Renuncia: Fanservice Tail, digo, Fairy Tail no me pertenece, si no a MashimaTroll-sama.
Agradecimiento a Fer-chan, quién me ayudó en este fic, somos las peores en esto.
Este fic participa en el Reto Temático de Diciembre "Magia bajo el árbol" del foro "El Gran Reino de Fiore".
Navidad Infantil: 4 años – mansión Heartfilia.
-Lucy.- Una voz suave y cantarina la sacó de la oscuridad de sus sueños-. Cariño, despierta.
La pequeña niña lentamente se movió en su cama, tratando de quitarse la pereza. Se frotó un ojo y bostezó.
Lentamente fue enfocando a la persona quién la despertó y sonrió al reconocer al modelo de su vida: su madre.
Layla seguía teniendo aquella sonrisa que la caracterizó desde su infancia. Y su cabello estaba recogido en su habitual tomate, con dos gruesos mechones a cada lado de su rostro y un poco de pelo cubriéndole la frente. Su vestido era grande y de color rosa, haciendo juego con sus accesorios.
Los grandes ojos marrones miraban con ternura y afecto a su retoño.
-¿M-madre?- los ojos de la pequeña se abrieron por completo y quedó sorprendida de verla allí-. ¿Por qué me despiertas a esta hora?
Layla rió-. ¿No lo recuerdas, hija? Hoy es navidad…
A la rubia menor se le abrió los ojos al tope y se bajó de la cama con un chillido y un salto. Tomó la mano de su madre y la arrastró consigo hasta el salón principal de los Heartfilia, donde Jude las esperaba con el desayuno y leyendo el periódico.
Compartió una mirada cómplice con su mujer y desvió la mirada a su hija, quién no cabía en su felicidad y daba pequeños saltitos en su silla.
-¡Es una muñeca!- Lucy abrazaba su regalo con entusiasmo y felicidad-. Gracias mamá.
La mujer sonrió-. De nada, cariño. Su nombre es Michelle.*
La pequeña volteó a mirarla a los ojos con curiosidad-. ¿Cómo lo sabes, mamá?
Layla le guiñó un ojo-. Ella me lo dijo.
Horas después, Layla y Jude estaban sentados frente a la chimenea hablando, mientras la nieve caía, más allá de la ventana.
-¿Por qué le pusiste nombre a la muñeca? Lucy podría-
-Cariño.- interrumpió la mujer-. Lucy no es buena nombrando cosas y probablemente se hubiese sentido frustrada de no encontrar uno. Solo quise ayudarla.
Años después, eso se comprobaría, cuando Lucy le otorgó el nombre de "Plue" a uno de sus espíritus estelares.
Mientras tanto, Lucy jugaba en el borde de la ventana, con Michelle a los juegos que solo los niños saben y pueden jugarlos.
-Ne, Michelle ¿No es bella la nieve?- no recibió respuesta-. A mí me gusta mucho.
Y así, se quedaron, contemplando la nieve hasta que la sirvienta los llamó para el almuerzo.
Navidad borracha: 16 años (meses antes de unirse a Fairy Tail) – Cantina.
-¡Kampai! – el grito de Lucy sonó estridente y llenó la vieja cantina.*
Lucy, ahora de 16 años, se encontraba sentada en la barra, con un jarro de alcohol suave. Su cabello estaba ordenado en su habitual peinado: cabello suelto y una coleta a un lado. Vestía con un top negro, calzas y un gran manto en sus hombros, de aspecto felpudo y cálido.
-¡Kampai! – respondió el resto de la cantina. Y todos bebieron.
La bebida no le era indiferente a Lucy, pero sabía que en un lugar así, nunca se emborracharía por completo. El dulce, pero ácido, líquido bajó por su garganta.
Un borracho se levantó tambaleante e hizo el silencio.
-¡Por la señorita aquí presente!-Hizo un gesto a Lucy, a quién se le colorearon las mejillas-. ¡Quién se tomó la molestia de animar a unos borrachos!- levantó su jarra-. ¡Kampai!
