Hace unos días, un lector me envió un fanart de uno de mis Fanfics y me sentí tan halagada que decidí que debía subir otra de las historias que escribí hace tiempo y que nunca me animé a subir. Es otra historia Shun x Ace, ambientada en un mundo diferente más bien como el nuestro pero en una época diferente, ni muy actual ni muy antigua. Por supuesto, esta historia no está totalmente corregida, solo agregué y corregí algunas cosas antes de subirla porque ¡Hace dos años que la escribí! Lo siento y disfruten~

Gracias, Pbbmksart

A few days ago, a reader sent me a fanart from one of my Fanfics and I felt so flattered that I decided that I had to upload another of the stories I wrote a long time ago and that I never decided to go up. It is another story Shun x Ace, set in a different world rather like ours but in a different time, neither very current nor very old. Of course, this story is not completely corrected, I just added and corrected some things before uploading it because I wrote it two years ago! I'm sorry and enjoy ~

Thanks, Pbbmksart

ADVERTENCIA: Contiene Hard, especialmente Yaoi.


Capítulo 1.

Accidente.

Un auto muy lujoso transitaba por las calles de la ciudad, en su interior solo estaban dos personas, la que conducía y la que estaba en el asiento trasero.

- Señor, su pedido ha llegado, pasaremos a recogerlo pronto.

-…- El chico que estaba detrás miraba una libreta que tenía en sus manos, estaba escribiendo algunas notas. Este chico de unos 14 años con sus ojos oscuros y grandes, pestañas largas y labios delgados, su belleza era única y resaltaba más por el largo de su cabello negro que caía sobre sus hombros con una expresividad en su rostro que era inigualable e inquebrantable.

El auto se detiene frente a un bullicioso colegio de secundaria, al frente quedaba una oficina de correos. El chofer sale y el pelinegro no despega su mirada de la libreta, ni siquiera al escuchar los gritos de los estudiantes que cruzaban la calle saliendo de sus clases.

-¡Nos vemos mañana!

-¡Hoy tenemos partido, oh! ¡Haz llegado!

-¡Traje el balón para calentar! ¡Miren el truco que que he aprendido!

- ¡CRASH!~

-Ah… - El pelinegro mira los trozos de vidrio y sus manos rojas aunque solamente se trataba de una pequeña herida para él fue como ver una autentica escena de terror, una gota de sangre cae sobre el papel y en el puesto de al lado un balón de fútbol muy sucio.

-¡Señor! – El chofer regresa de inmediato muy molesto y preocupado, se acerca rápidamente al causante del accidente, lo jala del brazo obligándolo a meterse en el vehículo. Todo fue tan rápido.

-Iremos al hospital señor y luego decidirá qué hacemos con este chico que debe pagar por los daños.

-Si – el pelinegro entrecierra sus ojos con una expresión de dolor – ah…

-¡Oiga, de verdad! ¡lo siento! Fue un accidente, no tengo cómo pagar esto, de… - el chico que no paraba de hablar echa un vistazo al pelinegro que estaba muy pálido – oye, lo siento

-hmm – lo mira fijamente, era un chico con cabello alborotado y su rostro sucio, pero eso no le quitaba que tenía unos bellos ojos color gris y eso era lo que más resaltaba en su rostro tan demacrado.

-¡Tengo un juego importante ahora mismo! – Exclamaba sin ceder, no paraba de hablar y el pelinegro estaba enojándose demasiado.

-Asume tu responsabilidad chico – le dice el chofer.

..

Estaba en el hospital, en la sala de espera el chofer cuyo nombre es Bern y el chico de ojos grises estaban charlando sobre cómo iba a pagar la deuda por los daños del vidrio del auto y la herida del joven.

El chico de cabello negro se acercaba con su mano envuelta en una venda.

-No fue gran cosa – susurra el de ojos grises, de verdad no sabía cómo salir de esta.

-señor…- el chofer se acerca a su joven amo.

-Oye, discúlpame otra vez – dice el chico de ojos grises acercándose también, tratando de lucir preocupado, de por sí se sentía incómodo estando en un hospital con sus ropas sucias.

-Cállate – responde el pelinegro mirando su apariencia andrajosa ¿Acaso era un chico de la calle?

-Señorito Shun, este chico no tiene para pagar los daños, dígame ¿Qué hacemos?

Shun, ese es su nombre, el pelinegro se queda pensativo y luego asiente lentamente – lo pagará trabajando para nosotros – Camina hacia afuera, el chofer vuelve a tomar del brazo al chico con expresión de desconcierto.

-¿Trabajar? – Se pregunta aquel chico y de pronto sonríe -¡Trabajaré!

-Vaya, sí que te alegra trabajar ¿eh? – le dice el chofer

-¡si! Tendré dinero – respondió el chico con una gran sonrisa.

El chofer sonríe discretamente – no pareces tan mal chico – agrega

Luego de viajar largos minutos, el chico de ojos grises se da cuenta de que estaban saliendo de la ciudad y eso le preocupa porque nunca antes había salido de la ciudad, sabía que su padre trabajaba por fuera de la ciudad pero nunca lo llevó a su trabajo, solo le contaba que cuando era pequeño unas cuantas veces lo llevó al lugar donde trabajaba pero no recuerda los detalles.

-¿A dónde me llevan? – Pregunta - ¡¿Es esto un secuestro?! – exclama histérico.

