Fill me up inside

Lore-chan


-Ese largo camino de pétalos de cerezo-


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No era de aventuras de una noche.

No era de los que salían a beber con la intención de conocer a alguna chica y llevársela a la cama sin preguntarle si quiera el nombre.

Quizás en su juventud quiso hacerlo en más de alguna oportunidad para saber si se sentía tan bien cómo su mejor amigo se lo describía. Pero él no podía, aunque quisiese. Él tenía una relación de años con la que creía era la mujer de su vida. La niña que conoció pateando la pelota en una desierta pequeña cancha del jardín infantil y que fue la única que se entusiasmó cuando él la invitó a acompañarlo en su juego.

Nunca la engañó durante toda la etapa de noviazgo, aunque si besó a otras chicas previo a oficializar sus respectivos sentimientos y declararse mutuamente y eso a ojos de cualquiera no cuenta como engaño… cuenta como un chico quiere sacarle celos a la chica que le gusta para que ésta admita de una vez sus putos sentimientos hacia él y le responda de una maldita vez si ella lo quiere como él a ella.

Y sucedió después de que casi llegara a tercera fase con una tímida chica de cabellos oscuros en el camarín de la escuela donde él la había arrastrado a conciencia de que ella los había visto desde lejos. La tenía contra los casilleros donde sus compañeros guardaban sus artículos personales. Ya le había subido su oscura falda por las nubes y estaba a segundos de comenzar a bajar su ropa interior, cuando ella entró furiosa y de un solo grito la echó del lugar.

La discusión entre ambos no se hizo esperar, fue como si la tetera hubiera estado durante años en el fuego y recién ahora comenzaba a pitear que estaba lista. Ella le reclamó por todo lo visto, lo oído, lo inventado, lo que fuese una verdad absoluta como lo que fuese una mentira rotunda.

Él no se quedó atrás, le echó en cara todo lo cínica que había sido, ella también había usado de sus propias artimañas para provocarle celos o ¿es que acaso ella creía que él no la había visto besar a aquel pelirrojo en la sala de computación? O ¿Qué no coqueteaba descaradamente con su mejor amigo sabiendo que el otro prendía con agua?

Finalmente no llegaron a ningún punto en común, a vista del otro, su contraparte era lo peor.

Pasaron la siguiente semana sin hablarse, no hicieron el trabajo que tenían asignado en parejas hace varios días atrás y decidieron tácitamente entregar cada uno su parte por separado.

A la segunda semana, todo volvió a explotar. La había encontrado a centímetros de consumar un beso con su mejor amigo y eso para él fue la gota que rebalsó el vaso. No le iba a echar la culpa a su mejor amigo, ése comía lo que le pusieran en frente y sin chistar.

"La vida es una y yo pienso disfrutarla al máximo", "Si ella se acerca demasiado, yo no voy a responder de mis instintos"

Pegó un grito tan o más escandaloso que el que ella le propinó cuando lo encontró con la chica de cabellos oscuros. Su mejor amigo retrocedió al instante y chasqueando la lengua se alejó del parque dejándolos solos.

Nuevamente las recriminaciones. ¿Qué no se daban cuenta que sacarse celos a esas alturas era comportarse como dos niños de 10 años que buscaban sacarse de quicio porque el juguete que le regalaron para navidad era más grande o más genial que el del otro? ¿Y que de hecho ya lo habían hecho a esa edad?

Él colapsó cuando ella lo abofeteó, se lo había merecido, sí… la había llamado de una forma no muy caballerosa, pero gracias a aquello, él la tomó de los hombros y selló un beso que se retrasó en demasiados años.

Fue el comienzo, fue un bello comienzo que él jamás pensó que sería el largo camino hacia un fin.

Los problemas comenzaron desde el momento en que decidieron casarse, allá por los 25 años.

El amor es extraño, hay parejas que se conocen y a los meses se casan y quedan juntos hasta la vejez. Otros son tan apasionados como débiles y no duran nada a pesar de sentir que vivieron durante siglos. Algunos son tan duraderos como perecederos, pero permanecen juntos debido a la costumbre. El de ellos parecía ser eterno, irrompible, pero fue fugaz a pesar de saberse unidos por largos, maravillosos y, a veces, complicados años.

Su relación duró siete años y su matrimonio apenas 7 meses.

Un simple número. Ironías de la vida.

No supo nunca qué provocó el quiebre. Quizás fue la monotonía o el creer que toda una vida conociéndose era suficiente para afirmar que aquello no iba a tener fin. Que estaban hechos el uno para el otro.

No fue así.

Los papeles del divorcio los firmaron exactamente la tarde anterior al encuentro con esta nueva chica que apareció en su vida. Ni él ni ella dijeron nada. Se saludaron con cordialidad al igual que sus respectivos abogados y sin mucho preámbulo su firma yacía estampada sobre su nombre en aquella blanca hoja muy apegada a la firma de su hasta entonces esposa. Era la última vez que algo entre ellos iba a estar tan cerca.

Salió de tribunales con un peso enorme sobre sus hombros. Para él significaba un fracaso, una derrota en lo que él pensaba sería su "vivieron felices, aunque con problemas como cualquier pareja, para siempre".

