El Pavoreal y El Dragón.
La vida en la academia Shino es como cualquier otra, hay reencuentros, peleas, romances, primeros besos y sentimientos encontrados, y con el tiempo, excusas estúpidas para no confesar un amor único.
Capítulo uno.
Entrar a la preparatoria es algo difícil, pues comienzas una nueva etapa, tienes nuevos compañeros, nuevos amigos, nuevos amores, nuevos profesores, nuevos problemas. A nadie le faltan los problemas. No importa si tus calificaciones son excelentes, si eres amigo de todos y no peleas con nadie, o si eres el consentido de los profesores, siempre habrá alguien o algo que te cause problemas, ya sea una persona, o peor, un sentimiento.
Sobre todo el amor.
Ese era uno de los problemas más grandes, y los miedos de muchos. Miedo de enamorarse y terminar ilusionado, miedo de ser rechazado, o de que la persona que más quieres te deje porque le aburriste. Normalmente pensarían que es una tontería tener miedo a quedar enamorado, sin embargo no lo es. Porque es por tu propio bien, mejor ahorrarse ese tipo de problemas.
Yumichika suspira al pensar en esto, puede ser absurdo pero no tiene nada mejor que hacer. Es el primer día y falta aún media hora para que el primer profesor llegue… si es que llega a presentarse, después de todo ¿quién querría venir el primer día de clases?. Voltea a ver a su alrededor, se encuentran Renji y Rukia conversando alegremente sobre sus vacaciones, Shinji está molestando a Hiyori y Rangiku habla con Hinamori y Hisagi sobre cómo serían los profesores.
No conoce a nadie más, solamente a los pocos que estuvieron con él en la secundaria y en la primaria, o formaron parte de su vida fuera de esta. Observa a Ulquiorra pensativo, mirando hacia la ventana, Gin está sonriendo como siempre, recargado en la pared de hasta atrás y observando detenidamente a los demás, al igual que él. Sonríe al ver que no es el único haciendo eso.
Vuelve a suspirar.
-¿Te pasa algo, Yumichika?- Escucha la voz de su pequeña amiga Rukia, sonríe y la mira.
-No es nada. Sólo me preguntaba cómo serán las clases ahora, y los nuevos compañeros.
-Seguro haremos muchos amigos ¿Te imaginas las fiestas que haríamos junto con ellos? ¡Sería bastante divertido!- Por alguna razón, Rukia le contagia la alegría y se olvida de las cosas que está pensando. Prefiere conversar con sus amigos sobre tonterías. Rangiku se une a ellos comentando que está segura, Shinji ama a Hiyori y por eso la molesta. Yumichika concuerda.
Con la visión periférica observa a un chico de cabellos naranjas caminar hacia uno de anteojos, y se pregunta cómo diablos hace para tener el cabello tan lindo. Frente a la fila de al lado, está Byakuya, el hermanastro de Rukia. Nunca ha hablado con él, pero lo ha visto las pocas veces que ha ido a la casa Kuchiki, le sorprende que Byakuya esté en esta preparatoria. Hay una chica de cabello negro brillante, muy hermosa y bastante seria.
"Ella sería la versión femenina de Ulquiorra, definitivamente" piensa y voltea a ver a otros lados.
Hay un chico de cabellera blanca, y demasiado bajito para su edad… si es que tiene edad de estar en este salón de clases, sus ojos están cerrados como si ignorara todo a su alrededor. Definitivamente hay caras nuevas y algunas conocidas. Algunos atractivos, otros no mucho. Solo espera no enamorarse de alguno de ellos, no quiere terminar herido.
-Bienvenidos, alumnos de la academia Shino- La voz en las bocinas del techo hace a todos quedarse callados- Antes de que comiencen las clases, quisiera invitarlos cordialmente a que pasen hacia el salón principal, donde les daremos la bienvenida como se merecen, donde conocerán a sus profesores y en qué consiste cada clase. Buenos días.-
-¿Creen que deberíamos de ir ahora?- Pregunta Rangiku. Renji asiente.
-Será mejor ahora, podremos tomar lugares antes que los demás salones de clases- Todos concuerdan con el pelirrojo y salen de ahí.
Los pasillos son largos, la escuela es grande y tiene varios patios y salones. Sonríe al ver que los jardines están muy bien cuidados, hay casilleros para cada estudiante y diversos clubes para unirse e ir en los tiempos libres. Hay biblioteca, sala de música, escenario, y salas de entrenamientos. Mejor escuela no podría haber.
