¡Yu-Gi-Oh!: El último duelo
Capítulo 1
Han pasado dos años desde aquella batalla épica entre Yugi y su alter ego, Yami o más bien, el Faraón Atem. Muchas cosas cambiaron desde entonces. El grupo de amigos se dividió para alcanzar sus sueños. La primera en irse fue Tea, decidió probar suerte en Nueva York en una prestigiosa academia de baile aunque siempre mantiene comunicación constante con sus amigos. Joey sigue combatiendo en duelos, el último que se supo fue cuando reto a Seto Kaiba en una final, pero lamentablemente no pudo contra el poder de sus dragones blancos. De Tristán, él sigue cortejando a Serenity, la hermana de Joey, y siempre está en competencia con Duke para ver quién consigue el amor de la chica. Mai al igual que Joey sigue peleando en duelos, en las semifinales del último duelo le toco pelear contra Joey y fue una de las peleas más reñidas. El señor Moto sigue en su tienda de juegos y ha publicado un libro sobre las aventuras que vivió su nieto y sus amigos junto al espíritu del rompecabezas del Milenio. El libro atrajo a muchos jóvenes duelistas para tomar clase con el abuelo de Yugi formando así una escuela que se ha hecho muy popular en el país. Joey asiste para hablarles sobre sus experiencias a los chicos y de vez en cuando para retarlos. De los demás sólo queda decir que siguen fortaleciéndose y armando su mazo para enfrentar a su máximo rival. En cuanto al Rey de los juegos sigue vigente en el duelo de monstruos y jamás ha sido vencido. Yugi divide su tiempo entre su pasión por el duelo de monstruos y su carrera como arqueólogo. Pocas veces se le ve en ciudad Domino y de esas pocas veces Seto Kaiba lo reta a un duelo que siempre queda en empate o termina ganando el mismo Moto. La paz que se sentía en el mundo sería pasajera y eso el mismo Yugi lo sentía.
Desde lo más profundo del Reino de las Sombras un nuevo enemigo emergía para tomar venganza. Las cadenas que lo mantenían prisionero empezaron a ceder ante su poder y una vez más, el temido juego oscuro regresaría para poner al mundo en peligro.
-Yami….Yugi -un par de ojos rojos se podían ver en la oscuridad-Es hora del duelo.
En unas antiguas ruinas en Grecia, el Rey de los juegos se encontraba recabando información sobre los dioses griegos de aquella civilización. Yugi había cambiado mucho, tenía la misma estatura que el Faraón y su ropa ya no era su típico uniforme de escuela ahora era un pantalón kaki, tenis negros y una camiseta negra sin mangas. Su pelo seguía siendo el mismo.
-La civilización griega era toda una maestra en la escultura y no se diga también en la pintura-el joven arqueólogo traía una pequeña libreta donde hacía apuntes de los lugares que visitaba-Al igual que los egipcios. Son culturas realmente fantásticas.
-Señor Moto-una niña de pelo azul llegó corriendo hacia un concentrado Yugi que no dejo de caminar-Señor Moto, alguien lo busca.
-Es muy hermoso-Yugi seguía admirando la bien que se mantenían las ruinas a pesar de los años y las guerras-Me hubiera gustado verlas enteras-se detuvo y cerró su libreta.
-Señor Moto, ¿me escucho?-la niña se sintió ofendida al ver que el arqueólogo japonés no le prestaba atención.
-Eh-Yugi volteo hacia atrás y vio a una enfurecida niña que lo miraba a los ojos-Minerva, que sorpresa.
-No me escucho, ¿verdad?-Minerva se cruzó de brazos y el japonés sólo se limitó a rascarse la cabeza riendo nerviosamente-Siempre es lo mismo, Señor Moto.
-Lo siento, cuando estoy investigando me desconecto del mundo, es un mal hábito que tengo desde que comencé esta carrera. Disculpa-la niña no dijo nada por unos segundos y después sonrió.
-No importa, ya me acostumbre. Lo que vine a decirle es que alguien lo busca en el hotel-esto tomo por sorpresa a su amigo-No me dijo su nombre, pero dice que es una vieja amiga.
-¿Amiga?. Tengo muchas amigas, no creo que sea Tea o Mai, incluso Rebeca se encuentra lejos de aquí-para salir de dudas siguió a la niña fuera de las ruinas.
