BUENO DEBO DECIR QUE USARE LOS PERSONAJES DE LA SAGA DE HARRY POTTER LOS CUALES SON PROPIEDAD DE J.K.R. Y CREO QUE TAMBIEN DE LA WB Y SON SOLO ELLOS LOS QUE GANAN MUCHO DINERO, AQUÍ UNICAMENTE PARTICIPAMOS CON EL AFAN DE SACAR UN POCO DE IMAGINACIÓN Y DE ESTRESS DE LA VVIDA DIARIA.
DICHO ESTO DEBO EXPICAR TAMBIEN QUE ESTA ES LA SEGUNDA HISTORIA QUE PUBLICO, ESPERO QUE LES GUSTE, SE DESARROLLA DESPUÉS DE LA ÚLTMA BATALLA Y YA HAN PASADOS 2 AÑOS DE LOS HECHOS.
TAMBIÉN QUIERO COMENTARLES QUE TENGO PROBLEMÁS PARA SUBIR LOS CAPITULOS POR QUE NO ME LOS ASEPTA EL DOCUMENT MANAGER ASÍ QUE HABER COMO LE HAGO. SE ACEPTA AYUDA Y SUGERENCIAS. COMENSEMOS.
EL DÍA QUE ME QUIERAS.
CAPITULO 1
¡SORPRESA, SORPRESA!
En Grinmoud place, se escucharon dos fuertes ¡crack! Y apareció un chico de pelo negro, ojos verdes cubiertos por unas gafas con 3 grandes maletas y un joven de pelo rojo, de expresivos ojos de color café, al momento en que los dos vieron en donde se encontraban sonrieron, los chicos eran Harry james Potter Evans y Ronald Billius Weasley Prewet, ambos eran los aurores más jóvenes del ministerio de magia, y acababan de llegar de una misión en el extranjero. Los pocos mortífagos que aún quedaban regados en el mundo, provocaban disturbios de vez en cuando, y había uno en especial que últimamente les había causado muchos problemas, a la gente del ministerios de magia en Australia, así que el ministro de Inglaterra, decidió prestarles a sus dos aurores mejor entrenados y más capacitados para la aprehensión de dicho mortífago. Y esos dos eran nada más y nada menos que Ron y Harry, los cuales habían pasado nada más y nada menos que seis meses en Australia ayudando y capacitando aurores para poder realizar la aprehensión del mortífago y sus seguidores.
— Bueno, por fin en casa, ¡Te dije que era un error que primero nos reportáramos en el cuartel!, nos han tenido ahí un día completo redactando informes de cada día que pasamos fuera. Eso sí que es molesto. Ni siquiera he tenido tiempo de llamarle a Hermione y decirle que hemos llegado. —decía sumamente molesto Ron.
— Está bien, reconozco que me equivoque y que fue una pésima idea haber llegado directamente al cuartel, pero al final de cuentas estuvo mejor, terminamos el paleo y nos han dado una semana de licencia, ese tiempo podrás pasarlo con Hermione y tu mamá, ¿No lo crees así? — le dijo Harry al molesto pelirrojo y le dirigió una triste sonrisa — En cambio creo que yo regresare mañana mismo a trabajar, — lo dijo en tono pensativo y sonó sumamente triste, y ante la mirada interrogante de su amigo le explico — sabes bien que no tengo novia, y que mis dos únicas amigas con las que algunas veces llego a salir o a visitar son Hermione, a la cual tendrás muy ocupada y no creo que quieras que vaya a hacerles mal tercio, y Ginny, la cual me dejo muy en claro que el idiota con el que anda se siente celoso e inseguro de mí, y como se han ido a vivir juntos apenas hace cinco meses, pues preferiría que no nos viéramos más que en las reuniones que haya en tu casa y eso si es que yo no puedo evitar presentarme a ellas.
— ¿Cómo permitiste que te tratara así? Tú fuiste, eres y serás siempre bienvenido en mi casa, mis padres te adoran y no creo que debas hacerle caso a las palabras idiotas de Ginny —Ron estaba muy molesto con su hermana, nunca hubiera imaginado que ella fuera capaz de decirle algo así a su amigo.
Ambos amigos se quedaron serios y callados un momento, os recuerdos se agolpaban en la cabeza de Harry, pero trataba de alejarlos, de todos modos eso ya no tenía remedio, ahora Ginny vivía con alguien que no era él y eso sabía que era en parte su culpa por ser tan cobarde y nunca haberle dicho que a amaba, y que el tiempo que había pasado con ella había sido el mejor de su vida. Pero una vez que regresaron no hubo tiempo de explicaciones y ahora ella era feliz con otro.
— Ron, me iré a meter en la bañera hasta que mi piel esté tan arrugada que tengan que plancharme con vapor — dijo Harry, poniendo una cara de resignación — y ¿Tú? ¿Iras a ver a Hermione?
— Sí me muero por verla, todos estos meses sin ella han hecho que la extrañe, como nunca pensé que lo hiciera. Bueno en fin le daré una sorpresa y festejare con ella el que tengamos tiempo para estar juntos sin que yo tenga que ir a trabajar, pero primero debo darme un baño, si se me ocurre llegas sin haberme bañado me regañara hasta hartarse y eso echara a perder la sorpresa, bueno amigo, nos vemos me imagino que mañana.
