Rio amanecía tan soleado y alegre como siempre, al contrario que sus plumíferos habitantes, desde hacía ya unos meses la situación de las aves era insoportable, la proliferación de gatos debido a su cría había empeorado su situación, las aves eran cazadas por los felinos indiscriminadamente en mercados, callejones o en las cercanías de la selva.
En el santuario de aves de Río, uno de los pocos lugares seguros para las aves en la ciudad Blu miraba impaciente por la ventana, había convocado una asamblea urgente el fin de semana pasado para aquel domingo de junio, esperaba que con una semana de antelación llegase al mayor número de aves el mensaje de aquella reunión. Al ser domingo, la clínica era cerrada pero Blu había conseguido una copia de la llave maestra para abrir las puertas ese día en el que el edificio estaba libre de humanos.
Al poco rato la sala y zonas exteriores cercanas a la ventana estaba repleta de aves de todas las especies posibles, guacamayos, loros, gorriones, tucanes….. y por supuesto, todos sus amigos estaban en primera fila.
-bien- comenzó Blu- lo primero gracias por venir, creí que no vendría nadie debido al miedo, y también agradezco a las aves más grandes por respaldar en el viaje a las más pequeñas, habéis venido de lugares más allá de la ciudad y eso lo agradezco, lo primero que tenéis que saber es que os pido que me escuchéis hasta el final, pero que nadie está obligado a participar en esto.
Como ya habréis podido comprobar todos vosotros, la invasión felina en la ciudad ha empeorado en el último año, los gatos fueron traídos a Río por los humanos debido a la invasión de ratas de hace tres años, pero tras esto, los gatos se quedaron sin roedores que comer, y empezaron a atacar a las aves. Muchos de nuestros seres queridos han perdido la vida a manos de esos carnívoros domésticos, y creo que es hora de unir fuerzas para derrotarlos y devolver la paz a nuestra ciudad, debemos matarlos antes de que sea demasiado tarde. – unas lágrimas cayeron de los ojos de Blu y Perla le abrazó para intentar consolarlo. Uno de los guacamayos rojos de río se levantó.- Cuenta conmigo.- dijo en voz alta y tras él varios más. Prácticamente todas las aves se unieron a les miró y dijo.- entonces lo haremos, ahora Rafael os explicará nuestra programación.- Blu le hizo una seña al tucán para que dirigiera al grupo.- Debo irme ahora Perla.- Blu…por favor.- sollozó Perla con las lágrimas cayendo por sus emplumadas mejillas.- No lo hagas, no empieces una guerra con gente inocente y que sabes que no puedes ganar.- Blu la miró , con una mezcla de indignación y tristeza en su rostro.- ¿¡ Y qué quieres que haga!?. No puedo quedarme quieto sabiendo que esos monstruos están por la calle acechando a todas las aves que hay en río dejando un reguero de sangre por donde pasan.- Perla meneó la cabeza hacia los lados mientras lloraba desesperada.- ¡PERO ARRIESGAR TU VIDA NO HARÁ QUE NUESTROS HIJOS REGRESEN!- Blu abrió los ojos y miró a su esposa con tristeza para luego marcharse al hábitat en donde había visto por primera vez a Perla, donde ahora residían, o mejor dicho…. Residía. Desde el incidente que la familia de guacamayos había tenido con uno de los gatos que aparecieron, Blu y Perla se habían distanciado. Perla se marchó fuera de la habitación para alejarse de Blu bajo la mirada de sus tres amigos.- No soporto verlos así.- dijo Nico.- compréndelo canario, han perdido a su única familia, desde que aquel gato les atacó les tienen pánico.- ¿pero qué pasó exactamente? A ti fue a quien acudieron a pedir ayuda Rafa.- preguntó Pedro.- Os lo contaré, pero nada de mencionárselo a ellos de acuerdo.- los dos pájaros pequeños asintieron.- Bien, todo empezó hace unos meses, cuando los gatos empezaron a dominar Río, pero las aves no eran conscientes del peligro que suponía…
