Luke se encontraba trabajando en el jardín cuando sintió como una mirada lo desnudaba desde la casa vecina. Creyó que se trataba de alguna de las chicas pero cuando volteó se dio cuenta de que se trataba de un hombre barbado que lo miraba desde el balcón de la casa. Este hombre le sonrió de una manera seductora. Luke no solo le contestó la sonrisa sino que provocativamente se quito la playera para secarse el sudor, primero de su frente y luego de sus poderos músculos. Permitiendo a aquel hombre admirar su maravilloso cuerpo. Luke le volvió a sonreír y siguió con su trabajo sabiendo que aquel hombre lo seguiría viendo de manera indefinida. Y así fue, aquel hombre no dejó de mirarlo hasta que escuchó a su esposa cercándose y prefirió entrar para no levantar sospechas. Luke no notó el momento en que el hombre se fue pero cuando volteó para buscar de nuevo a aquel hombre este ya no estaba quedando desilusionado. A decir verdad, aun siendo atractivo, lo cierto es que Luke era virgen la actitud de su madre alejaba a cualquiera. Luke llevaba un fuego interno que lo quemaba, ya no deseaba ser virgen pero su madre era un muy poderoso cinturón de castidad.