El francés miro con desgano su equipaje, había sido una cumbre verdaderamente aburrida, era obvio que ameriqué, no sabia respetar a sus aliados económicos y militares con el mas mínimo respeto, para el era simplemente apoyo, al menor Arthur, Ludwig, Antonio u otro europeo, incluso Iván, trataran de ser mas corteses y apegarse a los gustos y costumbres del invitado en su casa

Cosa diferente al americano que lo había obligado a adaptarse a su ritmo de trabajo en lugar de pensar una agenda bilateral en conjunto

- Baka – refunfuño el francés mirando su reloj, para colmo de males su jet había sufrido una avería y tenia que volar en un avión comercial en lugar de su jet privado, como odiaba viajar en una línea comercial, a un que fuera en el nivel ejecutivo sentía que no lo atendían como era debido, bueno al menos regresaría a casa en air france

- Pero si que son impuntuales – refunfuño nuevamente, en realidad era sorprendente el retraso de los vuelos en ese bendito aeropuerto estadounidense, y ameriqué se vanagloriaba de ser una potencia mundial, cuando su sistema de aerotransporte es tan ineficiente, cosa distinta, con los sistemas europeos

Miro desganadamente su celular, ni un mensaje de alguno de sus conocidos, ni si quiera Antonio o Gilbert le habían regresado el mensaje de que hacían que había mandado hace doce minutos, pero que demonios estaban haciendo sus amigos, bueno conociendo al español seguramente sufriendo a manos del italiano del sur y en cuanto al rubio platinado, un sartén bien asentado en su cabezota awesome era lo que posiblemente le estuviera dando Elizabeth por tratar de propasarse con Roderich en su presencia

Observo de nueva cuenta su celular, por que tenia un nota adjunta en su calendario, era raro, no recordaba nada importante, quizás era una trivialidad, a un que incluso si fuera eso, recordaría bajamente el contendido, la abrió curiosamente, que seria eso que no podía recordad a ciencia cierta que era

- Cierto – murmuro con desgano al mirar la nota, con razón se le había olvidado, era algo que ni a el ni a la persona mencionada en la nota, le gustaba hacer, una junta comercial con su vecino norteño, miro con desgano el recordatorio, era dentro de dos días, lo ultimo que quería era lidiar con Arthur en esas condiciones, después de todo había pasado casi doce días oyendo las idioteces de América casi diesi seis horas consecutivas era un castigo peor que la inquisición o casi

Camino lentamente quizás lograra inventar una excusa, medito mientras recorría los pasillos del aeropuerto, hasta que una duda le salto a la mente

¿Si la junta era en conjunto con Arthur? ¿como era que el cejon, no le había confirmado su participación? Esa era una cuestión importante, Arthur era de las naciones más protocolarias de europa, prácticamente junto al alemán el austriaco y la representante de mónaco, eran los maniacos de la organización y protocolo europeos

Miro su bandeja de correos electrónicos, hmm eso era extraño, ni un mensaje nada, Arthur no era así, incluso antes de la invención de los medios de comunicación instantáneo, se mandaban correspondencia vía aves mensajeras, eso era extraño

Medito un segundo, quizás si le marcaba, pero conociendo al ingles, se lo tomaría a mal, quizás un mensaje seria una mejor opción, tecleo rápidamente el mensaje en cuestión, el cual tardaría algunos segundo en ser enviado y algunos minutos en ser contestado

Todo hubiera sido normal a excepción de lo que paso un minuto después

Esa tonada, esa tonada, no podía ser o si, el francés se voltio disimuladamente, no era posible que el estuviera ahí al mismo tiempo, algún viaje urgente quizás, o algo parecido, pero extrañamente no había visto aterrizar el jet del ingles y menos ver al servicio secreto británico trabajar para resguardar la seguridad de su nación

Volvió a reintentar mandar un mensaje, y ocurrió exactamente lo mismo, el tema se repitió a un mas fuerte, parecía provenir de las llegadas de europa, pero lo sorprendente era que era un viaje de clase turista, no recordaba cuando había sido la ultima vez que alguna nación, había viajado de esa forma, turista era degrinante para su autoridad

