Sakume Nohara: Hola a todos! Este es mi primer intento de escribir un fanfiction, espero que les guste! acepto cualquier tipo de sugerencia! asi que dejen sus reviews por favor!

Este fanfic va dedicado a mis dos mejores amigas que me han apoyado muchísimo: Dejiko-chan y Usagi-chan! Espero que les guste! y quiero ver sus reviews!

Disclaimer: Si yo fuera dueña de CCS créanme que mi historia estuviera siendo pasada en versión anime...y también sería japonesa!nn...y fuera muy rica!o Sakume tiene ojos de estrellitas

Capitulo 1: Quiero ser independiente

Una noche obscura, aunque muchas estrellas adornen el cielo; el clima es fresco, pero no frío. El tiempo esta muy tranquilo en las calles y casas de la ciudad de Tomoeda... en todas las casas menos una...

-¿Por qué no me dijiste antes? ¿Crees que tengo complejo de adivina? ¡Por Dios, Touya, es mi padre!- dijo enojada una muchacha de cabello castaño rubio y ojos verdes a un muchacho alto, de cabello negro, de 29 años.

-¡No te quería preocupar! Dime, ¿Qué iba yo a ganar con eso?- Dijo Touya con aires de alteración.

-Déjame aclararte algo y quisiera que te lo grabaras muy adentro: ¡Tengo 24 años, ya tengo una profesión, un trabajo! ¿No crees que ya va siendo tiempo de que dejes de sobreprotegerme?- dijo la muchacha con una furia inmensa.

- Sakura, no te estoy sobreprotegiendo, sólo quiero lo mejor para ti, eres mi hermana y por eso no quiero que te llenes la cabeza de preocupaciones. ¿Ves? Yo sabía que te ibas a poner de esta manera cuando te enteraras de lo que le pasó a mi papá- le dijo Touya con una calma envidiable para Sakura.

-¿Quieres que salte de emoción?- dijo Sakura con sarcasmo- No es para menos que me ponga así luego de que mi padre se desmayara

-¡Pero si era obvio que le iba a pasar eso! ¿Qué persona que tenga fiebre y vaya a trabajar bajo el sol no le pasaría algo similar?

Debía aceptar que su hermano tenía razón, pero eso aún no explicaba por qué no le había comunicado nada de lo ocurrido a su padre. Si no hubiera sido porque se le ocurrió salir un poco más temprano de su reunión en casa de su amiga Tomoyo no se hubiera enterado.

-¡Touya debiste habérmelo dicho! De todas maneras es mi padre y tengo derecho a saber que le sucede al igual que velar por su bienestar.

-Eres una niña a pesar de que ya tienes 24 años, te hubieras asustado y te hubieras puesto a llorar. No tienes la madurez suficiente para este tipo de asuntos- dijo Touya despectivamente.

-¿Qué te ocurre? ¿Cómo que no tengo la madurez suficiente? ¡Yo soy capaz de mantenerme yo sola sin la ayuda de nadie, tengo un trabajo y emocionalmente también soy madura!

-Pues eso habrá que verlo para creerlo

-¡Pues ya verás! De alguna forma te lo demostraré

-¿Y cómo piensas hacerlo?

- Me iré a vivir sola.

-¡¿Qué?!- se escuchó una voz que provenía del pie de la escalera

Sakura corrió a donde se pudo oír la voz y abrazó a un hombre de cabello del mismo color que ella.

-Papá, ¿te encuentras bien?- preguntó Sakura sin separarse de su padre.

-¡Pues claro que sí! El arqueólogo Fujitaka Kinomoto es fuerte como un roble- dijo poniendo los brazos hacia arriba enseñando sus músculos.

-Papá, estás enfermo. No debes arriesgar tu salud de esa forma- dijo Sakura con voz de preocupación.

-Si ahora me tratan así imaginen cuando sea viejo. Pero bueno, de cualquier manera, quiero que me expliques eso de "Me iré a vivir sola".

-Pues, padre, lo que sucede es que mi muy-grandioso-hermano cree que no tengo la madurez suficiente para afrontar cualquier tipo de situaciones y le dije que demostrarle que si puedo voy a mudarme y vivir por mi propia cuenta- dijo Sakura con seguridad.

- Pero te apuesto a que en menos de un mes viene de regreso a casa- dijo Touya adoptando una actitud de sabelotodo.

-Pues sabrás que no, yo lo lograré.

