De tal palo tal la astilla.

Chapter 1: Una cuenta sin pagar y una desaparición.

Eran las doce del mediodía en la ciudad de Atenas. Saori fue convocada a una reunión en el Olimpo con los demás dioses. Pero como muchos sabrán Athena no era muy "querida" por los dos hermanos menores de su padre: Hades y Poseidón. Los caballeros de bronce y los caballeros dorados se dignaron a acompañarla a la bendita reunió, no porque ellos quisieran, sino porque no tenían más opción ya que Saori los amenazó con no pagarles su sueldo ese mes. Si los demás dioses supieran como Athena los explota seguramente perdería su puesto como diosa. Para la próxima vez no se tomarían la molestia de salvarla, porque siendo sinceros preferían que el mundo se viniese abajo a seguir siendo esclavos de la odiosa.
Cuando llegaron al Olimpo tanto Hades como Poseidón se quedaron mirándola con un profundo odio, pero sabían que no podrían atacarla porque si no Zeus los castigaría a los dos. Él es el mayor de los hermanos después de todo y frente a él seguramente deberían ejercer su falsa actuación de "tíos buenos".

—Bueno mis queridos dioses, los reuní a todos aquí por algo muy importante —dijo Zeus sentándose en su trono. Los demás dioses observaban que en su mano tenía un pedazo de papel blanco.

— ¿Es algo muy grave? —Pregunto Poseidón un poco preocupado —. ¿Acaso se trata de mi reino en los siete mares?, ¿de la guerra que arme contra Athena? ¡yo no quería hacer una guerra, fue ella la que me rechazó en primer lugar! —dijo Poseidón señalando a Saori con una mirada dolida y molesta.

—Yo no tengo la culpa de que no sepas como conquistar mujeres y mucho menos diosas —dijo Athena cruzándose de brazos y entrecerrando los ojos —. Además mi querida bestia de agua salada, secuestrar a una dama y encerrarla en un pilar para que se ahogue no es la mejor manera de demostrar amor, ¿no lo crees así Julián? —pregunto ella mirándolo con ojos desafiantes.

—Hay sí, ¿miren quien habla?, si es la misma diosa inservible que me encerró en una vasija por más 200 años —dijo Hades en un tono amargado y sarcástico —. Sin mencionar que la vasija es tan pequeña que ni siquiera se puede dormir bien, ¡tú tienes la culpa de mis ojeras!

— ¡Oye no le digas inservible a Saori! —Y como siempre salto el burro a defender a su dueña —, Athena puede ser molesta, latosa, rara y muchas veces tacaña; ¡pero no es inservible! —dijo Seiya en tono amenazante hacia los demás dioses.

—Si gracias Seiya, gracias por defenderme mi caballero más querible —dijo Saori en tono sarcástico, la verdad no sabía si sentirse defendida u ofendida por los comentarios de su caballero.

— ¡Nadie dijo que te metas en la pelea burro mortal! —dijo Hades lanzándole una mirada aniquiladora.

— ¡Y tú eres un estúpido! —dijo Seiya acercándose a él de forma amenazadora.

— ¡Y tú mejor cállate My Little Pony! —dijo Hades.

— ¡Si yo soy un pony entonces tú eres un tonto, si tuvieras inteligencia y más poder de cosmos podrías haber ganado la guerra santa! —dijo Seiya mirándolo con desprecio.

Todos allí presentes ya estaban casados de ver a los "maduros" dioses y mortales pelear por nada. Incluso el titán cronos estaba en el templo sagrado observando lo que tranquilamente podría ser "Nuestra divina comedia".

—Zeus o los castigas tú o los golpeo yo. Tú decides —dijo Cronos en tono cansado.

—Mejor los golpeas tu padre, so el mayor pero incluso tu sabes que mis hermanitos idiotas nunca me escuchan —dijo Zeus mientras miraba su papel.

Cronos se paró en frente de sus hijos Poseidón y Hades que dejaron de pelear y lo miraron temerosos, los agarro a los dos de la oreja y los llevo a los dos hasta sus asientos. La primera regla impuesta en el olimpo era: NUNCA HAGAN ENOJAR A CRONOS. Ambos rogaban para que su padre los soltara.

— ¡PAPA POR FAVOR SUÉLTAME! —dijo llorando Poseidón mientras que se frotaba la oreja. Su padre tenía un buen agarre.

— ¡VIEJO YA SUÉLTAME QUE ME LASTIMAS, BUA! —dijo Hades que al parecer era el más sensible de los tres hermanos.

Cronos por fin los soltó y los miro amenazantemente.