Ambos chicos subieron la escalera dirigiéndose a sus respectivas habitaciones, Harry estaba triste desde que empezara su profesión de auror, cada vez que regresaba de una misión, Ron y él acudían a la casa de Hermione y ahí se reunían tanto con ella como con Ginny quienes compartían el departamento, así que ahora que Harry tenía que quedarse en casa, solo, sin poder verla, era muy doloroso para él, pero le había prometido a Ginny que no le llamaría ni la buscaría para evitarle problemas así que tendría que cumplirlo y no podía ir con su amigo ya que solo les serviría de estorbo, ellos tenían derecho a su soledad y privacidad, cavilando todo esto se metió en la bañera que le había llenado de agua caliente uno de sus tres elfos domésticos que trabajaban con ellos, uno era Kreacher, pero como ya estaba muy viejo habían conseguido a dos más para que así se dieran tiempo de atender y cuidar bien de la casa y de ellos dos.
Hermione, se encontraba estudiando en el hospital de San Mungo para ser medimaga, se encontraba en la biblioteca del hospital cuando se dio cuenta de la hora que era, rápidamente coloco los libros que estaba consultando en las estanterías correspondiente, tomo su bolso y los pergaminos en los que había estado escribiendo su investigación para uno de sus maestro y salió rumbo a su casa; desde que Ginny se había ido a vivir con su novio a ella no le apetecía tanto llegar a su casa, se sentía muy sola sin su amiga, así que se quedaba lo más posible en el hospital.
Se despareció en cuanto llegó a un lugar en el hospital donde era permitido y apareció cerca del edificio de departamentos donde vivía, al entrar saludo al encargado de recepción y tomo el elevador, ella vivía en el cuarto piso de ese edifico en el Londres mágico.
En el departamento del cuarto piso, había una pelirroja sentada en el sofá de la sala, estaba esperando a Hermione y parecía un poco perturbada; de pronto de la chimenea salió un muchacho más o menos de la misma edad que Ron y Harry, solo que éste tenía cabellos rubios, al salir de la chimenea inmediatamente localizó a la chica pelirroja que estaba en el sofá.
— Hermione, ¿Qué...? — de pronto al darse cuenta de quién era la persona que salió de la chimenea se interrumpió inmediatamente se puso de pie y buscó su varita que había dejado a un lado de donde se encontraba sentada — ¿Qué demonios haces aquí, Marcus? ¡Te dije claramente que no quería volver a saber de ti! Lo que mi hiciste, no te lo perdonare jamás.
— Te llame varias veces antes de que desaparecieras por la chimenea de la casa, y sabes muy bien que a mí no me gusta que me dejen con la palabra en la boca, ¿O qué? ¿Aún no has aprendido lo que me gusta y lo que no? Yo pensé que te lo había hecho entender. — El tipo la miraba y le hablaba mientras iba acercándose poco, a poco a ella y al hablar o hacía con sarcasmo, con una inflexión en la voz que a Ginny le hacía sentir escalofríos — Anda, vamos, no me hagas perder más el tiempo y la paciencia, regresemos a la casa y el castigo no será tan severo, como te las veras en caso de que hagas que me desespere.
— ¡Estás loco, Marcus!, jamás regresaré contigo, no sé cómo es que permití que llegáramos a esto. No me reconozco ni a mí misma. — Dijo Ginny dejando ver un golpe en el ojo derecho, se le estaba poniendo morado y cerrándosele.
— ¡Te dije que vienes conmigo! ¡Sabes perfectamente que a mí no me gusta repetir dos veces las cosas! ¡Además! ¿Por qué viniste aquí? Tal parece que quieres ponerme en evidencia — ¿Qué es lo que quieres? Que llegue Hermione y te proteja ¿Es eso lo que ahora quieres? Por favor si te la has pasado alejándolos de ti, jamás te defenderán.
Al momento que decía esto se iba acercando a Ginny, que no se había dado cuenta del movimiento de Marcus hasta que fue muy tarde, recibió un puñetazo en pleno rostro en lado izquierdo de su cara, que la arrojo contra el suelo; al caer siguió recibiendo puntapiés y puñetazos, Ginny no alcanzaba a cubrirse de todos, por más que trataba de ponerse en posición fetal, las patadas que le propinaba en la zona renal, la hacía que se pusiera recta y en ese momento era pateada en el abdomen, sólo acataba a gritar de dolor y a suplicar que dejara de golpearla.
— ¡Te lo dije! ¡Si me seguías haciendo perder la paciencia te iba a pesar, no digas que no te lo advertí! ¡Acepta que volverás conmigo! ¡Dilo! O te sacare as palabras a golpes.
— ¡No! Por favor, no ya no me golpees más, detente, ¡Me lastimas! ¡Nooooooooo, no más!
Al momento en que Hermione salía del elevador escucho los lastimeros gritos que provenían de su apartamento, enseguida reconoció la voz de Ginny, sin pensarlo sacó la varita y con un alohomora, abrió la puerta de su departamento, no lo pensó dos veces al ver que su amiga y cuñada era golpeada salvajemente, grito apuntando la varita hacia el agresor.
— ¡Expeliarmus!, ¡Diffindo! — al ver noqueado al agresor de Ginny, se dirigió hacia donde su amiga a duras penas se mantenía consiente, se encontraba sumamente golpeada, se acababa de acercar a ella y comenzaba a ver en qué condiciones se encontraba cuando se escuchó un ¡crack!
