PREFACIO
No sabría describir a ciencia cierta lo que estaba sintiendo en estos momentos, sin embargo había un sentimiento que llegaba a reconocer: el miedo. Desde que los conocí sabia a la perfección que iba a cambiar su destino y de paso el mío. Estaba decidida a que no pasara lo que se venía y si para eso tenía que morir en el intento lo haría pero eso no evitaba el nerviosismo que poseía.
Ni soñando despierta podría recrear todo lo que había vivido en un año y sin duda lo atesoraría en mi memoria, aun cuando todo se hubiera realizado en mi mente. Había sido feliz por conocer maravillosas personas, una que otra piedra en el zapato y haberlo conocido a él. Era mi oportunidad de retribuir todo lo que habían hecho por mí. Él me miraba con sorna dispuesto a acabar con los que se entrometían en su camino. En el momento que alzo su varita supe que todo había acabado.
