Mi amiga Florencia era muy extraña tenía grandes dientes de conejo comía zanahorias todos los días y como su piel era blanca como la nieve todos le decíamos dientes de conejo era tierna y frágil siempre nos hacía reír con sus ocurrencias aunque no siempre era tan alegre por eso cuando Florencia dientes de conejo estaba triste su lugar favorito era un viejo tótem en el parque me hace feliz verla sonreír verla llorar me hace sentir mal . Cuando éramos chicas ella me conto que deseaba ser una gran veterinaria y hoy es así cuida animales y en especial conejos nunca voy a olvidar aquellas tardes en el parque que juntas compartíamos de niñas y ahora al pasar por allí en las tardes vienen a mi mente esos lindos recuerdos de nuestra larga y hermosa amistad.
