Gravity
DISCLAIMER: Ningún personaje presenete en la siguiente historia me pertenece, sólo los utilizo como modo de recreación, entretenimiento, etc. Éstos le pertenecen a su creadora NAOKO TAKEUCHI.
Carta I:
"Cualquiera puede dominar un sufrimiento excepto el que lo siente."- Shakespeare
Frío, siento un condenado frío… Todo está demasiado brillante y me siento algo mareada, me duele absolutamente todo mi cuerpo, como si hubiera estado en una pelea callejera, algo improbable ya que soy muy pacífica… Intenté mover mi adolorido cuerpo pero algo me sujetaba fuertemente mis antebrazos y tobillos… Intenté ver que era lo que impedía moverme pero el dolor del que era dueño mi cabeza hizo retirarme ante tal empresa… Cerré los ojos y respiré profundo… A pesar de mi mareo y confusión pude descifrar que me encontraba acostada en una mesa metálica, muy incómoda por cierto, aumentando mi frío además sentía mis piernas descubiertas y la incómoda y terrible sensación de estar despojada de cualquier tipo de ropa interior y que sólo me cubría una especie de bata, no podría dar más detalle sobre mi vestimenta ya que como ya les dije estaba demasiado adolorida para mirar y creo que dada mi situación lo considero un asunto banal y carente de importancia… Aparte del incesante frío y dolor que experimentaba mi cuerpo había algo que me molestaba más, esa luz que cae directamente sobre mí, penetrando mis pupilas, disminuyendo mi capacidad visual evitando que pueda ver un poco más mi actual realidad, aunque la realidad siempre sea mi batalla diaria, no tenía porque serlo ahora… Me sentía como un moribundo en el desierto, aquél que tendido sobre la cálida arena es atormentado por el calor del astro mayor, claro en mi caso, no daba calor pero si atormentaba… Moví mi cabeza hacia mi izquierda en la búsqueda de evitar la luz… Blanco… Todo era blanco, el suelo y las paredes y sólo había una pequeña y diminuta ventana de barrotes muy cerca del techo, al girar mi cara al otro lado, la escena fue la misma… No vi señales de una puerta, me pareció absurdo, ¿qué clase de habitación no tiene una puerta?... Respiré profundo e intenté moverme nuevamente pero el resultado fue el mismo… Mi desesperación y mi instinto de supervivencia comenzaron a surgir, mi cuerpo experimentó una carga de adrenalina y comencé a moverme lo más violento posible, intenté gritar pero mi propia voz parecía ajena sonaba grave y ronca… Luego de unos minutos, mi cuerpo se rindió, quedé más adolorida que antes… Me dije a mi misma que debía estar en un sueño, que todo era una alusinación… Tenía que evitar dejarme vencer por ella, así que cerré mis ojos y pocos minutos después me quedé dormida, al menos ya no sentía frío…
No podría estar segura cuanto tiempo estuve dormida, pudo ser unos cuantos minutos o tal vez horas, me frustraba perder la noción del tiempo, pero la soledad en la que me encontraba no me frustaba… Nunca he sido muy sociable, hago sentir incómoda muy rápidamente a las personas a mi alrededor… También me percaté que mis sentidos estaban en buen estado, claro dejando a parte la luz, ya no me sentía mareada… Entonces, no podría estar alucinando… Gritar no daría resultados… Mi cuerpo estaba menos adolorido así que como pude me asomé para observa lo que me mantenía en el sitio… Mis antebrazos y mis tobillos estaban sujetados por una especie de grilletes hechos de cuero grueso pero eso no fue lo que me pareció más curioso… Mis muñecas traían vendajes y mi cuerpo morateado… Luego de semejante descubrimiento me di cuenta que no me había puesto a tratar de recordar cómo pude llegar a ahí… Mmmm… En realidad todo parecía muy confuso… El recuerdo me venía como la imagen que uno ve de sí mismo frente a un espejo empañado… También tenía la sensación que mi cerebro no trabajaba a la velocidad de costumbre… Y sueño… Mucho sueño…
Gritos… Unos agudos gritos me despertaron… Provenían de la pequeña ventana que estaba a mi lado derecho… Sólo giré mi cabeza en esa dirección ya que sabía perfectamente que no obtendría más que eso… No tengo poderes para ver a través de las paredes… Así que me limité a escuchar y puse toda mi atención en ello… Al principio sólo eran gritos desesperados… Hubo una pausa… Luego el aire se llenó de improperios… Era una mujer quien gritaba… Decía cosas como: "Se pudriran en el infierno", "Saldré de aquí", "Malditos", "Darien Chiba sé que me estás escuchando desgraciado" y esto es solo lo que puedo colocar aquí, los demás serían censurados rápidamente… Luego se podía oír como batía su cuerpo para liberarse porque el sonido metálico de la mesa chocando contra el suelo era perfectamente audible… Este episodio se repitió por varios minutos… Ese tal Darien debe caerle muy mal… Y me demostraba que no estaba sola… Pude escuchar la voz de dos hombres, uno le decía a la chica que se calmara que eso no le hacía bien y el otro que esto era consecuencia de sus actos, ella por su parte seguía maldiciendo, luego silencio… ¿Estará muerta?... De ser así, yo puedo ser la próxima… Imagino que ya era mi hora… Si, me estoy rindiendo sin dar batalla… Pero en realidad mi vida es una lucha todo el tiempo… Y este mundo está sumamente corrompido… Probablemente esté cansada de luchar, en otro momento lo haría… ¿Pero tiene sentido?... Gritar y tratar de escapar en esas condiciones son escasas por no decir nulas… Esto me entristeze pero no me sorprende… A todos nos llega la hora en que el oscuro manto de la muerte nos lleve a su castillo, algunos de manera injusta, otros por accidente y otros porque sus cuerpos quieren descanzar… No le tengo miedo a la muerte es un proceso natural, sin embargo le temo al cómo… Demonios… El sueño vuelve…
Al despertarme mis ojos chocaron con la mirada evaluativa de otros ojos rojos… Sentí un ligero sobresalto pero no lo suficiente para exteriorizarlo… Era una chica, tal vez unos pocos años superior a mi, sus cabellos era color lavanda y vestía un poco extraño, traía un vestido color tinto mangas largas, cuello alto, no podría decir que tal largo le quedaba y como detalle en el pecho sobresalía una flor blanca… Miré nuevamente a la chica, su prescencia no estaba de atono con la cirscunstancia ni el sitio… Ella ya no me prestaba atención, en sus manos tenía una especie de libreta metálica y escribía en ella… Su expresión era severa pero no hostil… Cuando dirigió sus palabras, lo hizo sin mirarme mucho… Parecía estar más concentrada en lo que pudiera decirle la libreta…
-"¿Eres Serena Tsukino?"
