Buenas a todos n.n Aquí estoy con mi primer fanfic yaoi de este juego, que me encanta, y sobre todo esta pareja, Phoenix x Miles, espero que lo disfrutéis, mas antes, por favor, leed las advertencias para no perderos. Disfrutadlo y ya me contareis en las review que os pareció…¡¡ACCIÓN!!

ADVERTENCIA 1: Este fan fic es un fanfic yaoi, osease, chico x chico, a los que no les guste el yaoi, absténgase de hacer comentarios ofensivos, a los que les guste, disfrutadlo a tope ^^

ADVERTENCIA 2: Los capítulos de la historia son alternados, los impares son de Phoenix y los pares de Miles. Todos los capítulos son en primera persona. En algunos capítulos, se pondrá la vista de otras personas, como por ejemplo Maya, en estas ocasiones, aparecerá el nombre del que habla entre comas al principio, separado del párrafo del protagonista, también en primera persona.

ADVERTENCIA 3: Los personajes de Phoenix Wright Ace Attorney, no me pertenecen, son de Capcom, aunque también podrían cederme a Edgey y a Klavier…en fin, desvaríos de fangirl…

Bueno, dicho esto, creo que es hora de comenzar…

Capitulo 1:

-¡NO CULPABLE!

Sonrío de satisfacción. Lo he conseguido de nuevo, he logrado que a mi defendido lo declaren inocente.

-Bravo, Nick-grita Maya, agarrándome del cuello en un abrazo-, lo has logrado.

-Sin tu ayuda y la de Mia no hubiera sido posible-respondo, abrazándola yo también.

Enfrente nuestra veo a Edgeworth, recogiendo sus papeles, con gesto ausente. No puedo evitar mirarle, otra vez fracasó en su misión de declarar culpable al acusado… Mi eterno rival y amigo…

Me acerco a él, dejando a Maya hablando con el inspector Gumshoe, el cual llevaba, como casi siempre, nuestro caso, y con Maggey.

-Felicidades-me dice, nada mas detenerme a su lado-, como esperaba de ti, no me has decepcionado, Wright.

-G-gracias.

No sé qué me pasa, parece que me avergüenzo de hablar con él…

-Me acerqué para… ver si te venias con nosotros, a tomar un café-le invito.

-No, gracias Wright, pero he de volver a mi casa…-.

Si no me he fijado mal, creo que hasta me ha sonreído y todo… es un poco raro viniendo de él. Coge su maleta y pasa por mi lado raudo, murmurando una despedida por lo bajo.

En ese momento, vienen Maya, Gumshoe y Maggey, que finalmente, terminaron saliendo juntos, después del último caso de ella.

-Vamos amigo, os invito a todos a comer-habla Dick animadamente.

-¿A comer? ¿Hamburguesas? Yujuuuuu… Vamos Nick, di que si, porfaaaa…-.

-Bueno, pero invito yo-me rio-, seguro que arruinas a Gumshoe con todas las hamburguesas que te comas, Maya-.

Maggey se ríe y da un beso en la mejilla a su pareja, que se ruboriza. Me rio por lo bajo y salimos todos del juzgado entre risas por el ruborizamiento de Gumshoe, que nos amenaza con detenernos a todos por escándalo en lugar público, lo que nos hacer redoblar las risas.

A lo lejos, veo a Edgeworth abrir su coche rojo y montar en él, me lo quedo mirando hasta que desaparece calle abajo.

-¿Qué miras, Nick?-me pregunta Maya a mi lado, mirando en la misma dirección que yo.

-Nada importante-respondo, desviando la mirada rápidamente y cambiando de tema-, bueno, ¿a dónde vamos a comer?

-Hay un magnifico restaurante en el que sirven hamburguesas deliciosas a dos calles de aquí-salta Maya de inmediato, olvidando lo que miraba, conduciéndonos a todos calle abajo a empujones.

-¿Te conoces todas las hamburgueserías de la zona, Maya?-pregunta Maggey riendo.

-No lo dudes un momento-respondo yo-, se sabe las de esta zona y las de toda la ciudad-.

Llegamos al dichoso restaurante en menos de dos minutos. Antes de entrar, la esposa del acusado se me acerca y me da las gracias.