— ¡Sorpresa, Hermione, sorpresa! ¿Qué demonios sucedió aquí? ¿Ginny, Ginny, enana, qué te pasa? ¿Hermione, que sucede? — Ron estaba desconcertado, no entendía lo que estaba sucediendo, al ver a su hermana golpeada y a Marcus herido y también inconsciente, pensó que los habían asaltado o algo así —Hermione ¿Estas bien? ¿A ti no te hicieron nada? ¿Quién los ataco?
Marcus estaba despertando cuando Hermione le explicaba rápidamente lo que había escuchado, y después lo que había visto al entrar, Ron sin terminar de escuchar a su novia se abalanzó sobre Marcus, quien el último instante antes de que Ron lo atrapara se desapareció.
Harry se encontraba dentro de la bañera, empezaba a sentirse adormilado por el agua caliente que le había permitido relajarse muy lentamente, tomó un sorbo de una bebida que le habían llevado los elfos junto con la preparación del baño cuando se la vació encima por la sorpresa, un patronus en forma de un perro gigante se le apareció y le habló con la voz de Ron.
— Ven a San Mungo, es urgente, necesito de tu ayuda.
Sin detenerse a pensarlo mucho salto de la bañera se cambió rápidamente y se desapareció, cuando apareció enfrene de la vitrina del local abandonado, inmediatamente entro por la puerta que aparentemente te estaba cerrada con candados, y al traspasar la puerta se encontró en la recepción del hospital, en ese momento de la chimenea iban saliendo el señor y la señora Weasley, al momento en que los vio se acercó a ellos, porque no tenía ni idea de cómo encontrar a Ron.
— Señor Weasley, señor, ¿Ustedes saben lo que le sucede a Ron? —dijo preocupado Harry, estaba punto de perder la paciencia, ese tipo de mensajes escuetos era muy característico de Ron, pero no podía saber si a él o a Hermione les había sucedido algo.
— Por aquí hijo, tranquilo, no sabemos bien que es lo que sucedió pero Ron esta ben, al arecer la que sufrió un accidente fue Ginny y Ron junto con Hermione la trajeron aquí, se encuentran en el tercer piso, vamos, ahí están los elevadores, Molly no te quedes atrás — dijo Arthur mientras tomaba de la mano a su esposa y la jalaba suavemente a su lado, quedando ella en medio de los dos.
Harry mientras subían en el elevador iba pensando en lo mucho que le importaba Ginny, al momento de saber que era ella la que estaba mal, é se sintió desesperado, sentía que el elevador subía muy lentamente y cuando se detenía para dejar bajar a las personas y subir más bufaba desesperado por que continuara el movimiento hacia su destino final y así saber que era lo que le estaba sucediendo a Ginny.
Por fin llegaron al tercer piso y él salto del elevador en busca de sus amigos, los encontró sentados en la sala de espera, Ron se veía descompuesto y Hermione sollozaba calladamente recargada en el pecho de él, quien la abrazaba suavemente.
Se acercó lentamente, tenían ganas de correr y saber lo que sucedía pero al mismo tiempo temía a lo que sus amigos le dijeran, si bien Ginny ya no lo quería a él, él seguía enamorado fervientemente de ella.
— Ron, Hermione, díganos que es lo que le sucedió a Ginny, ¿por qué no hablan de una vez?, digan donde se encuentra ella. — Molly Weasley, estaba perdiendo el control, no esperaba que Ron se quedara callado sin informarles inmediatamente después de que llegaron.
Aunque Ron se levantó del asiento en donde estaba desde el momento en que miró a Harry aparecer por las puertas del elevador, simplemente veía a los tres sin decirles nada. Ron no podía hablar, sentía que si trataba de articular palabra rompería en llanto, no sabía cómo decirle a su familia y su pequeña hermanita se encontraba muy grave, simplemente recordar lo que le habían dicho los mencionados acerca del estado de su hermana le causaba un tremendo dolor, ¿cómo se pondrían sus padres al saber que la vida de su hermana se encontraba en peligro?
Por fin al darse cuenta Hermione que su novio no era capaz de articular ninguna palabra, entre sollozos, empezó a explicarles lo que había sucedido desde el momento en que ella subió por el elevador de su departamento y al salir escuchó los desaforados gritos de Ginny, lo único que omitió fue que tanto ron como ella sabían perfectamente el nombre del atacante de Ginny, deberían ocultárselo a toda la familia, ya que la misma Ginny se los habían rogado con lágrimas en los ojos, le angustiaba pensar tan sólo que sus padres y hermanos supieran todas las vejaciones que Marcus le había hecho.
— Ginny está en el cuarto 302, pero aún hay medí magos con ella, nos pidieron que saliéramos mientras ellos terminaban de curarla, está sumamente golpeada al parecer tiene varias costillas rotas, además de un brazo y una pierna, le están realizando para ver si no hay heridas internas. — Explicó Ron con la voz sumamente afectada por las emociones y el coraje que sentía, había prometido no decirle nada a su familia pero en cuanto supiera que su hermana estaba bien saldría en busca del maldito del Marc y estaba seguro que con ayuda de su novia y Harry, pronto darían con él y lo harían pagar todo el sufrimiento de su hermana.
