Los personajes utilizados no me pertenecen sino a SNK-playmore.
Bienvenidos, esta es una nueva historia que espero que tengo una buena aceptación, pondré todo mi empeño en ella, y ojala resulte ser muy interesante a los ojos de los lectores. Debo advertir que esta historia se desarrolla en un universo alterno (AU), pero igualmente incluye elementos habituales de KOF, y por supuesto algunos de sus mejores personajes.
Personajes principales: Iori Yagami, Leona Heidern, Athena Asamiya, Kyo Kusanagi.
Capítulo 1: Como todo empieza.
Oscuro, completamente oscuro, es así como se ve el parque de noche, apenas iluminado por las débiles luces de unos cuantos faroles ubicados a los lados del camino principal, pero que no sirven de mucho, pues la negrura de la noche es la predominante en el lugar. Parecía que esa noche no habría luna, y esto disminuía aun mas la visibilidad.
Ella caminaba con paso presuroso, el ambiente era totalmente tenebroso, mirase por donde se mirase, desde los sombríos bosques adyacentes al camino, con arboles secos, cuyas ramas sin hojas dibujaban aterradoras siluetas que despertaban la imaginación de cualquiera y hacían fantasear cosas tan siniestras como irreales, hasta al mas valiente. Pero ella prefería no pensar en ello y se centraba en llegar rápidamente a su casa sin desviarse del camino empedrado por el cual lastimosamente se veía obligada a transitar, pero es que a nadie le gusta pasar por un lugar como este a tales horas de la noche, casi madrugada.
Seguía caminando cuando tuvo la sensación de que era seguida por alguien, de hecho llevaba esa sensación desde hace mucho rato, al fin se decidió a voltear la cabeza para comprobar si era cierto, pero nada, no vio a nadie por esos lugares.
—"Cálmate, aquí no pasa nada, solo debo apresurarme, ya casi he llegado" —se decía a si misma, pero por mas que intentara calmarse no podía, y de nuevo tuvo la misma sensación, quiso nuevamente asegurarse nuevamente que no había nadie, con igual resultado. Sin dejar de caminar volteaba cada tanto, estaba realmente asustada. Temblaba, al inicio pensó que el frio era el causante, pero el acelerado ritmo de su corazón le hizo ver que la razón verdadera era el miedo.
El viento empezó a soplar con mas fuerza, una fría y sobrenatural brisa se dejó sentir en el ambiente, su instinto estaba activado y le decía que algo no iba bien. Repentinamente escuchó que algo entre los arboles se movió, y en un segundo pudo distinguir a una extraña silueta salir de entre ellos y caminar rápidamente hacia ella. Esto la asustó aun mas, lo mejor era irse, pero antes de que pudiera hacerlo la sombra corrió directo hacia ella, con una mano extendida hacia el frente, parecía que tenia un cuchillo en ella e iba con intensiones de lastimar.
De un salto estuvo a punto de alcanzarla, pero los reflejos de ella fueron lo suficientemente buenos como para evadir la embestida. El sujeto dio en falso y en ese momento la chica pudo verlo mejor, sin embargo no pudo distinguir nada mas que el contorno de la deforme figura, en realidad ni siquiera parecía un humano sino mas bien una especie de animal salvaje. Sea como sea era evidentemente peligroso.
El sujeto se repuso en un momento y fue de nuevo al ataque, la chica con todo lo que pudo, lo evadió nuevamente, pero en esta ocasión fue alcanzada por el filo, provocándole una gran cortadura en un amplia parte del brazo. Ella chillo de dolor pero no por ello se dejaría, ya que en cuanto pudo corrió a todo lo que su aparentemente frágil cuerpo le daba. La sombra la persiguió, pero él no lograba dar en el blanco.
Ella corriendo totalmente desesperada no se fijaba hacia donde iba, así que sin darse cuenta se guió así misma hacia un peñasco, uno muy profundo e inclinado.
—"Oh no, ¿ahora que haré?" —se decía a si misma.
Giro la vista sobre su hombro y lo vio venir a gran velocidad a por ella. En ese momento se preguntó cuales eran las intenciones de ese tipo y los pensamientos que pasaban por su cabeza en ese momento.
Pero a pesar de su desesperación fue lista, ya que en cuanto el tipo se iba acercando, ella se preparaba para evadirlo. Y así lo hizo, él por su propia velocidad no pudo detenerse, por lo que cayó al risco sin más remedio. Sin embargo, durante su cada logró aferrarse a las ropas de la muchacha, rasgando una parte de la camisa y causándole una herida de tamaño considerable en la espalda, casi cae, pero se mantuvo firme. Ni esto evitó la caída del desconocido, que fue en caída libre, con los brazos extendidos y sin hacer ningún ruido.
Esto último aterrorizó a Athena, pero lo más extraño es que nunca lo oyó caer.
—"Mejor me voy de aquí" —pensó, debería marcharse rápido de allí. Aún tenía la respiración totalmente agitada y aún podía sentir los efectos de la adrenalina corriendo a través de su cuerpo.
No sabía que consecuencias tendría esto, pero por ahora todo lo que quería era ir a su casa donde podía sentirse segura, y tal vez olvidar esa pesadilla que acababa de vivir.
