cuando quieres escribir de Crossover! pero acabas de volver a la escuela y de hacer el ridiculo a nivel internacional y solo salen cosas emos.
Dolor.
No podía sentir nada más que dolor.
Desde sus brazos destrozados hasta su pecho adolorido.
Mirar a Katsuki Bakugou, ensangrentado, debajo de una viga no le producía nada más que dolor, un dolor insoportable, como un ardor que le quemaba desde dentro y le obligaba a quedarse escondido en un rincón, cual ratón asustado mientras sentía algo caliente escurrir por su rostro ¿serían acaso sangre? ¿o serían lagrimas?
El símbolo de la paz ni siquiera pudo reaccionar cuando Shigaraki emergió de entre los escombros ¿Por qué? ¿Por qué Kacchan y no ese malnacido? Aquella mano delgada se acercó a su rostro, mientras Shigaraki sostenía una sonrisa demencial.
Lo único que el joven Izuku Midoriya pudo pensar antes de sentir esas uñas clavándose en su rostro fue en que, al menos, su Kacchan estaría esperándolo.
