Título: Cuestiones del Fútbol
Autor:
Ely de Morcef.
Disclaimer:
-Ja, creí haber escuchado la voz de ese amargado... - ¿qué amargado, Sakura? -dijo una voz que ella bien conocía. "¿y tendré que lidiar con él durante un mes?"...realmente no lo soportaré. SasuSaku.

Naruto no me pertenece, porque si así fuera, le daría más protagonismo a Gaara kun y Neji kun.

Aquí una nueva historia...es que últimamente en mi cerebrito están proliferando muchas ideas xD

Espero y sea de su agrado...


Sakura… ¿una estudiante de periodismo? Sasuke… ¿un chico cuyo único afán es superar a su hermano en el fútbol? ¿Podrán unirse sus caminos?

Cap. 01: Al borde del colapso.

Ocho y treinta de la mañana. Comenzaba la que era su clase más detestable: Sociología. Y no era que la asignatura le molestara en sí, sino la manera cómo empezaba: con un retraso del profesor –que además siempre estaba bromeando y haciéndola enojar-, el que siempre excusaba con un "me perdí por el sendero de la vida". Pero aquella mañana, todo era distinto: por primera vez en aquellos dos meses que llevaban de clases, el profesor llegó temprano.

Hoy pasará algo, pensó mientras se acomodaba en su asiento.

- ¡Sakura-chan! ¡Sakura-chan! –una voz que ella conocía bastante bien la sacó de sus pensamientos, la de su compañero de asiento.

- ¿Qué quieres, Naruto?

- ¡El sensei llegó temprano! Si siguen ocurriendo hechos como este, también podría pasar que yo termine siendo el mejor estudiante de la universidad y un gran periodista –sonrió con emoción.

Si esto ha pasado, quizás eso también pase…ja, qué estoy pensando. Naruto siempre ha sido el peor alumno y dudo que eso cambie.

- …o tal vez a Neji se le quita lo amargado. No entiendo cómo puede ser tu proyecto de novio, Sakura-chan.

La muchacha, de un bello cabello rosa y unos ojos jade que cautivaban a cualquiera, iba a responderle, pero en ese momento frente a ellos apareció el sensei con un montón de carpetas.

- Naruto y Sakura. Entreguen estas carpetas según el nombre que aparezca en cada una, y digan que no las abran hasta que yo se los indique.

- Sí, señor –dijeron al mismo tiempo en que levantaban de sus asientos.

Ambos, repartiéndose las carpetas, hicieron lo que su sensei les señaló y en cuanto terminaron, regresaron a sus asientos. Sakura examinó la suya con detenimiento: en ella aparecía su nombre, el nombre de la asignatura y el del maestro, pero nada que le diera la información para averiguar de qué se trataba.

¿Otro de sus ingeniosos trabajos, Kakashi-sensei?

El peliblanco, comprobando que ya todos habían recibido sus carpetas, y que esperaban su explicación, se dispuso a hablar.

- Bueno, abran las carpetas y lean. Cuando todos hayan terminado, les informaré lo más importante.

Los alumnos obedecieron al instante. Sakura leyó con detenimiento.

El presente trabajo tiene como objetivo lograr una mejora y un mayor análisis de lo que llamamos relaciones interpersonales y aplicar todo lo estudiado durante estos dos meses… prácticamente nada, si este profesor siempre llega tarde.

Continuó leyendo.

La tarea consiste en realizar un seguimiento durante un mes a una persona a la que llamaremos desagradable, la que ha sido seleccionada según personalidad, intereses y formas de relacionarse con lo demás, por supuesto muy diferentes a las que ustedes tienen (según lo observado en los tests que se le han aplicado), lo que complicará (esa es la idea) la realización del trabajo. Deben tratar de conocerlo todos lo que les sea posible.

Al final de este plazo, debe presentarse un informe completísimo con un análisis sociológico de la persona a la que se le ha realizado el seguimiento, y por supuesto, una conclusión en la que se logre extraer el perfil sociológico más exacto posible.

Puntos a evaluar: seriedad, buen uso del tiempo, uso de los contenidos vistos en clases, y muchos otros que ya debería saber.

Calificaciones: 4 (equivalentes al 40 por ciento del semestre).

Nombre de la persona a la que entrevistarán: ¿…?

El salón continuaba en un silencio total cuando terminó de leer. Pasaron unos cuantos minutos más antes que comenzaran a oírse los primeros murmullos.

- Bien, ya que han terminado…

- Sensei –una voz masculina lo interrumpió- ¿No cree que un mes es demasiado tiempo?

Sakura se sonrojó Quien hablaba era uno de los chicos más populares de toda la universidad, y su proyecto de novio. Aunque no estudiaban la misma carrera, tenían ciertas asignaturas juntos, y esa era una de ellas.

