Título: Cadenas
Autor: Aniki
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Claim: Byakuran/Shouichi Irie
Exención: 533 palabras.
Fragmento: Se te queda mirando y su mirada te hace pensar en la de un pequeño cachorro al que acaban de encadenar, porque eso es lo que estas haciendo con él, lo estás encadenando a tu lado, sujetándolo a ti con tanta fuerza que terminaras asfixiándolo.
Pero esta bien, piensas, esta bien si muere mientras lo haga junto a ti.
Disclaimer: Todo es propiedad de Amano Akira, yo sólo hago esto para pasar el tiempo de una manera más o menos productiva.
Notas: Esto lo escribí y publique hace mucho en LJ, pero últimamente me puse a rebuscar entre los fics que tengo allá y me di cuente que tengo unos cuantos de esta pareja que adoro con el alma y me dieron ganas de compartir mi amor por ellas acá. No tenia ganas de publicar uno por uno, así que aprovecho y los publico todos como una serie de drabbles =)
Cadenas
Pierdes el control por un momento y no puedes evitar tomar con fuerza su muñeca, apretando lo suficiente como para que él suelte un pequeño quejido; lo estás lastimando, pero él te lastimo más a ti y ese pensamiento hace que aprietes aun con más fuerza, marcando tus dedos en su pálida piel.
Se te queda mirando y su mirada te hace pensar en la de un pequeño cachorro al que acaban de encadenar, porque eso es lo que estas haciendo con él, lo estás encadenando a tu lado, sujetándolo a ti con tanta fuerza que terminaras asfixiándolo.
Pero esta bien, piensas, esta bien si muere mientras lo haga junto a ti.
—Byakuran-san —Su voz tiembla, y aun cuando sabes que ha pronunciado tu nombre, el sonido que ha dejado salir parece más el quejido de un pequeño animal que ha sido acorralado por un depredar que un nombre —, me lastima.
Lo sueltas, no porque te haya dicho lo que ya sabias, sino porque sabes que si no lo haces la marca roja que ahora rodea su delgada muñeca se habría convertido en un moretón que adornara su piel por días, inclusive semanas, y eso es lo que menos deseas. Dejarle una marca así seria un verdadero descuido.
A ti siempre te a gustado cuidar tus juguetes y más cuando son tan especiales como Shouichi.
—Lo siento, Shou-chan, es sólo que no quiero que me dejes~
Y no estás mintiendo, no quieres que se vaya, no quieres que tu juguete más divertido se vaya.
—Byakuran-san, pensé que había estado de acuerdo con mi trasferencia a la base en Japón.
Ves como empieza a frotar su muñeca adolorida, tal vez no soltaste lo suficientemente rápido como para evitar un moretón.
—Pero todo aquí será tan aburrido si Shou-chan se va.
Y a pesar de la dulzura con la que dices esas palabras y la sonrisa tan grande que adorna tu rostro, puedes sentir como Shouichi tensa su cuerpo de repente, como si pudiera detectar el veneno debajo de la azúcar con la que bañaste aquella oración.
Es eso lo que más te gusta y te interesa de él.
—Pero creo que tendré que acostúmbrame a no tenerte cerca, Shou-chan.
Que es el único que, al aparecer, puede notar quien eres en verdad. No el chico con el que pasó sus días en la universidad, ni tampoco el Dios que todos en el Millefiore creen, sino Byakuran, aquel que se convertirá en el ángel que traíra la destrucción del mundo.
—No me iré para siempre, Byakuran-san —Y, por un pequeño momento, te mira directamente a los ojos—, regresare.
Sabes que no dice la verdad, sabes que no piensa regresar contigo, y eso es algo que te parece aun más interesante de él, al parecer miente mucho más que tú, pero con un descaro parecido.
—Lo sé —La sonrisa se borra por instante de tu rostro, pero de inmediato regresa con mayor intensidad, casi llegando a tus ojos —. Shou-chan jamás va a dejarme.
Y tú te encargarías eso, aun si tuvieras que encerrarlo y encadenarlo.
Al fin de cuentas, ¿qué clase de jefe serias si dejas que tu subordinado más especial te abandone?
