Sweet Love Dark

Capitulo 1.

Pensamientos de papel

(Sakura)

Otro día monótono como todos, aunque la diferencia es que hoy hace un día soleado y empiezan los exámenes de nuevo. Me desperezo y miro el reloj que no ha parado de sonar durante cinco minutos y vuelvo a dormirme otros veinte minutos más haciendo que llegue más tarde al instituto.

Está noche será la que me enamoré de ti

Esa noche en la que descubra el porqué no puedo estar sin ti

Otra luna más y estaremos juntos para siempre

Dieciséis lunas que decidirán si habrá oscuridad en tu corazón

Dieciséis lunas, solo dieciséis y todo se decidirá.

Vuelve a sonar el despertador pero aunque siga sonando yo quiero dormir y volver a ese sueño repetitivo desde hace algunos meses, pero el sueño se acaba cuando oigo gritar a todo volumen a mi hermano, que no ha dejado de llamarme desde que ha sonado mi despertador, con desgano me levando y acabo de vestirme, bajando a toda velocidad las escaleras para llegar a la cocina donde como cada día me esperan mi padre y mi hermano para desayunar.

Al verme entrar mi hermano como de costumbre comienza a molestarme con sus inútiles comentarios, supongo que todos los hermanos solo se dedican a lo mismo, ya sea para fastidiar o para hacer el día más entretenido.

-Ya era hora de que bajaras si sigues así llegarás tarde de nuevo, monstruo.

-Ya te he dicho que no me llames monstruo, que me llamo Sakura.-repito como cada día con voz enfadada para que a mi hermano le entre de una vez en la cabeza, pero yo sé muy bien que no va a pasar eso.

-Buenos días Sakura, ¿Has dormido bien?- dice mi padre con una sonrisa.

-Buenos días papa, buenos días mama- mire aquella fotografía enmarcada un poco afligida, mi madre nos abandono hace algún tiempo, pero será que no lo supere del todo-¡Touya!Eh no te comas mi desayuno.

-No soy yo quien ha quedado con su amiga en la puerta del instituto y no deja de hacer ruido al bajar por las escaleras, haces tanto ruido que retumba la casa entera, algún día harás que se caiga.-y me dedica una de esas sonrisas picaras, diciendo que esta vez a ganado él.

Miro el reloj dándome cuenta de que llegaré tarde, por lo tanto acabo rápidamente mi desayuno y salgo deprisa camino a mi instituto. Al llegar veo en la puerta a Tomoyo, que como cada día me espera aunque lleguemos tarde.

-¡Sakura! Buenos días.

- Hola Tomoyo, buenos días.

- Vamos date prisa que casi es la hora de ir a clase.

Íbamos a por los pasillos cuando a lo lejos vimos a alguien corriendo a toda velocidad, pero cuando quiero fijarme en quien es, ya lo tenía delante de mí y los dos habíamos acabado en el suelo con mis libros desperdigados por el suelo formando un total desorden. Por un momento noté como el tiempo se había detenido, solo le veía a él, su mirada, esa mirada congelada, inexpresiva y vacía, pero cuando quise darme cuenta ya había desaparecido y mis libros estaban de nuevo en mi mano.

-¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?- Tomoyo me ayuda a levantarme, mientras asiento y nos dirigimos a clase.

Llegamos justo a tiempo, ya que el profesor no había aparecido y la sirena no había tocado aún para decir que todos deberíamos estar en clase. Al pasar unos minutos apareció el profesor por la puerta trasera, haciendo que todo el alumnado se sobresaltara.

-Hola a todos, yo soy vuestro nuevo profesor de matemáticas, mi nombre es Fye. Bueno lo primero de todo, en esta caja hay unos números, que serán vuestros asientos durante gran parte del curso, así que por favor, por orden vayan cogiendo uno.

Al pasar unos minutos todo el mundo ya tenía su papel con el asiento asignado.

-Sakura, ¿Donde te ha tocado está vez?

-Justo donde quería, al lado de la ventana y ¿A ti donde te ha tocado?- Tomoyo me mira y sonríe afirmando que le había tocado justo delante de mí.

Pero el tiempo vuelve a congelarse una vez más, al ver que alguien se sienta detrás de mí, me giro repentinamente para comprobar quien es, Shaoran. Por segunda vez en tantos años intento intercambiar más de una palabra con él, pero es totalmente inútil, ya que llevo desde primaria en su clase y nunca me ha dirigido la palabra, así que me rindo una vez más y vuelvo a girarme hacia delante.

Las horas pasan y la clase se me hace demasiado larga, pero es algo diferente a todas las clases, su mirada, la tengo en la cabeza todo el tiempo, es tan vacía, que hasta quiero llorar.

-¿Sakura? ¿Sakura?-oigo como el profesor me llama repetidamente y reacciono.

-¿Sí profesor?- Tomoyo me mira con cara de preocupación y me señala la pizarra.

- Sakura ¿Puedes salir a la pizarra a resolver este ejercicio?- Repite nuevamente el profesor y me dirijo directamente a la pizarra, ni siquiera sé cómo voy a resolver el ejercicio, empiezo a temblar, pero nadie lo nota, o eso creo.- Shaoran, puedes salir tu también y resolverlo entre los dos, ya que no queda mucho tiempo de clase- Fye sonríe pícaramente y Shaoran asiente mientras se sitúa a mi lado diciéndome el resultado en voz baja.

Todos empiezan a susurrar palabras que no entiendo y empiezo a enfurecerme, pero en ese momento oigo su voz en mi cabeza, la voz de ese sueño que no para de repetirse continuamente.

Ignóralos.

No puedo, no lo soporto.

Entonces ocurre, se rompe una de las ventanas más cercanas a nosotros y Syaoran me mira atónito, todo el mundo empieza a gritar y a salir de allí lo más rápido posible, pero cuando quiero darme cuenta yo también he salido de clase y Shaoran me sigue sosteniendo del brazo.

¿Estás bien?

Sí, ¡Eres tú! El de mi sueño, pero ¿Cómo puedo oírte?

No lo sé.

Tomoyo regresa a mi lado y Shaoran desaparece nuevamente sin que pueda agradecérselo.

Unos segundos más tarde, nos dirigimos a la cafetería antes de que comience la clase siguiente.

-Sakura, ¿Te ocurre algo?- Tomoyo me pregunta algo preocupada.

-No, no es nada de verdad, no te preocupes.

-¿De verdad? Has estado así desde esta mañana, ¿Seguro que no es nada?

-Nada de verdad, solo estoy preocupada por los exámenes, solo eso. Vamos o llegaremos tarde a clase.-Intento disimular de la mejor forma posible para que Tomoyo no me siga preguntando, no puedo contarle aún lo que ha pasado con Shaoran Li.

El día paso medianamente rápido desde el incidente en clase, volví a casa lo más rápido posible intentando averiguar cómo se ha roto la ventana, pero no se me ocurrió ninguna razón lógica.

Me dormí como cada noche a las once de la noche, después de ver mi programa favorito.

Yo tampoco sé que ha pasado, Sakura.

Oye ¿Tú también tienes esos sueños?

Sí, creí que no existías, pero siempre te he tenido tan cerca.

Yo pensaba lo mismo, buenas noches Li.

Sakura, llámame Shaoran.