Fuego de Noche, Nieve de Día.
Capítulo 1.
En la enorme mansión había mucho alboroto, como casi todas las noches. Era rara la vez que no había tumulto ahí.
¡Vamos, vamos, dense prisa!.- palmoteó un hombre joven con gafas.- No nos queda mucho tiempo.
Un grupo de mujeres bellísimas se movían con rapidez. La fiesta estaba por comenzar y dentro de poco comenzarían a llegar las limosinas que las llevarían al lugar en donde se realizaría el evento. La pareja de cada chica estaría esperando en la respectiva limosina.
Dense prisa.- insistió el muchacho.- ¡Es ya muy tarde!
No exageres, Kenji.- habló una mujer hermosa de rasgos latinos.- No las estreses demasiado. Una mujer bella siempre debe hacerse esperar.
Si Genzo te escuchara decir eso.- suspiró Kenji.- Haría que te corran, Lily.
Pero no me escuchó, así que no exageres.- replicó la mujer.- Además, Genzo no podría hacer que me corran, soy una de las mejores.
Kenji Wakabayashi rió ante el comentario de la mujer. Lily Del Valle sí que podía creerse el último refresco del desierto, aunque bueno, Genzo, el hermano menor de Kenji, era igual... La hora llegó y un grupo de mujeres bien vestidas salió en fila hacia el grupo de limosinas que esperaban a la entrada de la enorme y lujosa mansión. Un hombre apuesto de cabello negro y ojos oscuros miraba con enojo a las modelos.
¿Por qué se han retrasado?.- gruñó el hombre.- ¡Tienen diez minutos de retraso!
Se nos hizo tarde, Gen.- dijo una rubia de origen ruso.- Ya sabes como es esto.
No hay excusa que valga.- replicó el hombre.- Tienen que estar lista a la hora que se les ordena.
Pues díselo a Lily.- replicó otra mujer, morena y de ojos azulados.- Ella dijo que una mujer siempre debe hacerse esperar. No nos culpes a nosotras, Genzo.
¡Ah! ¿Con que eso dijo?.- Genzo, enojado.- Iré a hablar con ella...
Te encanta meter la pata, ¿verdad, Arisa?.- regañó Tanya a la morena.- Si de por si ya ves que esos dos no se llevan...
Fue accidental.- se disculpó Arisa, pero Genzo de todas maneras ya se había ido.
Genzo Wakabayashi subió las escaleras principales y se dirigió furioso hacia la última habitación de la planta alta y entró a ella sin tocar la puerta previamente. Lo primero que Genzo vio fue la espalda desnuda de Lily, la cual estaba intentando ponerse su vestido negro y escotado.
¿Quién te crees que eres para decirle a las modelos que pueden retrasarse?.- reclamó Genzo.
¿Quién eres tú, que entra sin avisar?.- Lily se tapaba el busto con el vestido.- ¡Salte!
No hasta que me digas el por qué dijiste eso.- insistió Genzo.
Ay, te vas a morir por diez minutos.- Lily intentaba ajustarse el vestido, sin éxito.
¿Vas a usar eso?.- preguntó Genzo, sin cambiar el tono de voz.
Sí. ¿Tiene algo de malo?.- gruñó Lily.
No te cierra, no es de tu talla.- replicó Genzo.
Si no me estuvieras mirando, podría ponerme esto al instante.- protestó la joven.
Por favor, ni que estuvieras tan buena como para que pudiera fijarme en ti.- bufó Genzo.
Entonces cállate y ayúdame.- Lily se hartó y soltó el cierre.
Genzo, a regañadientes, se acercó a Lily y le subió el cierre del vestido. Los dedos cálidos de él rozaron la suave piel de la espalda de ella y fue como si una descarga los invadiera a los dos, pero ninguno dijo nada. El vestido se ajustó a la perfección al cuerpo de Lily.
Te lo dije.- anunció Lily, triunfal, mirando su figura en el espejo.- Me queda perfecto.
Uhm.- Genzo miró de arriba abajo a la chica, con una mirada que Lily no pudo clasificar en ningún lado.- Date prisa.