Esperaba para ser atendida por el jefe de la policía de la localidad, era una mera formalidad después de todo, sin importar lo que el dijera, su misión era resolver el caso por el que había llegado hasta ahí y eso era algo que nadie debía impedir. Estuvo esperando por cuarenta y cinco largos, larguísimos minutos. Empezaba a desesperarse y no era para menos. Después de un viaje tan largo y cansado cualquiera estaría de un muy mal humor.
Estaba ya muy aburrida, sentía que perdía su tiempo quedándose en ese lugar, por lo que había tomado la decisión de marcharse. Pero para su sorpresa antes de pararse, la oficina se abrió, dejando ver a un hombre y una mujer que salían de la misma, pero que no dejaban de charlar, se les veían muy serios, tratando probablemente asuntos importantes, por lo que ella prefirió ser prudente, además de que no sabia quien de los dos era al que buscaba, así que espero parada desde su lugar a que alguno de los dos reparara en su presencia.
Pasados unos cuantos segundos mas, la mujer, la cual parecía de mayor rango que el hombre, finalmente volteo a verla. La mujer hizo un gesto al sujeto para que la acompañara. Ambos caminaron hacia donde estaba ella.
—¿Usted debe ser la agente que enviaron los del gobierno, cierto? —dijo la mujer mirándola con una leve sonrisa.
—Agente especial Heidern, Leona Heidern, a su servicio —Leona se mantuvo totalmente seria, y no mostro emoción alguna al pronunciar esas palabras.
—Es un gusto, soy Chizuru Kagura, la jefa de este departamento —ambas mujeres se estrecharon las manos —me alegra tener a una persona especializada para el caso.
—Ha sido un largo viaje, pero ahora estoy aquí para ser de utilidad.
—Si, es un viaje difícil para el que no esta acostumbrado, pero ojala podamos trabajar bien.
—Si, espero y podamos resolverlo pronto Señorita Kagura —no parecía muy interesada en estas triviales presentaciones y eso lo notó Chizuru de inmediato —supongo que tendré que ponerme al día con el caso con la mayor prontitud posible.
—Si, la pondremos al día desde ya mismo —la pelinegra volteo la vista hacia su izquierda, donde aun permanecía el hombre con el que había salido discutiendo de su oficina, este se había mantenido al margen hasta ahora —le presento al señor Yagami, él esta bien informado del caso y sabrá ayudarle en todo lo que necesite.
Leona observo por primera vez a el hombre que tenia enfrente, y durante un momento no pudo evitar quedar embobada. Realmente era un monumento de hombre, con solo mirarlo se le notaba un atractivo natural que seguro cautivaría a mas de una. Se dio un segundo para observar los delicados y finos rasgos de su fisonomía, cada una de sus facciones cuidadosamente elaboradas por las manos maestras, sumado a ese sedoso y suave cabello de un rojo tan intenso como el de la sangre. Aun con una floja gabardina, se podían fácilmente observar sus bien trabajados y definidos músculos, entre ellos pecho, hombros y demás. Todo en el parecía combinar en algo cercano a lo que llamarían perfección, o eso pensó Leona. Chizuru notó la actitud de la chica y rió por lo bajo.
Pronto la peliazul se dio cuenta que se le había quedado viendo por un rato, mas de lo necesario quizás, por lo que por fin reaccionó, recomponiéndose y tratando de parecer lo mas seria y natural posible, finalmente realizo el gesto de estrecharle la mano. Para su sorpresa, el hombre pelirrojo solo la miró con extrañeza, primero a ella y después a su mano para después voltear hacia Chizuru con una mirada severa.
—¿Podemos hablar en privado? —dijo después de lanzar una ultima mirada de desprecio hacia la agente. Esta se sintió molesta de que la dejaran con la mano extendida. Además se sintió ofendida por la actitud de Yagami.
—Solo si no es acerca del caso, de lo contrario también lo escuchara la señorita —él chasqueo la lengua molesto y después volvió a tomar la palabra.
—No tengo tiempo para ayudarle, debo proseguir a lo que iba —le replicó ya fastidiado.
—Escúchame, he tomado una decisión, esa es que trabajes junto a ella, te guste o no, quien manda soy yo, así que o acatas o estás fuera —la mujer fue totalmente severa con él, Leona pudo con esto constatar que no era la primera vez que algo así pasaba con él, supuso entonces que seguro y tenía un carácter de los mil demonios. Él solo gruñó —bien desde ahora son pareja, espero me tengan pronto noticias del caso.
Chizuru con estas ultimas palabras regresó por donde vino y cerró su puerta, dejando a los dos jóvenes en un ambiente de lo mas incómodo. Aunque Leona al principio lo vio como alguien atractivo, al ver esa actitud tan impropia de un hombre civilizado, el encantamiento con él se fue como vino. Luego de un largo silencio que a ambos sirvió para analizar al otro, ella quiso decir algo, pero se detuvo al ver que él tomaría la iniciativa.