- Sakura, antes de que sigas: ¿ya sabes dónde te mudarás?- preguntó el señor Kinomoto.

-Eh...pues...no...Jejejeje-dijo Sakura riendo nerviosamente.

-Inmadura- dijo Touya mirando hacia el techo.

-¿Qué dijiste?- preguntó Sakura enojada con un puño levantado.

- Lo que me escuchaste monstruo, eres una inmadura- dijo sonriendo satisfecho.

-¡No soy un monstruo!- dijo Sakura pisándole el pie a Touya.

-¡AAAAYYY!-gritó Touya al sentir el pisotón.

El Sr. Kinomoto rió mientras estos se miraban el uno al otro – ustedes nunca cambiaran niños...ninguno es lo suficientemente maduro y me imagino que nadie lo es... Bueno pero de cualquier manera, Sakura, averigua bien sobre algún apartamento.

-¡¿Qué?! ¿La vas a dejar irse a vivir sola?- preguntó Touya enojado

-Pues claro, si quiere ser independiente lo será, ¿o no es eso lo que quieres, Sakura?

-¡Sí! Quiero ser independiente

-Pues está decidido, te mudarás en cuando consigas un apartamento.

-¡Woooooohoooo!-dijo Sakura saltando

-¡Noooooooooo!-gritó Touya agarrándose la cabeza

-Bueno, ya me voy a dormir, hasta mañana- dijo Sakura mientras dio un beso a su padre y a su hermano en la mejilla.

-Padre pero...-fue interrumpido por su papá

-No te preocupes...esta experiencia la ayudará mucho, ya lo verás.

Sakura fue a su habitación y se tiró a su cama. Su cuarto era acogedor, tenía una ventana grande y una cama pequeña, pero muy cómoda. En su escritorio tenía fotos de ella, su hermano, su papá, sus amigos y...su madre... ¡Cómo olvidar aquella mujer! Era una mujer hermosa, joven, de cabello largo, crespo y grisáceo, pero no tenía nada que ver con su edad, pues esta tenía 27 años cuando falleció. Le escribió muchas cartas sabiendo que a los 3 años, cuando murió su madre, todavía no iba a entender lo que decía. Su padre le explicó que su mamá era una persona que siempre pensaba en el futuro y por eso pensaba en consejos que se le ocurrieran para que llevara una vida digna de admirar. También encima de su escritorio tenía una computadora. Al verla esta se dirigió a ella y se conectó a Internet. Ahí se encontró con su amiga Tomoyo:

-¨¨¤Sakkie¤¨¨- dice: Hola Tomoyo! Como estás?

--Cheeriegirl-- dice: Hola! Muy bien gracias! nn...Oye, pensé que te sentías mal...que pasó? Te fuiste muy rápido de mi casa...

-¨¨¤Sakkie¤¨¨- dice: Pues sí, la verdad sí me sentía mal, pero no sabes lo que ocurrió...

Sakura le escribió todo lo que ocurrió, desde cuando se enteró que su papá estaba enfermo al ver al doctor salir de su casa, hasta cuando le dijeron que podía vivir sola.

--Cheeriegirl-- dice: No te creo! Vas a vivir sola? Pero si nunca antes has vivido sola! Si te ocurre algo quién estará allí para ayudarte!...No sé, creo que debes pensarlo bien...

-¨¨¤Sakkie¤¨¨- dice: Ay! Tomoyo! Para la preocupación! Siempre hay una primera vez para todo. Veré como me va por los dos tres primeros meses, después de ahí tomaré una decisión.

--Cheeriegirl-- dice: Bueno, tu sabrás lo que haces, pero recuerda que el que escucha consejos llega a viejo!

-¨¨¤Sakkie¤¨¨- dice: Sí! No te preocupes! -'... oye por cierto, ayúdame a buscar apartamentos; créeme que me ayudarías muchísimo si lo haces.

--Cheeriegirl-- dice: Esta bien, te voy a ayudar! Pero tu duerme! Si te sentías mal no creo que se te haya pasado tan rápido!

-¨¨¤Sakkie¤¨¨- dice: Tienes razón! Todavía me duele la cabeza!...bueno, en tal caso buenas noches!

--Cheeriegirl-- dice: Hasta mañana! Buenas noches! Dile a tu papá que deseo que se recupere!

