Descarga de responsabilidad: Ya lo sabrán pero Yuri! On Ice no es mío.

Advertencia: Yaoi. Malas palabras. Diferencia de edad. Menores de edad. Maltrato. Prostitución. Sexo. Abuso. Parejas crack. No beteado.

Cronopios del autor: Mi nuevo proyecto. Espero les guste. Más detalles sobre su creación en el siguiente capítulo, siempre paso por una crisis en la que quiero borrar lo que subo, así que si sobrevive pues ya les platicaré sobre la inspiración.

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La Helena de Troya

Por. St. Yukiona

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1- Craigslist

Relaciones personales

Chico busca a Chico

Ayuda semanal 35 dlls – 50 años (Tokio)

Soy un profesional de 50 años en busca de un culito joven de 16 a 20 años con un cuerpo bonito, que se deje coger bien rico. Ofrezco 35 dlls ayuda semanal para una relación mutuamente beneficiosa. Estoy ofreciendo ayuda en curso que usted puede confiar en todas las semanas. La idea es tener una relación consistente donde se puede tener una fuente constante de apoyo. Yo busco una relación discreta y ardiente. Usted debe ser joven y tener uniforme escolar. NO GORDOS chicos! ESTOY SOLO BUSCANDO 1 HOMBRE.

Activo generoso y maduro quiere jovencito pasivo – 35 años (Nagai)

Se me antoja un muchacho de buen culo, de 18 a 25 años, de buen ver, limpio y sano. De preferencia lampiño. Para encuentros calientes. Claro, soy generoso. Si encajas en el perfil, manda tu foto y numero de cel.

No LINE.

Te quiero llenar de mi leche – 30 años (Tokio)

Te la quiero meter tan adentro que la sientas en la boca, se me antoja lamerte todo y ver cómo te la tragas completa. Bañarte en mi leche y después follarte delicioso. Doy ayuda sesenta dólares por sesión. Tengo un lugar. Te voy a buscar y a dejar. Debes ser joven con verga pequeña. Manda fotos con un número de contacto. De preferencia esta noche que la verga me duele de tanta leche que tengo.

Cien dolares x 3hrs. para un chico, puede ser cada semana – 24 años (Tokio)

¿Eres un chico bien que llegaste a esta página por curiosidad y te prendió la idea de dejarte coger por dinero? Es lógico y natural, más rico y más rápido que trabajar toda la semana en una tienda de conveniencia donde te van a exigir un agotador horario y además tendrías que llevar un horrible uniforme que tendrías que costear en caso de que algo le pase. Sin contar los constantes asaltos en las zonas donde mejor pagan y, si te vas por lo seguro, pues a conformarse con un sueldo miserable.

Aquí está tu oportunidad, no lo pienses mucho, muchos chicos en secreto o abiertamente desean tener un hombre que les de dinero y se los coja con discreción para no alarmar la moral familiar, pero no encuentran hombres confiables para hacer esto a la vuelta de cada esquina.

Tú acabas de encontrar uno, tengo buen tipo, sano y limpio. No soy un pervertido, como a ti me encanta el sexo y no me faltan oportunidades de tener hombre pero no quiero algo serio, vengo cada cierto tiempo a la ciudad por cuestiones de trabajo y me encantaría tener, en contra parte, algo seguro en vez de estar buscando entre acompañantes de dudosa higiene. ¿Sabías que el año pasado sólo en un distrito aquí en Tokio se descubrió un foco de sífilis? Prefiero cogerme a un chico que se pueda volver mi amigo y darle dinero en lugar de ilusionarlo, ir a beber cerveza, o si no bebe cerveza que me acompañe mientras se llega la hora de pasar al motel y hacer lo nuestro. ¿Quieres ser tú ese amigo? Serás mío mientras quieras y te aseguro que soy muy discreto, nadie sabrá lo nuestro. Como te dije no vivo de forma permanente en Japón, vengo de vez en cuando así que no conozco casi gente. Tampoco divulgaría tu identidad porque la mía estaría en juego y no estoy en condiciones de exponerme.

Aquí en Craigslist hay muchos chicos que piden mucho y no se dan cuenta que un hombre dispuesto a pagarles tanto implica un gran problema... ¿Cuánto pagaría un hombre por un vaso de agua en el desierto? Mucho ¿Verdad? Ahora piensa ¿Qué tan desesperado, vacío y solo tiene que estar un hombre para aceptar pagar mucho dinero por un poco de sexo?

¿Por pedir mucho dinero van a encontrar un mejor partido? Lo dudo mucho mientras más dinero le paguen más cruel será la sorpresa que le aguarda. Mira, yo sé que cogerse a un chico atractivo no tiene precio, pero siendo honestos una sesión de sexo en dinero vale más o menos una semana de trabajo de medio tiempo.

