriéndose a algo moviéndose bajo tierra

-Hmmm...

Esto podría ser muy serio. Para que criaturas viajen de un lugar a otro porque algo en el ambiente los molesta... podría ser una maldición... una grande. O algo más.

-Ven conmigo.- Dijo luego de unos segundos. En la agencia podrían devolverlo a casa o por lómenos sacarle más información- Cosas malas no pasar en mi casa, así me cuantas más de esos sonidos malos.

Luego el hombrecillo se subió a su espalda. El joven saco un polvo y lo esparció sobre el hombrecillo.

-Con esto no te verán- Lo que uso fue un poco de Glamour.

Los seres humanos aun ignoraban la existencia de lo sobrenatural. Pese a que sus llamados Koseis se formaron por la interacción humano/mágica, los seres humanos no sabían de esto. Creyeron que las individualidades simplemente aparecieron. Solo unos pocos saben la verdad.

Y el Glamour es un polvo mágico el cual permite a lo mágico pasar inadvertido.

-A Krimpul gustar idea- Dijo el duende- Krimpul querer galletas.

-Yo también amiguito- Dijo con una risa.

Pero pronto el hombrecillo comenzó a estirar su sudadera.

-¡Olor feo!- Dijo.

-¿Huh?

Al darse vuelta el encapuchado vio como lo que parecía ser una bola de barro emergió de algún lugar y ahora trataba de atraparlo.

-Una buena capa de invisibilidad- Dijo con una sonrisa enorme.

Pero Izuku ni se inmuta.

-Maldita porquería- Dijo sacando al "Samaritano" y apuntando al monstruo.

Pero de repente...

Texas Smash

Por alguna extraña razón el héroe N° 1 apareció para solucionarlo todo.

Pero en el proceso lleno todo de porquería.

Con su mano normal el joven comenzó a quitarse toda la cosa viscosa de su cara.

-JAJAJAJA- Se reía el Héroe rubio mientras apresaba al villano en una botella de soda.

El encapuchado continuaba quitándose esa sustancia. Mientras eso pasaba el héroe estaba hablando. No es que le pusiera mucha atención de todas maneras.

-Gracias, joven. Por tu ayuda para atrapar a este villano.- Dijo All Might al mostrar la botella con el slime y dos pelotas con X en ellas.

-(¿A caso nunca se calla?)- Pensó algo molesto, pareciera que le gusta oír su propia voz o quería ser inspirador todo el tiempo. Pero pronto comenzó a hacer estiramientos.

-Bueno, me tengo que ir - Luego de eso salto y desapareció entre las nubes.

El encapuchado se quedó mirando por donde había salido el héroe y soltó un suspiro. Realmente no era un fan de ellos tal cual. Trabajar en la agencia como detective y combatir monstruos era suficiente para él.

-Bueno, amiguito...- Giro su cabeza para ver que el duende ya no estaba allí- ¿Donde...?

-¡Ayuda!- Dijo una voz desde el cielo.

El encapuchado levanto su cabeza para ver al duende cayendo. Sin dudarlo extendió sus manos para atraparlo.

-Oye, ¿Que paso?- Preguntó al hombrecillo.

-Krimpul volar por golpe.- Dijo este- Krimpul ser metido en bolsillo grande con botella. Krimpul saltar, hombre capucha atrapar a Krimpul.

El joven solo suspiro y coloco al duende en su espalda.

-Jaaaaa... solo espero que no pase nada malo.- Dijo antes de comenzar a caminar.

Han pasado varios minutos de caminata. El duende miraba con fascinación todo lo que le rodeaba, no había salido de esa calle oscura salvo para buscar algo para comer.

El encapuchado estaba pensando en que debió haber pasado para que su polizonte tuviera que irse. Definitivamente algo demoniaco y antiguo.

Pero se percató que estaba a unas cuadras del distrito comercial.