(FLASHBACK)
La familia de guacamayos acababa de desayunar en un callejón iluminado tras coger comida del mercado de fruta. De repente, una sobra les tapó la luz desde la entrada del callejón, plasmando su oscuridad en el muro de ladrillo que estaba tras ellos .- Vaya, vaya… qué sorpresa tan agradable, yo que me esperaba unas podridas espinas de pez, y me encuentro con un buffet libre de plumas azules.- dijo el gato lamiéndose los labios.- Escucha amigo, no queremos problemas…- dijo Blu intentando dialogar mientras el gato se acercaba cada vez más.- Yo tampoco, así que por qué no os metéis en mi boca y me ahorro el tener que perseguidos. – Por encima de mi cadáver,- dijo gato se lanzó a por él y le produjo tres arañazos bastante profundos en el pecho y le empujó contra la pared, a Perla, la agarró con las garras delanteras y la mordió un ala hasta conseguir llegar al hueso y tras agarrarla con las mandíbulas, la mandó a la pared opuesta a la zona donde se encontraba Blu, ambos escucharon los gritos de sus hijos mientras ellos estaban semiinconscientes y sin poder moverse. Tras unos segundos, Blu pudo ver de forma borrosa la silueta del gato devorando a sus hijos y desgarrando la carne de sus cuerpos mientras la sangre caía por la boca y los bigotes del animal. Tras eso perdió el conocimiento.
(FIN FLASHBACK)
Rafael acabó la historia.- Después de aquello, un rato después, me los encontré inconscientes en el callejón rodeados de sangre y me relataron la misma historia que os acabo de contar.- ambos estaban pálidos, con una mirada de miedo y horror en su cara.- Blu solo quiere evitar que esto vuelva a ocurrir.- Rafael acabó y se marchó volando hasta uno de los árboles de la reserva donde había instalado su nuevo hogar.- Voy a buscar a mi hermana- dijo Nico.- no quiero que esté fuera de la selva a partir de ahora, la diré que nos vendremos a vivir aquí, la vendrá bien estar cerca de un veterinario.- Pedro se despidió.- No tardes mucho, por cierto, ¿has encontrado al padre, no ha venido ningún otro canario a la reunión?.- Ojalá se lo hayan comido los gatos, aunque perdiese la oportunidad de vengarme de él personalmente.- Nico alzó el vuelo y salió a la ciudad para buscar a su hermana.
Tras unos minutos de vuelo Nico empezó a alterarse quería llegar lo más rápido a su casa, no se sentiría bien hasta que su hermana, Denis, entrara dentro de los límites de la reserva natural del aviario, tan metido iba en sus pensamientos que no se fijo en otro pájaro que iba en dirección contraria y acabó chocando con él, cayendo ambos en una zona abierta del mercado, que ahora estaba desierto, sin mercancía ni humanos.- Lo siento.- se disculpó la hembra con la que había chocado.- ¿ Denis?- dijo Nico al reconocer la voz de su hermana.- ¡NICO! – Denis corrió a abrazar a su hermano- ¿qué haces aquí? Te dije que iría a la reunión y después te avisaría si había algún movimiento importante.- Si, lo sé, pero los gatos tenían una patrulla de exploración cerca de nuestro nido y temía que alguno pudiese trepar y me encerrara en el nido.- Esta bien, vamos a…- Un ruido sordo de la grava del suelo les alertó, Tras ellos había un gato gris con rayas oscuras de ojos azules y unas afiladas garras.- ¿ibais a algún sitio?- preguntó con su femenina voz.- Mira gata.- dijo Nico- No queremos problemas, déjanos irnos, aunque quisieras comernos somos aves demasiado pequeñas para satisfacer tu apetito.- La gata le miró con sus cristalinos ojos con una mirada pensativa y alzando una de sus orejas.