Los acompañantes ganan mucho porque se arriesgan a mucho, yo ofrezco el dinero justo, porque conmigo obtienes otras cosas de más valor al mismo tiempo. No te arriesgues, a mi lado estás a salvo de la violencia, el vicio, la delincuencia y la vergüenza. Pero además soy un hombre emprendedor y con experiencia que puede hacer una diferencia en tu vida.
Tengo un lugar discreto y privado; yo paso por ti y te devuelvo segura. Pido tres horas porque platicar, ir entrando en tema y complacernos se lleva su tiempo. Escríbeme si puedes ver la diferencia.

Quiero que te corras en mi boca – 50 años (Tokio)

Soy extranjero residiendo en un buen barrio en Tokio. Sufro de disfunción erectil sin embargo sigo teniendo impulsos sexuales. Uno de mis mayores fetiches es hacerle felaciones a jóvenes estudiantes, sobre todo si son menores. ¿Podrías ser tú ese joven? Pago 78 dlls por sesión. Vienes a mi casa y pago el auto de ida y vuelta hasta donde tú lo indiques. Como soy maestro de caligrafía incluso te podría ayudar en eso y usar aquello de cuartada para que tus papás no sospechen. Favor de enviar todos de pies con número de teléfono si estás interesado.

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Solo una chispa de astucia y un computador con internet necesitaba el diablo para ser diablo. Necesidad y oportunidad jugaban un papel sumamente importante en su en ese momento en que pasaba el pulsor de titulo en titulo. De entre todos los sitios de citas y promoción que había visitado, por morbo incitado por el deseo de seguir, Yuuri había caído justamente en Craigslist, que si bien era un sitio frecuentado por gente occidentalizada y extranjeros a él le daba la certeza que si se animaba a elegir alguno de aquellos anuncios, y, en osada valentía, acudir a la cita, no se toparía con la sorpresa de que el supuesto cliente no sería algún amigo de sus padres o regulares del negocio que tenía la familia Katsuki. Tan sencillo como que el circulo social donde se había criado era hipertradicionalista, es decir, la idea de vivir en el extranjero, practicar un deporte que no pertenecía al país o aprender un idioma extra en lugar de algún dialecto ocasionaba real conflicto, y vaya que sí eran conflictos jurados, en la familia y entre las amistades pues su madre, como todas, tenía la mala costumbre de hacerle saber a todas sus amistades los errores y tropiezos que sus hijos tuvieran, pero sobre todo Yuuri. El menor. Que había estado en el ojo del huracán desde que a temprana edad mostrara inclinación hacia el ballet. La cosa empeoró cuando se vio seducido por el patinaje artístico y apenas dos semanas atrás la cosa se había vuelto tan tensa en casa que el menor comentario estallaba una épica.

Todo por culpa de un caprichoso comentario atribuido a la decisión que el menor había tomado hacía varios meses y que apenas, reuniendo el valor necesario, había dicho a sus padres:

—Quiero dedicarme al patinaje artístico.

Esa noche la casa había estallado. Se hicieron llamadas. Se escucharon gritos. Se buscaron y encontraron culpables. Hubo vociferaciones. Hubo maldiciones. Hubo amenazas. Pero Yuuri, de apenas quince años, se mostraba irremediablemente convencido que no cedería. No en eso. No cedería. Seguiría la silente senda que le daba paz, porque era el único lugar en el mundo donde se sentía correcto y aceptado, curiosamente, en la pista cuando uno patinaba se encontraba solo.

—¡No permitiré que un hijo mío se dediqué al patinaje! ¡Eso es para amanerados! —gimió también el señor Katsuki como excusa para impedir la deshonra.

Sorpresa, sorpresa. Su hijo ni siquiera tenía inclinación sexual: hombre, mujer o quimera. Le daba igual. No existía real diferencia y no quería comprobarla pues lo veía como algo innecesario. Impulsos sexuales totalmente nulos en su cuerpo.

—¿Esa es tu única objeción? —preguntó Yuuri en aquel momento ante los ojos estupefactos de su padre, su madre se cubría la boca y Mari, su hermana mayor, sonreía con extraño placer.

—¡No te daré un solo yen! ¡¿Me escuchaste?!

—No los necesito, llevo ahorrando toda mi vida para esto —añadió Yuuri a una mirada decidida.

