El Comienzo de ¿Algo Buscado?

-La paz ha terminado—se escucha decir a una voz que todos pueden reconocer como el sexto Hokage.

Naruto ,quien lleva su vestimenta propia de Hokage, se encuentra mirando por la ventana mientras habla con su consejero, Shikamaru Nara quien sigue teniendo su expresión de vago, el único cambio visible en cuanto apariencia, es su barba que se dejo por honor a su padre y en cuando a vestimenta, lleva su chaleco hogareño; sus antiguos compañeros de equipo y amigos, Sasuke Uchiha, ahora con su ropa totalmente negra.; y Sakura Uchiha, que lleva en cabello más largo llegándole hasta los hombros y lleva un sencillo vestido rojo; y su maestro y sexto Hokage, Kakashi Hatake que sigue exactamente igual que hace años. Los cinco se encuentran en medio de una reunión que expone el nuevo tiempo para el mundo Shinobi. Esa tan esperada y querida paz, que se busco por tanto tiempo y que por fin se consiguió al finalizar la cuarta guerra mundial Shinobi, acaba de acabar desde el primer momento que Naruto fue informado de la nueva noticia. Un nuevo enemigo acecha a Konoha.

-Yo—comienza a decir la única voz femenina que se encuentra en la habitación—más bien diría que la paz acabó en los diferentes días que nuestros hijos fueron secuestrados. —acaba de decir Sakura dando un golpe a la mesa mostrándose furiosa.

Con las palabras de Sakura, todos recuerdan los diferentes secuestros que se produjeron hace poco más de doce años atrás. Seis niños de cuatro años fueron secuestrados, durante periodos de dos y tres días, en menos de tres meses. Al principio todo parecía tan raro puesto que los niños eran encontrados con perfectas condiciones. Y no fue hasta que tuvieron la suficiente edad, doce años, para que sus chakras resplandecieran que todos descubrieron que les hicieron. Ahí es cuando todos se dieron cuenta que esos seis niños tenían las seis restantes bestias con colas en sus interiores.

-Para aquel tiempo solo la paz de Konoha estaba en peligro—replica con vagancia Shikamaru antes de dar una calada—Ahora es cuando no hay rastro de la paz en las Cinco Grandes Aldeas Ninjas.

Naruto sigue mirando por la ventana pero, esta vez, aprieta sus puños y su expresión es de rabia. Kurama le advirtió desde un buen comienzo que Konoha tenga en su posesión siete de las bestias no era nada bueno, ni para la aldea propia ni para las demás aldeas.

-El pergamino tiene el mismo sello— dice fríamente, por primera vez en toda la reunión, Sasuke. -Es obra de la misma persona—acaba de decir.

Después de decirlo, pone una mano en el hombro de Sakura con intención de calmarla pero sabe que es imposible.

-Lo avisé—comienza susurrando Sakura quitándose la mano de su marido—Lo dije pero ninguno de vosotros me hicisteis caso. —grita esto ultimo a la vez que se gira, dado la espalda a Naruto quien aprieta cada vez más los puños.

-Sakura no era conveniente. —dice de su forma tan tranquila y pacifica Kakashi.

-¿Conveniente?—pregunta con ironía la recién nombrada. -¿Y ahora si que es conveniente?—hace un pausa mirando fijamente a Kakashi.

Nadie tiene la suficiente osadía para contestar. Todos conocen a Sakura y saben que es mejor estar callados. Sakura aparta la mirada de Kakashi.

-Si me hubierais hecho caso cuando dije que eso sería algo malo en un futuro no muy lejano. Si hubierais hecho algo, un movimiento por muy pequeño e insignificante movimiento. Ahora, esto no estaría pasando. Y…

-Sakura tiene razón—dice por primera vez Naruto, interrumpiendo a Sakura. Con estas palabras se gira y mira a los demás. —Esto es nuestra culpa. Nosotros sabíamos que pasaba algo pero no hicimos nada.

-¿Qué hacemos ahora?—dice, más enfadada todavía, Sakura.