En cuanto sus padres supieron el número de habitación en el que su hija se encontraba, no esperaron escuchar más explicaciones se dirigieron hacia él y entraron sin pedir permiso, alrededor de la cama de su hija se encontraban cuatro medí magos los cuales cubrían totalmente la visión de Ginny, dos de los medí magos voltearon hacia ellos y les hicieron una seña de que salieran del cuarto, Arthur Weasley, tomó de la mano a su esposa y contrario a lo esperado por los medí magos se dirigieron hacia la cama de su hija, cuando llegaron junto a ellos, Arthur les dijo que eran los padres de Ginny.
— Muy bien, siendo así quédense aquí; ¿ustedes saben qué es lo que le sucedió a esta chica? — Preguntó el medimago que parecía ser el jefe de los otros tres, los señores Weasley que en ese momento les explicaron que ellos apenas habían enterado de lo sucedido.
— Por favor les ruego, díganme qué es lo que le sucede a mí hija, ¿porque no abre los ojos? —preguntaba angustiada Molly al ver a su hija que no se movía y que no abría los ojos al escuchar sus voces.
— Tranquilícese señora, le hemos dado unas pociones que la mantienen dormida y sin dolor, hemos tenido que acomodarle varios huesos que estaban rotos fuera de su lugar además estamos buscando si hay alguna hemorragia interna, los golpes que recibió su hija fueron tremendos, si su hijo y su nuera no la han traído tan rápido como lo hicieron quizá no podrían estarla contando entre ustedes ahora. — dijo seriamente el medimago. — Ahora necesita dormir y descansar, mañana despertar sin tanto dolor y probablemente en un par de días podrán llevarse a su casa.
Los medimagos salieron de la habitación, dejando a los señores Weasley con su hija y estando fuera, felicitaron a ron y a Hermione por la pronta respuesta y que hubiesen llegado con Ginny tan a tiempo de salvarle la vida.
— Ahora, ya me pueden decir ¿Qué es lo que sucedió? ¿Por qué tanto misterio? Y ¿Por qué no quieren que tus padres se enteren Ronald? — decía Harry, miraba muy molesto a sus amigos que se portaban muy misteriosos en lo referente al accidente de Ginny.
— Muy bien Harry, te lo contaremos todos, pero necesitamos de tu más sincera promesa que mantendrás la boca cerrada hasta que terminemos y que después no les dirás nada a ninguno de mis hermanos, ¡Promételo! Ginny nos hizo prometer que no se lo contaríamos a nadie y desde el momento en que te lo digamos a ti estaremos rompiendo esa promesa pero estoy seguro que jamás nos perdonaría si los que se enteran fueran papa y mamá o alguno de mis hermanos. — decía muy serio Ron.
— Muy bien se los prometo, ahora me quieres decir que es lo que ocultan. —dijo molesto Harry, su jueguito lo estaba desesperando quería ver a Ginny y estos dos con sus juegos no se lo permitían.
Una vez que los chicos hubieron terminado de explicarle lo sucedido. Harry estaba muy serio, le costaba trabajo controlarse para terminar de escuchar lo que le decían sus amigo y no salir corriendo en busca del imbécil de Marcus y matarlo con sus propias manos, demostrarle lo que se siente que alguien más fuerte le parta la cara a golpes.
Estaba a punto de decir algo cuando los hermanos Weasley en pleno llegaron corriendo hasta donde se encontraban ellos tres, mientras Ron y Hermione se encargaban de explicar el estado de Ginny y de decir mil veces que no sabían que era lo que había pasado que cuando Hermione llego a su departamento la había encontrado desmallada, y que en eso llego Ron y que él la trajo al hospital cargándola pero que ella ya estaba bajo los efectos de las pociones que le habían administrado.
Harry después de saludar a todos los Weasley camino hacia el cuarto de su Ginny necesitaba verla aunque fuera un instante porque después partiría a desollar vivo al imbécil aquel.
Entro al cuarto seguido de los Weasley y Hermione, ahí estaba Ginny dormida, sus padres estaban junto a ella, Molly le acariciaba la mano y le decía cosas tiernas y dulces a al oído, Arthur solo estaba parado al lado de su esposa con una mano sobre su hombro y contemplaba a su hija que estaba dormida pero con un sueño intranquilo, se quejaba, y murmuraba monosílabos que no se entendían.
Harry se acercó a ella, y primero vio a los señores Weasley, como preguntándoles si podía acercarse más.
— Ella ha estado pronunciando tu nombre Harry, creo que te ha extrañado —le comento Molly, él solo asintió con la cabeza y le tomo la mano que quedaba del lado de donde él se acercó, y se agacho a hablarle al oído.
— Ginny, chiquita preciosa, tranquilízate, aquí estoy y no permitiré que nadie vuelva a hacerte daño.
Ginny se soltó de la mano de su mamá como si estuviera escuchándolo y lo abrazó, lo tomo del cuello y lo atrajo hacia ella, él se sorprendió un poco pero sonrió, lo hizo feliz el sentirse abrazado por ella; trato de retirarse y ella apretó más el abrazo, en eso entraron los chicos Weasley junto con Hermione y saludaron a todos, Harry un poco apenado por la situación en que estaba se soltó rápidamente de los brazos de Ginny y se enderezó, en ese momento ella empezó a gritar y a moverse desesperada, su mamá y papá trataban de detenerla y tranquilizarla diciéndole que se haría daño pero nada la calmaba, Harry la abrazó y le hablo al oído, su voz la calmo, y ella se acurruco más contra él.
