Los personajes pertenecen a Kishimoto-sama


Capítulo 1: El reencuentro.

Hacía seis años que no pisaba la aldea de Konoha; exactamente desde el nombramiento de Naruto como Hokage de la misma. Ahora estaba cruzando sus puertas acompañado de sus hermanos, y de dos ANBUS que los escoltaban y que no podía reconocer debido a la capa y la máscara.

En unos días se realizaría una reunión de Kages, y él como Kazekage de Suna no podía faltar. Al caminar por las calles de la aldea de la hoja muchos recuerdos de su última visita acudían a su mente.

Muchas cosas habían cambiado desde entonces, empezando por sus recientes cumplidos 24 años, por la aparente paz que rodeaba a las villas desde hacía dos años. Todo parecía mejor que hacía algunos años.

Sin a penas darse cuenta habían llegado a la torre del Hokage, los ANBUS entraron acompañándole al despacho miestras sus dos hermanos se quedaban fuera, como medida de protección, aunque estaba seguro de que no hacía falta.

_ Gaara ¡viejo amigo!_ la estridente voz de Naruto resonó en el habitáculo, a pesar del paso de los años aún conservaba esa jovialidad que le caracterizaba, pero sin impedir que realizase su trabajo como Hokage de una forma realmente eficiente.

_ Naruto, un gusto verte de nuevo_ lo saludó formalmente, sin cambiar su imperturbable expresión, después de todo seguía siendo Sabaku No Gaara; nada lo importunaba, aunque debía admitir que cuando supo que la reunión sería en la hoja, algo parecido a la incomodidad se había instalado en él. Pero eso se debía a lo sucedido la última vez; cerró los ojos obligándose a apartar esos pensamientos de su mente.

_ ME alegro de que hayas llegado bien Gaara_ comentó el rubio levantándose y acercándose a él con esa sonrisa zorruna que siempre le acompañaba_ sé que dijiste que no necesitabas protección, pero era necesario que enviase a mis ninjas para asegurarme de ello.

_ Está bien. No hay problema.

_ Me alegro que digas eso_ la sonrisa del rubio no presagiaba nada nuevo_ por que voy a asignarte estos mismos ANBUS como tus guardianes durante tu estancia.

_ No es necesario.

_Insisto_ se sorprendió al ver la seriedad del rostro del portador del Kyubi_ ellos dos serán tu sombra estos días_ señaló a ambos ninjas que continuaban con el rostro tapado. Los miró analizándolos, no le hizo mucha gracia tener a dos completos desconocidos detrás de él todos los días, pero pensó que no habría más remedio.

_ DE acuerdo, pero tengo una condición_ Naruto sonrió por haber vencido y dejó salir un lo que sea_ quiero que se muestren. No estoy dispuesto a no conocer el rostro de mis "protectores".

_ Los ANBUS no se muestran sin máscara nunca en público Gaara.

_ Lo sé. Sólo quiero saber de quienes se trata. Después pueden realizar su trabajo ocultando su rostro.

Naruto miró a los encapuchados y asintió con la cabeza, dándoles la orden silenciosa de que podían mostrarse ante el Kazekage.

El más alto retiró su capucha y su careta y miró a Gaara fijamente; éste lo reconoció al momento como el hombre por el que su hermana bebía los vientos.

_ Nara Shikamaru_ anunció Naruto_ capitán general de los escuadrones ANBU. Supongo que lo recuerdas.

El pelirrojo solo asintió y respondió a la inclinación de cabeza que su ¿cuñado? Le ofrecía.

El segundo ninja retiró la capucha y la careta en un solo movimiento que a Gaara se le antojó grácil y hermoso, como si se tratase de un paso de baile. Era una mujer. Era aquella mujer.

_ Hyuuga Hinata_ explicó el rubio_ subcapitana general de los escuadrones.

La miró mientras ella hacía una pequeña reverencia de respeto. Se la veía casi igual que la última vez, su pelo negro largo, aunque su flequillo había crecido y caía a los dos lados de su cara. Llevaba su melena recogida en una coleta alta. Sin embargo, lucía tan diferente de hace seis años. Miró sus blancos ojos, fríos y serenos. Se perdió en ellos.