-De nada, señora, ya sabe que es mi deber. Dele recuerdos a su marido de mi parte.

-Vamos Nick, que de esta no te escaqueas-Maya sale del restaurante y me agarra de la manga, por lo que casi no tengo tiempo de despedirme, ya que mi loca ayudante está hambrienta.

Pedimos nuestra comida, Maya como siempre dando la nota, pidiéndose cinco hamburguesas dobles.

-Realmente no sé donde te entra toda esa comida, Maya-digo, sudando una gota.

-En mi estomago las hamburguesas tienen su lugar especial, siempre hay sitio para una más-responde ella, comiéndose una-, ese es mi lema.

-¿Un nuevo lema? Jajajaja, ¿y cuál era el de la semana pasada?-ríe Gumshoe.

-O lo ecuego-contesta la médium con la boca llena, atragantándose.

Le doy unas palmadas en la espalda y un vaso de agua para que le pase la comida. Esta Maya es incorregible.

-¿Hoy viene la pequeña Pearls, verdad?-le doy un mordisco a mi hamburguesa y espero a que Maya recupere la voz para poder hablarme.

-Cof, cof, si...Cof…voy a la estación a por ella por la tarde, a eso de las seis, viene a darse unas pequeñas vacaciones de su entrenamiento como médium y a visitarnos. ¿Vienes conmigo a recogerla, Nick?-estoy tentado de acompañarla a recoger a la pequeña, pero no puedo.

-Lo siento, Maya, tengo que organizar el bufete un poco-me disculpo, levantándome-, y cuanto antes lo haga mejor. Hasta luego, chicos-me despido de todos con una disculpa-, ya está todo pagado, ¿de acuerdo? Maya, no vengáis muy tarde a casa, ¿vale?

-Vale Nick-creo que me contesta por contestar, ella está ahí, atacando sus hamburguesas sin hacer ni caso.

-Adiós, amigo, que le sea leve-Gumshoe me tiende la mano, que estrecho.

-Cuídese, señor Wright-sonríe Maggey.

La devuelvo la sonrisa y salgo del local, encaminándome a la oficina, que la tengo un poco bastante desordenada. Ando por las calles animadas de la cuidad, pasando otra vez ante la puerta del juzgado.

Me espera una buena caminata hasta casa, pero necesito pensar, y el transporte público es un poco ruidoso…

Después de unos treinta minutos caminando, ya estoy delante del bufete, la verdad es que se me ha hecho más corto de lo que esperaba. Con un suspiro, introduzco la llave en la cerradura y entro. La flojera me invade al ver la que me espera limpiando, cuanto trabajo por delante. Si ahora son las cuatro de la tarde, tardare bastante en terminar.

-Ains-suspiro, agachándome para coger unos papeles que seguro que Maya había tirado por el suelo-, la dejare sin paga hasta que me ayude a colocar el bufete.

Los coloco en sus carpetas luego de revisar a cuales pertenecían y me pongo a limpiar un poco el polvo de los libros de Mia, sin parar de estornudar. De repente, suena mi móvil, que está perdido por el escritorio, que todavía debo colocar para que no parezca una selva de papeles.

Después de buscarle un corto rato, lo cojo por fin

-A-aaachis… ¿Q-quién es? Achís-pregunto, alejando el plumero de mí.

-Nick, soy yo, Maya-respondo la voz de la chica-, ¿dónde estabas? Casi han pasado cinco minutos desde que te llamo.

-La culpa es tuya, rica, por tener todo el escritorio desordenado, te vas a quedar sin paga como la próxima vez no me ayudes a recoger.

-… Nick, tú no me das paga-.

-¿Ah, no?-ahora que lo pienso, es verdad… la sobornaré con hamburguesas para que me ayude.

-Bueno, lo que quería decirte. Pearly ha llegado más pronto de lo que pensaba, ya vamos para allá, ¿dónde estás exactamente?

-Exactamente en el bufete, estornudando como un descosido por tu-u… aaachis…culpa- refunfuño al auricular.

-Bueno, pues en media hora estaremos las dos allí, adiós-.

