Vas caminando. Te sientes nostalgico, te encuentras en el bosque, no sabes por que, solo abriste lo ojos y te encontraste aquí, sientes al viento sobre tu rostro, estas descalzo, las piedras bajo tuyo no se sienten, solo sientes la blanca y suave nieve, entre tus dedos. Sigues caminando, en ningun momento has parado a pensar por que lo estas haciendo o a donde estas hiendo, solo te guias por lo que sea que te esta llevando. Sigues tranquilo, tienes tu baston en tu mano, la capucha la tienes abajo, asique tus cabellos son movidos por el viento.

Suigues caminando, ahora te das cuenta que conoces ese camino, sigues derecho llegas hasta una cabaña, toda cubierta de nieve, oyes que alguien grita tu nombre, paras, volteas, y entonces, la ves, esa pequeñita de cabellos y ojos castaños, tiene una cara de asombro, y puedes notar, que tiene lagrimas corriendo por sus mejillas.

Sueltas tu cayado, corres hacia ella, con toda la alegria del mundo la recibes entre tus brazos cuando ella salta a tu encuentro, la aprietas contra ti, sintiendo a ese pequeño cuerpo caliente contra el tuyo, ella te abraza mas fuerte, y tu tambien lo haces. Lloran. Los dos lloran, al fin despues de tanto tiempo, estaban juntos, iban a poder divertise como antes. Sientes que lo que te faltaba ha vuelto.

Ella te susurra que te extraña, tu le contestas que tambien la has extrañado mucho. Siguen llorando. Le dices que la amas mucho, ella te contesta que tambien te ama mucho.

Despues de tanto tiempo, logras ver a esa personita que tanto amas, tanto que diste tu vida mortal para que ella no muriera. Tu hermana. Tuya. Y nunca dejaria de serlo. Era tuya y de nadie mas.

Le dices que se van a divertir mucho, ella te menciona que ha conseguido un libro nuevo, sientes mas lagrimas caer. La extrañaste mucho.

Pero entonces… puff.

Abres los ojos, ya no sientes el cuerpo de tu hermanita. Te das cuenta que solo fue un sueño.

Te desesperas, hubieras querido que no solo fuera un sueño. Te levantas, estabas acostado entre la nieve, te quedas sentado, levantas la vista hacia la luna. Le preguntas mentalmente si algun dia la volveras a ver, y volveran a jugar. No contesta. Como siempre.

Solo que esta ves ha brillado.

Te resignas, pero no pierdes la ezperanza. Te paras completamente, agarras tu baston, que estuvo todo ese tiempo recostado en un arbol. Caminas y luego le pides al viento que te lleve a lo de norte.

No te das cuenta que alguien desde las alturas, ademas de el hombre de la luna, te estaba viendo. Una pequeña niña castaña de ojos cafes, tenia una gran sonrisa. Porque ella sabia que en algun momentos iba a estar otra vez jugando contigo, su hermano, su amado hermano. E iba a poder hablar contigo y decirte.

Yo tambien te amo hermano.