Mi regalo de Navidad
Por Nerckka Andrew
Los personajes no me pertenecen, son de sus respectivos autores yo sólo quiero pasar un buen rato con vosotras y disfrutar de la magia de crear… Y todo sin fines de lucro, sino por el puro placer de compartir con todas nuestro amor por esta bella pareja "Albert y Candy". Un beso a todas y feliz Navidad.
Se que les debo los siguientes capítulos de "Nuestro amor… lo descubrimos en Londres" no lo he olvidado… pero este año ha sido un poco difícil para mi, de hecho también me operaron del nervio cubital en julio ya que no tenia sensibilidad en dos dedos de la mano izquierda… eso entre otras cosas. Espero pronto ponerme al día con el fic, lo quiero mucho y no lo dejaré sin terminar. De momento les dejo este reto, es minific de Navidad para mi grupo de ALSS. Va con mucho cariño y espero que les guste, son tres capítulos, hoy entregaré dos y el último está en proceso.
¡Feliz Navidad a todas! Con cariño Nerckka Andrew.
Navidad 2017.
Mi regalo de Navidad
CAPÍTULO 1
George entregaba personalmente las invitaciones para la gran cena de Navidad de los Andrew a los socios del corporativo y personas más importantes de la ciudad, le quedaba la última invitación, la de Candy y su familia… Aún recordaba el día que la rescató en México para llevarla a la mansión Andrew, lejos quedaron aquellos días en que sufría los desprecios de los Leagan, y ahora que por una simple casualidad del destino él descubrió a su verdadera familia, por fin esta dulce y tierna joven podía disfrutar de verdad de una vida completa junto a su madre y hermano. Y ahora era ya la oportunidad que pudiera presentarse ante la sociedad como la joven dama que era en realidad. Candice Isabella Fitzgerald Schomberg, originaria de Irlanda e hija de los Duques de Leinster. Cruelmente arrebatada a sus padres a causa de una intriga por la sucesión del Ducado de Leinster, los jóvenes duques tuvieron mellizos y por confusión se raptaron a la niña en lugar del heredero. Ahora después de años la búsqueda había llegado a su fin, aunque desgraciadamente Lord Maurice Fitzgerald había muerto antes de conocer a su hija.
En la mansión de los Fitzgerald Candy estaba repasando por enésima vez el árbol genealógico de su familia, si cuando estudio la ascendencia de los Andrew le pareció un tema sin mucha importancia, ahora todo era diferente… cada personaje era suyo, padre, abuelo, bisabuelo, tatarabuelo… La historia de su familia era apasionante e iba llenando su corazón de tesoros inimaginables y no por que perteneciera a una rancia familia de Noble apellido, no, no era eso, sino por que ella tenía un pasado y un origen, le daba igual que fuera una familia humilde o rica pero era su unión con alguien que eran parte de ella por su misma sangre, tenía una familia que la quería y siempre la había buscado. Ella tenía a sus amigos y los quería con locura, haría cualquier cosa por ellos y todos lo sabían, pero tener a una familia… a una madre era diferente.
Pasa algo hija.
Alguien ha llamado a la puerta mamá, y pensaba que por la hora podría ser Albert.
Ya era hora que tu novio hiciera acto de presencia Candy, lleva días sin venir y como no sea formal no daré mi consentimiento para el compromiso.
¡Edward! Sabes que está muy ocupado con los cierres de cuentas de fin de año.
Lo sé hermanita, sólo es que me gusta verte cuando arrugas esa nariz pecosa ¡Te pareces tanto a mamá! – Sin más abrazó a su hermana besándola en la frente – Te quiero mucho Candy y sé que Albert te hará feliz, sólo espero que la Matriarca de los Andrew te acepte y te vea como quien eres en realidad, así que estudia y no cambies.
Lady Amanda miraba a sus hijos orgullosa y con un poco de nostalgia al ver que su esposo no podía disfrutar como ella de esta hermosa visión.
Mi Lord, el señor Johnson desea verlo.
Hazlo pasar Sebastián.
Apenas cruzó las puertas Candy corrió a sus brazos ¡le debía tanto!
George que gusto verlo aquí.
Señorita Candy, está usted cada día más bella.
Mi Lord , Mi Lady. Buenos días, me envía William para darles la invitación para la fiesta de Navidad, son sus invitados especiales.
