Aquí les dejo una historia que empezé hace muchos años, pero que me había costado muchísimo terminar. Es de siete capítulos, y trata sobre uno de mis grupos preferidos de digimon; Los caballeros de la realeza. Espero les guste y me dejen reviews
-¿Qué es lo que se supone que vamos a hacer ahora Dynasmon?
-¿Cómo voy a saberlo? El señor lucemon todavía no nos ha pedido que hagamos nada.
-¿No se supone que deberíamos estar destruyendo el digimundo, o mejor dicho, lo poco y nada que le queda?
-Se supone, pero el señor lucemon dijo que aún no lo destruyéramos por completo, que hay unos extraños datos de los que quiere investigar. Por el momento...
-¿Sí?
-Pues...solo nos queda esperar.
-Fabuloso…-miró sarcásticamente hacia el cielo azulado.
Hace horas que los caballeros de la realeza daban vueltas por el digimundo sin hacer nada más que hablar del porqué lucemon investigaba ciertos datos de una región. Al verlos, todos los digimons huían despavoridos a esconderse de tan temibles seres. Lucemon había descubierto unos extraños datos del digimundo, así que les dijo a sus caballeros reales que no hicieran nada por el momento, ya que no estaba listo para despertar con esa duda en mente.
-Si el señor lucemon cuestiona el porqué de esos datos, ¿por qué mejor no despierta primero y luego los indaga?-preguntó Lordknightmon nuevamente.
-¿Por qué mejor no dejas de hacer tantas preguntas y encuentras algo que hacer? Me estoy aburriendo de dar vueltas y más vueltas sin hacer nada.
-Tienes razón. El hermoso señor Lordknightmon no debería estar perdiendo su valioso tiempo en volar sobre este desastroso digimundo.-dijo mientras sostenía una rosa cerca de su rostro.
-¿Como crees que sea el nuevo digimundo que construirá el señor lucemon?-se le ocurrió de pronto a Dynasmon.
-¿Ahora eres tu el que pregunta?
-Es que estoy demasiado aburrido.
Finalmente descendieron sobre un bosque bastante denso dispuestos a buscar algo en que perder su tiempo.
-Me pregunto que harán esos despreciables niños en estos momentos.
-¿Para que quieres saberlo?
-No lo sé. Creo que me estás pegando tu aburrimiento Dynasmon.
-Grandioso.
Mientras caminaban por ese lugar, los digimons que estaban cerca se alejaron lo más que pudieron de solo ver a los caballeros. En eso, dynasmon divisó a lo lejos unas grandes piedras que tenían extrañas formas.
-¿Qué crees que sea eso Lordknightmon?
-¿Que cosa?-se volteó el caballero rosa, quien no venía prestando mucha atención.
-Esas rocas. Se ven diferentes a las demás.-las apuntó mientras seguían caminando en aquella dirección.
-Tienes razón, son algo inusuales, vamos a ver de qué se trata.-se alzó al vuelo y se adelantó.
"Curioso"-pensó para sí Dynasmon.
Ambos caballeros se dirigieron hasta aquel lugar, y al llegar pudieron darse cuenta de que no eran simples rocas con formas extrañas; eran unas antiguas ruinas digimons.
-¿Qué rayos es todo esto si se puede saber? Nunca había visto este lugar.-preguntó el digimon blanco.
-Yo tampoco. Entremos a ver.
-¿Para que quieres ir?
-¿Tienes miedo Dynasmon?-Lordknightmon le miró mientras jugaba con la rosa. Dynasmon advirtió que su compañero se burlaba de él.
-No digas idioteces ¿Quieres?
-El señor Lordknightmon no dice más que palabras hermosas. –el lugar se llenó de colores alrededor de él.
-Mejor entremos.
-Claro, solo mueve las rocas que bloquean el paso del bello Lordknightmon.
-¿Bromeas?
-¡Claro que no!
-No voy a mover nada para ti.
-¿Y como se supone que pasemos entonces?
-Eh...
Dynasmon miró delante de sí y vio como la entrada estaba totalmente bloqueada debido a unas enormes rocas que tapaban el paso.
-Grrr...Lo haré más simple.
-¿Que tienes pensado hacer? No...Espera...DYNASMON!!
-ALIENTO DE WYV-
Lordknightmon alcanzó a detener el poderoso ataque de Dynasmon sosteniéndolo por el brazo.
-¡¿Quieres destruir otra región más?!
-No voy a destruir la región.
-La última vez lo hiciste
-No fue intencional...
-Da lo mismo. Usa otra cosa y saca estas molestosas rocas.-Lordknightmon se volteó y miró a su alrededor esperando a que Dynasmon hiciera todo.
