Esos deliciosos labios que lo volvían loco a cada segundo, esas manos que recorrían todo su torso reclamando cada centímetro de él, esos pechos los cuales al reclamarlos con su boca asían que ella diera un fuerte grito de placer que en el despertaba un gran deseo por poseer cada parte de ella, esas piernas que lo tentaban todo el día cuando se movían de un lado a otro y esa boca la cual recorría todo su cuerpo dejando pequeñas marcas de mordidas y de chupones con los que ella reclamaba ser la única dueña de cada parte de su cuerpo

Todo eso y mucho mas era lo que le gustaba de ella y a pesar de que en el pasado ella fue la responsable de muchos de los problemas que el tubo que soportar y de que día tras día ella se deleitaba con su sufrimiento Timmy Turner no era rencoroso aunque le asía pagar noche tras noche cada una de las veces que ella lo torturaba ¿y cómo lo asía? Eso es sencillo.

De día se divertía mientras trabajaban en el mismo restaurante y una que otra vez se encerraba con ella en el almacén que usaba para guardar los suministros y metía sus manos por debajo de su traje de mesera mientras le mordía ligeramente el lóbulo y le susurraba cosas al oído tales como "¿quieres que me detenga o que siga?" y no se detenía hasta que ella acabara con su ropa interior totalmente empapada y con la respiración entrecortada.

Y de noche dejaba que sus más bajos instintos salgan a flote mientras el actuaba con una fiera al destrozar cada prenda que la chica llevara puesta y no le importaban los reclamos de su ex-niñera al quejarse por el hecho de que ya casi no le quedaba ropa que ponerse por su culpa el simplemente callaba sus reclamos con furiosos besos y mordidas que la él savia que la volvían loca

La parte que a él más le gustaba era cuando ella gritaba enloquecida su nombre mientras con sus piernas rodeaba su cintura impidiéndole que pueda escapar y enterraba sus uñas en su espalda al tratar de no desmayarse por las intensas ráfagas de placer que atravesaban todo su cuerpo y sin duda alguna nunca se cansaría de escuchar como ella con las últimas fuerzas que le quedaban le dedicaba únicamente a él un cariñoso "te amo" antes de desplomarse entre las sabanas y dormir con una sonrisa en el rostro mientras no aflojaba ni siquiera un segundo el agarre de sus piernas sobre su cintura

Y un "yo también te amo Vicky" eran las únicas palabras que conseguían hacer que la ex-niñera tiñera sus mejillas con un rojo que delataba el claro amor que sentía por aquel hombre que en el pasado cuando era un niño disfrutaba hacerlo sufrir pero que ahora es el hombre dueño de cada rincón de su cuerpo

Todas esas y muchas más eran las razones por las cuales Timmy Turner se enamoro perdidamente de la que alguna vez fue la peor niñera que tuvo, porque para pasar del odio al amor solo hace falta un simple "te amo"