Hola~ Eh venido con esta nueva historia SasuNarutesca que tendrá, a su tiempo claro está, NaruSasu, ya que, una de mis fantasías es escribir un lemon con Naruto de seme *O* Bien, cofcof, ahora volviendo a lo que estaba; El caso es que, me entusiasmé en hacer este relato de la relación que mantienen ambos, "Terapia de Pareja" no es más que un fic, basado en los problemas que siempre pasan las parejas que llevan mucho tiempo, hay etapas para las parejas y de hecho, es el amor que los mantiene siempre unidos, pero si estas personas, no saben controlar la situación terminan desistiendo y hechando todo sus años de relación a la basura. El caso es que, no voy a entrar en mucho detalle en el área de la psicóloga, porque eso ya se me haría un poquitín difícil xD pero detallare todo lo que pueda, como van teniendo problemas estos dos muchachones que nos roban el aire xD Ante nada, gracias a los que leen mis palabras antes de ubicarse en el fic y además gracias por leer mi história.

Una cosa más: Los personajes de Naruto no me pertenecen, como siempre y así será hasta el final, son de Masashi Kishimoto, creador del mismo ^^ Hasta el proximo Cap ;D

Capítulo 1: Eres tú o ¿Soy yo?

Sasuke Uchiha

Bien, esto es el colmo, en mi opinión, no necesito de nadie que me diga que hacer para mantener al dobe a mi lado, es absurdo. No, más que eso, innecesario. No entiendo que carajos le habrá pasado al dobe pensando en qué, venir a una estúpida terapia de pareja nos haría bien. Bien, yo me siento incómodo con esta vieja que trata de "solucionarnos" la vida. Juro que me vengaré de la persona que le metió esta idea en la cabeza al dobe ¡Lo juro!

Naruto Uzumaki

Creo que hice lo correcto en recurrir con esta especialista, Sakura-chy~an ha sido tan amable en recomendármela, lo único malo es el teme, me tiene harto con sus quejas, quisiera golpearlo, ahorcarlo, ¡Aaahh! Trato de evitar mirarlo a la cara, porque no me controlaré, estoy seguro. Odio su maldita cara de culo ¿No puede entender que esto lo hice por nosotros? Pero ¡Nooo! Naruto siempre tiene la culpa ¿verdad? Maldito bastardo. Respira Naruto, respira, cálmate.

Terapia de Pareja con la Dra. Nakajima Yuuki

-Buenas tardes Señores- Dijo una mujer sentada al otro lado del escritorio, donde se podían observar papeles en ordenes diferentes, folletos y otros documentos.

La mujer tenía facciones de una persona mayor, alrededor de una edad de cuarenta y siete años, a pesar de ello, era de cierta manera muy bonita, parecía una persona jovial y dulce, su voz era suave y clara, sus ojos de un color café oscuros y sus cabellos lisos de color negro se enrulaban al final, en las puntas, algo bastante particular. Prosiguió a mirarlos con una sonrisa y se puso los lentes, miró detalladamente al pelinegro de ojos oscuros y vestimentas formales, parecía que odiara estar allí y no lo dudaba y luego habló, mirando esta vez al chico rubio de ojos azulados:

-Qué bueno que se hayan presentado a la cita, han sido bastante puntuales.

Naruto le devolvió la sonrisa.

-A ver…- Continuó, registrando unos papeles- Uzumaki Naruto y el Sr. Uchiha Sasuke- Se aclaró la garganta un poco-…Muy bien Señores, a mi parecer son una de esas parejas de trato especial y…

-Dígalo Doctora, un par de maricas que les gusta follar tanto como puedan. No oculte su desprecio para con nosotros, por favor- Interrumpió Sasuke repentinamente, encolerizando con sus palabras a su novio de hace seis años, pero la mujer no se inmutó y ni siquiera se molestó, esa clase de cosas le parecía muy normal.

-Mis disculpas Señor Uchiha, no quise que así se malinterpretara. Tomaré sus palabras como un producto de su inseguridad- Dijo, tratando de calmar los humos, pero al pelinegro no le gustó aquella respuesta. Naruto por su lado, se mantuvo al margen de la situación, una vez que el pelinegro fue callado cortésmente pero al mismo, de la misma manera en que él inició el debate- Ahora sin más, les haré unas preguntas para entrar en más confianza y a su vez, para que yo tenga más conocimiento de la situación en general- Sus palabras casi siempre las dirigía a Naruto, que parecía más interesado en mejorar la relación que el mismo Sasuke.