Han pasado 3 horas y ya casi es el almuerzo. Los profesores le han encantado, pues se ve que saben bastante, sobre todo el profesor Ukitake de literatura, Zaraki de historia y su ayudante Yachiru, que se la pasan hablando sobre guerras y peleas legendarias, y Kyoraku de filosofía. Por el momento tienen la clase libre, la maestra de ética sigue enferma y no se ha presentado, en su lugar, la sub-directora Yoruichi les ha dado a algunos los horarios. Vuelve a ver a la chica seria de cabellos negros, "Tal vez no tiene a nadie con quién hablar", así que aprovecha para pedirle los horarios de clases, pues la chica se ve bastante responsable.
-Hola- dice con su voz suave, para no asustar a la joven- Disculpa, ¿tienes el horario de las clases?- La chica lo mira sorprendida, es como si nunca nadie le hubiera hablado.
-Uh, sí claro-solo dice y comienza a buscar en su mochila. Yumichika se sienta en el asiento que está frente a ella, pues está vacío, y espera a que la chica saque la hoja.
-Aquí tienes- Yumichika vuelve su mirada a ella, pues estaba distraído observando a los otros compañeros
-Muchas gracias- dice con una sonrisa- Uh, soy Yumichika Ayasegawa, mucho gusto-La chica corresponde con una sonrisa y le contesta.
-Soy Nemu Kurotsuchi, el gusto es mío- A decir verdad, la chica tiene un cabello bastante bonito y brillante, decide que algún día le pedirá consejos para conservarlo así.
-Iré a copiar esto y ahora te regreso la hoja-
-No te preocupes, tómate tu tiempo- Yumichika se aleja y vuelve a sentarse en su lugar, que está hasta el fondo y es el último de la quinta fila. Siempre le ha gustado sentarse hasta atrás, se escucha menos ruido, es más cómodo y el profesor no ve si estás conversando con tu compañero. Comienza a escribir las horas y los días que toca cada materia. Escribe con cuidado pero no lentamente, pues quiere que su escritura sea lo más bonita posible, él no soporta las cosas feas. Cosas tan feas como el amor.
-Hey, Yumichika- La voz de Shinji no evita que siga escribiendo, tan solo musita un "¿Uuhm?" permitiendo al rubio continuar- ¿Qué dices si saliendo de clases vamos a comer algo? Igual no llegaríamos tarde a casa- Yumichika termina de escribir y lo mira con una sonrisa.
-Claro que sí- Shinji le sonríe y le da unas palmaditas en la cabeza para luego irse a molestar a Hiyori una vez más. Acomoda sus cosas y se levanta, pero choca con alguien.
-Lo siento mucho- Dice Yumichika, su cara en el pecho de la otra persona. Inmediatamente se da cuenta de que es un hombre, es más alto que él y tienen músculos marcados y grandes.
-Yo lo siento no vi por dónde caminaba- El chico tiene una voz muy masculina. Yumichika se estremece un poco. Ambos se voltean a ver. Puede notar que tiene ojos rasgados, pupilas pequeñas y oscuras. Sobre todo que es calvo.
-N-no te preocupes, fue mi culpa, estaba distraído- sonríe de manera nerviosa y se aparta avergonzado. Camina hacia el lugar de Nemu con la mirada en el suelo y trata de pensar en otra cosa.
-Yumichika- Es la tercera vez que Rukia le llama, pero él sigue perdido en sus prensamientos-¡Ayasegawa!- grita finalmente, y es cuando reacciona. Están en la terraza de la escuela, se puede observar lo bonito del atardecer y parte de la cuidad.
-L-lo siento Rukia, estaba pensando en otra cosa-
-Se nota- dice Hiyori mientras toma jugo de manzana-¿Y ahora qué tanto te sucede? Estás bastante raro desde hace rato-
-No es nada, solo que…bueno, choqué con alguien y me vi muy estúpido-
-¿Es por eso?- Dice Rangiku y se ríe levemente- Vamos Yumichika, a todos nos pasa alguna vez, no te preocupes, además alguien tan bonito como tú no puede verse estúpido- Bonito. Esa palabra lo reconforta, así que sonríe y vuelve a platicar con sus amigos.
-Tienes razón, lamento estar así. Por cierto, Shinji- el rubio lo voltea a ver- ¿Crees que pueda invitar a algunas personas a donde vamos a ir después de la escuela?-
-Claro que sí, mientras más personas, más descuento- Yumichika sonríe dulcemente. Invitará a Nemu y a Ulquiorra, pues no quiere que estén solos, él conoce perfectamente la soledad. Pronto se da cuenta de que Renji no está, tampoco Hisagi y Rukia se está yendo con un grupito de cuatro de los mismos compañeros del salón. Un chico alto de cabello naranja, uno de piel morena que supone que por su cabello no ve nada, uno de lentes y una chica de cabello naranja opaco, su cabello es largo y es bastante bonita. Rukia está conversando con ella solamente, mientras los otros tres chicos observan. Después parece que la peli-naranja la presenta con los demás.