-Tú nada. —dice de inmediato Sasuke ganándose que Sakura se gire hacia él y le mire mal. Pero no le replica, tan solo se cruza los brazos. Sabe que él dice la verdad. Ella no puede hacer nada estando embarazada de ocho meses.

-Solo podemos informar a las demás aldeas para que sepan lo que sucede. —comienza a decir Shikamaru.—Si tenemos suerte, nos ayudarán en todo lo que hagamos. De todas formas, no sabemos nada del enemigo.

-Hazlo—dice Naruto haciendo que Shikamaru salga por la puerta.

Ahora solo queda el equipo siete por completo, el antiguo equipo siete. Sakura sigue estando enfadada, ahora apoyada en la mesa, con los brazos todavía cruzados. Sasuke se encuentra en medio de la oficina, con su expresión fría. Kakashi esta apoyado en la pared, leyendo su, ya muy gastado y viejo libro, Icha-Icha. Y Naruto, quien ahora es el Séptimo Hokage y, por lo tanto, todo el peso de este nuevo problema le cae en sus hombros, tiene la cabeza agachada y se mira con rabia sus puños. Se siente imbécil. Se suponía que eran tiempos de paz.

Aunque pensándolo todo muy bien… la paz es aburrida. Podremos con esto. ¡Dattebayo!

-Será mejor que informe a las familias de los chicos. —menciona Kakashi, cerrando su apreciado libro.

-Dentro de una hora en la sala de reuniones. Quiero que ellos también estén. —dice el actual Hokage antes de que Kakashi salte por la ventana. –Lo bueno empieza ahora.

Sakura, al escuchar la última frase de Naruto se enfurece más si es posible.

-¡Naruto!—grita Sakura al mismo tiempo que le coge por el cuello.- ¡¿Cómo puedes llegar a ser tan inmaduro?! ¡Esto no es nada bueno!—le grita y le sacude sin parar y sin compasión.

Sasuke se mantiene alejado, mirando a los dos con una sonrisa de arrogancia como su esposa sacude a Naruto. No lo dirá en voz alta pero está de acuerdo con Naruto. Ya era tiempo de tener acción. La paz está bien pero ya han disfrutado de ella por un largo tiempo.

A las afueras de la Mansión del Hokage lo último que se escucha es un fuerte grito de dolor proviniendo de Naruto. Todos paran de hacer lo que sea que estén haciendo, miran a dirección de la mansión y una gota de sudor aparece en todas las nucas. Todos saben lo que sucede. Todos saben que si el Hokage grita de dolor es que ha sido pegado por Sakura.

En Flores Yamanaka se encuentran tres jóvenes hablando y riendo entre si. Con verlas, todos pueden saber de quienes son hijas.

-¿Entonces?—pregunta la rubia que riega las plantas. Una ves más su madre le ha encasquetado ser la encargada de la tienda.

Hanami es una copia casi exacta de su madre y el casi es porque su pelo rubio lo tiene suelto y a mitad de la espalda. Viste su ropa civil que consiste en unos pantalones negros y largos y ajustados; una camiseta gris con un gran escote y sus sandalias ninjas.

-Entonces nada—responde la otra rubia con un tono de frustración. Está apoyada en la mesa, donde atienden a los clientes, con una flor en su mano.

Miyabi también es muy parecida a su madre pero a diferencia de su madre, su pelo rubio oscuro está recogido con un moño dejando sueltos algunos mechones. Viste su habitual ropa civil que es una falda corta verde lima, un jersey blanco ajustado y de manga larga con un pequeño escote.

-¡Nada!- exclama Hanami, dejando de regar para mirarla y observa como Miyabi encoje sus hombros dando a entender que si.

-Los chicos son bakas—dice la única castaña presente en la tienda quien acaricia a un gran perro blanco.

