El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como todos los símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000. Esto no tiene fines de lucro.
Dedicado a mi querida Stefy, quien sólo quería un fic del pelirrojo y la castaña.
"Encerrados por casualidad"
Capítulo 1
Caminaba con rapidez por los pasillos. Tenía que entregar un informe antes de ir a San Mugo y ya estaba atrasada en una hora. Bufó molesta cuando notó que el elevador no funcionaba y algunos trabajadores iban por todo el sector transportando tablas, placas de metal y cables. Miró nuevamente su reloj y apurada buscó las escaleras. Subir tantos escalones no le hacía ninguna gracia, y menos tener que subirlos con aquellos tacones. Era una grandísima idiota al ponerse justo ese día tacones. Tomó una gran bocanada de aire y empezó a saltar los escalones de dos en dos sabiendo que iba a quedar muerta con tanta actividad física.
Salió de la oficina cansadísimo. Después de pasar dos noches completas sin dormir ya era hora que le dieran algunos días de descanso. Sus párpados se cerraban casi solos y cada tres segundos bostezaba. Necesitaba dormir con urgencia. Lo único que agradecía es que gracias a una poción extraña que le había dado su jefe, no tenía ojeras y en su rostro no había ninguna señal que demostrara su cansancio. A su mente sólo se le venía las placenteras vacaciones de verano. Saludó a un grupo de mujeres, quienes trabajan en el Departamento de Misterios, y ellas riendo se lo devolvieron. Abrió una puerta y rápidamente ya estaba bajando por las escaleras.
-¡Cuidado! – gritó él al ver que faltaban sólo cuatro escalones para que chocara con una mujer.
-¡Ay! – La mujer de cabello castaño se detuvo abruptamente y se cayó hacia atrás regando todos los papeles de traía en la mano.
-¿Se encuentra bien? – le preguntó preocupado bajando los escalones restantes para llegar adonde se encontraba.
-Creo que sí… - respondió apenada - ¡No, mi informe! – gritó desesperada - ¡Me van a matar! – Y empezó a recoger los papeles en cuclillas – Me van a matar… Estoy perdida.
-Yo… ¿Quiere que la ayude? – Le ofreció su mano para ayudarla a levantarse.
-No, gracias. Ya lo hice – dijo poniéndose de pie sola.
Los dos se miraron por primera vez.
-A ti te conozco… - dijo la castaña - ¿Ron Weasley?
-¿Hermione Granger?
Los dos sonrieron ampliamente y asintieron.
-¿Cómo has estado? – Logró decir el pelirrojo.
-Muy bien. Gracias… Parece que no tan bien como tú. Vaya, todo un hombre del ministerio. ¿Terminaste la Academia y ahora trabajas acá? – preguntó sintiéndose bastante estúpida al preguntar algo tan obvio. Si estaba allí, debía ser porque trabajaba en el ministerio.
-Sí. ¿Qué es de tu vida? – preguntó. El cansancio que sentía se esfumó y pensó en que podrían conversar un poco más.
-Pues, debo entregar un informe ahora mismo, sino es posible que pierda mi empleo – Rió nerviosa – Bueno… Un gusto verte. Adiós – Siguió subiendo las escaleras.
-¡Espera! - La siguió – Te puedo acompañar si quieres.
-¿No tienes nada más que hacer?
-No…
-Está bien.
Se sentían algo raros hablando después de tanto tiempo. Muchos recuerdos llegaban a sus mentes invadiéndolos de un particular grupo de sentimientos. Estaban felices por verse, pero algo de culpa sentían por sentir aquello. La última vez que se habían visto fue en Hogwarts, un día muy triste. Ella lloraba y él apenas hablaba. Se despidieron sin decir mucho y nunca más volvieron a contactarse.
Nuestras vidas habían cambiado para siempre, pensó Ron cuando llegaban al Departamento de Misterios y Hermione pasaba a dejar el informe.
Luego de unos cinco minutos esperándola, ella salió y caminaron hasta el vestíbulo. Él le preguntó si sus padres estaban bien.
-Sí… - asintió la castaña – Gracias por acompañarme a dejar el informe. Supongo que tenías otro asunto que atender antes de pasar un rato conmigo.
-No, ya había terminado mi trabajo por hoy – Observó que los arreglos en los ascensores estaban concluidos y los señaló - ¿Te acompaño hasta la salida?
-Claro.
