DISCLAIMER: La caricatura no me pertenece, solo la breve trama que fue inspirada gracias a la canción "Secret" de la banda The Pierces. Recomiendo que la escuchen mientras leen el fic.
.*.*.
Secret
.*.*.
Mis manos sudaban y mi cuerpo tiritaba por el frió… ¿o era por los nervios? No, no era eso. No a estas alturas. Un cosquilleo recorría mi espina dorsal, ¿era esa la excitación? Podría ser, tal vez la adrenalina se colaba por mis venas e iba corriendo a gran velocidad provocando que mi cabeza bloqueara algún pensamiento coherente, en especial, de culpabilidad.
Aunque... ¿Culpabilidad? Nada de eso. No había razón de sentir aquello que acusa con insistencia la conciencia del ser humano porque estaba más que decidida a hacer lo que había planeado, o mejor dicho, lo que había prometido, pues cuando se trata de una promesa se ignora toda posibilidad de consecuencias ya sean buenas o malas. Al menos para mí, por supuesto, las promesas como la confianza son algo que no se debían romper.
¿Cuándo es que las cosas acabaron así? Oh, claro, desde que traicionaste la confianza que te había dado. Sí, como olvidarlo… Pensé que eras una amiga, que eras mi mejor amiga.
Eras tan alegre, popular y bella. Eras envidiada, odiada, deseada y admirada al mismo tiempo. Tenías lo que querías cuando querías y eras abusiva, por no decir cruel, con la gente que no te tenían a su alcance. Eras la líder del grupo más importante de la escuela, una adolescente modelo cualquiera que tenía en su poder muchos secretos: íntimos y vergonzosos, horribles e impredecibles. Solo hacía falta que te aburrieras para que éstos dejaran de ser eso, secretos.
Yo... Yo era la nueva en esa escuela, pero esta vez estaba sola, sin las hermanas con las que solía compartir todo. Es preparatoria, no podíamos estar juntas por siempre pero nunca cambiaría el hecho de que yo fuera ingenua, despistada, fácil de engañar.
Fue así como me hice amiga tuya, de una chica popular. Y fue así como te di mi confianza, sin saber de las oscuras y verdaderas intenciones que tenías. Te conté cosas que no sabían ni mis hermanas. Te conté de mi faceta más oculta y que yo solo era consciente de ello. Pero lo hice porque éramos mejores amigas, ¿no?
Me había convertido en tu nuevo juguete. No lo noté, creía que me tomabas en cuenta como persona. Así que cegada por la fantasía de la "mejor amiga", decidí una vez contarte algo tan íntimo de mí, que para acabar de engañarme, me habías prometido que no se lo dirías a nadie. Nadie más que tú y yo sabíamos de mi perversión.
Sin embargo, fue entonces que un día comenzaste a sacar provecho de ello. Desde que te conté mi secreto me trataste mal. Muy mal. Me humillabas, me hacías quedar en ridículo frente a todos. ¿Por qué nunca les hice caso a mis hermanas de alejarme de la persona que me hacía llorar por las noches cada vez que me jugaba crueles bromas? Quizás, porque yo te quería más a ti que a ellas. Patético, ¿verdad?
Después me amenazaste; le contarías a todo el mundo mi secreto si me revelaba en contra tuya por no aguantar tu trato.
Yo procuraba no separarme de ti, procuraba aguantar las bromas con tal de saber que mi secreto estaba a salvo. Hasta que terminaste ignorándome porque, sinceramente, ya te había cansado mi presencia que te seguía cual perrito pequeño.
El maltrato psicológico no cesaba, cada vez más aumentaba y mi mente me decía, me pedía, me imploraba a gritos que terminará de una vez por todas tus ataques, tus viles insultos. Dañaste mi integridad y ocasionaste que incluso yo, alguien que una vez fue inocente y dulce, comenzara a desearte el mal.
Al final, decidiste acabar con esto de la manera que te pareció más cómoda, más fácil y más horrible; tratar de esparcir mi secreto, eso sería tu maldad más sobresaliente.
"¡Pensé que Burbuja era una completa ñoña!, ¿¡quién diría que detrás de esa cara angelical fuera tan asquerosa y perversa?!"... No podías ni acabar de contar porque reías a carcajadas, fue entonces cuando evité que me dejaras en ridículo, interfiriendo en tu maquiavélico plan hasta que nuevamente me tuviste lástima como para apiadarte y no exponerme por esa vez. No obstante, después me miraste como si de un bicho asqueroso se tratara. Así habías ocasionado que tirara por la basura el poco respeto que te tenía, si ni siquiera podías guardar un secreto, ¿por qué tenía que tener compasión de ti?
Entonces, fue por eso que acabaste así, como desde un principio debiste estar...
.-.-.-.
Tu cara está enlodada y tu ropa está rasgada. Terminaste muy desaseada por oponer demasiada resistencia. ¿Qué, lo habías olvidado? Juraste no contar nada. Y yo solo me aseguré de que así fuera. ¿Por qué tienes esa cara asustada? Recuerda que las promesas se cumplen y a las amigas jamás se les traiciona.
Yo había terminado de cavar un hoyo tan profundo para guardar el secreto. Eras ahora como un cofre del tesoro, y como tal debía ser enterrado. Tus labios estaban resecos y seguramente te habías cansado de gritar. Ahora me invadía la paranoia porque tu boca yacía entreabierta y temía que incluso ya estando muerta se te ocurriera parlotear.
¿Quieres que te diga una cosa? Te vez más bella con los labios cosidos, pudriéndote y envuelta entre escombros y tierra. Y te estoy siendo honesta porque a fin de cuentas así son las amigas...
Dos pueden guardar un secreto si uno de ellos está muerto. Sí; dos podemos guardar un secreto si uno de nosotros está muerto.
Mi secreto ahora está a salvo. Gracias por guardármelo, me aseguraré de que nadie más lo sepa… Pero, pensándolo bien, ahora tengo otro secreto, uno que nadie debe saber.
He matado a mi mejor amiga, y unos cuantos de ustedes lo acaban de leer.
¿Saben guardar secretos?
Espero que sí.
.
"The End"
Espero les haya gustado. Fue algo repentino porque me encantó esa canción y me dije, ¿por qué no hacer un fic de ello? Y he aquí el resultado. Fue hecho en un rato y tal vez los haya intrigado o los haya hecho perder el tiempo leyéndolo, pero me da igual porque a mí me gustó. :P
En fin, yo me retiro por hoy. Dejen review si no cuentan con la pereza de escribirme uno, igual se les agradece haber leído.
Lady.
