Disclaimer: Mai Hime no me pertenece en lo absoluto, esto no tiene ningún fin de lucro. Solo es la practica de un escrito

Una noche tranquila, en el bar que desde hace unos años comenzó a ser su segundo hogar, todo iba como de costumbre… muchos hombres y mujeres en la barra, tratando de ahogar en alcohol todos esos problemas que los atormentaban, unos cuantos pervertidos lanzándole dinero a sus compañeras mientras ellas bailaban lo mejor posible rogando conseguir el dinero necesario para nunca volver a bailar de esa manera y nuestra castaña como siempre, sentada en un rincón, en los muebles mas finos, rodeada de esos grandes ejecutivos… algunos que habían tenido un muy mal día y solo querían un poco de consolación y otros que buscaban alguien que les saciara esa sed que ninguna de sus secretarias había podido lograr.

Los mismo hombres que frecuentaban el bar pasaban al frente de ella, agitándole dinero para que los siguiera… pero los ignoraba, estaba muy ocupada teniendo una placentera conversación con esos dos grandes ejecutivos que la rodeaban, tate y takeda… la ojos rojos nunca pensó que llegaran a ser unos grandes ejecutivos por simplemente hacerse rivales… claro, para ellos no había servicio, por mas que se lo pidieran, nunca su kaichou-sama les bailaría… mucho menos en su privado como tanto se lo pedían.

Mantenía su sonrisa falsa ante las peleas tontas de los chicos, era con los únicos que mantenía contacto desde que dejo el Fuuka, desde aquel día que sintió partir su corazón en mil pedazos y decidió dejar atrás todo, universidad, amigos, incluso a sus fans… era mas fácil simplemente olvidar. No quería sufrir más. No se lo merecía.

Pero por mera casualidad estos dos chicos se pelearon una noche en este bar y la hermosa Shizuru no tubo más remedio que pararles los pies. Claro, como no sorprenderse… ¿la perfecta kaichou-sama, había terminado trabajando en un Table Dance? Bueno siempre había sido admirada por cualquier chica o chico, su simple ser se lo permitía muy fácilmente, pero también había sido admirada y tratada con mucho respeto por todas las bailarinas que la rodeaban, para ellas, esa chica era perfecta al punto de no poder comprenderlo.

Algo la saco rápidamente de sus pensamientos, tate la llamaba incesante, alguien se había postrado frente a ellos, una persona vestida con un Chaqué estaba parados frente a ellos sosteniendo fuertemente entre sus manos una paca de dinero, tenía un sombrero puesto, no se podía ver su mirada… Shizuru alzo una ceja, no tenia pensado atender a alguien esa noche aunque estuviese vestida para la ocasión, hoy había elegido un pequeño corsé de cuero, haciendo juego con sus botas y demás accesorios, se quedaron mirando a la persona que estaba frente a ellos, se veía muy tensa… incluso sus puños temblaban un poco, Shizuru estaba a punto de quitarle la mirada e ignorarla cuando vio como una lagrima cayo al suelo, se compadeció… no pudo evitarlo, se despidió de los muchachos y sin siquiera intentar ver su rostro o hacer que sus miradas se cruzaran, se levanto, tomo con gentileza una de sus tensas manos guiando a su cliente al privado.

Al entrar la peliocre cerró con llave esa pequeña habitación pero muy bien ambientada, sus paredes estaban pintadas de un cálido amarillo, como su cabello y sus muebles eran todos rojos, como sus ojos.

-¿Por qué no te sientas en el sofá? Ponte cómodo…- hablo por fin a su nuevo y tenso cliente que aun no le daba la mirada – ¿quieres un poco de vino? A si te relajas mejor…-su voz era suave y comprensiva, pero a la ves tenia un toque muy sexy, la persona simplemente asintió, desabotono si chaqueta y se sentó en el sillón, la ojirubi no le quitaba la mirada mientras servía las copas.

Al tener su chaqueta abierta pudo por fin notar que se trataba de una mujer, una muy bien bella mujer, a lo mejor era simplemente que era tímida… bueno con unas cuantas copas eso se le quitaría, una vez servida las copas le entrego una a la chica y se sentó en su regazo.

-¿porque no me has mostrado tu mirada en toda la noche? No te debe dar pena… una vez aquí nadie sabrá que viniste a verme, y yo no diré nada…- la desconocida ni se inmuto, solo parecía tensarse mas, Shizuru paso sus dedos por su abdomen, parecía ser toda una atleta, comenzó a subir acariciando todo a su paso, rozo sus mejillas que estaban muy húmedas para terminar dejando sus dedos en el sombrero -¿puedo quitártelo?- pregunto con mucha suavidad

-si- contesto por primera vez en la noche tratando de disimular su voz, era algo grabe pero muy sexy al punto de Shizuru, tal vez este seria un perfecto cliente para pasar la noche, retiro el sombrero un tanto despacio y lo tiro a un lado, largos cabellos azules cayeron… la chica por fin miro a Shizuru con sus profundos ojos verdes algo rojos de tanto llorar provocándole un susto de muerte a la peliocre.

-Nat…suki…- contesto sin creerse nada, pensó en un momento que era una de sus tantas pesadillas, ¡no era posible! Ella estaba muerta!... la ojiverde levanto una de sus temblorosas manos colocándola en una mejilla de su ex-novia, esta por simple reacción la tomo con ambas manos, tan calado como siempre… no era un sueño… ella estaba hay, de vuelta a su lado.

Una gran pregunta zumbaba ahora por la cabeza de Shizuru… "¿Cómo le explicare todo?"