Ninguno sabía muy bien la razón por la cual habían dejado de verse. Tal vez los recuerdos de su último año en la escuela eran muy fuertes y había dejado hondas marcas en sus vidas. Su séptimo año en Hogwarts había sido uno de los más intensos. El colegio abrió sólo por tres meses y después lo cerraron. Había demasiados ataques y sin Dumbledore estaban en serio peligro los estudiantes. Luego Harry partió en busca de los horrocruxes con ayuda de ellos. Lo peor era que ellos simplemente podían hacer las investigaciones, pero no intervenir en la búsqueda. Harry les advirtió que él era el único que podía hacerlo.
Poco a poco fueron encontrando y destruyendo los horrocruxes restantes. Los únicos que quedaban eran: Nagini y el mismo Voldemort. ¿Quién diría que aquellos dos serían los más problemáticos? Cualquiera, pero nadie podía asegurar que esos le iban a costar la vida a Harry Potter. Todos mantenían la fe que Harry viviría, que saldría victorioso y airoso para contarlo y celebrar. Él era un poderoso mago y e iba a lograrlo. Nadie pudo creer que una vez matado Voldemort, Harry también quedó muy herido. A los pocos minutos murió.
-¿Tus padres cómo están? – preguntó la castaña viendo como el panel encima del ascensor indicaba que estaba en el segundo piso - ¿Tus hermanos? – Ahora en el tercer piso.
-Ellos bien. El año pasado remodelaron La Madriguera para que fuera un poco más pequeña… Como ya nadie vive con ellos, les sobraba mucho espacio – respondió sonriendo – Los gemelos están bien. Ahora están en Latinoamérica abriendo más sucursales de la tienda. Bill tiene tres hijos con Fleur. Charlie sigue soltero… Y Ginny se casará la semana entrante.
-¡Oh, me alegro! – dijo Hermione contenta. Notó que Percy aún era un tema prohibido entre los Weasley - ¿Quién es el afortunado?
-El desgraciado es un tal Sean Darcy… Es un tipo que conoció en la universidad hace tres años – masculló frunciendo el ceño. Hermione rió divertida – Llevan saliendo desde entonces.
-No puedo creer que odies a cada hombre que se acerque a tu hermana. Después de todos estos años… - comentó y la puerta del ascensor se abrió.
-¿Y estás de vacaciones? – preguntó Ron cambiando de tema - ¿Qué harás este fin de semana?
La puerta se cerró del ascensor. Nadie más entró.
-Sí, hoy fue mi último día… Mañana iré donde mis padres, pero hoy no sé qué haré. Debo admitir que no soy la reina de las invitaciones sociales – dijo riendo - ¿Y qué harás hoy?
-Sólo descansar – respondió sin muchos ánimos – Después iré a cenar a La Madriguera. Cada vez es más catastrófico. Están los hijos de mis hermanos, los espectáculos de los gemelos, el novio de Ginny… Me vuelvo loco cada vez que hay una cena familiar. Lo único que me entusiasma en que en cuatro semanas no veré el ministerio.
De repente se escuchó un ruido extraño. Ron miró a Hermione confundido y ella sólo dijo que no era nada. Sin embargo comprobaron en el visor, arriba de las puertas, que se habían detenido. Ninguna de las lucecitas señalaba algún número de piso, así que no tenían idea dónde estaban.
-No puede ser que esto se haya dañado – dijo Ron acercándose a las puertas – Los cambiaron recién hoy…
-¿No puedes? – preguntó después de ver que su amigo forcejeaba por abrir las puertas – Mejor no lo hagas. Tal vez estemos entre pisos… Y no sería nada agradable que abrieras las puertas y te cayeras al vacío.
-Está bien. Espero que reparen esto inmediatamente.
-Por supuesto… Por aquí debe haber un botón de emergencia – dijo viendo el panel lleno de botones junto a la puerta - ¿No hay?
-Esto no es un ascensor muggle, Hermione. Lo parecerá, pero es mágico.
-Mmm… Entonces usemos magia – Sacó su varita de su bolso.
-No se puede usar magia – Se acercó a las puertas y empezó a empujar nuevamente – El ministro puso un campo protector… Sin magia, sería menos peligroso.
-Extraño que no pensarán en que dos personas se quedaran atrapadas – dijo de mal humor - ¿Tienes alguna idea?
-Sólo se me viene a la mente la idea de esperar.
-¿Esperar? – preguntó casi riéndose – No tengo tiempo para esperar… Tengo que llegar a mi casa para preparar el equipaje. Mis padres viven en la frontera con Irlanda y queda un poco lejos…
-Cálmate, por favor – le pidió serio – Esto va a funcionar pronto. Ya deben estar arreglando la falla.
