A LA FUERZA
Lo que él sentía era una obsesión, esa estúpida Weasley se le había metido en la cabeza y él la iba a hacer suya, le gustara o no. Estaba observando como ella miraba el lago, sola, como siempre, lo que le daba a el mil oportunidades de... se sacudió la cabeza para dejar de pensar en eso. No podía hacerlo ¿no podía? Claro que si podía, lo que no debía ¿desde cuando a el le importaba lo que se debía o no hacer?
Le miro las piernas, la diminuta falda que llevaba enseñaba mucho, seguro que su pobretona familia no tenia dinero para comprarle otro y esa ya no le quedaba. Una brisa hizo que se le levantara un poco mas, él sonrío y se le acerco.
-¿te gusta dar espectáculos, Weasley? – le dijo levantado un poco la falda de ella con su varita - ¿cuanto me cobrarais por uno privado?
-déjame en paz – le grito y le golpeo la varita con la de ella.
-¿y si no quiero? – le dijo acercándose, la Weasley no le respondió y se fue rumbo al castillo. Draco le observo el trasero y silbo lo suficiente mente alto como para que la Weasley lo escuchara, seguro que hubiera dado cualquier cosa por haberse puesto su túnica.
Draco se dirigió a su sala común después de durar un rato molestando a los de primero, ese era su hobby, se encontró con sus dos amigos y se pusieron a hablar de nada en especial. La semana paso rápido y a Draco todos los días se le hacia mas difícil controlar el deseo de hacer suya a la Weasley, no dejaba de molestarla en ningún momento y estaba mas pendiente de ella de lo que le gustaba. Siempre estaba sola, siempre sola. Eso le daba mil y una oportunidades, pero no debía...
Era viernes, y ya casi se le pasaba la hora de cenar, bajo rápidamente las escaleras y comió algo, no mucho. Fijo su vista en la mesa de Gryffindor y la vio mirando envelezada a el tonto Potter que no se daba cuenta de esto ya que estaba muy ocupado hablando con el Weasley y la sangre sucia. el se quedo hay hasta que ella dejo de mover su comida que era lo que llevaba haciendo desde hacia 10 minutos, luego se paro y se dirigió a las escaleras, Draco la siguió a una distancia prudente y vio que pasaba 3 veces frente a un cuadro, luego apareció un puerta de la nada y ella entro. Draco lo penso un poco ¿entraba? no esa no era buena idea, se giro para irse, pero se voltio de nuevo... sola la molestaría un poco y luego se iba... no. Mejor no, ¡al diablo! Iba a entrar y después veía que hacia. Habrio la puerta y casi se le cae la cara cuando la vio totalmente desnuda al frente de una pequeña piscina que burbujeaba. Draco sintió que una parte de su cuerpo tomaba vida propia.
-¡lárgate! – grito la Weasley agarrando una toalla para cubrirse, después de haber lanzado un escandaloso grito. Draco acabo de entrar y cerro la puerta. La Weasley miro al piso, Draco tambien, vio la varita de la chica tirada al lado de su ropa.
-¡accio varita! – inmediatamente la varita paso sobre la cabeza de la pelirroja y se paro justo frente a el.
-¿que estas haciendo? – le pregunto casi sin voz y temblado, Draco no sabia lo que estaba haciendo pero iba a hacerlo de todos modos.
Ella se retrocedía y el solo la observa de arriba a bajo, la Weasley choco con la pared.
-¡accio toalla! – inmediatamente la toalla de la chica empezó a luchar con ella, el sonrio mirando, cual no fue su sorpresa al ver que cuando la toalla se le despego aparecio una especie de muro entre ellos ¿que diablos significaba eso?
-déjame en paz Malfoy y vete de aquí – oyo que decia desde la parte de atrás, si ese estupido muro no estuviera ahí... no bien pensarlo ya el muro habia desaparecido, pero la Weasley tenia una toalla. No le importo le agarro las mano y las presiono de la pared, ella le tiro una patada para sus entre piernas que el cubrio y aprovecho para separarle las piernas con las de el – Malfoy, por favor no...
-me encantas, Weasley – Le dijo y la beso, ella apretó los labios y seguía resistiéndose cosa que lo excitaba más. Le junto los brazos sobre su cabeza y los sujeto con fuerza con una sola mano se alejo un poco de ella y la toalla cayo al piso, la Weasley lloraba y le suplicaba pero el no escuchaba. Le miro el cuerpo y con la mano libre le acaricio el pecho.
-no me hagas esto por favor... - le decía y el la callo con otro beso, ella volvió a apretar los labios, el estaba desesperado, pensaba que su miembro iba a romper el pantalón en cualquier momento. La Weasley soltó uno de sus brazos y le jalo el cabellos haciendo, le desprendió muchas hebras y consiguió que el se apartara un poco.
-¡estúpida! – le grito y levanto la mano para pegarle, ella tembló y bajo la vista. El bajo su mano y dio media vuelta. Se dirigió rápidamente a su sala común y se entro en el baño se baño con agua fría ¿que es lo que había hecho? ¿Que le pasaba?. Seguro el hermano de ella lo mataba al día siguiente, si es que duraba tanto. Se lo tendría bien merecido.
¿FIN?
NOTA DE LA AUTORA: Esta fue una pequeña historia que me salio de la nada y nose si continuarla, así que... ustedes deciden diciendome que opinan en un Review. Adios!