- Al contrario, mi querido Neji. Es muy poco…ya te darás cuenta –sonrió.

- A mí parecer, no es muy difícil que encontremos en este lugar a personas "desagradables" –miró fijamente a Naruto, pero éste ni cuenta se dio ya que se sentaba unos cuantos puestos más adelante –basta con que observemos un poco y ya.

- Pero hay un pequeño detalle –el muchacho de castaños cabellos y ojos perla, lo miró con seriedad, al igual que los demás estudiantes- Ustedes no elegirán a las personas –de la nada, sacó unos pequeños sobres y los mostró con tranquilidad- Yo ya lo he hecho por ustedes- todos lo miraron con sorpresa- Ah, y una cosa más: el plazo comienza desde hoy, así es que les recomiendo que vayan empezando –hizo una breve pausa- A medida que los vaya llamando, vienen a buscar su sobre. Comencemos… Neji Hyuuga… -Sakura dejó de prestarle atención.

- ¡Esto será genial! –exclamaba Naruto.

No veo qué tiene de genial. Sólo espero que sea una persona que no me de tanto trabajo.

Su sensación de ansiedad y fastidio aumentaba a medida que el profesor entregaba los dichosos sobres y ella no figuraba.

- Ah…este es el último…Sakura Haruno.

La aludida se levantó de inmediato y tomó el sobre con cierta inquietud. Luego, regresó a su asiento y allí se quedó, esperando a que algo pasara…

- ¡No! –exclamó Naruto un tanto alborotado- Tengo que hacerle un seguimiento al rarito sin cejas de Gaara…y con lo mal que me cae.

Sakura rió por lo bajo. Conocía a aquel muchacho: era un estudiante de Arquitectura con quien Naruto una vez tuvo una "pelea" por culpa de un comentario que hizo respecto a lo poco comunicativo que era y de la "pequeña" calabaza que siempre cargaba en la espalda.

Pronto escuchó a otros estudiantes: Hinata –la prima de Neji- a Kiba Inuzuka –un rarito estudiante de veterinaria obsesionado con su perro-; Shikamaru Nara a Temari –hermana de Gaara, a la que consideraba "problemática"-; y Neji a Ino Yamanaka –una chiflada que se creía modelo y era estudiante de psicología-.

- ¿Y tú a quién, Sakura chan? –preguntó el ojiazul con curiosidad.

- Aún no lo veo –miró fijamente el sobre, sin deseos de abrirlo.

- Entonces yo lo haré por ti –le arrebató el sobre de las manos y lo abrió con rapidez. Al leer lo que allí aparecía, una expresión de asombro se dibujó en su rostro, que inquietó un poco a Sakura.

- ¿Qué sucede? ¿Quién es?

- Vaya, Sakura chan –le dijo con una sonrisa triste- Ahora sí que Kakashi sensei te la puso difícil.

Sakura lo miraba sin comprender. Le quitó a su amigo el papel y lo leyó con cierta inquietud.

Kakashi, quien había observado todo, dibujó una sonrisa, y luego se acercó a unos alumnos que querían consultarle algo. Es momento de demostrar lo buena que eres, Haruno.

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- ¿Qué sucede, Sakura chan? –le preguntó una joven con timidez- Has estado así toda la mañana.

- Hinata tiene razón, mi flor de cerezo. Algo te pasa.

- No es nada, Hinata, Lee san. Es sólo que… me siento un poco cansada.

- Entonces… ¡te traeré algo de comer! –el muchacho, de negros cabellos y pobladas cejas, se levantó- Enseguida vuelvo.

Ambas chicas vieron al energético muchacho dirigirse a las escaleras para llegar hasta el primer piso, donde se encontraba el casino de la universidad.

Ellos se encontraban en la terraza del cuarto piso, que además de ser la más apartada, ofrecía la mejor vista del parque universitario y la cancha de fútbol, que en aquella época –mediados de otoño- aún conservaban cierto atractivo. Por lo general, siempre almorzaban en aquel lugar los tres, pero a veces se les unía Neji -cuando andaba de buen humor- y Naruto –de quien no sabían qué hacía, aunque Sakura lo sospechaba-. En aquellos momentos, Sakura agradecía que ninguno de los dos estuviera.

- ¿Tiene que ver con Neji kun, verdad? –Hinata comenzaba a preocuparse.

- ¿eh? –la pregunto la tomó por sorpresa- …por supuesto que no. Con Neji estoy muy bien.

- Entonces tiene que ver con el trabajo de Sociología, ¿verdad? Estabas animada antes que empezara esa clase.

Sakura respiró con lentitud. ¿Por qué no hablar del asunto? Si al fin y al cabo…ya no le afectaba…tanto.

- Tienes razón, Hinata –suspiró- Es por la persona a quien debo hacerle el seguimiento.

- ¿La conozco? –preguntó con suavidad.