En el hotel había mucha gente y la mayor parte eran turistas que venían del otro lado del mundo para ver las antiguas ruinas griegas. Minerva abrió paso a su huésped más importante, para ella, claro. Lo condujo hacia una de las salas de la recepción. Yugi estaba ansioso de saber quién era esa amiga suya que lo visitaba. Sus amigos le llamaban, pero les era imposible visitarlo y más por el trabajo de él.
-Es ella-Minerva le señalaba con la vista a la mujer que lo esperaba-Lleva ropa muy rara.
-Gracias, Minerva-Yugi camino hacia su visita y cuando llegó hasta ella se llevó una gran sorpresa al ver quién era-¡¿Tú?!.
-Buenas tardes, Yugi-la mujer de piel morena clara, de pelo oscuro y ojos azules miraba con una gran sonrisa al joven Moto-Después de dos años nos volvemos a ver.
-Ishizu, me alegra verte-repuesto de la impresión de ver a uno de los hermanos Ishtar-No esperaba que tu fueras quién me visitara.
-Veo que has crecido mucho-la joven Ishtar ahora de 22 años se levantó del sillón y dio unos pasos para quedar cerca de Yugi-Al verte me da la impresión de estar frente al Faraón.
-Je, bueno-decía un ruborizado Yugi. Muchos de sus amigos, sobretodo Tea, le decían que había adquirido el físico de Yami-¿Y qué te trae por aquí, Ishizu?-el cambio de tema puso sería a la joven y el joven Moto dejo su lado alegre para tomar una postura igual.
-Yugi, lamento ser la portadora de tan malas noticias e interrumpir tu trabajo-Ishizu bajo la mirada sumamente apenada por lo que diría-Sé que has tratado de llevar una vida normal después de sellar los artículos del Milenio y poner fin al regreso del Juego de las Sombras.
-Ishizu, habla, ¿Qué es lo que pasa?-esperando una respuesta, la joven lo miro y en sus ojos podía ver que su vida otra vez sería puesta a prueba.
-Un nuevo mal ha sido liberado en esté mundo trayendo de nuevo el juego oscuro-Yugi abrió los ojos al escuchar lo que decía-Hace unos día tuve un sueño y vi el retorno de los Juegos de las Sombras. Yugi, te vi combatir de nuevo para salvar al mundo. Sé que esto es muy difícil y más porque tratas de tener una vida aparte de ser un duelista. Pero Yugi, tú sabes perfectamente lo que pasaría si de nuevo la oscuridad regresa a este mundo en el juego.
-La destrucción-Yugi desvió la mirada de Ishizu-Es sólo lo que traen esos juegos. Es cierto que ya no he competido en duelos para enfocarme en mi carrera, pero ahora que me dices que esa gran maldad está por regresar y poner de nuevo en peligro a mis amigos y a todo el mundo-Yugi miro de nuevo a Ishizu-Volveré a pelear.
-Después de todo mi teoría era la correcta-sonrío-Al ver en ese duelo que tuviste contra el Faraón pude comprenderlo todo, Yugi.
-¿A qué te refieres con todo?. ¿Acaso había otra intención en ese duelo aparte de ayudar al Faraón?-Ishizu sólo siguió sonriendo-Dime, ¿Cuál era?.
-No es momento, Yugi. Será mejor que descanses, el nuevo gran mal no dejara que tomes un descanso. Intentará destruirte en cualquier momento. No será como Pegasus, Kaiba o incluso mi hermano. Recuerda a Yami Bakura, él jamás perdía oportunidad para ponerte en aprietos y así mismo lo hará este nuevo enemigo-Ishizu busco entre su ropa un objeto-Pero antes de que te vayas, quiero darte un amuleto que fue creado por la familia Ishtar especialmente para ti-tomo la mano derecha de Yugi y comenzó a atar el objeto.
-¿Un amuleto?-cuando Ishizu acabo de amarrarlo a su mano, Yugi pudo verlo-¡Pero sí es!-el amuleto tenía como principal decoración el ojo de Wdjat.
-Sí, Yugi, es el mismo ojo de Wdjat que los separo a ti y al Faraón hace dos años-el joven la miro aún perplejo-Creo que no hay nadie más que tú para portarlo.
-Dime, Ishizu, ¿esto quiere decir algo?. ¿Acaso podré ver a Yami?, perdón, ¿al Faraón Atem?-la egipcia no le dijo nada y se limitó a abrazarlo.
-Te espera una dura prueba, pequeño Yugi-se separó de un confundido Yugi que esperaba una respuesta a su pregunta-Se fuerte, demuestra el valor y la confianza que el Faraón te dio durante tantos años.
Continuará….