-Creo que tendremos las galletas antes de lo planeado- Dijo haciendo que su polizonte levante la mano en señal de aceptación, no le molestaba comprar unas galletas para hacer que él hable, además tenía hambre.

BOOOM

De repente vio como una columna de humo comenzó a aparecer en medio del distrito. Las personas corrían despavoridas con toda intención de alejarse del lugar. El joven vio esto con aburrimiento, los héroes se encargaran.

Probablemente fue ese chico de las explosiones de la otra escuela. Ya habían competido en intercolegiales, francamente era un imbécil. Lo había llamado "Deku" solo porque sí. Aunque a veces Mizore se refería a el así, pues le parecía lindo. Pero al rubio definitivamente no lo salvaría.

-Demonios, quería esas galletas.- Dijo Izuku al darse vuelta y comenzar a buscar otro lugar para comer.

FLUUUUSH

Pero de pronto el aire se sintió más gélido.

Él se detuvo de repente y con un gran miedo se dio la vuelta nuevamente solo para ver que en el lugar donde se había originado la explosión había...

Un enorme pedazo de hielo.

-(No... todos menos ella).


Ahora mismo Mizore estaba pasando por uno de los peores momentos de toda su vida.

Luego de separarse de su novio fue al distrito comercial, le costó un poco encontrar la tienda a la cual se refería el encapuchado. Pero luego de unos minutos la encontró.

No pudo evitar pedir uno para ella antes de pedir el que era para su madre.

Cuando por fin lo obtuvo comenzó a caminar en dirección al hospital. Pero en el momento en que paso por uno de los callejones se vio atrapada por un monstruo de barro.

Por más que intentaba luchar no podía zafarse. La había sujetado fuertemente y para rematar le hacía utilizar su Kosei.

En especial del lado izquierdo.

-(Alguien ayúdeme)- Pensó ella viendo como los héroes no podían acercarse. Ya que ninguno podía resistir sus llamas o poder pararse luego de recibir el impacto del hielo.

Pareciera que estaba sola de nuevo.

Nadie iba a correr en su ayuda.

Una lagrima solitaria bajo por su mejilla.

Cerro lo ojos esperando que esto solo era un mal sueño del cual pronto despertaría.

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-¡Oye bola de baba!

Ella abrió los ojos al reconocer la voz.

Y vio como un basurero volaba en dirección a la cabeza del monstruo y se la arrancaba. Pero se regenero pocos segundos después.

Todas las personas vieron como un encapuchado con mano de piedra había atravesado la multitud y a los héroes para hacer eso.

-Aléjate de mi chica- Fue lo único que dijo.

-(Izuku)- Pensó ella aliviada y sumamente feliz.

-¿Quien se supone que eres?- Dijo el villano.

-El que te pateara el trasero.- Luego el apretó su puño de piedra.

-Je~ - Dijo el villano con burla. Luego hiso que la chica extendiera su lado izquierdo- i Maldito mocoso!

FLUUUUSH

PUM

Un torrente de llamas fue directo al joven. Tal fue la potencia que fue lanzado a una de la tiendas haciendo que rompa la pared en el proceso.

-¡NO!- Dijeron todos al ver lo que ocurrió. Nadie pudo hacer nada. Los héroes ya se estaban culpando. En especial uno de pelo rubio que estaba al fondo.

-JAJAJAJAJAA

El villano se reía de manera desquiciada. Muy a contraste y pesar con la chica. La cual estaba al borde de las lágrimas.

-¡Oye eso dolió!

Esto hiso que todos vieran que de la pared destrozada se levantaba el sujeto con la parte superior de sus ropas desgarradas y quemadas.

-Maldición, adoraba esta sudadera porque ella me la dio- Acto seguido se quitó los restos de su sudadera y camisa.

Lo primero que vieron todos fue... rojo.

Mucho rojo.