Ya casi estoy.- Lily agregó algunos accesorios al traje y se acomodó el cabello.
¿Piensas irte con ese peinado?.- criticó Genzo.- No te queda.
¿Desde cuando eres experto en modas?.- gruñó ella.- Eres futbolista, opina sobre fútbol, nada más.
Lily se acomodó el escote y salió, caminando con elegancia. Genzo la miró irse, no sabía si exasperarse o dejarla ir. Lily Del Valle podía ser extremadamente desesperante, aun cuando fuera una de las mujeres más bellas de la asociación...
Ese lugar, el sitio en donde ellos se encontraban, era la mansión Wakabayashi alemana, una de las más lujosas y grandes del país, y ubicada en la mejor zona residencial de Alemania. Esa mansión era más bien como una especie de agencia de modelos combinada con hotel, era un sitio en donde trabajaban varias de las más hermosa modelos del mundo y era el sitio también en donde se quedaban a dormir, cuando no andaban de viaje por el mundo. Akira Wakabayashi, el jefe, era el dueño de la agencia que le había dado prestigio y dinero, mucho dinero. Esta agencia contrataba a modelos para pasarelas y presentaciones de moda, pero también para servir de acompañantes de personajes famosos. Así pues, cuando alguien muy famoso se aparecía por Alemania y necesitaba una bella compañera, llamaba a la agencia Wakabayashi a contratar a una modelo por una exorbitante cantidad de euros, pero lo valían, todos y cada uno de ellos.
Pues bien, el secreto de esta agencia era que las modelos en cuestión tenían dotes extras, ya que todas y cada una estaban entrenadas en artes marciales y defensas con espada y armas de fuego, además de que varias de ellas sabían maniobras evasivas en automóvil. Estas chicas habían sido educadas y entrenadas para ser modelos guardaespaldas, la nueva generación en protección humana.
Al señor Wakabayashi le ayudaban sus tres hijos mayores, Touya, Kenji y Genzo, mientras que Hana y Alex, su hija menor y su hija adoptiva, trabajan como modelos. Touya se hacía cargo de las contrataciones para las pasarelas y de organizar las salidas de las chicas, mientras que Kenji coordinaba el entrenamiento de las nuevas reclutas. El trabajo de Genzo era más sencillo, como él era un futbolista muy famoso y viajaba constantemente, se encargaba de buscar a nuevas chicas y reclutarlas. Toda la familia en pleno estaba metida en el negocio familiar, con excepción hecha de Kana, la madre de los muchachos, la cual se limitaba a hacer apariciones de vez en cuando por la lujosa mansión. El negocio llevaba ya muchos años trabajando a la perfección y sin contratiempos, ya que mucha gente desconocía la doble función de la agencia. Sin embargo, todo se había puesto patas arriba con la llegada de las nuevas modelos.
Las chicas que trabajaban ahí eran extranjeras en su gran mayoría, había españolas, francesas, alemanas, inglesas, colombianas, mexicanas, estadounidenses, rusas, chinas, japonesas, australianas, rumanas y de todos los lados posibles. La mayoría de ellas eran chicas muy pobres que tenían que dedicarse a trabajos malpagados en sus países de origen para poder sobrevivir; Genzo, o bien el propio Akira, las conocían en algún viaje y según sus cualidades, eran invitadas a trabajar para la agencia. Hasta la fecha, todas habían aceptado el empleo ya que prometía un gran sueldo y el glamour de ser modelo, además de que las chicas en sí no eran obligadas a tener sexo con los clientes. Dicho de otra manera, las modelos eran guardaespaldas pero no sexoservidoras. Los clientes sabían que la cuota pagada no cubría el acostarse con la chica en cuestión, esto estaba prohibido y era principalmente por el hecho de que las dos hijas de Akira estaban trabajando para él.
En fin, casi nadie rechazaba esa oferta de ser modelo y guardaespaldas, con excepción hecha de Arisa Taira, Tanya Czorja y Lily Del Valle.
