Hola Gente hermosa! Acá les traigo un Son Fic! Inspirado en la canción Dígale de David Bisbal.
Esta situado en luna nueva y es lo que hubiese pasado si Bella no salta del acantilado… o eso le dijo Edward a Bella… que si no hubiese pasado lo de Volterra el igual estaba tan desesperado por volver a verla que no hubiese pasado mucho tiempo mas lejos y que hubiese vuelto implorando su perdón …
Bueno ahí les va. Espero les guste. Besotes
Dígale
Por David Bisbal
No ha podido olvidar mi corazón
aquellos ojos tristes
soñadores que yo amé.
La dejé por conquistar una ilusión
y perdí su rastro
y ahora sé que es ella
todo lo que yo buscaba.
Y ahora estoy aquí
buscándola de nuevo y ya no está
se fue.
Tal vez usted la ha visto
dígale..
que yo siempre la adoré
y que nunca la olvidé
que mi vida es un desierto
y muero yo de sed.
Y dígale tambien
que sólo junto a ella puedo respirar.
No hay brillo en las estrellas
ya ni el sol me calienta..
y estoy muy solo aquí
no sé a dónde fue
por favor dígale usted.
Fueron tantos los momentos que la amé
que siento sus caricias
y su olor está en mi piel
cada noche la abrazaba junto a mí
la cubría de besos
y entre mil caricias
la llevaba a la locura.
Y ahora estoy aquí
buscándola de nuevo y ya no está
se fue.
Tal vez usted la ha visto
dígale...
que yo siempre la adoré
y que nunca la olvidé
que mi vida es un desierto
y muero yo de sed.
Dígale tambien
que sólo junto a ella puedo respirar
no hay brillo en las estrellas
ya ni el sol me calienta...
y estoy muy solo aquí
no sé que donde fue
por favor dígale usted
dígale.
Edward Pov
Cada día que pasaba era una agonía más, las ansias de verla, de tocarla, de sentir el calido y perfumado aroma a fresas y fresias de su piel, su pelo; de mirar sus ojos y poder perderme en esos estanques de chocolate fundido… Dios! como ansiaba su rosada boca y despertar el furioso rubor que cubría su rostro cada vez que la tocaba… pero me había prometido alejarme, era lo mejor, mi mundo y el suyo eran incompatibles.
Ya habían pasado seis meses desde la última vez que la vi. Ese aciago día en que decidí terminar con ella, de apartarme de su vida, pensando que con ello estaba haciéndole un bien. Sabia que no podría vivir sin ella, pero eso no importaba, saberla a salvo y segura era mas valedero que mi egoísta necesidad de estar con ella.
Y así, a pesar de mi promesa, ahora me encontraba nuevamente en Forks, volviendo a ella, esperando, anhelando verla, tocarla y muy en el fondo…. El milagro de su perdón!
El dia era gris, y lluvioso, como el 99% de los dias en Forks. Las calles estaban vacias. Mientras caminaba lentamente, repasaba en mi cabeza una tras otras las últimas frases que intercambiamos aquel día.
—Bella, nos vamos.
Inspiré profundamente. Vi sorpresa en sus ojos.
—¿Por qué ahora? Otro año...
Que podía decirle… no la verdad.
—Bella, ha llegado el momento. De todos modos, ¿cuánto tiempo más podemos quedarnos en Forks? Carlisle apenas puede pasar por un treintañero y actualmente dice que tiene treinta y tres. Por mucho que queramos, pronto tendremos que empezar en otro lugar.
Una sombra de confusion nublo sus calidos ojos. Pocos segundos después volvio a clavar su mirada en la mia.
Yo se la devolví con frialdad.
—Cuando dices nosotros...
—Me refiero a mí y a mi familia. — dije de forma separada y clara.
Sacudió su cabeza de un lado a otro mecánicamente, como intentando aclarar sus ideas. Esperé sin mostrar ningún signo de impaciencia. Unos minutos después volvio ha hablar.
—Vale —dijo decidida —. Voy contigo.
—No puedes, Bella. El lugar adonde vamos... no es apropiado para ti. — trate de convencerla.
—El sitio apropiado para mí es aquel en el que tú estés. — no era cierto. Mi cercania era su mas inmediato riesgo.
—No te convengo, Bella. — que gran verdad era aquella.
—No seas ridículo — quiso sonar enfadada, pero sólo conseguío parecer suplicante— Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
—Mi mundo no es para ti —repuse con tristeza.
—¡Lo que ha ocurrido con Jasper no ha sido nada, Edward, nada!
—Tienes razón —concedí—. Era exactamente lo que se podía esperar.
—¡Lo prometiste! Me prometiste en Phoenix que siempre permanecerías...
—Siempre que fuera bueno para ti —la interrumpí para rectificarla.
—¡No! ¿Esto tiene que ver con mi alma, no? —gritó furiosa y suplicante a la vez— Carlisle me habló de eso y a mí no me importa, Edward. ¡No me importa! Puedes llevarte mi alma, porque no la quiero sin ti, ¡ya es tuya!
Respire hondo una vez más y clave la mirada ausente en el suelo durante un buen rato. Su esencia lleno todo mi ser y la dolorosa sed que quemaba mi garganta no era nada comparado al dolor de mi muerto corazón.
Si, su alma era lo más importante para mí. Yo era un ser condenado a vagar en las sobras, a vivir eternamente con la necesidad salvaje de beber sangre… y su sangre era como una droga para mi, ella era mi marca personal de heroína.