Pues ahora todos podían ver la verdadera apariencia del joven. Tenía la piel rojo brillante, en la cabeza tenia pelo negro y lo que parecía ser dos cuernos también rojos pero limados hasta la base. Ojos amarillos los cuales parecían brillar y en la parte de abajo una larga cola. Y por último tenia las marcas en su cuerpo las cuales se conectaban con su mano de piedra.

-¡Demonio!- Grito alguien de la multitud

-(Ahí está)- Pensó Izuku. Esta era una de las razones por la cual aún se ocultaba. Sabía que no era humano, pero no era agradable oírlo de manera despectiva de la boca de otras personas.

Sacudió su cabeza tenía que concentrarse.

-Ahora estoy enojado

-¿Eres un demonio?- Pregunto el villano.

-Solo con los que me hagan enojar. Y sorpresa, eres uno de ellos.

Así el pelinegro comenzó a correr en dirección al villano.

Este trato de usar a su rehén para detenerlo pero se encontró que apenas si podía moverse.

-(¡¿Qué pasa?!)- Al girar sus ojos vio como la chica estaba usando su lado derecho en él.

Incluso si eso la congelaba en el proceso.

-(No dejare que lo toques)- Pensó Mizore con hielo comenzando a subírsele en la cara.

El villano solo pudo levantar la mirada para ver como el demonio dio un salto y se disponía a golpearlo con su mano de piedra.

-Buenas noches, infeliz

PAM


Luego de que todo se calmara y que los héroes se encargaran de limpiar todo, la pareja pudo al fin respirar tranquilos.

-¡Demonio!

Bueno casi...

Un cura, el cual tenía su capilla en el distrito estaba culpando a Izuku por lo que había pasado. Decía que el demonio convoco al monstruo de barro para insultar a dios.

El pelinegro resoplo resignado. Esto siempre pasaba. Los nuevos miembros de la iglesia no tenían conocimiento de su existencia, ni siquiera de su relación con la iglesia. Por ello los recién ingresados trataban de exorcizarlo o lanzarle agua bendita.

Lástima que eso nunca funcionó.

-¡Cállate!

El demonio vio como el héroe Desuteguro había saltado en su defensa. Diciendo que él fue quien salvo a todos y que logro lo que 5 héroes no pudieron.

Esto pareció cerrarle la boca al cura, el cual solo le dio una mirada de desprecio y se retiró del lugar.

Por su parte el héroe peligris. Le coloco su mano en el hombro.

-Buen trabajo, agente- Dijo el héroe al reconocer el símbolo del cinturón del pelinegro.

Izuku solo asintió y luego el héroe se fue. El pelinegro solo suspiró, tendría que dar un informe a la agencia.

Pero ahora tenía otras cosas en que pensar. Se sentó al lado de Mizore la cual estaba usando una manta por los efectos de usar tanto tiempo su Kosei.

-Lamento lo que paso

-No fue tu culpa- Dijo ella. Es verdad, no pudo saber que un villano de baba trataría de usarla como rehén.

Pero eso no hiso que el joven no se sintiera menos culpable.

-¿Tienes frio?- Pregunto el pelinegro, al ver como la chica estaba temblando.

Ella estaba por decir que no, pero estornudo.

-Si- Dijo la chica.

-Déjame ayudarte con eso.

Así el la rodeo con su brazo normal. Ella lo sintió cálido. Pues aún estaba caliente después de literalmente andar en el fuego.

Pronto llegaron los reporteros, una heroína rubia pasó al frente por las cámaras. Algunos que escucharon la historia comenzaron a sacarle fotos a la pareja.

Pero con la llegada de los reporteros también llegaron unas camionetas negras con un símbolo en las puertas. Una mano sujetando una espada.

-Ay, no.- Dijo el pelinegro viendo los vehículos y alertando a Mizore- Llegaron por mí.

De la camioneta principal se bajó un hombre de alrededor de 30 años con el pelo negro y unos lentes oscuros, vestido de traje y se acercó al joven.

-Es bueno verte, Many- Dijo Deku al hombre.

