Disclaimer:Digimon no me pertenece. Esta viñeta participa en "Intercambio Navideño de Drabbles de Proyecto 1-8", específicamente para Sthefynice.

Sthefy disfruta tu regalo, espero que te guste a ti y a todos los que lo lean.

Numero de palabras: 980


Era comienzo de diciembre, los profesores dictaban las últimas clases del año y los alumnos estaban impacientes por las vacaciones. Todo parecía normal excepto por Daisuke, estaba más distraído de lo normal. Además, últimamente les dedicaba sonrisas falsas a todos, convencía a todos excepto a Hikari.

Conforme pasaban los días, la actitud de Daisuke se volvía más rara. Primero, pidió un descanso temporal de su equipo de fútbol; segundo, apenas toca la campana de salida se va corriendo; por último y no menos importante, él se negó a participar en el intercambio de regalos que hacen todos los años. Hikari estaba preocupada por él.

La profesora llegó y comenzó a dictar la clase, el tema era sobre las etapas del duelo. Daisuke tembló en su sitio al escuchar el tema, lo cual no pasó desapercibido por Hikari.

La docente explicaba con paciencia cada etapa; primero menciono la negación y Daisuke se quedó mirando a la nada, luego menciono la ira por lo cual el chico comenzó a sujetar su lapicero con fuerza, continuo con la negociación y él soltó su lapicero, al llegar a la parte de depresión una lágrima escapo de sus ojos, al terminar con la aceptación Daisuke se dio cuenta de la mirada de su amiga y las lágrimas que estaban en sus mejillas. Se limpio y salió corriendo del salón.

La clase continuo como si no hubiera pasado nada, lo que molestó a Hikari, así que ella pidió permiso para ir al baño.

—Ve Yagami, si en el camino te encuentras con Motomiya llévalo a la enfermería —dijo la profesora con comprensión, ella sabía lo que le pasaba a Daisuke.

La castaña corrió hacia el único lugar de la escuela donde iría su amigo a refugiarse, la azotea. Al llegar allí se encontró con Daisuke cerca de la malla protectora, mirando el cielo.

—Daisuke, yo… —titubeo buscando las palabras correctas— quisiera saber que te sucede.

—No te preocupes Hikari, estoy bien —respondió con una de las sonrisas más falsas que dio en su corta vida.

Hikari se acercó, tomo su cara en sus manos mientras limpiaba por donde habían pasado las lágrimas y lo abrazo fuerte.

—Dai, no tienes que fingir conmigo, estoy aquí para ti. Ya sea escuchándote o solo acompañándote en silencio —le susurró en el oído con ternura.

Ante aquellas palabras, Daisuke rompió a llorar y entre sollozos le contó lo que estaba pasando. Su mamá había sufrido un accidente, se encontraba en coma. Para él era difícil de aceptar que su mamá estaba entre la vida y la muerte, cada día que pasara tenía menos posibilidad de sobrevivir.

Hikari nunca había visto tan triste a su sol, tan rodeado de sombras, era como un eclipse. Ella siempre podía ver lo mejor en los momentos difíciles y buscar una luz. Sin embargo, esta situación era diferente y muy complicada, así que solo se quedaría al lado de su sol hasta que el eclipse pasara dándole toda la ayuda posible. Ella logro convencerlo de que acepte su ayuda y de sus otros amigos.

Todos ayudaban a Daisuke como podían, especialmente dándole apoyo moral. Los días pasaban y se acercaba la navidad, Hikari se entristecía al pensar que su sol pasaría la navidad en el hospital con su familia, esperando un milagro.

Y el milagro llego un par de días antes de navidad, la señora Motomiya abrió los ojos y comenzó a moverse lentamente. Su familia no podía contener la emoción de verla despierta.

Daisuke, después de tranquilizarse ante la grata noticia, llamó a Hikari para comunicarle las buenas nuevas. En la llamada no pudo controlar sus emociones, los dos rompieron a llorar y reír. El eclipse había acabado, ahora era tiempo de que la luz brille.

Daisuke estaba tan agradecido con Hikari y feliz porque todo estaba mejorando. Unos días después, se animó a invitarla al festival de fin de año.

De: Daisuke [15:35]

Hola Hikari, el fin de semana habrá un festival. Si quieres podemos ir para relajarnos de todo lo que ha pasado.

De: Hikari [15:42]

Sí, vamos. Sabes que me encantan los festivales.

Los dos emocionados esperaron el fin de semana con ansias, y fueron al festival donde se divirtieron a lo grande. Participaron en diversos juegos y hasta probaron helado a pesar del clima.

Ya alejados del ruido del festival, Daisuke saco de su mochila un regalo y lo extendió hacia Hikari. Ella pensaba que se veía tan tierno, vio el regalo y lo tomó con cuidado. Al abrirlo se encontró con un par de collares: uno de sol y otro de luna.

—Es para ti… solo quería comprarte un collar, pero vienen a juego. Gracias Hikari por toda tu ayuda —admitió sonrojado.

—Dai, gracias. Es muy lindo de tu parte —dijo con una sonrisa, luego se le escapo una dulce risa—. Parece que no sabías que son collares de pareja.

—¡Eh!—grito mientras se sonrojaba más.

Hikari le pidió que cerrara los ojos, al confirmarlo, con cuidado le coloco el collar del sol. Al fin y al cabo, él era su sol, aquella calidez que él emana hacia latir su corazón. Y con todo lo que paso, se dio cuenta que le partía el corazón ver a su sol tan afligido y decidió darle toda la luz que podía para recuperar su sonrisa. Se había dado cuenta que estaba enamorada de él.

Daisuke abrió los ojos y vio el collar en su cuello, vio que el otro aún estaba en la caja y su amiga estaba de espalda recogiéndose el cabello para que le colocara el collar. Él con cuidado le puso el collar de la luna.

Ella giro, se vieron a los ojos y se acercaban poco a poco. Cuando los fuegos artificiales comenzaron, ellos se fundieron en un dulce beso. Todo temor y oscuridad en sus corazones se dispersó por la luz y el amor.