-Doctora, no es que yo…no ame a Sasuke, es solo que él…No confía en mí, últimamente solo me ha hecho a un lado y además, el sexo se ha vuelto aburrido, ahora solo lo hacemos una vez por mes, antes ni siquiera era así dattebayo- Inició Naruto, con la voz firme pero expresando preocupación en lo último. Sasuke se sorprendió ¿Sexo aburrido? ¿Hacerlo a un lado? ¿Desde cuándo?

- Ya veo, entonces ¿Has tratado de comunicarle esto al Señor Uchiha desde que comenzó a molestarte?- Preguntó interesada, sacando un bolígrafo y haciendo algunas anotaciones en una pequeña libreta.

-Allí radica el problema Doctora, cuando trato de hablarle, nunca me escucha o siempre pone alguna excusa, lo único que cabe en mi mente es la posibilidad de que ya no me ame y solo me vea como alguien a quien querer por salir del paso o algo así dattebayo- Dijo esta vez, con algo de inseguridad, su mirada cayó al suelo por leves segundos y algo le apretujó el pecho a Sasuke, escuchando tales cosas.

-Entiendo joven Uzumaki, este tipo de problemas es natural en muchas parejas de varios continentes, casadas y hasta con grandes familias, deciden venir a estas terapias porque quieren recuperar sus vidas, porque no quieren perder lo que ya han formado con tanta dedicación y cariño. Estoy aquí para ayudarle como pueda pero…necesitaré la colaboración de ambos- Observó con detalle al Uchiha- …Se necesita de dos personas para crear una pareja y de esa misma forma se arreglan los problemas que estas parejas tienen a través de su existencia como tal. Es algo simple de entender pero difícil de ejercer- Sonrío y volvió a su libreta, anotando un par de cosas- ¿Hay algo que el Señor Uchiha quiera agregar? ¿Algo que no le guste del joven Uzumaki?

Sasuke bufó y rodó los ojos.

-Lo único que realmente me molesta de este idiota, es que me haya obligado a venir aquí para poder "solucionar" nuestros problemas con terceras personas- Arqueo una ceja, mirando a Naruto con ironía- Lo considero absurdo e innecesario.

-¡Teme! ¡Serás…! ¡Te lo dije Sasuke! Eh tratado de hablarlo contigo ¡Tú nunca quieres o puedes escucharme dattebayo! ¡Siempre hay algo más importante que Nosotros dos!- Exclamó abrumado.

-¡No digas tonterías Naruto! ¡¿Es qué no piensas un poco?! ¡Tú eres más im…!- Sus palabras se cortaron al instante y su mirada se perdió en los ojos azules que le miraban con extrañeza pero con cierta decepción, miró a la mujer que sonreía complaciente por algo, que en realidad no sabía ni como descifrar.

Naruto bajó la mirada, Sasuke era así, siempre era así. Él no lo entendía o tal vez no lo sabía pero cualquier cosa amable que a Sasuke se le ocurriese decirle, lo haría feliz ahora mismo, en esta etapa tan crítica de su relación. Lo único que deseaba era que ese teme se quedara con él, que lo intentaran juntos. Tal vez sólo se había cansado de él, de su actitud hiperactiva y molesta, tal vez simplemente no lo quería a su lado, pero no podía, Naruto no podía dejarlo ir y haría lo que fuese necesario tan sólo para mantenerlo a su lado, costase cualquier precio.

-Ya veo- Murmuró la Doctora, acomodándose los lentes y anotando nuevamente algunas palabras en la libreta- No me extrañaba del Señor Uchiha.

El mencionado la miró con estupefacción y ella continuó, con una sonrisa leve entre los labios, definitivamente le sacaba de quicio:

-Desde el primer momento en que entró a mi consultorio pude observarlo. No crea que soy tonta Señor Uchiha, por algo soy especialista en esta área de la psicología, soy profesional, este es mi trabajo, vivo para observar a las personas y conocer sus mentes, debo confesar que usted es uno de esos pacientes difíciles, arrogante e inconforme- El Uchiha frunció levemente el ceño- Pero así debe ser, ya que además, su área de trabajo le exige ser así y estoy segura que no solamente su área, sino su propia familia.

Sasuke entreabrió los labios para decir algo, pero vaciló, nada de lo que aquella mujer decía era mentira y el hombre a su lado, lo sabía.

-De cualquier forma- Siguió hablando la Doctora, cruzando los brazos en el escritorio- Lo que ustedes necesitan es más comunicación, en este caso, hay muy poca comunicación, ya sea por el hecho de tener un trabajo que lo ocupe día y noche y no tenga tiempo de estar en casa con su pareja y…

-¿Está queriendo decirme que soy el culpable del que dobe haya buscado ayuda para solucionar nuestros problemas?- Preguntó con ironía, arqueando una ceja.