De eso no tengo duda George – dice el joven Edward guiñándole un ojo a su hermana-
Pero no nos trate con tanto formalismo, le debemos tanto que usted es como un miembro más de nuestra familia. Sin usted y su cariño por mi hija nunca la hubiésemos encontrado.
Le agradezco la confianza Mi Lady, pero éste es mi lugar.
Como quiera, pero ya sabe que siempre pude contar con nosotros. ¿Ya sabe la señora Elroy de nuestra presencia en Chicago? Quisiera darle las gracias por todo lo que hizo con mi hija durante estos años que estuvo con los Andrew.
Mi Lady, William quiere que sea una sorpresa para este día, ya que estará la familia reunida. Como se celebrará en Lakewood le gustaría que llegaran para la comida y así tener algo más intimo y familiar antes de la cena y sin los demás invitados. William vendrá cuando termine en el corporativo para hablar del tema personalmente con ustedes.
George ¡Hoy vendrá Albert!
Si señorita, estos días ha tenido mucho trabajo y ha terminado a horas poco prudente para venir a saludarla, como hoy concluirá todo, podrá venir.
George se fue de la casa de los Fitzgerald recordando el momento en que William hablaba con la señora Elroy de Candy…
¿Ya están todas las invitaciones repartidas William?
Si, y de las más importantes se a encargado George, además también vendrá Candy
William, agradezco mucho a Candy que haya cuidado de ti mientras estuviste con amnesia, pero no confundas las cosas, ella dejó ésta familia y…
Y no me extraña que la haya dejado, usted nunca la ha tratado como un miembro y todo por las influencias de los Leagan, lo sé.
William, no sé que te ha contado Candy pero mi intención siempre ha sido no manchar el nombre de la familia ¡Tenemos un apellido que cuidar!
Y ella jamás lo manchó, Candy no me ha dicho nada fue Archie quien me contó todo. Candy es demasiado noble para pensar mal de alguien. Además Candy a encontrado a su familia. Sus padres son…
Me alegro por ella William, pero no es necesario que me los presentes. Y te advierto que vendrán las mejores familias de Chicago y que hace meses que mandé invitaciones a Escocia, todos quieren conocer al patriarca de los Andrew y desde luego que vendrán las mejores candidatas para que elijas a tu futura esposa, tengo muchos nombres en mi lista dignas para la familia, así que no quiero que te pases el día de la fiesta con Candice, puede venir si quiere, pero tu tienes compromisos que cumplir con tus invitados y una responsabilidad con toda la familia. Hablaré con ella para que no te esté hostigando en todo momento…
¡Tía por favor, cuando va a escuchar! ¡Sólo le importan las apariencias! Y usted no tiene nada que decirle a Candy, ella ya tiene una madre que la guie. Y si mi disculpa ya me voy a la oficina, pero le advierto que no me culpe luego a mi de no decirle las cosas, pues tenía muchas que contarle, cosas muy importantes. Y me alegra que venga la familia de Escocia pues tengo muy buenas noticias que contarles. ¡Adiós!
Recordaba George lo enfadado que se fue William con su tía ¿algún día ella cambiaría? Eso era difícil, se había criado en un ambiente muy distinto, él pero sabía que cuando conociera la verdad reconocería que no había mejor partido para su sobrino que esa rubia pecosa que tantos dolores de cabeza le causó.
William, ya están todas las invitaciones entregadas y Lady Candice está deseando verte – Dice George con una sonrisa pícara en sus labios –
Gracias George, en unos minutos salgo, me ha llamado la tía y me ha dicho que no va allegar a Lakewood hasta la cena ya que viene con los familiares de Escocia, creo que no podré presentarle a la Duquesa de Leinster – dijo Albert un poco abatido – La tía no me deja hacer las cosas bien.
Ya le avisé a Lady Amanda que conocerían a la señora Elroy en la comida.
Tendré decirle lo que pasa
William ella está muy agradecida por que piensa que ella cuidó y crió a Candy como una Andrew más, la señorita es demasiado noble para decir cuanto ha pasado desde que llegó a la casa de los Leagan.
Además sabe que Lady Amanda sufriría mucho, gracias George creo que hablaré primeramente con Candy.
Por petición de la señora Elroy los Leagan están invitados, vienen desde Florida, pero se quedarán en el hotel del pueblo, con eso que vienen tus familiares de Escocia he podido decir que ya están las habitaciones de Lakewood preparadas y la antigua casa prestada a los Leagan también, así que ya no quedan habitaciones disponibles.