Ai es más bien parecida a su padre, tiene un aspecto salvaje. Su pelo castaño largo y rizado es siempre despeinado y sus largas uñas las tiene pintadas rojas. Y, como todos los de su clan, tiene las marcas de color rojo en sus mejillas, como dos colmillos. Viste un vestido largo y rojo con una gran raja en el lateral derecho. A su lado, está Keira su gran y fiel perra.

Antes de que alguna pueda decir algo más, enfrente de ellas aparece un Anbu.

-El Hokage las llama.

Y tan rápido como lo dice, desaparece. Dejando a las tres chicas confusas y extrañadas. Están en su día libre, no puede darles otra misión.

En la entrada principal de la Aldea Oculta de la Hoja, se puede ver cuatro chicos sucios y con algunas heridas sin importancia.

-Aburrido—dice y bufa el único rubio mientras camina con los brazos detrás de la cabeza.

Quien vea a Toru puede saber que es hijo del Séptimo. Rubio y con el pelo desordenado, con tres bigotes y ojos azules. Incluso es igual de personalidad. Lleva su ropa de misiones que consiste en unos pantalones azules y un chaleco azul más oscuro, sus sandalias ninjas y su protector siempre en la frente.

-No te quejes. —responde uno de los morenos quien está muy serio.

Ryosuke es el más parecido a Sasuke de todos sus hijos. Igual de apuesto, igual de frio, igual de sádico. Su ropa de misiones consta de unos pantalones negros, un jersey gris oscuro, sus sandalias ninjas y su protector en el brazo derecho.

-Toru tiene razón—dice el moreno que es igual a Ryosuke. —Quiero más emoción.

Daisuke es también igual que Sasuke pero solo en apariencia. Aunque su pelo también es distinta al de Sasuke y Ryosuke, su pelo está recogido con un coleta baja y con algunos mechones sueltos. En cuanto a personalidad es terriblemente juguetón, seductor pero bien hijo de su padre, sádico.

-Has estado todo el viaje de vuelta quejándote—reclama Ryosuke a Daisuke.

-Porque quiere ver a Miyabi. —dice como si nada el más mayor de todos, el del pelo gris. Haciendo que Daisuke se sonroje, Ryosuke mire a su hermano y Toru se ría.

Tsubasa es conocido por ser uno de los pocos Hatake con vida. Es muy parecido a Kakashi aunque sin mascara y sin sharingan. Lleva su ropa de misiones que consiste en el uniforme oficial de jonnin.

De repente, sale un Anbu de la nada haciendo que todos paren de caminar.

-El Hokage os reclama a todos.

Y cuando termina de decirlo desaparece de la misma manera que ha aparecido, de la nada.

Dentro de una cueva, en algún lugar en el País del Fuego, se encuentran cinco personas discutiendo aunque las únicas cosas que se pueden apreciar de esas personas son sus sombras y sus voces.

-¿Por qué lo has hecho?—dice una voz ronca y profunda de una manera muy pausada.

-Porque así es más divertido—dice otra voz pero, esta vez, la voz como de niño y al acabar de hablar, ríe como un niño.

-Se suponía que todo esto tenía que ser por sorpresa. —dice la tercera voz cuya es aguda como campanas y femenina.

-Pero entonces no es tan divertido—dice, de nuevo, la voz de niño.

-Es que no tiene que ser divertido. —dice la cuarta voz. Esta voz es tranquila y serena.

-¡Callaos todo!—grita la quita y última voz de todas. Y esta es más ronca que la primera voz y por como todos se han callado, se puede saber que quien tiene está voz, es quien manda.


He estado mucho tiempo pensando en hace una historia como esta. A pesar que he escrito ya como tres capítulos más, todavía tengo las ideas sin ordenar.

La generación de Naruto tiene, aproximadamente, 39 años. Los hijos que hizo Kishi si que aparecerán pero quienes tienen el protagonismo serán Hanami, Miyabi, Ai, Daisuke, Ryosuke, Toru y otros que poco a poco irán apareciendo.

Queria decir que comentad tanto si teneis una opinion buena o mala. Así sé si lo hago bien y lo que debo mejorar.

Saludos y gracias. :)