-A ti igual.- Luego del saludo expuso su motivo de llegada- El profesor quiere verte.

-Está bien.- Dijo algo cansado. No quería un sermón.

Y así comenzó a caminar a la camioneta, con Mizore a cuestas.

-Lo siento, pero esto solo...- Many trato de detener a la chica, pero fue detenido por Izuku.

-Déjala, ella viene conmigo.- Le dijo. Por lo cual el agente solo asintió.

Una vez en el auto, en el cual también se encontraba el duende dentro de la mochila de Izuku, Mizore no podía estar nada más que confundida por lo que pasaba.

-¿Que está pasando?- Pregunto ella.

Por su parte el chico solo se rasco la nuca, un poco nervioso. No le había contado mucho de todo lo que hacía aparte de la escuela.

-Esto es de esas cosas que tienes que sentarte con un café a contar.

No tardó mucho en que salgan de la ciudad para llegar a lo que parecía ser un instituto. Con rejas altas y muy bien protegido.

El chófer presionó un botón para que se habrá una especie de puerta en la tierra por la cual condujo.

Nadie dijo ni una sola palabra cuando bajaron y caminaron por los pasillos, donde había muchos hombres de traje, máquinas de todos los tamaños y armas.

Luego los agentes que los acompañaban los dejaron en lo que era una biblioteca con chimenea, en una de las paredes estaba un tanque de agua y en el otro una estatua de San Miguel.

Mizore miraba todo esto con fascinación infantil.

-Señorita, las páginas.

De pronto oyó una voz

-¿Qué?- Dijo ella al acercarse a donde ella pensó que la escucho, del propio tanque.

-Por favor, las páginas.- De pronto un hombre de piel azul con marcas moradas, branquias, unas membranas bajo los brazos, vestido solo con unos shorts de baño y de ojos grandes oscuros apareció en la pecera.

Ella se sorprendió un poco, pero el demonio solo sonrió.

-Ah, Abe. Es bueno verte, hermano.- Dijo el pelinegro. Para mayor sorpresa de la chica.

-Hola, Rojo.- Respondió de la misma manera.

-Nunca me dijiste que tenías un hermano- Dijo la chica mirando acusadoramente al demonio.

-De sangre ninguno que sepa.- Le aseguró el- Pero es de la familia.

Muchas preguntas estaban corriendo por la mente de la joven. Una de las más urgentes era...

-¿Dónde estamos?- Pregunto mirando el lugar.

-En la Agencia de Investigación de Defensa de lo Paranormal.- Respondió el hombre pez.

En eso el que portaba la mano de piedra se recordó la razón de que lo trajeran.

-Por cierto- Dijo mirando a su hermano de armas- El está...

-Ah, hijo.

Todos los presentes se giraron para ver a un hombre de edad avanzada, de pelos blancos con lentes y vestido con un traje marrón sin corbata. Puede que parezca un anciano, pero aun podía dar una buena pelea.

-Hola, papa.- Dijo el demonio para asombro de la joven. Pues no veía parecido en lo más mínimo.

-¿Deku, este es...?- Pregunto la chica. Pero fue detenida por la risa de Azul.

-¿Deku?- Pregunto con gracia, Abe.

-Es un apodo.- Dijo en defensa.

Pero su padre miro esto con ojos curiosos.

-¿Ella no sabe tu nombre?- Pregunto con una sonrisa.

-¿Su nombre?- Pregunto mirando al joven demonio. Preguntándose que más no sabía de él. Este le respondió...

-Mi nombre es...

-Hellboy - Finalizo su padre.


Devil: Y CORTEN

Bueno, eso ha sido todo por ahora espero que les haya gustado y apoyen con un buen review si les gusto.

Ahora sí, la próxima semana subiré lo nuevo de Prototype. O por lo menos lo intentare. Pues dentro de poco entrare en temporada de exámenes

Y creo que eso sería todo.

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BYE