- Tienes razón…. Pero no has tenido en cuenta que tu amiga es como un pavo de navidad, lleva un relleno extra de carne que está delicioso.- ¡ NO!- Nico se interpuso entre ambas hembras recibiendo un arañazo que lo lanzó contra un montón de cajas entre las que quedó atrapado, no podía escapar, no podía salir, las rendijas entre los tablones de madera solo le permitían ver con claridad el escenario frente a él: su hermana estaba tirada en el suelo frente a aquella gata, sin poder moverse, la felina la había provocado un arañazo profundo en una de sus alas para evitar que pudiera volar .- ¡ NO! No por favor, no la hagas nada.- dijo Nico empezando a llorar y gritar de forma desesperada para que la gata le prestara atención y diese la oportunidad a su hermana de huir aunque fuese a pie, pero ella hacía caso omiso a sus palabras- ¡POR FAVOR! Haz conmigo lo que quieras pero déjala marcharse .- la gata se apoyó sobre sus dos patas traseras mientras agarraba con las delanteras a Denis y la alzaba hacia su boca mientras ella gritaba de terror, de repente los gritos cesaron, Nico pudo ver el vientre y el estomago de su hermana desgarrados y completamente abiertos mientras el gato devoraba el contenido del interior y tras acabar lanzaba el cuerpo al aire para engullirlo al vuelo de un mordisco.
En el interior de la caja Nico se arrodilló en el suelo para llorar hasta que las zarpas del animal rompieron en pedazos la caja , el felino estaba sobre una caja, por encima de él, haciendo que pareciese mucho más grande, con la sangre de su hermana recorriendo sus bigotes hasta su barbilla mientras que en el lugar donde antes estaba su hermana solo quedaban plumas y una mancha de sangre. – Te toca…- la gata abrió sus fauces frente a Nico, las cuales aún tenían restos de la carne de Denis. Nico esperó lo inevitable pero entonces…. Un ruido, como de algo blando siendo aplastado, alguien había lanzado una uva a la cara del gato y había dejado una mancha en la mejilla de éste, y de otro extremo, un coco dio en la cabeza de la felina apartándola de allí, dando un margen entre el cuerpo de la hembra y el de Nico, algo agarró al canario y lo elevó en el aire, era Rafael, que había venido a buscarlo. Nico volvió a mirar el suelo desde una altura en la que el gato no podría alcanzarlo y mientras el tucán emprendía el vuelo el canario empezó a gritar.-¡ Bastarda hija de puta! ¡ Esto no quedará así! ¡vas a pagármelas como sea desgraciada de mierda! ¡Vete al infierno!.- Nico siguió gritando blasfemias al gato hasta estar lo suficientemente lejos como para que el felino no le escuchara y sollozó en silencio hasta llegar al aviario.
Rafael empujó la ventana de la clínica veterinaria y entró era media mañana a esas horas y Blu estaría buscando algo de comer.- ¿ Blu?¿ estás aquí?- el guacamayo apareció por la zona de la derecha- ¡ RAFA! ¿Estás bien? He oído que ha habido un enfrentamiento con los gatos ¿Quién ha…?- Blu vio a Nico malherido al bajar la mirada hacia las patas del tucán entre las que se escondía Nico. Rafael se apartó y Blu bajó su rostro hasta el canario.- Nico….- El pequeño pájaro solo se limito a levantarse y a intentar volar, pero el arañazo de su ala aún le dolía y estaba sangrando.- Ven conmigo, te curaremos esa herida.- Para qué curar lo que ya está muerto.- dijo Nico secamente. Blu miró a Rafael y pudo leer en sus labios la frase "te lo explico luego".
Tras unos cuidados en la herida vendó a Nico el ala y lo instaló en una de las jaulas con agua y comida.
Aquella noche el sueño le venció pronto, mientras miraba la luna llena y en su brillo recordaba el feliz rostro de su hermana.