-¨¨¤Sakkie¤¨¨- dice:

Sakura se desconectó, se puso su pijama y se fue a dormir. Mañana le esperaría un largo día en el trabajo como siempre...

Amaneció y como parte de su rutina diaria, Sakura se levantó tarde para ir a trabajar...

-Aaaaaaaaaaaah!!!!-se escuchó un gritó muy agudo que provenía del piso de arriba.

-Para variar...el monstruo se levantó tarde-dijo Touya moviendo la cabeza de un lado al otro.

-¡Te escuché Touya!-gritó Sakura desde el piso de arriba.

Pasados 2 minutos, Sakura entró corriendo al comedor.

-Buenos Días- dijo con un saludo general.

-Buenos días hija- le dijo el papá con una sonrisa de oreja a oreja, sirviéndole el desayuno.

-Papá, no te molestes en servirme el desayuno, estoy demasiado tarde; si me quedo a comer no llego, pero de todos modos gracias-dijo Sakura dirigiendo una sonrisa a su padre- me voy a llevar un pan tostado y créeme que me bastará.

-Las viejas costumbres nunca cambian, ¿verdad monstruo?-dijo Touya sonriendo para sí mismo.

-¡Aaaarrrg! ¡Déjame tranquila!-le gritó a Touya-¡Ah! Por cierto Touya, ¿crees que me podrías llevar al trabajo?

-¿Y que le pasó a tu carro?- preguntó Touya arqueando una ceja.

-Está en el taller. Lo llevé ayer para que le arreglaran sus desperfectos... Vamos Touya, llévame por favor- le dijo Sakura poniendo cara de perrito triste.

-Bueno, bueno, está bien. Pero te advierto que antes de llevarte tengo que ir a buscar a Kaho-le dijo Touya

-No hay problema. Sabes que tu novia me cae muy bien...la verdad es que es lo único bueno que tienes-comentó Sakura.

-Sabes, Sakura, el ejercicio es bueno para ti; ¿por qué no te vas caminando?-le dijo Touya tomando las llaves de su auto y saliendo por la puerta del frente.

-Bueno, papá, ya me voy antes de que me deje Touya- dijo Sakura a su padre y le dio un beso en la mejilla-nos vemos- tomó sus cosas y salió corriendo por la puerta gritando- ¡Hermanito! Tú sabes que te quiero muchísimo...

-¡Ay Dios mío! Nunca cambiarán-dio el señor Fujitaka riendo.

Touya y Sakura se fueron a buscar a Kaho. Ya cuando estaban en el carro, Kaho empezó a hablar enérgicamente con Sakura. Las dos muchachas estaban a gusto conversando de cualquier tema que les viniera a la mente. Touya, a decir verdad, estaba muy angustiado porque sabía que tarde o temprano hablarían sobre, eso.

-Kaho, ¿y cuándo se piensan casar?-dijo muy emocionada Sakura.

Exacto como Touya lo esperaba, estaban hablando sobre aquel tema que tanto le aterraba: el matrimonio. No es que Touya no quisiera a su novia, al contrario, la amaba con todo su corazón; sólo que no se sentía preparado para dar semejante paso. Aquella palabra le parecía muy importante, aparte que estaba un poco preocupado sobre como sería su vida con su esposa, digo, novia. De repente una voz lo sacó de sus pensamientos...bueno, no era una voz, era un grito.

-¡TOUYA!-gritaron al unísono Kaho y Sakura. Por andar metido en sus pensamientos había dejado de ver hacia donde se dirigía, estuvieron a punto de estrellarse contra un poste de luz eléctrico.

-Touya, ¡Por Dios! ¿Quieres prestar más atención al camino en vez de estar pensando en Dios sabe que?-gritó Sakura respirando fuertemente. Finalmente llegaron al trabajo de Sakura; tomó su cartera y bajó del X-trail rojo de su hermano.

-Sakura, nos vemos pronto, cuídate mucho-dijo Kaho sonriendo.

-Hasta luego Kaho, igual-exclamó con una gran sonrisa en el rostro.

-Monstruo, entra ya que estás tarde- Touya le mostró su reloj-casi no llegas a tiempo.

-Mejor dicho, ¡casi NO llego!- dijo mirando fuertemente a Touya, haciendo énfasis en la palabra no-bueno, ya me voy, hasta luego.

