-Amor…-
Pronuncio débilmente mientras aproximaba su mano a la feroz cabellera pelirroja que descansaba sobre la almohada.
-Me dicen que de eso naciste…-
Dita le miro con ternura, el rostro que acariciaba brillaba con la luz e inocencia de un ángel.
-Tan bello…-
Siguió acariciando suavemente cada pequeño detalle de la tez que dormía en un placido sueño enfrente de ella.
Tersa, suave y delicada.
Los rebeldes cabellos rojos iban y venían entre sus dedos y se mesclaban con ellos para luego escabullirse hábilmente.
Cada caricia penetraba amorosamente en el rostro del chico que estaba mimando, que inconscientemente sonreia.
-Eres tan pequeño…-pronuncio mientras entrelazaba sus dedos con los de el- querido mío, recuerdo con exactitud el día que llegaste a mi vida…-
*_*_*_*_*_*_*_*_*_*FLASH BACK*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*
Ese mismo día el me había dicho…
-Te amo Dita…-sus ojos brillaban y estaba llorando- De verdad, ahora se que significa.-
Dijo el lleno de una emoción infinita.
Pude haberle dicho "Yo también Alíen-san!!! "Abrazarme a el y vivir felizmente en una abandonada choza a media galaxia.
Pero nooooooO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Tuve que decir.
-Hibiki…. ¡DUELE!-
Y el tuvo que decir…
-¿Qué?-
Y quedarse viendo mi espectáculo.
-Inhala ¡¡¡ Exhala¡¡ HIBIKI¡¡¡¡¡-
No es que no supiera que iba a pasar, al contrario ya estaba lista.
Pero mi acompañante tenia que ser….
Hibiki.
-WAAAAAAAAAA!!!!! Que hago?? Que hago???- y comenzó a correr por toda la casa.
Solo hasta que veinte minutos después, por fin llegue arrastrándome al teléfono pude tocar esperanza, llame a Duero.
-Tranquila, voy para allá- dijo y en menos del tiempo que tarde volver a colgar ya estaba al lado de mí.
-Vamos-
Cogió mi mano e ignorando a Hibiki salió de la casa conmigo siguiéndolo.
Llegamos al hospital.
El me dio las indicaciones necesarias para una:
"Labor de parto"
O
"Misión ensangrentada"
Yo mire a Duero con duda.
-¿Y de verdad saldrá un ser humano?-
-Por supuesto- me dijo sonriente.-uno de ti y Hibiki-
No pude evitar sonrojarme.
Algo mío y de Hibiki.
No suena nada mal.
-Esta bien-dije y Duero comenzó.
Me pusieron una mascara y contaron…
-1, 2, 3,…..-
Ya no pude saber más.
Me quede dormida.
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-Felicidades Dita-
Unas voces me llamaban antes de que pudiera abrir los ojos.
-Es un hermoso niño-
Duero me miraba sonriente señalando una ventana y a través de ella estaba Hibiki cargando de forma torpe a un bebe.
-Mi bebe…-
Mi corazón se acelero y mis ojos se llenaron de aquel doloroso pero en este caso, placentero liquido transparente.
-Si Dita- Me dijo el joven doctor tratando de convencerme.
-Felicidades- me dijo Parnef acercándose con mi bebe en brazos.
-….-
*_*_*_*_*F.F.B.*_*_*_*_*
-Apenas y te pude cargar- dije sonriendo bobamente acordándome de ese dia.-pero lo hice mejor que Hibiki, definitivamente.-suelto una leve risa –parecía que estaba haciendo tortillas.-
-Ryuk…-
Me acerco para besar tu pálida frente.
Y en lo que menos me doy cuenta que quedo enredada en un profundo sueño.
Me sumo a ti, me quedo dormida.
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-Hola Dita-
Unos profundos ojos azules me reciben.
-Hibiki, hola-
Tú me sonríes, tan inoportunamente como siempre pero tan cálido y sincero.
-Buenos días- pronuncias acariciando mi pelo.
-Buenos días- te respondo la sonrisa.
-¿Y Ryuk?-
Cada vez que despierto tengo la necesidad de saber que esta bien y eso tú lo sabes.
Aunque crees que exagero me indicas la sala y con un suspiro de exasperación me guías a ella.
-Allí esta-señalas el sofá que yo cuidaba antes de que llegaras y encima de el nuestro hijo –lo vi tan cómodo que no quise moverlo.-me dices sonriente.
Me acerco al susodicho mueble.
Sigue durmiendo tan plácidamente.
Me siento enfrente de el y Hibiki repite el acto.
Apenas mis dedos habían rozado el pelo brillante y revuelto cuando unos ojos azules brillantes como la más fina estrella me miraban solo a mí.
-Buen día mama-
Y eso basto para que me llenara de emoción.
Ryuk no me decía eso tan seguido ni yo tampoco le decía tan seguido hijo.
-Buen día Amor-
Le decía Amor.
Su segundo nombre.
Por que para mi eso era.
El fue algo nuevo en mi vida como mi amor por Hibiki.
Algo que no conocía y que ahora no podría vivir sin el.
-Deja de llamarme así-dijo el con un bochorno.
Pero basto una mirada de su madre para que sonriera rendido.
-Esta bien- agrego-después de todo ese nombre lo escogiste tú.-
-Si-
-No se mato escogiéndolo-agrego Hibiki uniéndose a la conversación.
-Por supuesto que no, ese ya te pertenecía-
Fui correspondida con dos cálidas sonrisas.
Ryuk Amor Tokkai Lievely.
El nombre del fruto de su tesoro más preciado y apenas descubierto.
Amor.
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Hola!!
Aquí la loca autora
n.n
A mi me gusto
jeje
Me inspiro mi primito cuando dormía, me contagio y me dormí, al despertar ya tenia esta idea.
Jajaja
GRAX PRIMO!!!
Que sin quererlo me inspiro.
TKMMMM!!! LUIS!!!
n.n
Saludos.
Arigato por leer.
=)
