N/T: hola!!! esta historia la ley en ingles se llama "fortress around the heart" es MUY buena tan buena que me dieron ganas de traducirla..... por eso pedi a Darma Druid la autora me dejara y bueno aqui estoy... si saben lo suficiente de ingles LEANLA es muy interesante... esta terminada y su continuacion ya se esta desarrollando.. de acuerdo a como esta se de veremos si traduzco lo que sigue.....

N/A:el punto preciso de un fanfiction es algo que empieza cuando alguine se sienta en frente de una computadora y piensa " y que si....?"

Cualquiera que no pueda mantener cosas nuevas o inusuales, no deberia leer desde este punto y no darse el mal gusto. Cualquiera que este seguro que no puede contra ciertos estandares en su mente en cuanto a como los elfos, Legolas, el mundo y la historia de la Tierra Media deberia de ser no deberia molestarse en seguir leyendo desde este punto.

Por que esta historia es solo para aquellos que esten dispuestos a cruzar los limites y volar con la imaginacion a cualquier lugar que los lleve. Despues de todo un señor se sento en Ingalterra un dia, tomo un boligrafo y penso "y que si...?" y creo un mundo lleno de dragones, goblins, elfos, enanos, hobbits, Balrogs y orcos. Y aunque muchos lo puedan encontrar estupido o loco, tambien estan quienes encuentran amor, sacrificio, corage y libertad en esas historias.

Asi que….decide cual de los dos eres y entra por tu propia voluntad.


Un cuento de pasión. De necesidad de los Viejos Tiempos. De crueldad y de las grandes barreras de la vida. Y definitivamente, de seducción.

"Aquí es donde peleamos," dijo lentamente, sus ojos escaseando el horizonte. "aquí es donde morieron."

Una brizna alboroto sus cabellos. Sus caballo relincho y parecia nervioso.

El hombre a su lado suspiro suavemente. Su tono de voz no de duda sino de terror: "Estas seguro, Legolas?"

Legolas no respondio. No necesitaba por supuesto que estaba seguro y Haldir sabia eso tan bien como lo sabia el. Pero entendía el shock y dolor de su amigo – dolor que viene con el cambio. El dolor de retroceder a tu casa de niñez y verlo destrozado, puesto de cabeza y reemplazado con algo completamente horrible. Legolas hacia tiempo descubrió que cierto tipo de traición siempre iba acompañado con shock y aversión. Algo tan imperceptible, a el le tomo siglos descubrir su presencia.

Traicion. El sentimiento de que, mientras tu esta teniendo una esplendida, profunda alegría merecida, en ese momento en otro lugar, el lugar que tu una ves –no importa que tanto tiempo atrás- por el cual, peleaste y viste a la puerta de la muerte frente a ti, era destruido y demolido. Mientras brindabas, o reías de un estupido chiste, o pensabas acerca de investigaciones sin importancia o mientras cuadruplicabas tu fortuna, la misma tierra donde tus compañeros se desangraron era puesto de cabeza y preparado para una pecaminosa fea construcción nueva. Habian traicionado tu pasado. Todo por lo que una ves te habías parado y peleado arriesgando todo, ahora significaba......nada, nada para ti, nada ahora.

Y eso era una cachetada en la cara. De todas maneras.

Legolas suspiro suavemente y se dio la vuelta alejándose de la escena. Si trataba Un poco mas podía oír chirrido de las armaduras. Si esperaba un poco mas podía recordar la sangre palpitar por su sien. Un poco mas y podía sentir el confortable peso de su arco en las manos. Cerro los ojos y lo echo todo. E el profundo abismo del pasado, de los muertos y de los idos para toda la eternidad.

Cuando alzo la vista otra ves solo había un paisaje como cualquier otro – largos pastos, esporádicos grupos de árboles –si one podía llamarlo así, estos pequeños y desnutridos nietos de los que una ves fueron las majestuosas criaturas que estuvieron en ese mismo suelo- y las distantes torres de las empresas en el horizonte, echando grandes cantidades de negro humo en el cielo.

No había ejércitos chocando ones contra otros como olas del mar. No había tormentas, rayos, o lluvia. No habia maldad. No habia bondad.

"lo extrañas?" dijo Haldir de repente, sus ojos recorriendo de un lado a otro, viendo las grandes diferencias entre el presente y e pasado.

"No," fue la insensible y blanca respuesta. Haldir se volteo a verlo entonces, con su cabeza doblada un poco hacia el lado, sus cabellos gentilmente dejándose llevar por el aire como libre el se lo había dejando largo y suelto esto mañana. El dio a Legolas una penetrante mirada, sus ojos azueles moviéndose sobre su figura sin apuro.

Legolas le devolvió la mirada con completa calma, sus propios ojos nunca dejando los del otro. Sus miradas se cerraron y ellos solo siguieron mirando, como era común para su inconsciente rasgo de la perdida de largos tiempos. Mucho tiempo pasó. Pero ningone estaba pendiente. ¿Que es el tiempo para los eternos?

"pedir ese habilidad hace mucho tiempo atrás," sonando seco al oírse.

Haldir vio a otro lado, suspirando inaudiblemente. "yo extraño los Viejos Días," susurro y si no fuera por su oído elfico, Legolas no lo hubiera escuchado. "yo extraño......ser PARTE de algo. Tener una razón para existir," agrego con un sisigeo, su fuerza en las riendas incremento y blanqueo sus nudillos, mas no cambio mas nada en su postura.

Era el turno de Legolas voltearse a ver a su amigo con una blanca expresión, de arriba abajo y de vuelta. Otros minutos pasaron y el cielo se oscureció y la luz se volvió débil. Ninguno se dio cuenta.

"la razón es tuya ahora," vino la lenta respuesta. "algunos llamarían eso libertad, Haldir." Y ¿por que sonaba su tono tan mordido? ¿Tan bufón?

"¡entonces, Yo no quiero ser libre!" Haldir se volteo a verlo con los ojos llenos de furia y resplandores de ámbar. Aunque para otro, pudo haber sido la luz anaranjada de los rayos del sol reflejándose en sus ojos.

"No," dijo Legolas lentamente, viéndolo a los ojos otra ves, "pero esa opción ya no es tuya."

Haldir suspiro y simplemente vio como Legolas observo sus gestos cambiar de sentimiento de rabia, dolor, más rabia, derrota, razonamiento, arrepentimiento y finalmente aceptación.

"Sin embargo lo extraño," profirió finalmente, rudamente volteándose de nuevo, su estado sentimental encarado a tal fría observación le irritaba.

"no te preocupes" dijo Legolas por detrás con un tono frío, "un día no lo harás mas."

Entonces escuchos otro caballo dando la vuelta y galopando, su sonido daba un débil eco de la tormenta de caballeros que por un tiempo estaba mas allá de la cura, y perdidos mas allá de la resurrección.