Genzo frunció el entrecejo. Esas tres chicas estaban causando demasiados dolores de cabeza. Él vio a las tres susodichas salir de la mansión, cada una dirigiéndose hacia una limosina diferente. Tanya iría en compañía de Ken Wakashimazu, rival y compañero de Genzo en la selección de fútbol, Arisa iría en compañía de Alejandro Fernández, conocido cantante mexicano, y Lily iría del brazo de Koji Jefferson Sakai, portero mitad japonés y mitad holandés, que en esos momentos jugaba en un equipo en Alemania, curiosamente en el equipo rival de Genzo.
Ya no te enojes.- le comentó Kenji a Genzo, dando una palmada en el hombro.
No sé como es que esas tres siguen aquí.- gruñó Genzo.
¿En realidad son las tres quienes te molestan o es más bien Lily la que te saca de quicio?.- inquirió Kenji.
Es testaruda, es terca, es mula con ganas.- bufó Genzo.- Mínimo Czorja o Taira se comportan, pero Del Valle no tiene remedio...
Arisa Taira era una argentina de ascendencia japonesa, la cual rechazó el trabajo de primera intención por rebeldía. La chica era hermosa, pero sus intereses estaban en otro lado, formando bandas de rock o practicando deportes extremos, no en las pasarelas. Genzo tuvo que insistirle demasiado para que ella aceptara al fin el trabajo, más bien seducida por el hecho de que eso le daría la oportunidad de acercarse a Kojiro Hyuga, historia que he de contar más adelante.
Tanya Czorja era una rusa que se había quedado huérfana de muy pequeña y estaba siendo cuidada por una señora de la alta sociedad, o que decía ser de la alta sociedad, en Moscú. Tanya no estaba interesada en ser modelo, la fría y distante chica consideraba esa profesión como algo frívolo, y cuando Akira le dijo que también sería guardaespaldas, la chica se echó a reír a carcajadas. Fue la mujer que la cuidó quien la hizo cambiar de opinión, al mostrarle a la muchacha rubia de ojos grises que, de no aceptar la generosa oferta, su futuro no sería promisorio al recordarle que ya no les quedaba mucho dinero. Tanya no tuvo más remedio que aceptar...
Y Lily Del Valle... Bueno, ella era una mexicana con un pasado muy tenebroso... y Genzo prefería ni recordarlo. Ella se había negado a aceptar la oferta que su padre le hizo de trabajar para él, hasta que Akira le dijo que si no aceptaba, él tendría que entregar a Lily a la policía por el robo de su reloj. La chica no era tan tonta como para no saber qué era lo que le convenía.
No tiene que te sulfures.- le reconvino Kenji.- Mejor arréglate porque nos tocará ir a nosotros.
¿Qué clase de mente malévola programa una entrega de premios de música y una conferencia de prensa el mismo día?.- protestó Genzo.
Qué se yo, y eso no nos interesa a ninguno de los dos.- suspiró Kenji.- Mejor, arréglate.
Ya.- gruñó Genzo.
Una media hora después, Genzo y Kenji salieron de la mansión, debidamente arreglados con elegantes fracs. En la limosina que abordaron, ya los estaba esperando Touya, también con su traje de etiqueta, y Alex y Hana, con hermosos y tremendamente atrevidos vestidos de noche.
¿Y ustedes qué?.- quiso saber Genzo, dirigiéndose a sus hermanas.
Nosotros, nada.- replicó Hana.- Vamos a tu conferencia de prensa.
Hasta donde supe, somos tus hermanas.- Alex frunció el entrecejo.- Y tenemos derecho de ir, hasta donde sé.
Lo siento.- se disculpó Genzo.- Es la costumbre...
No hay tox.- repuso Hana, con una sonrisa.
¿De dónde aprendiste esa frase?.- gruñó Genzo.
Te dije que me iba a preguntar.- Hana miró triunfal a su hermana.- Me debes cien euros.
La aprendió de Lily, supongo.- comentó Kenji, algo aburrido.- Da igual.
No, no da igual.- protestó Genzo.- Esa mujer va a ponernos de cabeza a todos.
Al único al que pone de cabeza, es a ti.- replicó Touya.- Esa mujer te trae loco, pero no lo quieres reconocer.
Loco sí, pero de la desesperación.- contradijo Genzo.- Es demasiado fastidiosa.