Como la última vez, pensó. La voz de Naruto lo trajo al mundo de los vivos de nuevo.

_ Te alojaras en su casa_ se dio cuenta de que se refería a la mujer_ como sabrás los Hyuuga son el clan más poderoso de nuestra villa.

_ Si. Gracias_ lo último lo dijo mirando a la chica, ¿qué estaba pensando ella al verlo de nuevo?.

_ Siempre es un placer Kazekage-sama_ respondió ella. Fría, cortante. Distinta._ Naruto, yo debo retirarme para disponer todo para mis invitados. Shikamaru los traerá hasta mi casa cuando acabeis vuestra reunión.

Naruto asintió. Gaara continuaba pensando en lo diferente que estaba esa mujer, mientras ella recolocándo la capucha y tapando su rostro desaparecía de la torre en una nube de humo, lo mismo que su compañero, después de un lo espero fuera Gaara-sama.

_ Extraña ¿verdad?_ miró hacia Naruto_ Hinata –chan ha cambiado mucho desde la última vez que estuviste aquí. Ha pasado por muchas cosas. Ella es ahora la líder de su clan, después de la muerte de su padre poco después de tu última visita. Luchó mucho contra su consejo. Después ascendió a ANBU y a subcapitana, es una de las mejores.

Gaara vio que en la mirada de Naruto había cierta pena al hablar de la chica. Pero decidió concentrarse en comentar los detalles de lo que le había llevado a allí.


Hinata entró en el salón principal de la mansión, ya sin sus ropas ANBU. Se aseguró de que todo estaba correcto para la llegada del Kazekage y se retiró al dojo a liberar un poco de tensión.

Gaara, pensó mientras realizaba movimientos técnicos con una catana. Tenías que volver.

A pesar de intentar concentrarse en sus movimientos, imágenes que la habían torturado durante los últimos seis años acudían a su mente. Al darse cuenta de su falta de concentración guardó el arma y se dispuso a preparar un poco de té. Fue a la cocina y se puso manos a la obra, cuando notó una presencia tras ella. Sonrió, pero continuó con su labor, como si no supiese quien estaba a su lado. Entonces un poco de arena apareció por la derecha de su cara intentando sorprenderla, ella liberó un poco de chakra y cortó el "ataque".

_ ¡¡Mamá!!_ se quejó una voz infantil detrás_ siempre me detectas.

La mujer sonrió girándose para mirar al pequeño pelirrojo de ojos blancos de casi seis años que estaba tras ella.

_ Kaji, aún eres muy pequeño para engañar a tu madre. Además_ fingió enfado_ ¿Es forma de saludarme lanzarme arena?

El pequeño enrojeció, hábito sacado de Hinata, la vieja Hinata se corrigió ella, y se acercó a su progenitora que se agachó para besar la frente del niño. Se separó sin incorporarse para mirar a su hijo, tan parecido a él. Suspiró. Seis años más tarde iba a enfrentarse a la dolorosa verdad.

_ Hinata-sama_ miró a quien le hablaba, un Hyuuga a su servicio, había eliminado el Souke y el Bouke, pero algunos aún trabajaban para ella, por un salario; no le gustaba nada la idea realmente, pero la mansión no se mantenía sola así que esa era la solución_ han llegado los invitados.

_ Hazlos pasar al salón Miko y sirveles té, yo iré en seguida_ explicó la ojiblanca levantándose y alisando su yukata_ y una cosa más, llámame solo Hinata, por favor.

Miko sonrió asintiendo y lléndose a preparar lo que le habían ordenado. Hinata miró a su pequeño.

_ Kaji-kun_ dijo dulcemente_ sal a jugar ¿de acuerdo? Yo tengo que atender a unos invitados.

_ ¿Quiénes son?_ preguntó curioso el infante.

_ No seas entrometido pequeñajo_ rió la madre_ haz lo que te digo. Nos vemos a la cena ¿vale?

El niño asintió molesto por no satisfaccer su curiosidad y salió hacia los jardines de la mansión. Hinata suspiró se colocó la melena que ahora llevaba suelta y se dirigió al salón. Directa a la boca del lobo.