De mi boca salió un débil -"Si"- Mientras ella continuaba tomando nota….
-"¿Quién es usted?"
Intenté ser lo más educada posible, sin salir de mi asombro ante lo intemporal que parecía ella ahí parada… ¿Sería otra alusinación?... La chica me miró de manera curiosa y nuevamente ignorandome continuo anotando…
-"En tu historial médico dice que padeces de Maniaco-Depresión y leve ezquizofrenia… Y te has mantenido en control desde los 12 años… Dime Serena, ¿Puedo llamarte por tu nombre?... ¿Desde hace cuanto dejaste de medicarte?
Sorpresa… No puede más que sorprenderme… Si, sufro de esas condiciones… Pero no he dejado de medicarme, sería una locura… Si ya me cuesta llevar mi vida medicándome, sin eso… No quiero ni pensarlo… ¿Ahora entiendes cuándo dije que mi vida era una lucha continua?... Esperaba una respuesta, me miraba con poca paciencia… Me sentí incómoda en ese momento… Pero entendí que debía darle una respuesta…
-"No he dejado de medicarme"
Su expresión fue de incredulidad absoluta y volvió a tomar nota…
-"¿Desde cuándo has intentado suicidarte?"
¡¿QUÉ?... Es cierto que he tenido episodios graves de depresión pero nunca para atentar contra mi vida, no podría hacerle eso a mi familia, siempre he creído que la muerte llega cuando tenga que llegar, no cuando tú decidas que llegue, no puedo negar que he pensado en el suicidio, y estoy segura que cualquier ser humano ha pensado al menos una vez en su vida, no porque quiera intentarlo, pero si cuestionar… Para eso tenemos cerebros y la facultad de pensar, ¿no?...
-"Nunca he intentado suicidarme"
Su mirada fue penetrante… Me sentí juzgada… ¿Por qué hace tantas preguntas?, debería ser yo… ¿Por qué estoy amarrada y moreteada?... Cuando abrí mi boca para mostrar mi indignación… Escuché un suspiro de su boca y me habló de manera amable… Un poco forzada en realidad.
-"Serena… Por favor, ¿podemos dejar atrás las mentiras?... Entiendo que aceptarlo puede ser vergonzoso o doloroso… Pero esto será más fácil si me dices la verdad"
-"No miento"
Una imagen rebotó en mi cabeza y me produjo dolor… Cerré los ojos… Un hombre golpeaba fuertemente mi cabeza con algo pesado, mientras yo parecía luchar contra él… Abrí mis ojos nuevamente un poco intrigada por esa visión… La chica se mostraba molesta…
-"Muy bien Serena… Intenté comunicarme y entablar una conversación para que esto fuera más sencillo pero lo haces complicado"
"¿Y es que eso es intentar establecer una conversación?"- Pensé… No debe tener muchos amigos de ser así…
-"Mi nombre es Cere Cere y soy la Jefa de Enfermeras del Instituto Psiquiátrico Black Moon… Fuiste transferida aquí, bajo el consentimiento de tu familia, luego de sufrir una conducta sumamente violenta debido a un ataque maniático, seguido de un intento de suicido… En estos momentos te encuentras en el Pabellón de Observación… Estarás en este pabellón al menos dos días más hasta poder estudiar tu conducta y saber a dónde te trasladaremos"
-"¿Mi familia me dejó aquí?... Pero esto es mentira, no he intentado suicidarme, ni he tenido un episodio violento… ¿Cuánto tiempo permaneceré aquí?"
-"Serena… Las evidencias físicas son más que claras… Las mentiras no te llevarán a ningún lado… El tiempo que permanezcas aquí sólo dependerá de ti"
Sin decir más, salió de la habitación… Y así comienza éste capítulo de mi historia, de mi vida… Detrás de estos muros donde mi libertad fue negada, y un mundo nuevo se abría ante mí… Porque dentro de estos muros me hice más fuerte y por primera vez sentí lo que era luchar de verdad… Ser una sobreviviente… Y mientras luchaba encontré lo que tanto faltaba en mi vida…
