Los Juegos del Hambre no me pertenecen, tan solo son una obra maravillosa de la cual decidí tomar los personajes. :)
Yo te conozco, ¿real o no?
Capítulo 1:
Nuevamente me encuentro en el instituto. La confusión respecto a todo sigue siendo bastante grande, y andar por todos lados con una pierna artificial es bastante complicado, sobre todo teniendo en cuenta la incomodidad que representa no solo para mí, sino también para mis compañeros, que se ven en la obligación de acompañarme a todos lados.
Afortunadamente cuento con Delly, a quien parece no molestarle en absoluto tener que acompañarme a todos lados. De hecho, pareciera que nada le molesta. Siempre está sonriendo, y todo el mundo le agrada. Es una compañía ideal para alguien como yo, que todavía se siente confuso respecto a casi todo el mundo.
Desperté hace aproximadamente dos meses. Lo primero que ví fue que me encontraba en una sala de hospital, e inmediatamente me horroricé. Nunca me habían agradado los hospitales. Ni siquiera tuve tiempo para preguntarme qué hacía en aquel lugar, porque inmediatamente irrumpieron en la sala mi padre y mis hermanos; todos gritando sobre lo felices que se encontraban de verme despierto.
Es correcto afirmar que sus gritos me desestabilizaron por completo, puesto que mi mente era todo un caos. Afortunadamente una doctora apareció, diciendo que necesitaba tranquilidad y ellos tuvieron que irse. Me realizaron muchos estudios, aunque nadie me decía nada, probablemente todos suponiendo que yo recordaba. Cada vez me ponía más nervioso, hasta que la doctora tuvo la sensatez de explicarme lo mínimo indispensable antes de sedarme.
- Peeta se que todo es confuso ahora, pero debes saber que tuviste un accidente. Te caíste del segundo piso del instituto, estuviste en coma durante tres meses y – la doctora hizo una mueca – Perdiste una pierna.
Todo se puso oscuro. Aunque sentía como me desvanecía sabía que no podía hacer nada para evitarlo. Lo único que podía hacer era intentar liar un montón de recuerdos, algunos brillantes, para tratar de darle un sentido a todo. Sin embargo lo único que sentía era dolor. No era sólo mi pierna, aunque horas después descubriría que la habían suplantado por un miembro artificial que en algún tiempo funcionaría tan bien como la original. También había otra cosa, aunque no lograba recordar qué.
Los días pasaron y poco a poco comencé a recuperarme. Mi familia, sobre todo mi padre, fue de gran ayuda. Un puñado de compañeros del instituto iba a visitarme todos los días. Poco a poco pude volver a caminar, aunque con la ayuda de un bastón. La pierna nueva me resultaba un poco incómoda, pero era preferible a no tener nada.
Cuando por fin pude regresar a mi casa me sentí aliviado. Como tenía mucho tiempo libre (aún no podía volver a la escuela), ayudaba a mi padre a preparar los pasteles para la panadería. Haciendo eso encontraba algo de paz.
Delly iba a visitarme todos los días. Me llevaba los deberes para mantenerme al día en mis estudios y a veces se quedaba a pasar la tarde conmigo. Soy muy afortunado de tenerla como amiga. De alguna forma me aliviaba, ya que hacía más agradables los períodos vacios, que aún no entiendo por qué los siento. ¿Qué es lo que le falta a mi vida?
Finalmente pude regresar al instituto. Esa mañana desperté temprano, me vestí con mi uniforme y dejé que mi padre me acompañara. Cuando entré al salón se produjo un gran revuelo. Me ví asediado por mis compañeros, que deseaban saberlo todo: cómo me sentía, si ya me había acostumbrado, cómo lo sobrellevaba. Respondí a sus preguntas con tranquilidad y agradecí su preocupación.
Cuando llegó la profesora el grupo se dispersó ya que todos fueron a sentarse a sus lugares. Dejé mis cosas sobre el pupitre (antes no había tenido tiempo de hacerlo) y me giré para colocar el saco en el respaldo de la silla. Fue entonces cuando la ví.
Estaba sentada muy tiesa, vestida con el uniforme de las chicas (camisa blanca, corbata azul, pollera gris y zapatos). Llevaba el pelo recogido en una trenza. Parecía nerviosa. Intentaba mantener la vista en un punto fijo, pero por un segundo sus ojos grises la traicionaron y se encontraron con los míos. Sentí que se me oprimía el pecho al ver en sus ojos una tristeza infinita. Y me pregunté por qué.
Durante toda la clase no pude dejar de pensar en su mirada llena de tristeza, sin embargo no me atreví a mirarla de nuevo. Al terminar la clase me acerqué a Delly, quien era mi guía cuando me sentía un poco confuso y le pregunté:
- Delly, ¿cómo es el nombre de esa chica? No logro recordarlo.
Ella me contestó que su nombre era Katniss Everdeen e inmediatamente cambió de tema. Me pareció algo extraño, porque Delly nunca era así. La dejé hablar, pero no pasó un minuto del día en el que no recordara a Katniss y su mirada triste.
Se que es corto pero me pareció bien para empezar :) Espero opiniones.
