Esta es la segunda historia y la que respecta a este día.

Espero que disfruten la primera historia de parejas, ya más adelante en el reto podremos ver a las demás parejas. Empezamos con un bonito RinxPana y mi primer intento de... de... Lemmon jajaja ok no...

Disfruten la historia.


Día 2

Tranquilo.

RinxPana

Día de lluvia en tus manos.


Suave eran los sonidos que salían de la habitación de cierta chica. Suave era el aroma que se percibía en el ambiente: el aroma a tierra mojada por la precoz lluvia que caía fuerte afuera de su casa. El sonido de la lluvia complementaba a la perfección los suspiros, los chasquidos, cada sensación fría y cálida en el corazón de aquellas chicas.

El tic tac del reloj sonaba continuamente en la casa; creando breves espacios de silencio los cuales solo eran perturbados de vez en cuando, justo en el momento en el que la chica de cabello color dorado y la chica de cabello color naranja se unían una vez más; en una placida y tranquila muestra de afecto.

El cabello dorado de Hanayo estaba desmarañado debido a la humedad, dándole un aspecto cambiado y desarreglado; pero para los ojos de su compañera, de su amiga de la infancia, de su Rin, era algo hermoso de ver. Suave era al tacto de cada hebra de cabello en las manos de Rin, suavemente la acariciaba, suavemente pasaba y disfrutaba la sensación del cabello de Hanayo que se adentraba entre sus dedos.

Otro beso. Las dos chicas se unían una vez más, disfrutando tranquilamente la una de la otra, sin decir nada; las palabras sobraban en tan placido y tranquilo lugar, no eran necesarias, no querían siquiera mencionar nada para que ese lugar mágico, aquel lugar de ensueño y sopor no desapareciera.

Suaves suspiros salían de la boca de Rin mientras que con sus manos libres acercaba más la cabeza de Hanayo a la de ella; tratado de sentirla mas cerca de lo que ya estaba en ese momento. Acariciaba los labios de su amiga —ahora novia—, y los probaba detenidamente, cerciorándose de saborear cada centímetro, cada milímetro de sus labios.

Hanayo apretaba los parpados. Pequeñas gotas de lágrimas salían de sus ojos, pero no eran de tristeza o felicidad, sino del disfrute momentáneo que le brindaba la muestra de afecto de su hermosa novia. Al darse cuenta de esto, Rin se separó un poco de Hanayo y junto su frente con la de ella.

—¿Por qué lloras, Kayochin? —Dijo Rin en un susurro que acaricio la piel de Hanayo; era como si la calidez de su aliento le trasmitiera electricidad a su piel; era paralizante, era apacible, era una sensación inigualable.

—No estoy llorando, Rin-chan… —Tratando de ignorar la pregunta de su novia, Hanayo se acercó lentamente al rostro de Rin, tratando de buscar de nuevo sus labios—. No te detengas, por favor…

—Pero Kayochin, que pasa si tus padres…

—No regresaran hasta muy tarde… —El aliento caliente de Hanayo golpeo ahora el rostro de Rin y sus ojos al instante se abrieren con gran sorpresa ante la insinuación de su novia—. Te amo mucho, Rin-chan —Hanayo se abalanzo ganancia el cuerpo de Rin y la beso de nuevo en los labios, atrayéndola más a su cuerpo y disfrutando del sabor dulce que le trasmitían—. Estoy segura que te amo, Rin-chan, así que por favor… —Hanayo presiono una vez más sus labios con los de Rin— no te vayas nunca de mi lado.

Rin veía desconcertada a su novia. Un par de lágrimas salieron de sus ojos y bajaron por sus mejillas hasta sus labios. Hanayo la miro un poco desconcertada, pero, antes de que intentara decir algo, Rin la silencio uniendo de nuevo sus labios en un profundo, tierno y reconfortante beso que trasmitía todos sus sentimientos.

—Yo también te amo… —Dijo Rin mientras saboreaba el néctar de los labios de Hanayo—. Te juro que no me separare nunca de ti… Kayochin… —Un tenue silencio se creó entre ambas, solo fue perturbado por el sonido de ambos labios juntarse una vez más—. Por favor, quédate siempre a mi lado también.

—Lo haré… —Hanayo se acercó más a Rin y se puso encima de su cuerpo. Comenzó a besarle más en los labios y, cuando la sensación de probarlos se había agotado, en su búsqueda de más sensaciones, Hanayo comenzó a acariciar su piel, su cabello, todo su cuerpo hasta que por fin…

El sonido tranquilo de la lluvia comenzó a apoderarse del ambiente. Ahora no solo el tic tac del reloj resonaba con fuerza en la casa, sino que algo más profundo, un sonido más íntimo, inundo con calma cada rincón de la casa; creando un ambiente imperturbable, inigualable, tranquilo.


Espero que les guste esta pequeña historia. Mañana nos leemos con la siguiente palabra que es ASADO

Siganme en Facebook para ver la temática de esta historia y para enterarse de cuando actualizo mis demás historias: Biso47 Fiction

Sin Más, Muchas Gracias Por Leer y por Todo su apoyo.