ONCE UPON A TIME

Disclaymer: No, Twilight no es mío; no, ¡Edward tampoco es mío! Aunque así lo deseara. Pertenece a S. Meyer. Yo solo me divierto con ellos. La historia es mía.

Advertencia: Uso de drogas, prostitución, contenido sexual, lesbianismo, violación, agresividad, en fin… temática fuerte. No apto para menores de 18 años ni mentes sensibles.

Sumary: Erase una vez… Así empiezan toda historia de amor que terminan con un perfecto: "y fueron felices para siempre", lamentablemente esta historia no tendría final feliz. Para ninguno de nosotros sería un final feliz.

Erase una vez una niña que fue abandonada por sus padres, no porque así lo desearan, todo fue una treta cruel del destino, bastardo que le encantaba jugar con ella.

A Charlie le darían el puesto de Sheriff del pueblo, con un sueldo mejor y la comodidad de poder estar en casa más tiempo junto a su familia sin tener miedo al no volver por morir en un día de trabajo. Tendrían que mudarse de Phoenix a Forks, donde desempeñaría su cargo, pero sería un cambio del calor al frio, justo eso sucedió pero no de la manera pensada. Isabella con solo 4 años no recordaba nada de ese accidente solo despertar en el hospital y escuchar a los oficiales darle la terrible noticia de que sus padres habían muerto; dejándola sola y abandonada en ese frio y horrible lugar.

Fue llevada al Orfanato de Port Angeles, era el más cercano de Forks; no tenía ningún familiar quien se hiciera cargo de ella. Nunca pudo adaptarse a una familia se sentía tan falsa allí. No eran sus padres no eran su familia. Paso por 5 hogares sustitutos pero todos la devolvían como se devuelve un juguete roto a la juguetería, como la muñeca ropa que era.

A los 16 años y con la rebeldía a flor de piel decidió fugarse del orfanato, harta de las mojas insulsa con sus ridículas reglas. Mojigatas que no sabían lo que era diversión. Solo llevaba la ropa que tenia puesta, su bolso con las pocas cosas que tenia; todas sus pertenecías entraban en un bolso de tamaño regular, ¡que poco tenia! Decidida a cambiar aquello le robo a las mojas el dinero de caridad, pensando que con eso todos sus sueños se harían realidad.

Al salir de esa cárcel, como le gustaba llamarle, fue al centro comercial de Port Angeles. Nunca había estado en un sitio así de grande sola. Se compró una hermosa blusa junto con unos jeans, al igual que unas converce ¡nuevas! La ropa que llevaba se la habían regalado, era usada y la odiaba. Odiaba usar ropa que otros utilizaron y desecharon por ser vieja, fea y fuera de moda. Así como las familias la desechaban a ella. Tiro lo viejo a la basura y disfruto por primera vez en su vida la sensación de usar ropa nueva. Comió unos deliciosos raviolis en un exquisito restaurant. Fue al cine y compro unas ricas palomitas, que disfruto riendo a carcajadas debido a la película. Al salir y más feliz de lo que se había sentido alguna vez en su vida decido comerse un helado de vainilla con fresas y chispitas de chocolate. La vida era bella y ella se sentía feliz. Libremente feliz.

La noche cayo y el cuento de hadas que por momentos vivió termino, se vio en la cruda realidad de que el dinero era más importante de lo que pensaba; solo le quedaba un poco y no le alcanzaría si lo despilfarraba como hizo esa tarde. Se alojo en un motel de mala muerte, en el único donde no le pidieron identificación. Al entrar a la habitación tenía un fuerte olor impregnado, olía a sexo. No es que fuera una santa moja, una vez tuvo un delicioso orgasmo cortesía de la boca del papá de la última familia. Pero de allí Isabella no pasaba. Manitos sudadas o trabajos manuales; no quiso llegar más allá por temor a que su verdadero amor la juzgara por ello. Con asco vio una cucaracha correr hacia el baño, pero no le importo, tiro su bolso al suelo y se acostó en la cama muerta de cansancio.

Era tan hermoso que dolía verlo, con su cuerpo fuerte la abrazó y beso sus labios. Se llevo una mano a la boca, incrédula de lo que estaba sucediendo, él le había besado y ¡con mucho amor! Tomo su mano y se la llevo, en su flamante carro, apartándola de toda la desdicha que la rodeaba; con la promesa de una mejor vida por delante. Pero de pronto todo se volvió oscuridad, el carro estaba vuelto pedazos, un choque, sangre, mucha sangre alrededor… su príncipe no estaba, ¡había desaparecido! Dejándola nuevamente sola. Jadeos y gritos se escuchaban, mas no eran propios.

Isabella se levanto exaltada a consecuencia del sueño o pesadilla, no sabría como llamarlo. Respiró con tranquilidad al darse cuenta que era solo un sueño. Pero los gritos y jadeos seguían. Eran de placer. Unos golpes reiterados a la pared la sobresaltaron, era la cama chocando junto a la pared por los movimientos bruscos al tener sexo; lo sabía porque sus anteriores "padres" no era muy calladitos y todas las noches escuchaba la misma sinfonía, el choque de la cama junto a la pared y gemidos. Gemidos y más gemidos. Se vio envuelta en un calor muy conocido. Se sentía excitada muy excitada.

Se despojo de su ropa nueva, cuidadosamente la doblo y coloco en la mesita que se encontraba junto a la cama, sus bragitas y sostenes le hicieron compañía. Se recostó de nuevo en la cama boca arriba, dedicándose a escuchar el sonido proveniente de la habitación continua.

Golpes.

Gemidos.

Gruñidos.

Gritos.

Se llevo sus manos a la boca metiendo su dedo índice para mojarlo y llevarlo a su sus pezones los cuales se encontraban ya muy firmes.

Golpes.

Gemidos.

Gruñidos.

Gritos.

Acaricio sus senos con sus manos y las llevo a su centro. Separo con cuidado sus pliegues y toco su manojo de nervios.

Golpes.

Gemidos.

Gruñidos.

Gritos.

Metió un dedo, pero quería más. Metió uno segundo dedo, más profundo, dolía pero le gustaba. Estaba tan mojada que sus dedos se deslizaban con facilidad hacia dentro y hacia fuera.

Golpes.

Gemidos. Sus gemidos.

Gruñidos.

Gritos. Sus gritos. Gritos de liberación. Gritos de éxtasis.

Isabella no resistió su fuerte orgasmo, era la primera vez que gritaba y gemía sin restricción, no existía algún problema con que fuera escuchada. Era también la primera noche que pasaba fuera. Primera noche de libertad.

¿Les gusto? ¿Me dan su opinión?

XoxO: Adry!