Murmurando contra su pecho le dijo —No me dejes nunca, ¡Por favor! ¡Te amo! —volvió a quedarse dormida.
Harry, al oído de ella le prometió estar siempre, que no a volvería a dejar sola y que la cuidaría, se quedó recargada en él. Suavemente volvió a tratar de depositarla en la cama, hablándole al oído suavemente, pero ella se volvió a inquietar y lo abrasó fuertemente aferrándose a él.
— Harry por favor, no la sueltes, me imagino que es un poco incómodo para ti, y estarás cansado, pero mi hija esta solo tranquila si tú la abrazas y…—Harry interrumpió a Arthur Weasley sin hablar muy fuerte para no despertar ni alterar a Ginny.
— Señor, no se preocupe no la dejaré sola, y si ella está tranquila que la abrace, así me quedaré hasta que ella se recupere. —Dijo el chico seriamente, y todos pudieron ver la sinceridad en su mirada.
—Ron, perdona, pero te ayudaré en lo que había prometido en cuanto ella se recupere, ¿Estás de acuerdo amigo? —dijo dirigiéndose a su amigo que lo miraba pensativo y al mismo tiempo agradecido de que apoyara así a su hermanita.
— ¡Claro compañero! No te preocupes, mientras tanto empezaré por mi lado, y te comentare lo que averigüe o lo que consiga, ¿Qué opinas? —Preguntó Ron y Harry estaba por responder cuando Hermione lo interrumpió.
— No Ron yo te ayudaré, pediré un permiso especial en el hospital para faltar unos días y te ayudare en tus investigaciones y cunado Ginny esté mejor Harry se nos unirá si no hemos conseguido terminar el trabajo nosotros dos.
Harry asintió con la cabeza y miró significativamente a sus amigos, él sabía que siempre podían contar con Hermione. Todos los Weasleys los miraban sin comprender a que se referían, y se dieron cuenta que deberían dar una explicación, y el cerebro de Hermione iba a mil por hora tratando de encontrar una explicación creíble a que ella interviniera en una misión de los chicos ya que ellos eran aurores y ella no.
— Si se trata de un trabajo de ustedes ¿Cómo es que Hermione te ayudará Ronald? —pregunto muy serio Bill.
— Es que no se trata de un trabajo del Ministerio, es algo personal, mío —dijo inmediatamente Harry —Durante nuestra misión en Australia, conocimos personas que conocieron a la familia de mi Papá, y nos dijeron que aún queda una rama de la familia, y nos dieron algunos datos, pero debemos confirmarlos. Así que Ron y Hermione me ayudaran en lo que yo me quedó con Ginny, ellos saben que es muy importante para mí, para eso íbamos a aprovechar los días de descanso que nos dieron.
Ron y Hermione se sorprendieron de lo rápido que había pensado Harry, aunque no veían muy convencidos a los hermanos de Ron, Molly hizo que toda la sospecha que pudieron haber despertado en todos se disipara cuando le dijo a Harry.
—Muchísimas gracias Harry, me imagino que eso ha de ser importante para ti, aunque no recuerdo que nadie de la familia de tu padre le sobreviviera, ya que él fue hijo único, pero quizá, por la rama de sus padres aún haya más, ¡ojalá y los encuentres hijo; lamento mucho que mmi hija te esté deteniendo en tu búsqueda.
—No es ningún sacrificio ni lo estoy haciendo obligado, sólo que si agradezco que Hermione y Ron se tomen esa molestia por mí. —Respondió convencido Harry.
El chico se había terminado acomodado recargado en la cabecera de la cama, y con Ginny recostada en su regazo y con los abrazos lo tenía de la cintura en una forma posesiva, de manera que no la fuera a dejar mientras dormía. Ron y Hermione se despidieron de todos diciendo que regresarían más tarde a ver como seguía Ginny y para decirle a Harry lo que hubiesen descubierto.
— Marcus, Marcus… —al momento en que Harry escucho que ella llamaba a su novio, se molestó muchísimo y trato de soltarse y ella volvió a apretar el abrazo y a decir — ¡No! ¡Te lo suplico no me abandones! — Y se aferró a su cintura, Harry se quedó quieto y le dijo al oído que todo estaba bien y que no la dejaría, pero una lágrima escapó de sus ojos, era a Marcus al que ella pensaba que estaba abrazando, a pesar de lo que el idiota le había hecho, ella lo amaba y ahora estaba aferrándose a él. Escondió su lágrima a los ojos de los padres de Ginny y sólo se recargo en la cabecera de la cama como si estuviera dormitando. En esta posición escucho lo que los Weasley platicaban.
—Mamá con todo esto se me había olvidado preguntar ¿Alguien le avisó a Marcus? Escuchaste que lo está llamando, creo que confunde a Harry con él. —Comentó Persi.
—Ya se le envió una lechuza y Ron dijo que se pasaría a su casa a avisarle y lo buscaría también en el trabajo, así que me imagino que no debe de tardar mucho. —dijo la matriarca de los Weasley.
En eso estaban cuando entro un grupo de medimagos a la habitación y la que parecía ser la jefa del grupo, de forma muy déspota les hablo.