Yo creo que te trae loco de amor, pero bueno.- replicó Touya.- A ver si un día de éstos dejas de ser tan infantil y lo reconoces.
Hana soltó una risilla que disfrazó como una tos de perro. Alex sonrió por lo bajo. De hecho, las dos eran muy buenas amigas de la mentada susodicha, y ninguna creía en la loca leyenda de su hermano de que ella era ladrona de los bajos suburbios de la Ciudad de México. De hecho, nadie creía esa historia, ni aun porque el propio Akira decía que podía ser verdad, pero era lo que menos contaba; según él, el pasado de sus modelos era lo que menos le interesaba…
En fin, los cinco Wakabayashi llegaron a la fiesta e inmediatamente Hana y Alex se perdieron entre la multitud. Hana se había ido con el gran rival de Genzo, el goleador alemán Karl Heinz Schneider. Según ella, Karl había contratado los servicios de la agencia Wakabayashi, pero a Genzo se le hacía muy sospechoso que para cada evento Schneider siempre pidiera el contratar a Hana.
Y por parte de Alex era igual. Esa chica se la pasaba viajando a Francia constantemente, aunque Genzo no entendía el por qué. Ya después, se habría de enterar de que los motivos de su hermana eran uno solamente y se llamaba Taro Misaki. En esa noche, Alex se prendó del brazo de Misaki (misterioso colado a la fiesta) y se perdió con él.
Kenji, por su parte, sacó a bailar a Victoria Kamiya, otra de las agentes, que esa noche tenía más la función de reportera que de otra cosa. Y Touya… Bueno, Touya se portó bien esa noche porque él ya estaba casado y su esposa Hotaru estaba fuera de todo negocio relacionado con la agencia.
Hola, Wakabayashi.- saludó Koji Jefferson Sakai, rubio de ojos azul acero, mitad japonés y mitad holandés, aspirante a ser el suplente de Genzo en la selección.- ¿Viniste sin pareja?
Sí.- respondió Genzo.- A esta clase de fiestas no me gusta venir acompañado.
Ya veo. ¿Quieres ver a quien te ligas, ¿no es cierto?.- rió Sakai.- Bien hecho.
En realidad, ese tipo de fiestas/ruedas de prensa eran el sitio ideal para encontrar a nuevas agentes (y para poder acostarse con ellas antes de ofrecerles el trabajo).
Por cierto, la chica que me acompaña es preciosa.- comentó Sakai.- ¿De verdad sabe artes marciales?
¿Lily?.- supuso Genzo.- Pues sí.
Y supongo que debe tener otras cualidades, ¿no?.- Sakai guiñó un ojo.- Me pregunto qué tan buena en la cama será.
Eso no lo sé, no he podido comprobarlo.- gruñó Genzo, molesto.
¿No has podido comprobarlo?.- Sakai notó la frase.- ¿O sea que sí has querido?
Claro que no.- corrigió Genzo, sintiéndose avergonzado.- Está prohibido acostarse con las modelos, y eso también va para los clientes.
Ya, ya, que no pienso hacer nada… Mientras Lily sea mi guardiana.- replicó Sakai, y echó a andar.
Genzo volteó y a lo lejos vio una espalda desnuda de mujer cuya piel se notaba bronceada y tersa. La mujer volteó y miró a Genzo con unos ojos hermosos, del color del chocolate derretido. El portero agitó la cabeza. La mujer no era otra que Lily y por un momento, él la había mirado con ojos de deseo…
Mejor, se preparaba para la dichosa conferencia de prensa…
Notas:
Bueno, acá otro fic lemon… Ya tenía mucho de no escribir uno…
Todos los personajes de Captain Tsubasa y de Hungry Heart son creación de Yoichi Takahashi y Shueisha.
Alexandra Wakabayashi y Tanya Czorja son creación de Maderique.
Arisa Taira es creación de Arisa.
Victoria Kamiya es creación de Vicky Yun.
Lily Del Valle es creación de Lily de Wakabayashi, así como los nombres y personalidades de Touya, Kenji, Akira, Kana y Hana Wakabayshi.