Intento llamar y esa vez pudo ver a una persona detenerse para ver su celular, desde atrás era obvio que era el ingles, reconocería ese trasero donde fuera, no importaba que el ingles por primera vez en décadas se dejara ver con unos jeans y camisa de manga corta que dejaba ver una camisa de manga larga justo debajo de ella

Si el francés no supiera de quien se tratara ni si quiera le hubiera prestado atención, esto se estaba poniendo misterioso

Por un segundo estuvo a punto de gritar su nombre, pero se contuvo al ver que el ingles desestimaba si quiera responder su llamada, ese era el colmo de la desfachatez, el le demostraría que no era cortes no atender una llamada, y mas viniendo de one chan Francis

Camino indignado hasta donde estaba la otra nación, pero antes de que le pudiera decir algo siquiera, paso un suceso que lo dejo completamente fuera de la realidad

- Brother date prisa – exclamo un chico corriendo hacia la nación británica – apresúrate que perdemos el vuelo de conexión – repuso sealand con un tinte de molestia

- Cálmate, tenemos suficiente tiempo – repuso el ingles tranquilamente

- Pero quiero todavía pasar a la dulcería – rezongo el principado

- Traigo dulces en la maleta de mano, te puedo dar una barra si gustas – exclamo el mayor

- De verdad – repuso el pequeño sonriendo

- Aquí tienes – inquirió el mayor mientras le daba el dulce a su hermanito el cual parecía contento por el botín obtenido

Desde cuando Sealand y Inglaterra se llevaban tan bien, la ultima vez que los había visto juntos, prácticamente se habían agarrado a una guerra sin cuartel de dimes y diretes, incluso Sealand se había ganado un castigo por parte de Suecia y Finlandia por usar un vocabulario digno de un corsario, a un que Arthur negó dementemente haberle enseñado esas palabras a la joven nación

Era curioso, por que no los acompañaban guardias, ni si quiera un dignatario nada, parecían un par de hermanos comunes y corrientes, incluso Sealand había dejado ese traje de marinerito que lo hacia parecer tan mordisquiable, a un que claro esta que el francés nunca diría eso en publico, prefería solamente fantasear a sufrir a manos de el ingles y el sueco

Camino lentamente detrás de los hermanos que parecían inmersos en su mundo, incluso bromeando y comentando algunas cosas del mp3 de Sealand el cual parecía no reproducir bastante bien un tema que el pequeño había tratado de descargar

¿Dónde irían? Esa era la pregunta que el francés trataba de descifrar, camino un buen rato detrás de las dos naciones, incluso se le olvido que su vuelo probablemente ya hubiera despegado, incluso no le importaba estar retrasado, incluso se le olvido que su servicio secreto lo estaba siguiendo

¿Dónde iría Arthur con semejante vestimenta? Era una cuestión bastante inusual, como para dejarla pasar

- Pasajeros de air canada en conexión de Londres a Vancouver con escala en la ciudad de Seattle por favor dirigirse a la sala de espera numero cinco, en un momento empezaran el abordaje – repuso una voz por los alta voces de la terminal

Con que la ciudad de Vancouver, así que Arthur y Peter visitarían a Matthew eh, interesante, un a reunión secreta, pues el se encargaría de caerles de sorpresa no por nada mon petit Matthew era el pequeño consentido de Francis

Una sonrisa se le formo en su rostro al instante que se detenía

- Lleven mi equipaje de vuelta a Paris – mascullo la nación a sus guarda espaldas, mientras se alegaba tranquilamente del lugar

- Pero excelencia no lo podemos dejar solo – repuso uno de sus guarda espaldas

- Es una orden me entendió oficial – murmuro el francés volviéndose a su guarda espaldas

- Si – susurro el hombre completamente asustado

- Me alegro – gruño el francés alegándose de su servicio secreto, esta era una misión encubierta nada mas, que cosa podía salir mal