This Day Should Be Perfect

Capítulo 1: ¡Una boda que organizar!

-¡Que felicidad Saotome!.- Lloraba el señor Tendo, moviendo un abanico con la bandeja de Japón.- ¡Por fin uniremos las escuelas!.

-Esto hay que celebrarlo.- Afirmó Genma, también llorando, mientras servía un poco de Sake para cada integrante.

-Oigan chicos, ¿Por qué están tan callados?, ¡Tendrían que celebrar!.- Preguntó Kasumi, viendo como su hermana y su futuro cuñado estaban muy rojos, tanto que Hasta sacaban humo de las ojeras.

-Déjalos Kasumi, creo que es normal, ¡Pero ya era hora de que se decidieran!.- Nodoka abrazo a ambos, tratando de tranquilizarlos, pero ninguno se pudo calmar.

-Este... creo que... mejor nos vamos...- Intentó salir Ranma, tomando a su prometida ya oficial de la mano, querían escapar de allí.


-¿Serias tan amable de recordarme el motivo por el cual les dijimos que nos casariamos?.- Preguntó Ranma, mirando fijamente a su novia, mientras que ella leía una revista en su cama.

-Simplemente porque no servía nada esconderlo,se acabarían enterando tarde o temprano, además sabes que no planeo casarme a escondidas. Y para finalizar.- Dejo a un lado la revista.- Tu también estuviste de acuerdo, diciendo que era lo correcto anunciarlo, que era mucho mejor que mantenerlo en secreto y porqué no estaba bien ocultar algo tan grande.

-Si... lo sé... aunque en parte, lo dije por ti, digo... dudo que te guste la idea de casarte conmigo a espaldas de los demás.

-¿Entonces prefieres casarte, sin tener a nuestra familia en ese día?.

-Si te soy sincero, en parte, ya que no se sabe lo que pueda pasar, además recuerda que la última vez que lo intentamos, ellos lo arruinaron todo.

-Eh, no les culpes de todo, tus otras prometidas también lo arruinaron.

-Ex prometidas, aunque ellas se auto nombraron así, yo jamás las elegí. Y es verdad que estuvieron allí, pero también es verdad, que cada vez que intentábamos algo, teníamos a nuestros padres en la yugular.

-Eso no te lo niego, pero no esta bien que los culpes sólo a ellos. Esta bien que fueron los principales, pero no creo que sea para tanto.

-¿Desde Cuándo estas de su lado?.- Preguntó algo molesto con ella.

-Aquí ya no hay lados Ranma, ellos pensaban de una forma y nosotros de otra, y punto final, ya no quiero nada del tema.- Aclaró poniendo tino autoritario, que le daba por seguro que él obedeciera.

-Sabes, a veces me das miedo.- Murmuró pesadamente, acostándose en la cama, detrás de ella.

-Lo tomaré como cumplido.- Volteó un poco la cara, para mirarlo.- ¿Ya te arrepentiste de querer casarte conmigo?.- Preguntó con una sonrisa, aunque en el fondo, con miedo a la respuesta.

-Eso ni lo sueñes, no te libraras tan fácilmente de mi.- La atrajo a si y le dio un corto beso, para luego hacer que se acostara con él un rato.

-Creo... que tendré que acostumbrarme a esto.- Acomodó un poco más su cabeza en el pecho del chico.

-Si.

-Será un poco difícil.

-¿Por qué lo dices?.- Preguntó mirándola, pero sin dejar de abrazarla.

-Bueno, ten en cuenta que, yo ya estaba más o menos acostumbrada a la rutina, ya sabes... siempre peleando y eso y bueno... cambiar de un día para otro, no sé... sé me hace difícil.

-Lo sé, pero no te pido que sea todo de una, créeme que yo también tendré que acostumbrarme un poco a esto, es algo nuevo. A pesar de que ya llevamos 5 años comprometidos.

-Eso es porque jamás tuvimos este tipo de acercamiento, o por lo menos, un trato medianamente agradable en el sentido de no pelear.

-Pues creo, que deberíamos recuperar lo perdido.- Aclaró para después bostezar, la verdad era que tenía sueño y eso que aun no habían cenado.

-Tienes razón.- Ella también estaba cansada, eran Muchas emociones para un día, o mejor dicho para ella, ya que Ranma ayer le propuso matrimonio, aunque ya tenían una relación un poco más cercana desde hace unos meses.

Ambos terminaron dormidos así, abrazados.


Al día siguiente, Ranma se despertó con Akane al lado, tal y como se durmieron en la noche. Se sonrojó por eso, aun no creía que se casaría y que dentro de unos días, la tendría a su lado y la vería al despertar siempre. Era algo que aun no asimilaba por completo.

Salió con cuidado del abrazo de su novia, poniendo una almohada en su lugar, ella ni noto el cambio. La cubrió otra vez con las sábanas, aun era algo temprano y era fin de semana, seria mejor que vaya a su habitación y dormir lo poco que le quedaba antes de levantarse para desayunar y arreglar con sus padres los papeles para la boda.

Abrió su puerta con cuidado, ya que ahí también estaba su madre, desde que se había ido con ellos, él tendría que dormir allí hasta tener cuarto propio, claro que ya no le haría falta. Iba a sacarse su camisa y pantalones para dormir, pero sintió algo raro, como si hubiera alguien detrás suyo, no tuvo tiempo de pensar mucho, ya que cuando intento voltear su cabeza, recibió un fuerte golpe que lo dejó inconciente.

Antes de caer al suelo, unos brazos lo agarraron.

-Lo siento Ranma, pero de verdad es necesario, gracias por comprender.

CONTINUARA...