-No, solo vamos a casa de la familia Kazami

-¿Eh? Kazami… - susurra como si ya hubiese escuchado ese apellido en alguna parte -¡¿Y es tan lejos?! – vuelve a exclamar

El pelinegro suspira un poco molesto – Que ruidoso, cállate por favor.

-Oye, hermano, nunca te he visto en el cole supongo que vas a una de esas cosas de élite, se ve que eres un niñito rico – lo mira.

Shun no le responde, solo hace una expresión de molestia no podía creer que este chico no supiera expresarse correctamente.

-Señor como se llame ¿Puedes responderme? – pregunta el chico al chofer

-Me llamo Bern – sonríe – El joven señorito Shun estudia en casa con un maestro certificado.

-¡Ah! Bueno, yo me llamo Ace y tengo 13 años, ¡Es un placer! – El chico sonríe, observa al pelinegro y le extiende la mano – mucho gusto jefesito

Shun lo mira de reojo y lo ignora, ¿Qué hace un chico de 13 años vestido así y solo en la calle? ¿Ni siquiera le preocupa estar con desconocidos como para estar sonriendo así?

-¡Diablos!, que grosero y caradura eres, debes tener mi edad también y te portas como un engreído – responde Ace frunciendo.

-El joven Shun no tiene muchos amigos – menciona el chofer

Shun frunce un poco– Basta de conversaciones

Al poco rato llegan a su destino, unas rejas se abren justo frente a ellos y al fondo se observa una hermosa casa tradicional de 3 pisos rodeada de jardines, kioskos y mucha vegetación al alrededor.

-¡Waaah! – Ace exclama muy fuerte saliendo primero del auto -¡Este lugar! ¡Es increíble! Ya lo he visto antes.

Bern levanta una ceja.

-¡Amo Shun!- una señora sale preocupada al ver que el pelinegro tenía su mano vendada - ¿Qué le ha pasado amo Shun? – se le acerca atendiendo su brazo.

-No te preocupes Nana, no es algo grave – responde Shun.

-¡Ace! – Un hombre se acerca y le llama.

-¿Ah? – Ace se da cuenta y sonríe - ¡Pa'!

-¿Qué haces tú aquí? – el hombre le agarra del brazo con fuerza tirándolo hacia él.

-Creo que me metí en un problema – responde con una sonrisita, como si nada hubiera pasado.

El hombre mira hacia el pelinegro y se inclina, colocando su mano sobre la cabeza de su hijo para que se inclinara también - ¡lo siento joven amo! Tengo un hijo bastante tonto, por favor, perdone.

Shun asiente – Descuide, ya lo hemos solucionado. Nana prepara la tina, por favor.

- Si amo

- ¿Qué fue lo que hiciste Ace? – le susurra su padre

- solo patee el balón, le pegó al vidrio, se rompió y se cortó, no fue intencional

- Pero que tonto eres

El chofer se dirige a ellos – El amo Shun quiere que su hijo compense su accidente trabajando para él por un tiempo indefinido.

- Pero mi hijo es un tonto, no sabe nada sobre cómo ser educado y…

- Es su hijo, no se preocupe. El maestro le enseñara lo básico.

Shun entra a la casa, mientras sube las escaleras susurra – No puedo creer que sea su hijo, es una coincidencia…

-¡Genial! Aprenderé gratis- menciona Ace, su padre lo mira un poco pensativo.

-bueno… supongo que es una casualidad increíble – menciona su padre – si el amo lo decidió así, entonces está bien pero Ace, por favor, compórtate.

-Si – sonríe Ace, pero más por imaginar en todo lo que haría en aquella casa

-respondiste muy rápido – susurra su padre no muy convencido

- Puedes esperar en el cuarto de tu padre hasta que llegue el maestro, te llevaré tu nuevo uniforme.

-¿Uniforme? Está bien, tengo esta ropa toda sucia

-Ven acá, muchacho – su padre lo agarra del brazo y van al cuarto - No puedo creer que ahora trabajas conmigo, más te vale portarte correctamente con el amo, son personas muy diferentes a nosotros, ya lo verás ¿Y qué hacías en la calle? ¿Cómo te dejaron salir, eh?

-No creo que sean diferentes, además ese chico tiene mi edad podríamos ser amigos – Responde y luego piensa – Pedí permiso.

Ace no vivía con su padre, se quedaba en las habitaciones del colegio pero debido a que lo expulsaron durante todo el periodo pasaba la mayor parte del tiempo en la calle. Su padre no era descuidado con él, siempre lo visitaba los fines de semana y lo llamaba para saber cómo estaba, le regalaba cosas y pasaban tiempo juntos cuando estaba libre de su trabajo pero Ace era un chico demasiado energético e independiente, no podía controlarlo cuando se escapaba de los dormitorios.

Tampoco lo trajo a vivir con él en su trabajo debido a que la casa quedaba por fuera de la ciudad y Ace debía asistir a la escuela, ahora todo se había vuelto extraño.

- No creo que sea tan sencillo pero eso espero, el amo es un chico solitario nunca he visto que lo visiten sus amigos lo que me hace pensar que no los tiene.

-¿De verdad?

-sí, eso parece

Ace sonríe, no le importaba mucho pero ahora se sentía feliz porque estaba cerca de su padre y viviría en el mismo lugar. Tampoco le importaba estar en la calle jugando y juntándose con otros niños callejeros, él simplemente era feliz con lo que fuera.


Continuará ...