-No lo he querido poner de esa forma, pero más o menos así quiero plantearlo-Respondió con firmeza la Doctora.

Sasuke bufó, eso era absurdo.

-Aunque…El Señor Uzumaki debe mejorar sus técnicas, él se ha armado de valor y a buscado ayuda, aun usted no desea obtenerla, no sabe reconocer sus errores Señor Uchiha, le propongo algo- Sonrió con dulzura- La próxima semana venga sólo y tendrá una consulta conmigo para detallar algunas cosas, mientras tanto…-Miró a Naruto-…Les dejaré como tarea que esta semana, mantengan sus horarios un poco desocupados, lleguen a casa, coman juntos, duerman juntos, salgan juntos y hablen, hablen más que antes, entiéndanse, hagan un esfuerzo. Los espero hasta entonces.

Y allí quedó la consulta con aquella jovial mujer. Sasuke, pese a todo ello, creía que no necesitaba todo eso, él sabía con certeza que amaba a Naruto ¡Dios! ¡¿Qué no estaba claro ya?! Entraron al auto y el pelinegro se sentó en el asiento del copiloto, por un momento hubo tensión, hubieron muchas palabras sin , solo el silencio. Como siempre, era Naruto quien daba la iniciativa.

-¿Me amas?

-¿Qué no te a quedado claro todo este tiempo que hemos compartido?

-Me quedó claro por un tiempo dattebayo, pero ¿Y ahora? ¿Puedes decirme que me amas?

-¡Joder Naruto! Pides demasiado ¿Qué no te lo doy todo?

-¡Solo te pido que me digas que me amas, maldito bastardo!

Sasuke le miró absorto ¿Qué le pasaba? Era Naruto ¡Por Dios! Él…él amaba a Naruto, estaba seguro ¡Claro que si! Entonces ¿Por qué no podía decirlo?

-¿Lo vez? No puedes ¿verdad?-Preguntó adolorido, desvió la mirada, el pecho le dolía, le llegaban punzadas cada vez más rápidas, cada vez más profundas- Lo sospechaba, por eso te e pedido que vengas conmigo a esta terapia. Quiero recuperarte pero…-Su voz se quebraba, decaía en el intento de continuar, no podía, simplemente no podía soportar esa enorme tensión que existía. En ese momento, solo quería desistir. Necesitaba aire, salió del auto y tiró la puerta con fuerza, corriendo a ningún lugar, no sabía a dónde se dirigía pero no quería estar en ese momento junto a Sasuke.

¿Y ahora? ¿Qué hacía? ¿Iba tras Naruto? ¿Qué podía hacer? Estaba en una confusa disputa con su corazón, porque habían llegado lejos, él y Naruto habían soportado muchas cosas para estar juntos, para aceptar sus condiciones sexuales, solo para estar juntos pero ¿Y ahora? ¿Qué no se habían prometido el "Para siempre juntos"? No podía entenderlo, su corazón no latía como antes, sus mejillas no se sonrojaban cuando el rubio se le acercaba, sus labios, aquellos labios sonrosados que siempre le sonreían al regresar a casa, a pesar de que él, siempre llegaba cansado y con mal humor, siempre con ese despreciable mal humor. Había convertido su relación en algo cotidiano, como su trabajo, lo había vuelto aburrido ¿Era así? ¿En verdad era su culpa? Encendió el auto, mientras golpeaba el volante.

-¡Maldición!- Se dijo a sí mismo y prefería negarlo todo. No era su culpa, sino de Naruto, él que siempre andaba quejandose, siempre molestandolo y que no lo dejaba descansar, Naruto pedía mucho, demasiado- ¿Qué demonios quieres que haga? ¡Maldita sea Naruto!

Arrancó del lado contrario, cojiendo calle abajo, esperaría, eso haría. El rubio llegaría a casa y allí hablaría de la situación ¿Qué carajos se pensaba? ¿Qué hiría a buscarlo, porque según él, ya no era el mismo de hace seis años? ¿Por qué no lo amaba? Claro que lo amaba, el problema que había existido desde el principio con él era su orgullo para decir ese tipo de cosas. Había sido así siempre ¿Y ahora le molestaba? ¿Cuándo y desde el momento en que le conoció, supo aceptar aquel pequeño detalle en su personalidad? ¡Idiota!

Eran las uno y punto de la madrugada y no tenía ánimos de llegar a casa, no aún, necesitaba alejarse de todo, de Sasuke, que doloroso, eran tan doloroso ¿Cuándo había dejado de amarle? Necesitaba a Sasuke, él era su todo, su presente, futuro, no podía dejar de pensar en él porque él era lo único en su vida, lo único que le quedaba. No quería perderlo, pero si él en realidad no era feliz a su lado, ya sabía que tenía que hacer y era dejarlo ir, eso era todo, prefería la felicidad de Sasuke que la misma suya, ya estaba harto de "molestarlo". Definitavamente esa no era su idea de vida, para nada con lo que había planeado.