— ¡No debe de haber tanta gente en el cuarto! Y ¡Tu chico! Bájate de la cama que está prohibido subirse a las camas, y además que espectáculo están dando. ¡la hora de visita se ha terminado, por favor salgan todos de la habitación.
Harry se puso rojo como la grana ante las palabras de la medimaga y se bajó de la cama tan rápido que Ginny no tuvo tiempo de agarrarlo, al sentirse con los brazos vacíos y dejar de aspirar el olor de Harry se desesperó y sin despertar, comenzó a llorar, y a gritar que no la abandonara, se movía mucho en la cama y todos temieron que se hiciera daño.
Harry ignorando a la medimaga volvió a abrazarla y a hablarle al oído diciéndole que todo estaba bien y que no se iría de su lado. Que ahí permanecería mientras ella lo necesitará, la medimaga estaba a punto de protestar cuando, Arthur Weasley, quien regularmente era muy tranquilo y respetuoso de las reglas por más tontas que fueran, en esta ocasión no se detuvo y muy molesto se dirigió a la medimaga.
— Miré, señorita, si mi hija se siente tranquila y a gusto con que Harry la éste abrazando, ni usted ni nadie va a hacer que éste chico se vaya o deje a mi hija. Si es necesario hablare con Rogelio, el director del hospital para que permita que Harry este con mi hija, tiene razón en eso de que somos muchos y que la jora de visita se acabó y nos vamos los demás, pero si Harry acepta y quiere se quedara con mi hija. Niños, Molly salgamos. ¡Señorita!, por favor vamos con Rogelio. Harry no te preocupes, yo arreglare todo.
Harry asintió con la cabeza, y vio como salieron todos los Weasley de la habitación, si era necesario abusar de su fama lo haría pero no permitiría que Ginny sufriera solo por las reglas del hospital, además si sólo lo estaba confundiendo con Marcus, tampoco ahora era importante, lo que ahora importaba era ella, su salud y tranquilidad.
Mientras tanto, la familia de Ginny esperaba a Arthur que regresará de la dirección, a la medimaga que había regañado a Harry no le pareció mucho que Arthur se hubiese referido al señor director por su nombre de pila, no creía que esa familia pudiese conocer realmente al director y menos ser amigos de él.
— ¡Hola, Arthur! ¿Cómo está la familia? ¿Qué es lo que te trae por acá? Espero que no sea la enfermedad de alguno de ellos. —saludó el directo a Arthur Weasley con la camaradería de un viejo amigo.
—Lamentablemente sí, Rogelio, disculpa que te moleste, pero resulta que a mi hija la trajeron el día de hoy, al parecer sufrió un accidente y se encuentra ahora sedada, ya la tendieron y la atendieron muy bien gracias, ero es por otra situación que me atrevo a molestarte —Arthur se mojó los labios — mi hija aunque que esta sedada, se pone muy inquieta si Harry Potter se aleja de ella, él fue el único que pudo controlarla, y ella se encuentra abrazada a él, en cuanto él trata de soltarse de ella y dejarla sobre la cama ella grita se desespera y temo que se lastime, hace un momento, lego la ronda de cambio de turno, y una medimaga que parece ser la jefa del grupo se molestó mucho y regaño a Harry por que se encontraba sentado en la cama abrazando a mi hija, ella dijo que estaba prohibido que los familiares de los pacientes se sentaran o acostaran en las camas y que estaban dando un espectáculo, él solo la abrazaba, además nos hecho del cuarto, yo entiendo que se acabó la hora de la visita, pero creo que hay modos más educados de decirlo. No pido muchas concesiones, sólo que permitas que Harry esté con mi hija y que no lo molesten por ello.
El director lo miró muy serio, y de pronto se dirigió al interfono que había en su escritorio.
—Magda, por favor dile a la medimaga Montgomery que pase un momento.
Toc, toc, se escuchó que llamaban a la puerta, él respondió.
—Adelante señorita Montgomery, pase la estamos esperando. —una vez que la medimaga se encontraba dentro de la habitación —cierre la puerta, primero que nada la he mandado a llamar, porque me gustaría que me hiciera un favor —dijo muy serio el director.
—Lo que usted ordene Sr. Director —la chica estaba muy seria y miraba Arthur con cierta aversión.
—Necesita ser un poco más humana, ya se lo había dicho antes, independiente que Arthur Weasley sea uno de mis mejores amigos, y por lo tanto quiera que en un momento como este en que su hija está enferma, y nosotros podemos suavizar un poco el momento difícil que están pasando, su yerno el Señor Harry Potter, no estaba haciendo nada malo únicamente, abrazaba y consolaba a su esposa, no veo nada de malo en ello. ¡Y dese cuenta! Estamos hablando de la hija de mi mejor amigo y la esposa del niño que vivió dos veces y liberó al mundo del mago más tenebroso de todos los tiempos y usted lo regaña y avergüenza, por una simple regla del hospital que fácilmente puede ser pasada por alto. Y una cosa más señorita antes de que se disculpe y se vaya, la familia y amigos de la señora Weasley, pueden, y repito pueden estar en su habitación el tiempo que ellos deseen y venir a verla o quedarse con ella a la hora y el tiempo que lo quieran, ¿Entendió? Señorita Montgomery. —Puntualizó el director de San Mungo. — ¡Ah! Una cosa más, sea más humana, es todo. — termino.