Dynasmon le envió una mirada molesta a Lordknightmon. Él siempre hacía lo que su rosado compañero le decía. Lordknightmon simuló no haber visto la expresión de Dynasmon.
-¡¡DRAGONES DEL CAOS!!
El ataque destruyó haciendo polvo las rocas que tapaban la entrada. Un oscuro túnel se abría delante de ellos. Ambos digimons comenzaron a avanzar, mientras la luz exterior se hacía cada vez menor. Mientras caminaban, se escuchaban extraños ruidos. Sin embargo ninguno de los dos parecía darle importancia.
-¿Hasta dónde llega esto?
-Sigo sin entender qué hacemos aquí Lordknightmon.
-¿Qué rayos es eso?
-No intentes persuadirme...
-En serio, ¿qué es eso?
Cuando miró al frente, Dynasmon se hizo la misma pregunta. Ambos caballeros se detuvieron delante de un gran bloque de piedra cilíndrico que aparentaba tener más de mil años; estaba recubierto de plata y plomo, y en la parte superior, tenía un objeto que había llamado la atención de los dos digimons. Muy similar a los digi-eggs que utilizaban los niños elegidos, este objeto era de un color azul marino, con dos pequeñas alas metálicas, y en su centro, un símbolo de oro parecido al del digi-egg de la bondad, solo que en vez de un círculo, tenía un diamante.
-¿Qué crees que sea?-preguntó el digimon blanco intrigado.
-Por los rumores que he escuchado, creo que es...
-¿Que? ¿Puedes hablar de una vez Lordknightmon?
-Es el digiespirit de la reencarnación.
-¿El digiespirit...de la reencarnación?
-Sí, por su hermoso símbolo dorado debe ser eso. Dicen que este digiespirit fue usado por los antiguos diez para retornar al digimundo y salvarlo de la destrucción. Aunque no estoy muy seguro de si este sea el original o no.-apoyó sus manos en su cintura, pensando.
-¿De que estás hablando? ¿Acaso hay otro?
-Unos misteriosos digimons magos quisieron apoderarse del digiespirit de la reencarnación, así que lograron sustraer cierta información del original creando una copia que les permitiera regresar nuevamente en esa forma para así hacer de las suyas.
-Ya veo. Pero ¿Cómo es que esos niños no tienen este digiespirit?
-Seguramente no fue creado para que se usase como método de digievolución…
-¿Y si aún falta otro niño?
Dynasmon y Lordknightmon se miraron simultáneamente temiendo lo peor... ¿Y si Dynasmon tenía razón? ¿Y si faltaba otro niño elegido?
-No voy a permitir que sigan apareciendo más problemas de los que ya tenemos.
Dynasmon se dirigió hacia el digiespirit dispuesto a destruirlo, cuando una pared invisible le dio una fuerte descarga de poder que lo arrojó al suelo. Lordknightmon miró sarcásticamente al techo y luego tomó a Dynasmon por un brazo.
-¿Qué…qué demonios fue eso?
-¿No se te ocurre que algo tan valioso como el digiespirit de la reencarnación esté protegido por una barrera de fuerza Dynasmon?
-¿Cómo demonios iba a saberlo?
-Hay que sacarlo por deducciones brillantes, como las mías. Observa.
Lordknightmon se dirigió hasta la parte de arriba del campo de energía. Cerró su puño y concentró su energía, mientras se dirigía con fuerza hacia la punta superior de la barrera de fuerza
-¡¡ATAQUE SUBLIME!!
El golpe que le propinó Lordknightmon al campo de fuerza fue tan potente, que este de inmediato despareció, dejando el digiespirit al descubierto.
-¿Ya ves? Ideas brillantes de una persona brillante como yo.
-Lo que sea, solo deshagámonos de eso.
-Claro, será muy sencillo, solo lo destruyes con tu ataque, y nos libraremos de un futuro posible problema.
Lordknightmon se acercó al digiespirit, y al tocarlo solo con un dedo, el azulado objeto tomó al caballero digimon y le dio una extremadamente poderosa descarga de un poder que él nunca antes había experimentado; una mezcla entre electricidad y el poder de la luz, y no lo quería soltar.
Lordknightmon lanzó un grito que resonó en todo el lugar.
-¡LORDKNIGTHMON! ¡Suelta esa cosa!
-NO...¡¡NO PUEDO!!
Dynasmon tomó a su compañero por un brazo para soltarlo de aquella extraña fuerza, pero también fue atrapado por el misterioso poder, el que brilló intensamente dejándolos a ambos enceguecidos y luego los aturdió, dejando a nuestros caballeros inconscientes y sin la menor idea de lo extraño que estaban a punto de experimentar.