-¡Eh chico! Ya vamos a cerrar- Dijo detrás del mostrador, un hombre cincuentón, dueño de aquel bar viejo pero con una pizca especial de consuelo para el rubio, que ya estaba un poco ebrio. Se le acercó para mirarle mejor el rostro, ya había visto ese tipo de comportamiento antes y todos venían a por lo mismo, a desahogarse con el alcohol, a olvidarse por un rato que allá fuera tenían sus problemas, sus dolores de cabeza, sus tan peculiares mal de amores, le sirvió una copa de su mejor whisky y el rubio le miró con los ojos hinchados de tanto llorar en silencio. El hombre negó pausado- Siempre lo mismo. Quedate un poco más pero luego vete, necesito cerrar.

-Es algo temprano para cerrar un local como este- Cuestionó de manera suave, mientras se tomaba el trago de whisky raudo. El hombre le sonrió.

-Quiero hacer la diferencia, aunque ya es tarde para que un joven como tú ande solo por allí, con ese típico mal de amores- Dijo con sorna, mientras limpiaba unas copas y las ponía en su lugar. Naruto le miró con sorpresa por un instante y en su mirada se podía entender la duda, el hombre le contestó luego de unos segundos con amabilidad y hasta por un momento lo dijo por puro consuelo: No eres el único que ha pasado por ese tipo de cosas y ha venido a estos lugares a matarse en alcohol.

Tenía razón y aquello no le reconfortaba en nada pero estaba cansado y era cierto, también era tarde. Debía llegar a casa, tal vez Sasuke estaría preocupado. Que consuelo, Sasuke preocupado por él, lo deseaba tanto. Añoraba ser abrazado por su amor ¡Era un cursi de mierda, pero no podía evitarlo! Estuvo un rato hablando con el dueño del local hasta que se hicieron las dos de la mañana, salió y detuvo un taxi que lo llevó hasta el conjunto de apartamentos glamurosos de Bunkyō, una vez allí caminó hasta el ascensor y mientras esperaba a llegar a su piso, tarareaba una canción, la cabeza le daba vueltas y lo que tenía planeado una vez entrado a su hogar, era hecharse a dormir. Se abrieron las puertas del ascensor y tomó las llaves de su bolsillo para luego entrar al apartamento donde vivían la joven pareja. Casualmente todo estaba en silencio, un hermoso silencio que no duró mucho. Allí, en el sofá que daba frente al televisor, estaba el de cabellos azabaches, esperandolo.

-¿Dónde estabas?- Preguntó una vez que el rubio hubo cerrado la puerta con llave y se fue dirigiendo donde estaba él, con sus brazos cruzados y su entrecejo fruncido, se levantó para enfrentarle mejor pero no pudo evitar no quejarse de su apestoso olor a alcohol- No tienes dignidad alguna ¿sabes que hora es?

-La misma de ayer- Se rió un poco, ante su propio chiste, la verdad no le quedaban ganas para discutir, quería abrazarlo, si tan solo Sasuke se dejase tan siquiera un poco.

-No tiene gracia. Estoy realmente molesto contigo.

-Yo también, pero no tengo animos de seguir en lo mismo.

-Dejate de idioteces, esto va mal Naruto. No voy a estar detrás de ti solo por que te sientas solitario.

El rubio no contestó, solo lo miró tan fijamente al rostro que le dieron unas inmensas ganas de golpearlo, de gritarle y mandarlo todo a la mierda, pero no podía, porque le mataba el cansancio y la cabeza le daba vueltas y sobretodo porque no sentía animos de hablar de sus problemas.

-Quiero dormir dattebayo- Dijo y se sentó en el sofá luego hechándose suspirando y murmurando.

El de cabellos azabaches no dijo nada más, se mantuvo abstento de seguir en lo mismo, le daba rabia pero no iba a descargarse ahora, ya luego hablarían, se dio la vuelta solo para marcharse, pero alcanzó a escuchar lo que le pidió Naruto al momento:

-Dame un beso de buenas noches- Sus ojos estaban entrecerrados y su voz parecía quebrarse, otra vez. Naruto solo rogaba que no le despreciara ese gesto o se hecharía a llorar como un estúpido.

-Descansa-Musitó y se fue a la habitación. Tal y como lo predijo, mientras abría los ojos para ver el techo y agarraba bocanadas de aire, se hechó a llorar otra vez.

Continuará…