Naruto es de Kishi...

Cosquillas


Hinata reía sin parar gracias a las cosquillas que le proveía Naruto.

-Nunca hubiese pensado que a estas alturas, tuvieses cosquillas, Hinata-chan- dijo el rubio sin parar de torturar a la chica.

Intentó tomar la mano del rubio para que parase. Y es que ni siquiera podía pronunciar palabra por las carcajadas que insistían en seguir saliendo de su garganta con más fuerza por cada segundo que pasaba. Incluso su estómago comenzaba a sentir el esfuerzo de la risa irrefrenable.

-Ya! Por kami, ya!- Dijo como pudo, entre risas.

-Vale. Si me das un beso, podría detenerme

¿Un beso? ¿Hacerla volver a su infancia por un instante solo por un simple beso? Es que Naruto no tenía remedio. Su respuesta por supuesto era un simple e irresoluto sí, sin embargo la mano del muchacho no paraba de toquetear su cintura y su vientre por aquí y por allá. ¡Demonios! Es que un simple toque le daba risa. Era tan sensible.

El rubio paró por un momento, con una sonrisa en el rostro que hizo sonreír a Hinata de vuelta. La chica aprovechó esto para recuperar la respiración. Rápidamente alzó los brazos aferrándose a su cuello y halándolo hacia sí, apegando sus labios formando así un largo y bien merecido beso.

-¡Qué malo eres Naruto-kun!-

Dijo la chica contemplando los ojos del rubio y perdiéndose en ellos por un momento.

El rubio comenzó a incorporarse, con una risa ladeada por lo anteriormente dicho por Hinata. Posteriormente Le dio la mano para ayudarle a levantarse de la grama del parque. La chica no dudó en tomar la mano ofrecida, enlace que no se separó después de haberse levantado. Comenzaron entonces a dar un paseo por la aldea, sin deshacer el contacto.


Fin

NaruHina. Son un despliegue de ternura cuando están juntos!

Gracias por leer!

Ja nee!