El edificio donde trabajaba Sakura era alto, de 14 pisos para ser exactos. Tenía en la parte de afuera letras grandes que decían: Compañía Distribuidora Tomoeda, CDT para corto. Como todos los días, Sakura entró saludando a la recepcionista, la Sra. Higurashi. Era una señora de unos 40 años quien siempre estaba jovial y alegre. Era quien transmitía todos los chismes de la compañía, o como ella decía "pequeños comentarios".

-Sakura-dijo la señora Higurashi-escuche un pequeño comentario acerca de un nuevo empleado. Dicen que viene de China y está aquí por influencias de su madre.

-Qué bueno, espero que pase un buen tiempo en Japón-comentó ella sin prestar mayor importancia.

-Lo que ocurre-murmuró en voz baja a Sakura-es que dicen que quieren ponerlo en tu puesto.

Al escuchar esto fue como si le hubieran tirado agua fría.

-¡¿Qué?!- gritó Sakura- ¡No lo puedo permitir!

Salió disparada hacia el elevador. Este se detuvo en el piso Nº 12. Apenas se abrió la puerta, una muchacha de cabello rizado negro, alta y esbelta trató de saludarla, pero ésta pasó más rápido dejando a su secretaria con la palabra en la boca. Apenas entró a su oficina encontró a un muchacho de cabello castaño oscuro, un poco alborotado, alto y de ojos café.

-¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí?- preguntó Sakura entre cerrando sus ojos.

-¡Vaya! ¡Pero qué amables son los japoneses!-dijo con un tono de voz sarcástico.

Repentinamente entró una muchacha blanca, de cabello grisáceo ondulado, de nombre Tomoyo a la oficina de Sakura.

-Oye, Sakura, mira estos diseños y dime...-Tomoyo dejó de hablar cuando vio que la mirada de Sakura se desviaba. Cuando siguió la vista de Sakura observo a aquel muchacho.

-¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí?- preguntó Tomoyo ahora.

-¡Dios! Otra-dijo el muchacho rodando los ojos.

-¡Exijo una explicación! Dime tu nombre-dijo exasperada Sakura.

-no veo porqué hacerlo, aparte que no me interesa conocerte- le dijo fríamente dándole la espalda.

-¡¿Acaso no sabes que no le puedes dar la espalda a una dama?! ¡¿Qué tipo de educación tienes?!- Sakura ya estaba totalmente enojada. El sólo la miro con la misma mirada fría y seria de la vez anterior.

-Mi educación es superior a la tuya. Nunca puedes comparar tu educación con la educación China-la miró fijamente-y yo respeto a las damas...claro, siempre y cuando haya una en frente mío, y en este momento no veo a ninguna.

Sakura sentía que la sangre le subía a la cabeza. Estaba roja, ¡Del enojo! Se encontraba apunto de lanzarse contra él, pero su amiga Tomoyo la detuvo.

-Sakura, ¡cálmate! Así sólo empeoraras las cosas- le dijo tomándola de los hombros.

Repentinamente entró un señor a la oficina. Era bajo, un poco gordito, de cabello chocolate. Se le podían calcular unos 45 años. Observaba el espectáculo que tenía al frente un poco desconcertado.

-¿Qué ocurre aquí?-dijo en un tono de voz muy fuerte.

Todos los presentes voltearon su cabeza hacia la puerta.

-¡Sr. Chang! ¡Explíqueme quién es este hombre!-dijo Sakura señalando al muchacho con el dedo.

-¿Sabes? Señalar con el dedo también es de mala educación-dijo sonriendo para sí.

-¡Me estás haciendo perder la paciencia!-dijo Sakura apretando los puños.

-¡Basta!-gritó el Sr. Chang-¡no quiero peleas aquí! Por lo visto no se han presentado. Bien, Sr. Li, ellas son las señoritas Daidouji Tomoyo y Kinomoto Sakura.

-Un placer-dijo el Sr. Li manteniendo el mismo tono frío. Tomoyo hizo una pequeña reverencia mientras que Sakura sólo volteó la cara. Al ver esto, Li sólo emitió un pequeño gruñido. Debido a esto el Sr. Chang se dio cuenta que no se llevaban bien.

-Este muchacho que ven aquí-comentó- es mi sobrino Li Syaoran, viene de Hong Kong. Srta. Kinomoto, Sr. Li, espero que se lleven mejor, ya que van a trabajar juntos de ahora en adelante.

-¡¿Qué?!- gritaron los dos al mismo tiempo.

Fin del primer capítulo

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