Disclaimer: Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.

En ocaciones me sacas de quicio.

—¡Eres un necio! —se rindió por fin la muchacha, por mucho que le explicara al niño aquella sencilla lección de geografía, éste se negaba a aprender, sólo se sumía en su mundo e imaginaba cosas que sólo él conocía. A pesar de haberle explicado ya seis veces lo mismo, no respondía acertadamente, en pocas palabras: no daba una.

—¿Por qué no comprendes que el estudio no es lo mío? Es muy complicado, nunca entiendo las lecciones que me das. No sé para que te esmeras —sentenció dejando caer su torso sobre la mesa en señal de cansancio.—. Ya me aburrí.

—¡¿De qué? No has hecho nada en todo el rato más que imaginar cosas e ignorarme. —mencionó ya harta de los juegos de su hermano, mucho hacía intentando que comprendiera bien la ubicación de su país pero era un falta de respeto que no le prestara ni una pizca atención.

—Pero si no he entendido nada de lo que has dicho. —musitó el chico y acto seguido torció la boca con molestia. A los pocos segundos lo olvidó y volvió a su estado anterior; comenzó a fingir que piloteaba un avión.

—¡Kiba! ¡Por dios! Tienes 12 años, ¿quieres actuar de acuerdo a ello?

—No, es aburrido.

—Pareces un niño pequeño.

—Me voy, no sabes explicar. —dijo y se levantó de su silla.

—¡Oye! No puedes… —era ya muy tarde, Kiba se había ido corriendo a su habitación.—. Este niño ya no tiene remedio. —comenzó a levantar los cuadernos y libros que estaban esparcidos en la mesa. "Algún día lo aprenderá" pensó y salió del comedor.