-Grrrr-cuelgo yo también el teléfono, parece que la gusta verme sufrir, no soporto estornudar, como empiece me cuesta parar.

Tiro el teléfono al sofá y me pongo a organizar papeles varios…dichosos papeles, nunca se acaban…-miro el reloj, ya llevo una hora y media recogiendo.

Ya ha pasado la media hora, estoy algo preocupado por Maya y Pearls, así que cojo mi chaqueta y me dispongo a salir, cuando alguien llama a la puerta. Abro con la chaqueta medio puesta y me encuentro con un tío bastante raro, que lleva un pasamontañas.

-¿Eres Phoenix Wright, el abogado?-me pregunta.

Le miro desconfiado, me da mala espina y no pienso contestarle.

Le cierro la puerta en las narices, pero este coloca un pie antes de que pueda cerrar del todo y empuja la puerta, proyectándome hacia atrás, haciéndome que choque con el sofá y que caiga al suelo.

-Agg-me he dado un buen golpe en el codo con el pico de la mesa. No lo puedo mover sin que me duela, no creo que se me ha haya roto el brazo-, ¿Quién diablos eres tú?

Se me nubla ligeramente la vista y su voz me llega algo distorsionada.

-Soy alguien cercano a un conocido tuyo, al que no deberías haber encarcelado-responde, acercándose.

-Un… ¿conocido?-no caigo quien puede ser, y el brazo me duele cada vez más.

-Sí, alguien que desea verte.

De su abrigo saca una pistola con silenciador.

-Estate calladito y no te pasara nada.

Me coge fuertemente del brazo, lo que hace que suelte un grito de dolor.

-Y un jamón y medio-le empujo con el hombro del brazo sano y me dirijo a la puerta corriendo, intentando escapar de ese loco al que no conozco de nada. Oigo por detrás de mí como maldice, no tengo tiempo para escuchar, por lo que me encamino hacia la puerta de salida del edificio. Bajo las escaleras, rápido, intentando no caerme y maldiciendo mi brazo herido al que agarro para que no se mueva tanto.

Estoy ya casi en la puerta cuando me caigo, tropezando con algo que no logro ver, cayendo sobre mi brazo y soltando un grito de dolor, me intento levantar y a duras penas consigo llegar a la puerta, cuando oigo la voz del tipo detrás de mí.

-Despídete de tu vida actual, a partir de ahora vivirás un infierno…

Me doy la vuelta y veo que me tiene encañonado

-¿Qué demo…?-logro articular.

Dispara en ese momento y siento un dolor fuerte en la cabeza. A continuación, mi mundo y mi conciencia se vuelven negros…

"MAYA"

Hace un par de horas que Nick se fue del restaurante y hace quince minutos que espero a mi prima en la estación.

-Vamos, Pearly, no tenemos que hacer esperar a Nick.

He ido a buscar a mi primita a la estación. Ha tardado menos de lo que esperaba y yo he ido más pronto a la estación por si acaso, si que estamos sincronizadas.

-Síiii, vamos a ver al señor Nick-grita alegremente a mi lado.

Cojo su maleta y la cojo de la mano para ir al bufete, donde me ha dicho hace cinco minutos que estaba.

-¿Qué tal va tu entrenamiento?

-Bien, mami me da ánimos todos los días y dice que ya estoy más cerca de ser toda una médium-me dice, con una sonrisa.

-Me alegro-la sonrío yo.

Salimos de la estación y vamos caminando con la calle, ya llegamos un poco tarde al bufete, Nick estará preocupado. Pearly y yo vamos hablando cuando un coche nos pita.

Nos acercamos curiosas al cristal del conductor, a ver quién es.

-Señor Edgeworth-le saludo, cuando baja la ventanilla del coche…

Bueno, hasta aquí el primer capítulo del fic, espero que os haya gustado. Las galletas, amenazas de muerte, aplausos y collejas, hablen con mi abogado XDDD. Gracias a los que lo lean, dedicado a las y a los fans de esta pareja y a todos los fans del juego. ¿Qué pasará con Phoenix? ¿Qué habrá sido de él? Las respuestas en el tercer capítulo.

Hasta el próximo n.n