Tenia que asegurarme que me creyera que se desilusionara de mi. Ya habia tomado la decisión y era hora de llevarla a cabo aunque en el proceso perdiera cualquier rastro de humanidad que hubiese podido conservar en mi muerto caparazón.
—Bella, no quiero que me acompañes —pronuncié las palabras de forma concisa y precisa sin apartar mis ojos fríos de su rostro, el mensaje era claro " ya no te quiero";
Pensaba que sería casi imposible convencerla, que se dará cuenta fácilmente de la verdad, y tendría que soltar una mentira tras otra durante horas para apenas plantar la semilla de una duda en su cabeza.
Nos quedamos en silencio. Y para mi asombro me pregunto:
—¿Tú... no... me quieres? — mantuve la mirada imperturbable, ¿me había creído?
Pensando en que estaba por decir la más negra de las blasfemias, le respondí:
—No.
Me miró, tratando de leer la verdad en las profundidades de mis ojos. Pude leer claramente el mensaje de los suyos, implorándome "retráctate", pero no lo haría.
—Bien, eso cambia las cosas — dijo tranquilamente. Estaba aturdida. La había convencido, pero yo aún no estaba listo para decirle adiós. Tenia que asegurarme que ella estaría bien, que se cuidaria, que se debía olvidar de mi.
Miré a lo lejos, entre los árboles, no podía mirarla a la cara, me delataría.
—En cierto modo, te he querido, por supuesto, pero lo que pasó la otra noche me hizo darme cuenta de que necesito un cambio. Porque me he cansado de intentar ser lo que no soy. No soy humano — la miré de nuevo; ahora, sin duda, las facciones heladas de mi rostro no eran humanas—. He permitido que esto llegara demasiado lejos y lo lamento mucho.
—No. No lo hagas.
Tenia que seguir, una mentira más, el golpe final.
—No me convienes, Bella.
Aguarde con paciencia. Mi rostro estaba desprovisto de cualquier tipo de emoción. Que fácil resultaba parecer una estatua a los de mi especie. Aunque para mí en este momento me resultase la más difícil de las hazañas.
—Si... es eso lo que quieres.
Asentí una sola vez. Era conciente del dolor que le estaba ocasionando.
Yo la ayudaría, borraría cada uno de los recuerdos materiales de mi paso por su vida, solo dejando el recuerdo de mi existencia en su mente…
Pero antes debía asegurarme que se cuidaría…le arrancaría una última y egoísta promesa.
—Me gustaría pedirte un favor, a pesar de todo, si no es demasiado.
"No, bella, no sufras, que egoísta soy, soy una maldito demonio, no sufras mi amor, perdon , perdon…"
Mi angustia debió reflejarse en mi rostro ya que no puede esconder todo el dolor que sentía.
Trate de enfocarme, logré controlar las facciones y recuperar la máscara de serenidad antes de que ella fuera capaz de descubrirme.
—Lo que quieras —prometió, con la voz ligeramente más fuerte.
Mis ojos helados se derritieron mientras le miraba y el oro se convirtió una vez más en líquido fundido que se derramaba en los suyos, quemándola con una intensidad sobrecogedora.
—No hagas nada desesperado o estúpido —le ordené, sin mostrarme distante—. ¿Entiendes lo que te digo?
Asintió sin fuerzas.
Endurecí otra vez la mirada, mostrándome distante.
—Me refiero a Charlie, por supuesto, te necesita y has de cuidarte por él.
Asintió de nuevo.
—Lo haré —murmuró.
Me relaje un poco.
—Te haré una promesa a cambio — era lo justo, promesa por promesa—. Te garantizo que no volverás a verme. No regresaré ni volveré a hacerte pasar por todo esto. Podrás retomar tu vida sin que yo interfiera para nada. Será como si nunca hubiese existido.
Sentí como su corazón aceleraba su ritmo. Haciendo que su sangre cantara para mi...
Sonreí con amabilidad.
—No te preocupes. Eres humana y tu memoria es un auténtico colador. A vosotros, el tiempo os cura todas las heridas.
"No como a nosotros…" pensé sarcásticamente.
—¿Y tus recuerdos? — preguntó. Ella podía leer mi mente…
—Bueno — no le mentiría, no totalmente —. Yo no olvidaré, pero los de mi clase... nos distraemos con suma facilidad.
Sonreí ante tanta ironía, pero a pesar del aplomo exhibido, la alegría de mis labios no me llegó a los ojos. Me alejé un paso de ella.
—Supongo que eso es todo. No te molestaremos más.
—Adiós, Bella —dije entonces con voz suave, llena de calma.
—¡Espera! —espetó mientras intentaba alcanzarme.
Durante un momento me acerque ansiando sentir su piel una vez más.
Y tome sus muñecas como mis manos heladas y las inmovilicé a sus costados. Me incliné para acariciar ligeramente su frente con mis labios durante un segundo apenas perceptible. Se me cerraron los ojos.
—Cuídate mucho — y solté mi frío hálito sobre su piel.
Salí disparado hacia el bosque con el recuerdo quemante de su delicioso e intoxicante aroma ardiendo en mi garganta.
El amor, la vida, su sentido... todo se había terminado.
Seis meses después, luego de pasar la mayor parte del tiempo en agonía y un poco en el pésimo intento de rastrear a Victoria, volvía a busca a Bella.
No sabía que es lo que iba a decirle, pero tenía que recuperarla…
Fin
Edward es mi mayor inspiración!!!!
Me dejan un review con sus comentrios!!!!!???? Por fa!!!!!!
Besos XOXOXOXOXOXO