Lo que él sentía era una obsesión, esa estúpida Weasley se le había metido en la cabeza y él la iba a hacer suya, le gustara o no. Estaba observando como ella miraba el lago, sola, como siempre, lo que le daba a el mil oportunidades de... se sacudió la cabeza para dejar de pensar en eso. No podía hacerlo ¿no podía? Claro que si podía, lo que no debía ¿desde cuando a el le importaba lo que se debía o no hacer?
Le miro las piernas, la diminuta falda que llevaba enseñaba mucho, seguro que su pobretona familia no tenia dinero para comprarle otro y esa ya no le quedaba. Una brisa hizo que se le levantara un poco mas, él sonrío y se le acerco.
-¿te gusta dar espectáculos, Weasley? – le dijo levantado un poco la falda de ella con su varita - ¿cuanto me cobrarais por uno privado?
-déjame en paz – le grito y le golpeo la varita con la de ella.
-¿y si no quiero? – le dijo acercándose, la Weasley no le respondió y se fue rumbo al castillo. Draco le observo el trasero y silbo lo suficiente mente alto como para que la Weasley lo escuchara, seguro que hubiera dado cualquier cosa por haberse puesto su túnica.
Draco se dirigió a su sala común después de durar un rato molestando a los de primero, ese era su hobby, se encontró con sus dos amigos y se pusieron a hablar de nada en especial. La semana paso rápido y a Draco todos los días se le hacia mas difícil controlar el deseo de hacer suya a la Weasley, no dejaba de molestarla en ningún momento y estaba mas pendiente de ella de lo que le gustaba. Siempre estaba sola, siempre sola. Eso le daba mil y una oportunidades, pero no debía...
Era viernes, y ya casi se le pasaba la hora de cenar, bajo rápidamente las escaleras y comió algo, no mucho. Fijo su vista en la mesa de Gryffindor y la vio mirando envelezada a el tonto Potter que no se daba cuenta de esto ya que estaba muy ocupado hablando con el Weasley y la sangre sucia. el se quedo hay hasta que ella dejo de mover su comida que era lo que llevaba haciendo desde hacia 10 minutos, luego se paro y se dirigió a las escaleras, Draco la siguió a una distancia prudente y vio que pasaba 3 veces frente a un cuadro, luego apareció un puerta de la nada y ella entro. Draco lo penso un poco ¿entraba? no esa no era buena idea, se giro para irse, pero se voltio de nuevo... sola la molestaría un poco y luego se iba... no. Mejor no, ¡al diablo! Iba a entrar y después veía que hacia. Habrio la puerta y casi se le cae la cara cuando la vio totalmente desnuda al frente de una pequeña piscina que burbujeaba. Draco sintió que una parte de su cuerpo tomaba vida propia.
-¡lárgate! – grito la Weasley agarrando una toalla para cubrirse, después de haber lanzado un escandaloso grito. Draco acabo de entrar y cerro la puerta. La Weasley miro al piso, Draco tambien, vio la varita de la chica tirada al lado de su ropa.
-¡accio varita! – inmediatamente la varita paso sobre la cabeza de la pelirroja y se paro justo frente a el.
-¿que estas haciendo? – le pregunto casi sin voz y temblado, Draco no sabia lo que estaba haciendo pero iba a hacerlo de todos modos.
Ella se retrocedía y el solo la observa de arriba a bajo, la Weasley choco con la pared.
-¡accio toalla! – inmediatamente la toalla de la chica empezó a luchar con ella, el sonrio mirando, cual no fue su sorpresa al ver que cuando la toalla se le despego aparecio una especie de muro entre ellos ¿que diablos significaba eso?
-déjame en paz Malfoy y vete de aquí – oyo que decia desde la parte de atrás, si ese estupido muro no estuviera ahí... no bien pensarlo ya el muro habia desaparecido, pero la Weasley tenia una toalla. No le importo le agarro las mano y las presiono de la pared, ella le tiro una patada para sus entre piernas que el cubrio y aprovecho para separarle las piernas con las de el – Malfoy, por favor no...
-me encantas, Weasley – Le dijo y la beso, ella apretó los labios y seguía resistiéndose cosa que lo excitaba más. Le junto los brazos sobre su cabeza y los sujeto con fuerza con una sola mano se alejo un poco de ella y la toalla cayo al piso, la Weasley lloraba y le suplicaba pero el no escuchaba. Le miro el cuerpo y con la mano libre le acaricio el pecho.
-no me hagas esto por favor... - le decía y el la callo con otro beso, ella volvió a apretar los labios, el estaba desesperado, pensaba que su miembro iba a romper el pantalón en cualquier momento. La Weasley soltó uno de sus brazos y le jalo el cabellos haciendo, le desprendió muchas hebras y consiguió que el se apartara un poco.
-¡estúpida! – le grito y levanto la mano para pegarle, ella tembló y bajo la vista. El bajo su mano y dio media vuelta. Se dirigió rápidamente a su sala común y se entro en el baño se baño con agua fría ¿que es lo que había hecho? ¿Que le pasaba?. Seguro el hermano de ella lo mataba al día siguiente, si es que duraba tanto. Se lo tendría bien merecido.
¿FIN?
NOTA DE LA AUTORA: Esta fue una pequeña historia que me salio de la nada y nose si continuarla, así que... ustedes deciden diciendome que opinan en un Review. Adios!