Ahora se pregunta en dónde estará Renji, seguro se llevó a Hisagi con él. A Momo tampoco la ve ahí, pero no se preocupa, la chica es muy ruda, fuerte y valiente, sabe cuidarse sola y a dónde ir por si se pierde en las instalaciones. De pronto su mente regresa a donde estuvo todo este tiempo.
¿Quién era ese muchacho calvo?
-Gracias por invitarme- Dice Ulquiorra a Yumichika. Ambos están esperando a Nemu fuera del laboratorio, pues está convenciendo a su padre para que la deje salir. El hombre resultó ser el profesor de química, Mayuri, es un tipo sobre-protector y dicen que está algo loco, Yumichika se estremece al pensar las cosas que les podría dejar como tarea.
-No es nada, además, te hace falta salir, no salimos juntos desde la secundaria- Yumichika le sonríe y Ulquiorra corresponde, como rara vez lo hace.
-Bueno, sabes que no me agrada mucho socializar, tú eres el único al que realmente le hablo, me refiero a que digo más de 20 palabras en una oración-Ambos ríen levemente.
-¿Debería considerarme afortunado?-
-Claro que sí, eres amigo del chico más sexy del salón- Yumichika ríe con fuerza, pues le agrada bastante que Ulquiorra hable con él con tanta confianza. Ambos ven salir a Nemu y ella les sonríe, dando señal de que tiene permiso de ir.
-¿Creen que les caiga bien a sus demás amigos?- Ulquiorra es quien le roba las palabras a Yumichika.
-Eres muy linda, ¿a quién no le caen bien las chicas lindas?- Nemu sonríe levemente y musita un dulce "Gracias, Ulquiorra-kun". El chico de cabello violáceo sonríe, ya que al parecer Nemu y Ulquiorra se llevan muy bien, ahora dos personas tan calladas eran amigos. Le alegraba haber sido él quien los presentara y que los tres fueran amigos, ese sentimiento le gustaba, sobre todo la calidez en su pecho.
-Concuerdo con Ulqui- Los tres caminan por el pasillo hasta la salida, donde se supone que verá a Renji y a los demás. Por lo que le dijo Rukia, ha invitado a la chica de grandes pechos y a sus amigos también. Matsumoto invitó al chico peli-blanco, por lo que le comentaron aceptó por Momo, dicen que cuando era pequeño, ella jugaba con él. Renji no mencionó nada.
Los tres salieron y Rukia sonrió.
-¡Kurotsuchi-san! ¿Lograste tener el permiso?-
-Sí, mi padre me ha dejado salir esta vez. Dice que depende el con quién me junte y me dejará salir de nuevo- Rangiku sonríe y la abraza, sus pechos chocando en la espalda de la chica, provocando que se sonroje.
-No te preocupes Nemu-chan ¡Nosotros haremos que te deje salir de vez en cuándo! Todo amigo de Yumichika es nuestro amigo- Pasa uno de sus brazos por los hombros de Ulquiorra y lo acerca- ¿Verdad, Ulquiorra?
El chico de ojos verdes sigue serio como siempre- Supongo- dice con simpleza.
-¿Y Renji?- pregunta Yumichika a su pequeña amiga.
-No lo sé, Hisagi y él dijeron que iban a reunirse con otros chicos que conocieron y los traerían para acá- Rukia hace una expresión extraña, como si de pronto hubiera recordado algo-¡Oh! Soy tan descortés, ellos son Orihime Inoue, Uryuu Ishida, Sado Yasutora e Ichigo Kurosaki- Todos se presentan. Yumichika puede ver que Kurosaki es bastante apuesto, alto, delgado y algo enojón. Rápidamente nota la forma en la que ve a Rukia y sonríe, sinceramente espera que Byakuya –el cual está callado y observando algo en su celular- no lo note, si no el chico que acaban de conocer sería polvo en un instante.
La chica linda de pechos grandes se nota muy animada y se presenta a todos con una sonrisa que puede contagiar hasta al más triste, al parecer se hizo amiga de Rukia muy rápido, pues ya le ha prometido salir de compras con ella alguna vez.
Siente unos brazos rodearlo y automáticamente su mente se dirige a una persona.