Dejó su cartera en el suelo y observo con mucha atención el ascensor. Estaban las puertas, al lado el teclado con los botones que indicaban los pisos, otro panel que marcaba el piso en donde se encontraban –en donde la aguja se encontraba entre el 3 y 2- y en el techo había una pequeña compuerta. Si era semejante a un elevador muggle, podrían salir por allí. Tal y como en las películas, pensó la castaña algo ilusionada con la idea de respirar aire puro.
-Podríamos salir por aquí… - Señaló la compuerta – Estamos casi en el piso 2. No será tan peligroso.
-Claro, como los pisos son tan cortos – dijo irónicamente Ron.
Ella sólo lo miró sin poder creer que no hiciera nada para salir.
-¿Puedes ayudarme a subir? – le preguntó – Deja que ponga mi pie en alguna de tus manos… No llego hasta el techo.
-No – se negó.
-¡Por favor! Los dos queremos salir, Ron.
El pelirrojo dobló un poco las rodillas y juntó sus manos. Hermione sonrió complacida y puso uno de sus pies en las manos de Ron. Él la levantó sin muchas dificultades. Después de lograr mantener el equilibrio, la castaña abrió la compuerta con dos golpecitos. Un aire sucio y nada agradable le llegó a la cara. Le pidió a Ron que la subiera un poco más y así lo hizo. Con ayuda de sus brazos se encaramó y salió del ascensor.
Estaba encima del techo. El lugar era muy pequeño y le costaba mucho respirar. El aire estaba cargado de polvo y un fuerte olor a metal recién fundido. Caminó con miedo de caerse y llegó hasta el borde. Observó por el poco espacio que quedaba entre el ascensor y la pared y vio que muy abajo se encontraba en final de aquel túnel vertical. Sería una locura saltar, se matarían. Miró hacia arriba y no había nada más que oscuridad. Se fijó en el cable que suspendía el ascensor y vio unas cortaduras. El cable estaba compuesto de muchos filamentos de cobre y otros materiales. Los filamentos de cobre estaban rotos. Seguramente por eso el ascensor se detuvo.
-¿Estás allí, verdad? – Escuchó la voz de Ron desde adentro.
-Sí… - Se sentó dejando sus piernas en el espacio, donde debía estar la compuerta, y se lanzó. Cayó con las piernas flexionadas – Unos filamentos de cobre del cable se rompieron.
-Maldito ministerio. No sé para qué ponen tecnología muggle si estábamos muy bien – comentó enojado.
-Parece que tu ayuda no viene… No hay nada de movimiento afuera. No sé cómo entrarán los rescatadores. Tal vez apareciéndose – dijo enderezándose y poniéndose de pie.
-Muy graciosa.
-De verdad estamos atrapados… ¿Qué haremos? – Se sentó resignada al lado de su cartera.
-Habrá que esperar – respondió sin muchos ánimos y se sentó al lado opuesto que ella.
Los dos se observaron por unos minutos. Ron lucía muy cansado, debido a la larga noche en vela que tuvo por trabajar en el ministerio y por haber forcejeado las puertas del elevador. Hermione también estaba cansada y con la cara un poco sucia, por la suciedad que había en el túnel. Ninguno quería admitir que estarían atrapados por tantos minutos. Quizás no querían enfrentar el pasado, pero tenían la idea que no estarían más de 60 segundos en el ascensor y pronto cada uno se iría adonde debía.
La castaña se sacó sus tacones y se acomodó. Ron sólo sonrió y se desabrochó tres botones de su camisa. ¿Cuánto tiempo pasarían atrapados? No lo sabían, pero debían prepararse para una larga espera.
Notas de la autora: Heme aquí con un nuevo fic cortito (tendrá dos capítulos, de hecho) y va dedicado para mi Stefy! Mi lela, te adoro, lo sabes.
Es algo loco (como cualquier cosa que hago) y se me ocurrió hace varios meses. Hace tiempo no hacía algo que fuera después de Hogwarts y quería algo más realista. Algo que podría pasar después de que Rowling termine "Harry Potter and the Deadly Hallow"… Y pensé en esto.
¡Espero que le guste! Ustedes saben que siempre me gusta ver la recepción que tienen mis locuras. Ya saben que nos les cuesta nada presionar el botón GO de abajo y darme sus críticas constructivas, opiniones, ideas, etc…
El próximo capítulo estará para después del 11 de enero. Estaré de campamento y no podré escribir, obviamente (esto también va para el fic 'Juegos de Amor', por si acaso).
Cuídense mucho y Feliz Año Nuevo 2007, adiós!