Entró al gran salón y vio a los tres hermanos Sabaku No con sus respectivas tazas de té. Temari sonreía, la anfitriona dedujo que era por estar con Shikamaru. EL amor, vieja ilusión. Kankuro observaba la habitación con los ojos muy abiertos, mientras que Gaara permanecía con los brazos cruzados impasible. Como la primera vez.

_ Disculpen mi tardanza_ se excusó ella_ siéntanse como en su casa. La mansión Hyuuga está a su total disposición. Cualquier instalación del territorio.

_ ¿Hinata-san?_ preguntó Temari_ ¡Dios mío! Estás tan cambiada.

_ Hola Temari-san, es un gusto volver a verla_ sonrió. Por el rabillo del ojo podía ver a Kankuro mirarla con ojos lujuriosos y escrutadores, antiguamente habría tartamudeado y enrojecido, pero ahora ya no. El pasado, pasado está. Pero siempre vuelve; recordó.

_ Llámame solo Temari, por favor.

_ DE acuerdo, solo Hinata también_ sonrió la Hyuuga_ Temari, ya que Shikamaru es también el encargado de la seguridad del Kazekage se alojará en la mansión estos días.

Hinata pudo ver el leve sonrojo de la rubia y la mirada de agradecimiento.

_ Esto está un poco cambiado_ Gaara habló por primera vez desde su llegada.

_ Cierto, usted estuvo aquí hace ¿seis años?_ fingió hacer memoria, aunque se acordaba a la perfección del tiempo transcurrido y de lo que había sucedido_ Si, las cosas han cambiado mucho en el clan desde la muerte de mi padre.

Gaara pudo percibir que nombraba ese doloroso suceso de una forma neutral, como si la pérdida de su padre no le afectara en lo más mínimo.

_ Si, siento lo de tu padre, Hyuuga. Naruto me contó que falleció_ vio a la mujer asentir de forma automática sin mostrar ningún sentimiento_ ¿cómo fue?

Pudo percibir la pequeña tensión que se alojó en la mujer al hacer la pregunta, aunque como ninja la disimulaba muy bien, aún así no pudo escuchar la respuesta porque al momento se escucharon sonidos de porcelana rota y un pequeño quejido. Todos voltearon hacia donde provenía el ruido. Vieron a un niño salir de detrás de una puerta, ruborizado, con los restos de lo que parecía ser un jarrón en sus manos.

_ Lo siento…_ bajó la vista, aún oculto por la oscuridad de la otra habitación.

_ ¿Estabas espiando?_ preguntó Hinata_ eso es de muy mala educación Hyuuga Kaji.

Temari notó el enfado de la ojiblanca y con ansias de liberar la tensión se decidió a hablar.

_ Hola_ dijo mirando al pequeño_ si te unes a nosotros no tendrás la necesidad de espiar y asi te ahorrarás regañinas.

_ Temari, no es necesario, Kaji sabe que…_ comentó Hinata, presa del pánico.

_ Vamos Hinata, tan solo es un niño, ven aquí Kaji-kun_ sonrió abiertamente. El niño lanzó una mirada a su madre que estaba con el ceño fruncido pero a esas alturas ya no podía negarse, así que la vio asentir, dándole su consentimiento a unirse a la reunión.

Kaji salió de la protección de las sombras y todos los presentes quedaron mudos por un momento. Aquel pequeño sería igualito a Gaara si no fuera por esos dos enormes ojos blancos que poseía. El pequeño llegó a junto de su madre e hizo una reverencia a los atónitos invitados.

_ Mi nombre es Hyuuga Kaji_ se presentó.

Hinata tomó la palabra, sabiendo que acababa de entrar en una espiral sin salida.

_ Él es el heredero Hyuuga_ dijo solemne_ mi hijo.

Mi hijo. Mi hijo. Mi hijo. Mi hijo.

Las palabras retumbaron en la cabeza de Gaara que miró imperturbable a la Hyuuga, la cual le mantuvo lo mirada.

No puede ser.


Espero que os guste :) No creo que la historia sea demasiado larga, pero nunca se sabe.

¡Hasta la próxima!