—La verdad es que no me agradan para nada ustedes agentes que vienen de la ciudad, vienen aquí creyéndose superiores a todo y a todos, hablando improperios y estupideces —su forma de expresarse era extremadamente hostil, ella quiso refutar y decirle lo que se merecía, pero sabía que lo mas prudente a la situación era callar —Chizuru nos ha puesto juntos, así que espero al menos seas lo suficientemente competente.
—Dejo a mis acciones hablar por mi —eso fue todo lo que respondió, tratando de no sonar presuntuosa o provocativa, para evitar mas conflicto con ese sujeto. Él la miro aun con desconfianza y con recelo, pero pareció aprobar...por ahora.
—Sígueme —empezó su camino, a la joven no le quedo de otra que seguirlo —supongo que estas informada de las generalidades del caso.
—Si, múltiples homicidios de chicas jóvenes en diversos puntos del pueblo, en todos se aplicó el mismo modus operandi, de noche fueron increpadas por un sujeto de características desconocidas con un arma cortopunzante y los cuerpos de las victimas fueron totalmente destrozados durante el acto y en muchos casos hubo mutilación —el hombre aunque no apartaba la vista del frente hacia donde caminaba, la escuchaba.
—Si, así es.
—¿Ya identificaron el arma? Creo que eso sería de mucha utilidad —el hombre lanzó una mirada que decía algo como "no me digas". Ella nuevamente ignoró ese detalle.
—No, aún no. La verdad es que ningún arma que esté en nuestra base de datos coincide con las cortaduras de las víctimas, ni tampoco ninguna hoja de algún instrumento casero —mientras hablaban entraban a un lugar que parecía más privado y la iluminación artificial era poca.
—¿Tienen alguna muestra de ADN? —el hombre pareció pensarse por un momento la respuesta a esa pregunta, para Leona fue evidente que le quería ocultar algo.
—No —en definitiva mentía pero Leona prefirió dejarlo por la paz, al menos por ahora.
—Creo significa que no tenemos mucho para empezar, claro además de lo que diga el forense que vio los cuerpos —Yagami la miró de soslayo y dibujo una tenue pero burlesca sonrisa en su rostro. Eso fue al mismo tiempo un recordatorio de su gran atractivo, pero también de su actitud poco grata.
—Aparte de eso, hay algo más —el pelirrojo al fin dejó de caminar y se quedó parado frente a un cristal.
—¿Qué más es lo que tenemos?
—Una testigo —esta declaración dejó a Leona esperanzada. Vio que tras el cristal una chica joven de cabellos púrpura estaba en lo que parecía ser una sala de interrogatorios.
—¿Una testigo? ¿Acaso presenció alguno de los asesinatos? —él la vio un tanto emocionada. El también se emocionó al saber del testigo, pero después supo las circunstancias.
—En realidad no es tan bueno como parece, ella fue atacada, pero de alguna forma logró escapar y no tuvo el mismo destino que las otras chicas —Leona pareció desilusionarse ante esto.
—No es esto lo que esperaba pero igual nos servirá, ojalá y pueda identificarlo —el joven hizo un ligero movimiento de cabeza indicando negación —¿Qué quieres decir con eso?
—Que será más difícil que eso —él tomó una carpeta que estaba en una pequeña mesa —según sabemos su nombre es Athena Asamiya, una chica de dieciocho años, vive en el pueblo y trabaja en un complejo de oficinas, y según lo que dijo fue interceptada por un sujeto con un cuchillo en las inmediaciones del Parque Central, el cual intento muy probablemente asesinarla a puñaladas —la agente escuchaba atentamente cada palabra, memorizando cada una de ellas, y relacionándolas para intentar encontrar alguna pista desde ya —lamentablemente esto ocurrió durante la noche por lo que ella no pudo ver su rostro en ningún momento.
—Ya veo, parece que resolver el caso será complicado —dijo ella sólo por decir.
—Se supone que para eso te trajeron ¿o no? —insinuó de una manera provocativa, intentando hacerla rabiar, pero ella no se enojó ni cayó en la provocación y en lugar de eso mostró determinación.
—Si así es —arrebató la carpeta de la mano del chico —empezaré mi trabajo haciéndole la entrevista ya mismo, después de todo no hay tiempo que perder y que mejor momento que el ahora.
Y así caminó hacia el interior sin importar las miradas de rabia que le diera su par. Lo importante para ella era su misión y si para lograrla tenía que ponerlo en su lugar, eso haría. Aunque hiciera rabietas y siguiera mostrando esa actitud antipática, quien llevaría la batuta en esta investigación sería ella misma.
Y si, Leona es quien lleva la batuta, ella es la que apunta a ocupar el rol protagonista en esta historia, pero también se verá de muchos otros. Esperó que este fic les emocione, si les gusta continuaré escribiéndolo. Con respecto a las parejas que desarrollaré en este fic aún no lo decido, por el momento tengo IorixLeonaxAthenaxKyo xD, ustedes díganme cuales parejas les gustan entre ellos. Dejen algún review haciendo correcciones, sugerencias, elogios o críticas, díganme que les gustaría ver en la historia. A todos les tomaré en cuenta.
Bueno, sin más que decir, cuídense y pasen un buen día (o noche).