—Con su permiso, señor. —dijo la medimaga, que estaba roja de la vergüenza de que la hubiesen regañado enfrente de Arthur.
—Un momento, le dije que tenía que disculparse por su actitud —las palabras del director desconcertaron a la medimaga y le apenaron al señor Weasley quien intervino inmediatamente.
—No, Rogelio, eso no es necesario, estoy seguro que la señorita solo cumplía con su deber, si yo me atrevía a ve3nir a verte, es porque necesito que me hagas el favor de pasar por alto unas reglas no por quejarme de tu personal.
La medimaga miró agradecida al señor Weasley, y de ese modo le fue máss sencillo dirigirse a él.
—Señor Weasley, sírvase recibir mis sinceras disculpas y hacerlas extensivas a su familia y yerno y, si en algún momento fui grosera no fue mi intensión, y con usted dice solo trataba de hacer mi trabajo y de cumplir con las reglas. Con su permiso —sin agregar más se dirigió a la puerta y salió del despacho del directo.
—Bien pues no te molesto más Rogelio, sé que estas muy ocupado y lamento mucho haber venido a importunarte. —le tendió la mano el señor Weasley a el directo y éste la tomo con una sonrisa sincera.
—espero Arthur que ahora que tenemos aquí a tu hija nos veamos en algún otro momento, desde la boda de tu hijo Bill no hemos convivido mucho, y aunque se que no es un momento agradable espero que cuando la tormenta pase podamos reunirnos y festejar la recuperación de tu hija.
—Por supuesto que así será, es más deja que le diga a Molly y nos pondremos de acuerdo para que vayas con tu esposa a comer a la casa. —le respondió Arthur Weasley.
—me encanta la cocina de tu mujer Arthur, así que te hare cumplir tu palabra —dijo el director y le volvió a estrechar la mano a Arthur. Sin más se despidieron y el señor Weasley regreso a donde se encontraba su familia esperándolo.
En la sala de espera del tercer piso, todos los Weasley estaban sentados en compañía de sus respectivas parejas, sólo Charley que no tenía novia, estaba sentado abrazando a su mamá. Arthur regreso a su lado y les comunico lo que el director le había dicho, así que podrían estar un poco más de tiempo con Ginny y Harry. Todos contentos regresaron al interior de la habitación.
Harry se encontraba aún, abrazando a Ginny y ella abrazada a él. Cuando vio que todos regresaban, les sonrió, pero su sonrisa era triste, se debía a que Ginny había seguido llamando a Marcus y solo cuando él le hablaba y apretaba su abrazo ella se calmaba. Pareció que nadie noto la tristeza del chico.
— ¡Demonios! —dijo de prono Arthur, haciendo que todos voltearan a verlo. —Me acabo de dar cuenta de que hubo un mal entendido, y yo no lo aclaré, espero que no le cause problemas después a Ginny porque… —de pronto fue interrumpido por la voz enfurecida de su hijo menos que entró a la habitación gritándole a Harry.
— ¡Harry Potter! Se suponía que la protegerías, ¿Cómo has permitido que él venga? ¿Qué este al lado de mi hermana después de lo que le hizo? ¿Dónde está? ¿Dónde se esconde? —gritaba enojado Ron y empujaba a sus hermano y a su padre en afán de llegar enfrente de Harry.
— ¡Ronald Billius Weasley!, ¿Me quieres explicar porque saliste corriendo y me dejaste en la recepción como idiota? —Hermione había entrado después de él a la habitación y se veía bastante enojada.
Todos los pelirrojos y Harry veían desconcertados a los dos chicos que habían llegado en ese momento, ate los gritos de ambos Ginny se movió inquieta y Harry molesto con sus amigos por su actitud, la abrazo más fuerte y protectoramente, hablándole al oído y diciéndole cosas que nade más que ella podía escuchar, pero eran tan efectivas que se quedaba tranquila y quieta inmediatamente.
—Es ¿qué acaso no escuchaste a los medimagos en la recepción? Dijeron que mi Papá había pedido un permiso especial, para que el marido de mi Ginny pudiese permanecer todo el tiempo con ella y ¡Compartir la misma cama! ¿Dónde está Marcus? —preguntó más calmado.
—Eso era lo que trataba de explicar ahora que llegaste gritando y me interrumpiste… Pero ¿Por qué le gritaste a Harry todo eso? Es que ¿Acaso fue Marcus quien le hizo esto a Ginny? —dijo el Arthur, mirando a su hijo.
George, quien era el que más cerca tenía a Ron lo tomo del cuello de la camisa, y lo empujo contra la pared, y a él s ele unieron los demás hermanos, pero fue Charlie quien hablo.
— ¡Fue ese desgraciado quien la golpe! —más que una pregunta era una aseveración, Ginny se movió bruscamente al escuchar la voz de su hermano molesto, y se quejó al lastimarse con el movimiento. Harry volvió a hablarle al oído, pero esta vez ella se medió despertó, con ojos somnolientos lo miró y le sonrió.
— Harry, te amo —dijo y volvió a quedarse profundamente dormida con una sonrisa en los labios y abrazada fuertemente a él.
Cuando Ginny despertó George soltó a Ron y todos se quedaron mirando a su hermana y a Harry, quien se puso de mil colores, las palabras de Ginny lo habían hecho muy feliz, pero sabía que quizá era efecto de las pociones para dormir, ella se la había pasado llamando a Marcus.