Se fue a trabajar como cualquier otro día, su hermana lo llamó un par de veces para saber cómo estaba y él, aunque no quería reconocerlo, se sentía una mierda, mas no se lo dijo.

Su mejor amigo también lo llamó, de seguro impulsado por su propia hermana con la que tenía una relación desde hace un tiempo.

De un principio, no le había gustado mucho la idea de que su pequeña e inocente hermana estuviera con ese playbloy que tenía por amigo, pero así como él había cambiado, el otro también lo hizo y tras reconocer que su amigo realmente estaba enamorado de ella, terminó por aceptarlo. A medias sí, claro, pero lo aceptó.

Al día siguiente sintió la necesidad de no estar más aislado entre las paredes de su nuevo departamento ahora ya de hombre divorciado. Ya había pasado demasiado tiempo yendo desde el trabajo a la casa y viceversa. Su máximo cambio de planes era cuando su mejor amigo le insistía en que fuera a su hogar, el cual compartía con su hermana, y vieran juntos uno que otro partido de football. Él aceptaba, después de todo, a su amigo el football no le gustaba mucho y que tuviera ese tipo de detalles le provocaba ir a acompañarlo.

Ver los partidos solo en ese insípido piso, con una lata de cerveza en su mano, era un tanto patético. Por no decir bastante.

Pero esa noche quiso hacer algo distinto con su existencia y caminó hasta encontrarse con un pub que no era ni muy bullicioso ni muy "pub para viejos de mierda". Se sentó solo en una silla cerca de los baños, era una de las pocas vacías, así que no se calentó mucho la cabeza, además no quería verse como esos tipos a los cuales sus mujeres los engañan o aquellos que están engañando y se sienten culpables y que se sientan frente al barman a contar sus penas. No quería eso. Solo buscaba una distracción silenciosa a su fracaso matrimonial con la mujer que creyó que estaría hasta que su corazón no latiera más.

Eso estaba haciendo, y lo llevaba muy bien hasta el séptimo trago, hasta que frente a él apareció un hermoso camino de pétalos de cerezo enmarcado en una blanca y perfecta espalda. Los pétalos comenzaban en su hombro derecho y caían lentamente unos tras otros por su columna vertebral hasta perderse a la altura de su cintura. Solo hasta allí le dejaba ver el corte del vestido de la chica en su espalda, pero él estaba seguro que ese hanami seguía hasta más abajo.

Nunca en su vida creyó que la primavera iba a ser tan excitante.

La amiga de la chica se estaba yendo, al menos eso escuchó decir a la mujer de largos cabellos violáceos que la acompañaba.

Debió haber sido el trago y que había perdido la costumbre al mismo, pero desde el momento en que se armó de valor a hablarle a la chica, a invitarla un mojito – recuerda que ella le comentó que amaba los tragos dulces – de allí un par de risas, complicidad de miradas, la mano de él sobre la de ella y más tarde besándola con pasión en un LoveHotel, de todo… recordaba sólo lagunas.

Por eso a la mañana siguiente, cuando vio su perfecto camino de pétalos que tal como él pensó sí terminaba más abajo -específicamente en la parte superior de su muslo derecho- y no recordó su nombre creyó que lo mejor era irse como un maldito cobarde.

Se aguantó las ganas de tocar su tatuaje, que tantas veces besó durante la noche. Además la veía tan admirablemente atractiva con la espalda al aire y con una de sus piernas fuera de las sábanas que no se sentía con el derecho de despertarla con su roce. Lo único que estaba oculto a simple vista era su trasero que estaba mínimamente enredado en el edredón.

Abrió la puerta con cuidado, la miró por última vez o al menos eso creyó y salió caminando apresurado por los estrechos pasillos. Quería llegar a su departamento y sumergirse en su desdicha una vez más.

Cuando llegó a su piso y lo primero que sus ojos notaron fueron los papeles de divorcio firmados, entendió que ya debía dejar esa etapa atrás. Aunque le costara.

Lo que Taichi Yagami no sabía es que su nueva etapa ya había comenzando, sin que él lo supiese, la noche anterior.

Había comenzado en el hombro de una trigueña de largos cabellos y quizás… no iba a terminar en el último pétalo que ella tenía impreso cerca de su cadera.

Él simplemente no lo sabía.

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Holaaaa!

Por Kamisama, tengo una cantidad de fics inconclusos a medio morir saltando en mi computador desde hace 10 años cuando me alejé de la página jajajaja. Los estoy modificando, arreglando, cambiando ciertas cosillas y me topé con este. Un Michi que en su momento debió haber ido para otro lado, pero que yo llevaré a otro.

No es una historia larga, las historias largas me comienzan a estresar… ya verán que tengo 3 fics que son de laaaaargo tiempo y los avanzo a medida que el Kami de la inspireishon me visita, aunque tampoco demoro meses y meses en actualizar, creo que el que más demoré fue poco menos de un mes. Paciencia a aquellos que me retan porque no actualizo todas las semanas, pero pls! Trabajo y tengo amigos y seudonovios jajajjaja hago lo mejor que puedo con el tiempo que queda.

Creo que esto irá por uno caps max. No daré numero exacto porque soy ultra mega mentirosa y eso lo saben los que leyeron All Colours Around xD

Os quiero, os Adoro

Nos leemos!

Buen finde :) o lo que queda del mismo.