La historia de Iron Hooves y Orgoth el usurpador.
Prologo "La llegada de Orgoth el dragón"
Hace más de mil años, antes de Equestria y de las princesas Luna y Celestia, en el reino de los ponis unidos de Barnor, al norte, exactamente en la frontera entre las tierras que en un futuro no muy distante seria Equestria y el valle de Barnor, se hallaba el pantano de Lumbria, pero no era un pantano nauseabundo y tenebroso, era un lugar de belleza y grandeza, con lagos, ríos, y charcos de agua transparente con vida en su interior, pastos verde y húmedos, peces de todo color y tamaño, pero algo más que la flora y fauna del pantano era los que moraban allí, pues en ese lugar se encontraba la vieja y magnifica ciudad fortaleza de Gemildir, el roble fuerte, una ciudad que fue el orgullo del reino de Barnor desde sus primeros tiempos, fundado por el primer rey, Luin cuerno de piedra, empezó como un puesto de vigilancia, que con el tiempo se convirtió en un lugar de comercio y riquezas de los ponis viajeros, poco a poco fue creciendo como una ciudad, con depósitos inmensos donde los mercaderes depositaban sus recursos y riquezas, custodiada por los mismos soldados de la fortaleza.
Durante mil doscientos años fue un lugar pacífico y seguro, pero la desgracia llego al pantano y a la ciudad, incluso para los pueblos cercanos, era un día frio de enero, las nubes cubrieron el cielo de Gemildir, y los vientos soplaban tan fuerte que los arboles crujían, entonces los ponis vigilantes divisaron a una bestia alada que venía desde el norte, garras como hoces, piel roja y oscura, cuernos como estacas de metal gigantes, y dientes como espadas recién afiladas. Orgoth había llegado desde su escondite en las altas montañas grises de Unicornia. Las campanas y cuernos suenan en la ciudad, y los habitantes se refugian en sus casas de piedra y madera, mientras que los guardias pegasos, ponis terrenales y unicornios, se enfrentaban a la ira y sed de oro del dragón que era más fuerte que el fuego que salía de sus fauces, pero la vida de los ponis era lo que menos importaba al dragón, las riquezas de los mercaderes y de los ciudadanos escondido en los fríos depósitos era lo que más le importaba, pero debía mantenerse solo el dragón, así que empezó a destruir cada casa y edificio que hubiese en Gemildir, los pocos que sobrevivieron, escaparon hacia Marev en busca de ayuda y refugio, pues el dragón destruyo la ciudad y la fortaleza estaba a su poder.
Durante 150 años el dragón habito en Gemildir, y el pantano de Lumbria se convirtió en un lugar tenebroso, lleno de neblina, con cielo nublado, la vegetación cubrió parte de las ruinas de las antiguas casas, y de la vieja fortaleza, donde moraba el temible dragón, que custodiaba los tesoros robados de los pueblos de Barnor, Pegasopolis y Unicornia, pero los ponis que una vez habitaron en el pantano de Lumbria, todavía estaban con la esperanza de volver a sus hogares y vivir nuevamente en paz.
Continuará...