Iba a responderle, pero en ese momento aparecieron Neji y Naruto, quienes tenían una actitud muy "sospechosa" además de llevar unos cuantos libros. El castaño se sentó a un lado de Sakura y Naruto de Hinata, quien se sonrojó un poco.

- Naruto baka me comentó que la próxima semana tienen examen de ética y me pidió ayuda –miró fugazmente a Sakura- pero creo que Hinata lo hará mejor, así es que… -se levantó y tomó a Sakura de la mano- los dejaremos –se despidió.

Sakura, con rapidez, tomó sus cosas y se quedó junto a Neji, quien salía de la terraza y caminaba con rapidez por el pasillo para llegar a las escaleras, que estaba al otro extremo. Los chicos los vieron alejarse con cierta sorpresa, pero Naruto, comprendiendo –raramente- de inmediato, se dispuso a aprovechar su momento.

- Hinata chan –su voz sonaba un tanto cortada- hay algo que quiero decirte… -las mejillas de la muchacha se colocaron de un rojo intenso- yo…

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Llevaban algunos minutos caminando en silencio por los alrededores del parque universitario, donde probablemente lo vería. Neji tenía una expresión seria en el rostro, pero no demostraba ni enojo ni reproche.

- Aún no me has dicho a quién debes seguir por un mes –su tono era el de siempre- pero no hace falta, sé quien es…

- ¿eh? –estaba un poco confundida. Si lo sospechaba, ¿por qué…?

- …y no me parece mal pues creo que es lo mejor para ambos –la miró como lo hacía desde que habían comenzado a proyectarse como novios.

- ¿Lo dices en serio? –preguntó en voz baja- Nosotros estamos muy bien…y creo que esto…

- No me refiero a ti y a mí –dijo, mirándola fijamente- Sino a ti y él.

Sakura se confundió un poco. No podía creer que él, su proyecto de novio –como lo llamaba Naruto, ya que aún no tenían nada en concreto- le estuviera diciendo algo así. Ella hacía mucho tiempo que no tenía contacto con él y dudaba si quería tenerlo.

- No entiendo qué me quieres decir, Neji kun –comentó ella con cierta tristeza.

- Quiero que esto te ayude para cerrar esa etapa, porque yo sé que a pesar de todo, entre ustedes quedó algo inconcluso.

- Pero si yo nunca tuve nada con él pues siempre me rechazó y prefirió darle prioridad a otras cosas, y dudo que en estos tres años haya cambiado en algo.

Llegaron hasta las afueras de los camarines. A Sakura se le hizo un nudo en la garganta. ¿Por qué lo hacía si…?

- Lo mejor es que hable con Kakashi sensei y le pida que me asigne otra persona. Le explicaré todo y tal vez…

- No lo hagas, Sakura le dijo él con tranquilidad- Créeme, es lo mejor –la abrazó, lo que a ella le sorprendió pues nunca lo hacía- Yo siempre estaré contigo –la besó en la mejilla- Recuérdalo –se separó de ella.

Neji le dedicó una mirada que no pudo descifrar y luego se fue, dejándola completamente confundida.

Finalmente, entendiendo lo que tenía que hacer, con paso lento, se dirigió al lugar donde sabía que lo encontraría.

- Si esto es lo que quieren…lo haré…

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- Otra mala jornada –murmuró apenas y salió del salón antes que aquel insoportable grupo de muchachitas lo siguiera.

Aquel día tendría entrenamiento hasta las tres de la tarde y apenas tendría tiempo para almorzar puesto que ya eran cerca de las una y tenía que estar en los camarines antes de la una y veinte para estar preparado para cuando llegaran los otros. Aceleró el paso y se encaminó al casino. Cuando llegó, pidió algunas frutas, las devoró con rapidez y salió del edificio para encaminarse al lugar que era su favorito para disfrutar de su soledad.

Caminó con lentitud. Casi todos los alumnos se encontraban en el casino, por lo que las áreas verdes, y principalmente el parque universitario, estaban casi vacíos. Genial, pensó con una semi sonrisa en el rostro.

Cuando llegó al camarín, el lugar deseado, cerró la puerta con rapidez, quedando en el interior con cierto grado de oscuridad. Dejó su bolso en la que era su banca favorita y se sentó a un lado, sin notar aún que alguien había llegado antes que él y que lo observaba desde las sombras.

- Sabía que aquí te encontraría.

El muchacho miró en dirección de donde provenía esa voz, y se llevó una gran sorpresa al ver de quién se trataba.

- Sakura…


Espero y les haya gustado...agradezco muchos a los que se dieron el tiempo de leer y mucho más a los que me dejen reviews, que son los que me animan para las clases en la universidad...

Reviews, please?? De verdad, son mi inyección de ánimo

Nos leemos en la próxima...

Besos...

Ely de Morcef.