— ¡Déjense de tonterías porque juro que los castigare! —Dijo Cronos señalándolos —. Si no te calmas Poseidón te convertiré en el esclavo de Athena y a tu Hades tendrás que hacerle las compras… ahora se calman ¿entendieron? —finalizo el dios volviendo a su lugar pero mirándoles de reojo.

—Si padre —dijeron los dos amenazados al unisonó. jamás se habían sentido tan humillados.

—Bien hora si me dejan continuar, el grave problema es…

Todos allí presentes lo miraron atentos. Temiendo que el problema fuera con alguno de ellos o con cosas relacionadas a ellos. Por ejemplo Deméter temía por sus cultivos ya que si pasaba algo malo con ellos de seguro los demás dioses la matarían, no sin antes morirse de hambre. Hermes tenía miedo por lo del correo, ya venía retrasado una semana al no entregarle su correo a Zeus aunque tal vez si este pagara las entregas todo sería mejor. Afrodita era la de menos, si el problema era con ella seguramente todos sus cosméticos serian confiscados de su templo y sin ellos no podría verse más hermosa de lo que a es. Ares tampoco se encontraba muy feliz que digamos porque sabía que después de la última guerra con Athena se había ganado el odio del dios mayor, porque según el nadie podía tocar a su pequeña "ojitos de lechuza".

—... ¡El problema es que uno de ustedes, manga de dioses mendigos, me mando su cuenta de luz y yo no pienso pagarla! —dijo Zeus tirando la boletad e la luz en la gran mesa.

Los dioses no sabían si reírse o matar a Zeus por sacarlos de sus importantes labores por semejante estupidez. Athena y Cronos tenía una vena gigante en sus frentes ya que estaban muy ocupados con sus labores como para ser alertados porque "alguien" no pago su boleta de luz. Deméter, afrodita y Hermes ya estaban lustrando sus armaduras para su próximo piquete… la guerra que armarían contra Zeus.

—Papi tu sabes que yo te quiero mucho, ¡PERO ERES UN IDIOTA! ESTABA MUY OCUPADA HACIENDO QUE MIS ESCLA… DIGO MIS CABALLEROS ORDENARAN LOS TEMPLOS!, ¿¡y tú sales con esto!? —dijo Saori muy molesta y con sus cienes a punto de explotar.

— ¡Estaba arreglando mi jardín para tener más producción de frutas y tú me llamas por tu maldita boleta de luz! ¿¡Es enserio Zeus!? —pregunto Deméter con su cólera hasta las nubes.

— ¡Y yo estaba por ocultar a luna para que el día llegara, aun es de noche en todas parte y son las doce del mediodía!, ¡si no fueras mi padre ya te estaría matando! –dijo la pobre Artemisa posando su mano en su frente.

— ¡Y yo estaba haciendo que las horas pasaran, ahora por tu culpa me retrase! —Dijo Cronos muy enojado —. Pero esto no se quedara así hijito mío —Cronos concentro su cosmos en la palma de su mano —, ¡Te enviare a la edad de piedra ya verás!

Zeus sabía que ese era el momento ideal para correr.

— ¡HAY MAMÁ! —grito Zeus mientras salía corriendo del templo.

Cronos se dispuso a encontrarlo, pero por desgracia tropezó contra la escalera. El cosmos que emanaba de su mano se salio de control y gracias a eso salió disparada para todas partes en grandes esferas de energía. Los dioses se ocultaron bajo la mesa del templo… pero los caballeros atenienses no tuvieron esa suerte de esconderse.

— ¡CUIDADO MORTALES! —dijo Cronos viendo que su cosmos iba a chocar contra ellos.

— ¡Ahhh! —gritaron todos al mismo tiempo.

Pero en un instante los ruidos dejaron de escucharse, en humo de color negro evadió la mitad del templo solo para demostrar que los caballeros dorados y de bronce ya no estaban entre ellos. Todos quedaron asombrados, menos Athena que estaba con un ataque al corazón. Los dioses mayores se mostraron complacidos de tan solo pensar que cronos había hecho que los mortales caballero de Athena espicharan.

— ¡Hay por el amor de Niké, mis esclavos desaparecieron! —Dijo Saori muy perturbada y de forma exagerada —. ¡Cronos maldita seas!, ¿en dónde están mis caballeros? —pregunto ella zarandeando al dios que resultaba ser su odiado abuelo.

— ¡Oye soy el dios del tiempo, no el dios de las adivinanzas! —dijo Cronos zafándose de su agarre.

Athena dejo de zarandearlo pero un aura oscura cubrió sus ojos y su flequillo. todos se quedaron preocupados por que Athena ya estaba amenazando a cronos de muerte, al final del día alguien moriría y nadie sabría quien… después de todo así son las guerras santas.

Continuara…