La cantina rugió de vítores y alegría-. ¡Kampai!
Y en ese entonces la música empezó a sonar y todo el mundo, hasta la simpática cantinera, se fue a ello.
Lucy bajó de un salto de la barra y se sentó en su lugar inicial, junto a una ventana, donde la nieve caía más allá de ella.
La nieve le traía recuerdos agridulces a Lucy; las navidades con su madre, donde todo el mundo era feliz y sonreía. Las navidades con su padre, quién no se presentaba a las cenas y la mansión siempre estaba en silencio. Las navidades luego de su partida, donde el frío y la nieve eran implacables.
Su cabello cubrió sus tristes ojos, dándole un aspecto oscuro y alejado de la felicidad de la taberna.
-Señorita.- la voz de uno de sus recientes amigos la sacó de sus pensamientos-. Usted es muy bonita para tener ese semblante. Y por favor no llore.
Lucy no se había percatado de las lágrimas hasta que el hombre las mencionó. Se las secó rápidamente con el dorso de la mano.
-Señorita.- El hombre hizo una reverencia. La rubia sonrió-. ¿Me permitiría esta pieza?
Sonrió y se levantó, alejando los malos pensamientos. Imitó un vestido y tomando las puntas, se inclinó-. Sería un placer, mi señor.
Y todo el mundo tomó una pieza con la elegante señorita, que les había animado la triste navidad.
Navidad completa: 22 años – Casa Dragneel.
-¿Luce?- Un hombre joven y apuesto con el cabello rosa la llamó, sin recibir respuesta-. ¡Luce!
La mujer rubia que estaba con la vista en la ventana, donde más allá la nieve caía suavemente, miró a su marido.
Natsu Dragneel, nunca había estado más guapo que ahora, con sus músculos firmes y ropa al cuerpo. Pero para Lucy, seguía siendo aquel niño despreocupado que la había salvado una infinidad de veces.
Lucy Dragneel, había crecido y luego de un parto, su cuerpo no podía estar mejor. Su cabello seguía brillante y con la misma sonrisa que la caracterizaba.
La mujer desvió la mirada de los ojos de su esposo para posarlos en su pequeño hijo: Kaoru.
Kaoru Dragneel, de 6 meses de vida, tenía el cabello rubio como ella y los ojos y el apetito de su papá.
Natsu, desde su nacimiento, se había vuelvo más maduro y siempre estaba junto a él, como ahora, que lo afirmaba en un Kanguro* y Kaoru no cabía en su felicidad al ver a su madre.
Lucy se levantó y avanzó hacía ellos, los amores de su vida.
Natsu por un acto de reflejo abrió los brazos y Lucy de repente se encontró entre ellos, con Kaoru entre ambos.
El bebé solo sonreía, con una sonrisa sin dientes.
-Lucy, mírame.- La profunda voz de Natsu la atravesó. La rubia miró sus ojos y en ellos vio preocupación y amor. Un nudo se le formó en la garganta-. ¿Qué pasa, cariño?
Ella solo lo abrazó más fuerte y unas lágrimas se derramaron-. Nada, solo estaba pensando en lo afortunada que soy de tenerlos a ustedes.
Sintió como el peli-rosa reía y la abrazaba más estrechamente contra su cuerpo.
Al cabo de unos minutos, se separaron. Natsu la tomó de la mano.
-Vamos, en el gremio nos esperan.
Y así, Lucy tubo la primera navidad -de muchas- en compañía de Natsu, Kaoru y una nueva integrante, quién llegaría unos años después con el nombre de Nashi, agregando azúcar en la vida de todos en el gremio, en la vida de su gran familia.
*Sé que Michelle fue regala a Lucy en uno de sus cumpleaños, pero quería hacer esa navidad significativa.
*¡Kampai! Es una palabra en japonés que se utiliza para brindar.
*El kanguro es un bolso en el cuál a los bebés se les pone, va amarrado al cuerpo, y así quién lo tengo, parecerá un Canguro.
¡Gracias por leer!