Por lo menos estarán lejos, saben que yo no los quiero cerca de Candy. Terminaré esto y me voy, no quiero hacer esperar a Candy.
Por si necesitas algo estaré en mi oficina.
Gracias George.
Pasadas unas horas Candy conversaba con su novio en la biblioteca de la mansión Fitzgerald, sentada cómodamente en sus piernas…
Con las ganas que tenía de pasear por los jardines contigo Bert… parece que va a nevar en cualquier momento.
Princesa ya sabes que en este tiempo en cualquier momento puede caer una borrasca, así que me tendré que ir pronto.
¿Has hablado con la tía abuela?
Si, pero no…
¿Qué quieres decir con eso?
Ya conoces a la tía, es muy especial y aunque te agradece mucho todo lo que has hecho por mi… ella sigue igual. La verdad es que no me importa lo que piense, pero no sé como decirle a tu madre que las cosas no son como ella piensa y cuando se entere de como te ha tratado la tía va a sufrir mucho, cree que has vivido como una Andrew más y cuando se entere que has vivido en un establo…
Albert eso no es tu culpa, y tampoco de la tía abuela. Bien sabemos como son los Leagan y como han influenciado sobre ella. Ella no me conoce como soy, sólo espero que cuando lo sepa me acepte.
Eres tan buena, la tía es una mujer ya adulta y no ha debido de influenciar se por nadie, si así como en los negocios no se fía de nadie y analiza por ella misma todo, en este caso debió de ser igual.
No te preocupes por nada, si llega a suceder hablaré con mamá ella comprenderá aunque no puedo decir lo mismo de Edward, pero lo intentaré.
Te amo Candy y no sabes cuanto me duele todo lo que te a pasado con los miembros de mi familia… y haré todo lo que pueda por subsanarlo.
Candy abrazó fuertemente a su novio y le agradeció por todo su apoyo.
Albert has hecho más de lo que debías en esa época, no podías estar pendiente de mi en cada travesura que hacia Eliza y Neil.
Esas no eran travesuras Candy y lo sabes.
¿Qué te han hecho esos y quienes son?
¡Edward, mamá!
No es nada.
Candy amor, creo que es hora que tu familia se entere de todo.
Pero…
Nada de pero Candy, si algo debemos de saber es mejor que sea ahora. William tú nos dirás.
No tardaron mucho en enterarse de todo, Candy agachaba la cabeza cada vez que Albert contaba una nueva "hazaña de los hermanitos Leagan" ni ella los recordaba todos… Albert trataba de disculparse y disculpar a su tía aunque sabía que no estaba siendo justo.
Bien eso ya pasó y es mejor olvidarlo, ellos son así y ya está. No quiero que se vuelva a tocar el tema, para mi ya está olvidado.
Hija tienes un corazón noble y me enorgullezco de ello, pero hay cosas que no podemos pasar de largo. No por que te hayas criado en un hogar de niños huérfanos merecías que te trataran así, ni a ti ni a nadie.
Se han tomado medidas de esto William.
Si Edward, yo mismo los envié a Florida y están ajenos a los negocios de la familia, aunque son familia de la tía así que les aviso que estarán en la fiesta de Navidad, pero no se quedarán en ninguna de las propiedades de los Andrew.
Bien, entonces se llevarán una sorpresa cuando se enteren que Candy es hija del Duque de Leinster.
Creo William que no iremos a comer a tu casa, no creo que mi hijo se calle frente a la señora Elroy y prefiero llegar para la cena.
Mi tía no estará, así que pueden llegar temprano. Ella vendrá directo de Chicago con mi familia que viene de Escocia.
Buena jugada la de tu tía cuñado… creo que su jugada le saldrá de oro, si harás lo que pienso yo te apoyo – dice a Albert dándole la mano –
Gracias Edward, la tía se llevará una sorpresa.
De qué hablan ustedes dos.
Ya lo sabrás hermanita – le dice abrazándola y dándole un beso – Por lo pronto ve eligiendo un bello vestido que ese día estarás radiante.
Candy me olvidaba – comenta Albert – Patty a confirmado su asistencia y vendrá con su abuela Martha – No le dio tiempo a terminar y Candy ya corría a sus brazos
¡Bien! Gracias Albert por acordarte de ella. Ellas se quedarán con nosotros ¡Tenemos mucho que hablar!
CONTINUARÁ…
