Hello mundo!

Estoy feliz de salir de mi zona de confort. Estos chicos me llevaron a estudiar, ya que no son de mis parejas imaginadas dentro del slash. Sin embargo, terminé enamorada de la pareja que formé.

Contrariamente a lo anterior no me costó sacar los primeros tres, casi cuatro, capítulos, pero si el final. Y el lemon para que decir (siento si es un fiasco, pero me cuesta hacerlo)

Querida Beginnerdreams yo solo espero que sea de tu agrado y te encante tanto como a mí. Esto es para ti, está es la parte difícil :)

La historia ocurre entre en algún momento de 1977 – 1978.

Advertencia: Slash, lemon y situaciones explicitas.

P/d: No se si pueda subir tu petición a ciegas, pero en algún momento lo haré y te avisaré :)


Disclaimer; los personajes y los lugares de esta historia pertenecen a J. K. Rowling, excepto los que han sido creados por mí.

Escrito para el "Amigo Invisible navideño 2018-2019" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".

Historia para mi querida Beginnerdreams


.

.

.

I

Negación

Sirius bufó y se cruzó de brazos.

Estaba en completa negación, negación de la buena. De esa de la que ni tu santa madre te puede sacar -no es como si Walburga fuera santa, pero el énfasis era el mismo.

La cosa es que... James tenía la culpa, como siempre, aunque lo negara. Solo por su jodida maldita culpa, él estaba metido en esta situación y estaba en negación… negación absoluta porque no podía creer su mala, malísima suerte.

Remus, por otro lado, lo estaba mirando con seriedad y Peter… solo estaba ahí en presencia.

—Perdiste, Canuto. Acéptalo y sigue adelante —James le dio una media sonrisa antes de levantarse—. Ahora, necesito ir a ver a Lily.

—No, no, no…

Sirius se puso en frente, deteniéndolo.

—Hiciste trampa y lo sabes.

—Ciertamente, Sirius, la culpa es tuya por no prestar atención —murmuró Peter. Aquellas palabras hicieron que los tres lo miraran con distintas reacciones de sorpresa. De un tiempo a esta parte, Peter estaba actuando más extraño de lo normal.

—Como sea… no lo haré.

—Deberías, no estas mal en pociones, pero hacer un trabajo con Snape si te ayudaría.

Y es que era eso.

El problema que tenía era ese.

Bueno, Snape siempre era un problema… su sola presencia le molestaba.

Tenía que hacer un trabajo con él. ¿En qué cabeza caía eso?

¿Por qué James estaba apoyando esta mierda?

—Mientras más tardes será peor. El trabajo se entrega la próxima semana y…

—Y… perdiste, querido Canuto —interrumpió James. Estaba aburrido y solo quería ir con Lily.

—¿Podríamos recapitular los hechos? —preguntó Sirius e ignoró a James—. Estábamos en clases de pociones y luego…

—Luego invitaste a Melissa a salir y perdiste.

Sirius se rascó la cabeza.

—¿No debía hacerlo?

Los tres chicos suspiraron con frustración.

—Mereces lo que te pasa, ¿Es que no nos has puesto atención? —le preguntó James. Cada vez estaba más cerca de la puerta—. Quedamos en no tener ningún castigo este último año, pero el profesor te castigó por saltar y bailar de la felicidad ante la respuesta positiva de Melissa y te cambió de asiento obligándote a realizar un trabajo con Snape —el castaño se encogió de hombros—. Ahora, te deseo la mayor de las suertes para tratar con Quejicus.

Y ciertamente la suerte estaba sobrevalorada, necesitaba una tonelada de éxito para estos días.

James se fue sin que pudiera detenerlo, se giró y miró a Remus buscando ayuda, pero su amigo lo ignoró. Y Peter se escabulló hacia sus habitaciones murmurando algo que no entendió.

—Así que…

—No lo hagas por ti, Sirius, hazlo por… —se encogió de hombros.

Si Remus no podía encontrar las palabras necesarias para este tipo situaciones, él menos podría. Era un castigo divino.

¿Qué había hecho mal es sus vidas anteriores para merecer esto? ¿Qué había hecho mal ahora?

Suspiró dramáticamente antes de tomar una decisión.

—Reprobaré.

La determinación duro solo un minuto.

Porque él no le daría en el gusto a Quejicus. No señor. No se rendiría con esto.

Cuando lo cambiaron de asiento vio la cara de desagrado de Snape. Bien, eso sería suficiente. Ninguno de los dos estaba feliz y Sirius amaba enloquecerlo y burlarse de él.

Pero lo que más amaba era salirse con la suya. Por lo menos, Melissa había aceptado salir con él este fin de semana a Hogsmeade.