-Imbécil, estuve buscándote, ¿Dónde estabas?-
-Lo siento, tuve que ir a buscar a los demás- Renji lo voltea, para que pueda apreciar a los otros. Hay un tipo rubio, y su aura no es muy alegre que digamos, está Hisagi junto a él, luego un tipo de gafas oscuras, luego está él. El tipo calvo con el que tropezó. Realmente quiere pedirle una disculpa, pues eso se vio bastante estúpido de su parte, y no quería que los demás pensaran que era un torpe.
-Oh- musita Yumichika y voltea a ver a Renji cuando siente que el calvo lo mira-Bueno, te perdono.
-¿Gracias?-Renji le sonríe de forma tonta y el chico simplemente rueda los ojos y niega con la cabeza, divertido.
-Heeey- La voz de Hiyori hace que todos pongan atención- Si seguimos de amistosos, nos cerrarán las tiendas, y yo tengo hambre-Todos le dan la razón. Caminan derecho, pues Shinji dice que conoce un restaurante cerca de ahí.
Yumichika va callado, caminando junto a Byakuya y Ulquiorra, Nemu ha comenzado a platicar con Rukia y Orihime sobre animales. Renji va junto con los demás, hablando animadamente con el calvo. Sigue preguntándose quién es, de dónde viene, cómo lo conoció Renji, y sobre todo su nombre, pues aún siente vergüenza por lo que pasó hace algunas horas. A lo lejos puede ver una pareja, un chico y una chica peleando.
"Es por eso que yo no me enamoro" piensa y desvía la mirada con frialdad y tristeza.
-Es absurdo ¿no?, yo opino lo mismo que tú- Escucha la voz del Kuchiki mayor y voltea a verlo, Byakuya sigue mirando hacia el frente- Te enamoras, te ilusionan, te usan y adiós, nunca he comprendido eso-
Yumichika analiza las palabras y le alegra saber que no es el único que piensa así.
-Sí. Es por eso que no quiero enamorarme de nadie, no quiero salir lastimado y caer en depresión por celos o cosas así-
-Eres muy listo Ayasegawa- Yumichika sonríe como siempre, con orgullo. Le gustaba mucho hablar con Byakuya, aunque en toda su vida sólo habían hablado de cosas como la educación, la política o cuidado del cabello, además, a ambos les gustaban las flores.
-¿No crees llegar a enamorarte nunca, Yumichika?-Pregunta el chico de ojos verdes.
-Tal vez sí, quién sabe. No estoy listo como para tener una relación-
-Enamorarse no implica tener alguna relación-
-No, pero sí te hace querer estar en una, perder tu tiempo en celos y distracciones, y sobre todo, querer a una persona que tal vez no puedas tener- Dice con una sonrisa y mira hacia el frente decidido- Me conformo con ver a mis amigos felices.
Ulquiorra no dice nada más, simplemente aparta la vista y siente pena por el chico de ojos violeta.
Al final, deciden ir a un café en el centro de la cuidad. Es grande, cómodo y la decoración es fantástica. El ambiente es perfecto, Rangiku animada como siempre, Gin contando historias sobre su infancia con ella, Ichigo molestando a Rukia y Orihime riéndose de ellos. Nemu se ve muy animada hablando con Sado y Uryuu. El único problema era la incomodidad entre él y el tipo calvo. De vez en cuando sus miradas se encontraban o Renji hacía que se acercaran. No era que le molestara, pero… era extraño hasta cierto punto. Yumichika siempre ha sido perfeccionista, se fija en muchos detalles, y hasta ahora, ha contado las veces que se han mirado.
Han sido 12.
Por el momento se distrae hablando con Hiyori sobre diversos sabores de pasteles, tema en el cual el chico de baja estatura, Toushiro Hitsugaya, también opina. Al parecer él y Hiyori no se llevan muy bien, la rubia le ha dicho "Mini-bar pervertido con patas". Momo se ríe junto a Hisagi y su nuevo amigo rubio, Izuru Kira, el cual parece ser muy serio. Yumichika ha notado otra cosa: Hisagi se pasa mucho tiempo viéndolo.
En todo el tiempo que lleva conociéndolo no le ha hablado mucho, solo pocas veces que les ha tocado estar juntos en un equipo de trabajo o que hayan salido con los demás, como ahora. Pero hasta este momento se da cuenta de la manera en que lo mira y le sonríe. Shuuhei es bastante guapo, respetuoso y de temperamento algo fuerte, además de muy idiota "tocando" la guitarra. Definitivamente descarta la idea, y todos saben el por qué.