Sorpresa, sorpresa. Yuuri había aprendido a defender sus ideales y a mentirles a sus padres la misma noche. Y en la soledad de su recamara había hundido su rostro en la tela de la almohada, dejando que las lagrimas corrieran descontroladas hundido en la desesperación de las condiciones marcadas por sus padres: "Sí tienes el dinero pues haz lo que quiera, pero de mí no obtendrás nada. ¿Escuchaste?". Básicamente era un permiso, le concedían su permiso pero debía de tener ese dinero. Y si bien, la vida de Yuuri Katsuki hubiera podido ser tan fácil como llenar una sola forma en el ministerio de deporte de la capital del país donde vivía, había preferido escuchar el sabio consejo de uno de sus pocos amigos del instituto, un puber aún más perdido en sus propias decisiones que el pobre Yuuri: ¿Y por qué no te vuelves prostituto? Mi tío le paga hasta 5000 yenes a una que contrata.

Había sonado a una excelente idea, sobre todo porque el ir y acostarse con mujeres por dinero no era ningún problema. Además, 5000 yenes pagaba su boleto hasta la ciudad donde serían las eliminatorias regionales. Las locales la había ganado. Y si, tenía mucha suerte, podría figurar en una competencia a nivel mundial y de pronto sería coronado como el mejor patinador de Japón, la gloria no era algo que buscara, en realidad, sin embargo, no sonaba nada mal saludar a sus escépticos padres desde la cima del mundo. El problema que encontró a la idea de su amigo, fue una: Era menor de edad. Ningún antro de la zona de bares iba a contratar a un mocoso, y no tenía "ese tipo de contactos" como para ir a los bares encubierto que sí contrataban menores de edad. Así que, en un desesperado intento por conseguir su meta, investigó un poco en internet. Un par de clics y llegó a uno de los mercados más "seguros" de la web. Seguro y legal.

Ahí había descubierto muchas cosas. Las mujeres pagaban muy bien por encuentro sexuales con jóvenes. Pero los hombres pagaban mucho más por encuentros sexuales con jóvenes. Y dentro de la categoría de los hombres había tres clasificaciones: Activos, pasivos y versátiles. Los activos ganaban bien pero no tan bien como los pasivos, y los versátiles ganaban mucho mejor. Por otro lado se miró su miembro dentro de su pantalón y observó la de los chicos que se promocionaban en Internet, distaba varios (muchos) centímetros de poder dar la talla. Adicional abrió varias pestañas y también se enteró que debía de siempre usar preservativo, y usar mucho, mucho, MUCHO, lubricante o corría el riesgo de sufrir un desgarre.

Desgarre.

Sin contar las enfermedades venéreas, el tráfico de blancas, los secuestros, los clientes violentos, y la extorsión. Había muchos contra, y pro sólo dos: placer y dinero. A él no le importaba el placer. Le importaba el dinero. Quería seguir su sueño.

¿Qué si valía la pena todo eso?

Tamboreó sus dedos contra el mouse de su computador y miró nuevamente toda la lista de los títulos de las búsquedas en la sección que le prometía suficiente trabajo como para reunir los fondos para su viaje, y si sabía jugar sus cartas, hasta adquirir equipo nuevo. Volvió a revisar los que le habían llamado la atención y no sonaban tan vulgares y desagradables.

Claro que valía la pena.

Yuuri Katsuki no era creyente en ninguna religión, pero en ese momento en que dio clic en la pestaña de "Responder" y de ahí se desplegó las opciones de contacto, seleccionando "e-mail", se encomendó a los tres millones de dioses que habitaban en Japón.

"Hola, me llamó Yuuri -borró el dato. Cerró su correo y abrió uno nuevo. Regresó a la búsqueda interesada.

"Hola, me llamó Buta* soy joven, tengo 15 años. Estoy interesado en que me practique un oral, por favor, pondré todo de mi parte para satisfacerlo, Cliente-san".

Así de sencillo y escueto. Al minuto siguiente de contemplar en la pantalla de su computador: "Enviado", se arrepintió. Gimió y se precipitó hacia el teclado para buscar la forma de recuperar ese correo. Se había asustado. Estaba aterrado. ¿Pero en qué mierda había pensado? Pero justo estaba por cerrar el correo cuando la pestaña de recepción le señaló un nuevo mensaje. Lo abrió con temor de que algún vouyerista ya lo tuviera vigilado.

"Hola, Buta-kun. Me llamó Rintarou. ¿Puedes venir mañana al barrio viejo de Tabata cerca del templo? Tú sólo indicame dónde te debe recoger el taxi y estará ahí puntual. Saludos, gracias por responder. ¿Tienes alguna foto tuya? Rintarou H."

La sangre se le heló al menor que en blanco no supo que responder.

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Notas:

Buta*: Diminutivo de Butaniku que es "cerdo" en japones.

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Gracias a todos por leer.

St. Yukionna.

Quien los ama de corazón, costilla y pulmón.