— ¡afuera todos! —ordenó Molly Weasley, nadie dijo nada, solo obedecieron lentamente —Harry, hijo, sé que lo que ella dijo ha sido verdad desde que ella tenía 10 años, nunca supimos porque decidió irse a vivir con ese mequetrefe, pero ahora que su subconsciente es el que habla sé que es verdad y aun te ama, si tú también la más a ella como creo que es, díselo, no permitas que más tonterías o malos entendidos los sigan separando. —sin decir más salió de la habitación siguiendo a el resto de su familia.
Harry abrazado a la pelirroja, dijo con un poco más de volumen, —Ginny, mi amor, te amo, y te he amado desde el primer día en que te vi, sólo que estoy tan siego que no me di cuenta, y por cobarde he estado a punto de perderte, te prometo que luchare por ti, por tu amor, porque te amo —ella pareció haber escuchado y entendido las palabras de Harry por que se sonrió y murmuró —también yo te amo mi amor, mi Harry.
Las palabras de la pelirroja alegraron mucho al chico, aunque no sabía si ella realmente se había despertado y lo había escuchado, pero pareciera que solo era parte de su delirio por las pociones de sueño.
Mientras tanto fuera de la habitación en la sala de espera, los Weasley atacaban con preguntas a Ron y a Hermione, que solo se limitaba a ver a Ron con ojos de pistola.
—No dijimos nada porque Ginny nos lo rogó, fue la única forma en que acepto que la trajéramos al hospital, ella no quería que ustedes se enteraran —se defendía Ron.
—Tu obligación era decirnos lo que sucedió, ¿Hace cuánto que pasa esto? Hermione, tu eres su mejor amiga ¿Estabas enterada de que ese animal abusaba de mi princesa? —preguntó muy molesto Arthur a Hermione, quien por fin habló.
—No lo sé señor Weasley, hace mucho que no podía hablar dos palabras a solas con ella, el desgraciado siempre estaba ahí cuando se me ocurría ir a visitarlos, no nos dejaba ni en la cocina solas, y Ginny parecía estar de acuerdo en que el tipo nos siguiera a todas partes, porque nunca le decía nada, ahora pienso que era miedo lo que ella le tenía. —Explico Hermione, estaba entre apenada y enojada por no haberse dado cuenta de lo que le sucedía a su amiga, cuando ella había dado claras señales de que algo le pasaba.
— ¡Muy bien Papá! ¡Ya es mucha plática y anda de acción! ¡Vamos en su busca!, —dijo Persi, y se dio la media vuelta decidido a salir del Hospital en busca del tipo que había abusado de su hermana.
—¡Espera Persi! Tenemos que planear a donde lo buscaremos y tenemos que turnarnos para estar con Ginny, montaremos guardias de manera que nunca este sola, por lo menos mientras se encuentra hospitalizada en casa será más fácil no dejarla sola. —dijo Arthur, a lo que todos respondieron con una afirmación de cabeza.
Después de haberse puesto de acuerdo en cómo se turnarían para no dejar sola a Ginny y así evitar que Marcus Williams, volviese a acercársele, entraron al cuarto donde Harry continuaba diciéndole cosas la oído a Ginny, y ésta, aun durmiendo sonreía.
— Harry, estamos enterados de todo, y creo que, bueno sus intenciones fueron buenas, y te agradezco, les agradecemos a los tres lo que intentaron hacer por ella, pero nunca debieron ocultarnos la verdad de lo que estaba sucediendo; ahora bien, hemos decidido lo siguiente y si en algo no estás de acuerdo dilo sin temor que trataremos de acoplarnos. Hicimos horarios, para buscar al imbécil ese y para que Ginny no este sola en ningún momento —Harry asintió con la cabeza y Arthur Weasley prosiguió —esta noche, Tú, Ron y Hermione se quedarán con ella ya que al parecer sigue sin querer separarse de ti, por la mañana vendrán a relevarlos Molly y Charlie, Bill, Fleur y George vendrán al medio día a relevarlos a ellos dos y saliendo del trabajo, vendremos Persi y yo; nos reuniremos todos aquí y compartiremos la información que tengamos, y volveremos a hacer los roles de acuerdo a nuestras ocupaciones. Persi y yo pediremos mañana mismo nuestras vacaciones y así podremos dedicar todo nuestro tiempo a dar con el desgraciado que le hizo esto a mi bebe.
—Estoy totalmente de acuerdo con lo que han planeado, sólo que yo no me moveré de aquí mientras Ginny me siga necesitando, si cuando despierte decide que ya no me quiere a su lado o que ya no me necesitará, gustoso dedicare el cien por ciento de mi tiempo a localizar a Marcus y hacerlo pagar.
Todos asintieron ante las palabras de Harry, no era ningún secreto que el chico estaba enamorado de Ginny, así que no les extraño en ningún momento su actitud, Ron y Hermione sabían muy bien que sería mejor para Marcus que lo encontrara cualquiera de los otros de la familia y no Harry, porque solo en otra ocasión habían visto la mirada de Harry que ahora ponía cada vez que se acordaba del novio de Ginny, y el que la había provocado ahora estaba muerto, Voldemort había sido el único merecedor de esa mirada así que no desearían estar en sus zapatos si era hallado por Harry.