-Uh, Ichigo- Dice, evadiendo todo lo que ha pasado con los otros dos chicos. El chico de cabello naranja voltea a verlo-¿tienes hermanos?
-Tengo dos hermanas- Ichigo le responde con una sonrisa, el chico parece ser amable y cariñoso si se lo propone, y aunque es algo arrogante, le cae bien a la gente. Además de que su cabello es muy hermoso.
-¿Qué se siente tener hermanos?- pregunta, dando un sorbo a su café. Ichigo le sonríe y su rostro se ilumina.
-Es una maravilla-responde-Mis hermanas, Karin y Yuzu, son lo mejor que me ha podido pasar-
-Aww- exclama Rangiku-Es lo más lindo que he escuchado de parte de un hermano mayor, normalmente los hermanos mayores no opinan eso de sus hermanitas o hermanitos- Yumichika concuerda, y ruega a todos los cielos que no lo compare con Byakuya, su amigo pelinegro no soporta ser comparado con cualquier chico, menos si es uno que se nota que quiere a su hermanastra. El mundo podría explotar y él es demasiado bello como para morir a los 15 años.
-Para eso los hermanos mayores nacen primero, para proteger a los pequeños que vienen después de él- Todos piensan que Ichigo es muy tierno, sobre todo Rukia. Se nota en su mirada un brillo especial, como si estuviera viendo un peluche de Chappy enorme.
El tiempo pasa y apenas son las 6:35 de la tarde, Rukia y Byakuya se van del lugar, ya que su abuelo Ginrei les ha llamado para la cena y no los quiere tarde en la mansión, además, deben hacer tareas. Momo, Kira, Hisagi y Hitsugaya también se van.
-Renji- Yumichika lo llama, y el peli-rojo voltea a verlo –Tenemos que irnos, es tarde y no quiero llegar a descubrir que Zabimaru se comió a Kujaku- Renji le da la razón.
-Cierto- se levanta de su lugar y se despide de los chicos a los que invitó, el tipo de lentes oscuros y el calvo. Los demás se quedan un rato ahí. Después de pagar la cuenta y salir, le ofrecen a Hiyori acompañarla hasta su casa. La rubia vive en una tienda cerca del edificio donde él vive junto a Renji y Shinji, una tienda donde venden todo tipo de cosas, el dueño, Kisuke Urahara, es un viejo amigo de ellos bastante simpático y muy joven, a lo mucho tiene unos 26 años. Después de pasar un rato con él, acompañan a Nemu a su casa, se despide de ellos y les agradece a Ulquiorra y a él la amabilidad y la oportunidad de pasar un rato con ellos. Les promete volver a salir.
Los cuatro llegan al edificio de departamentos, Ulquiorra y Shinji se van cada uno a su departamento, y Renji, junto con él, al suyo. Los cuatro viven en el mismo piso.
Al abrir la puerta, lo primero que ven es a Kujaku dormido encima de la televisión como buen gato, y Zabimaru, la serpiente de Renji, deslizándose por la sala.
-¿Tenemos tarea?- Pregunta Renji, dejando su mochila en el suelo y quitándose los zapatos.
-Solamente de Literatura- responde Yumichika caminando hacia la cocina para buscar algo de comer. Cuando regresa con un plato lleno de papas fritas, se sienta junto con Renji en uno de los sillones que tienen en la pequeña sala.
-Sabes…-Dice Renji mirando hacia el techo mientras come-Creo que ya superé eso…-
Yumichika sabe perfectamente a lo que se refiere.
-¿A Rukia?- Renji asiente-¿Por qué? Creí que no te darías por vencido-
-Creo que me gusta alguien más- Renji voltea a ver a Yumichika con una sonrisa. El chico de cabello violáceo se sonroja y lo mira con emoción.
-¡Renji, no me digas que…!- Renji ríe entre dientes –Tú tienes un serio problema con los Kuchiki-
-Es imposible de todos modos, dudo que Byakuya se fije en mí, es igual de depresivo que tú- el pelirrojo recibe un golpe en la cabeza. Yumichika simplemente hace un puchero.-Es la verdad, no puedes negarlo- Yumichika desvía la mirada, dándole la razón a su mejor amigo.
-Solo no te des por vencido Abarai -dice con una dulce sonrisa, la cual corresponde el muchacho. Luego de un rato suspira y deja caer su cabeza en el respaldo del sillón.
-¡El amor es tan difícil!- Exclama y cierra sus ojos, como si todo desapareciera a su alrededor. Y como siempre, deja que su amigo narcisista peine su cabello largo y brillante.
-Es por eso que yo no me enamoro- dice Yumichika, con una triste sonrisa.
