Antes que nada, quisiera presentarme a los que no me conocen, dado que esta es la primera vez que subo algún fanfic a la sección de Trauma Center. Soy SoulKillerCute, llevo más de un año aquí en la página y me encanta el juego de Trauma Team, espero que esta historia sea de su agrado. Tengo que aclarar unas cosas antes de que comiencen a leer: Esto es 100% Universo alterno, sólo tenemos a algunos personajes de la historia, y no se encuentran en nada cercano a un hospital. ES CR-S01xTomoe. No pienso poner OC en esta historia, y si lo hago, trataré de hacerlo lo menos posible, no quiero que suceda lo mismo que con mis antiguos fanfics fallidos. Posiblemente el fanfic tenga muchos detalles que se me escaparon, como problemas gramaticales, faltas ortográficas, etc. Así que les pido disculpas por adelantado. Espero que sea de su agrado lo que he escrito.

Disclaimer: Trauma Team y sus personajes no me pertenecen. (c)ATLUS.


La Princesa y el Viajero

El sol se asomaba por los montes, los pájaros se posaban en los nidos de los árboles para alimentar a sus polluelos, el agua del río avanzaba. Era el amanecer perfecto para el pueblo de Kouga. Cerca de las colinas, justo al lado del río. Se ubicaba el famoso y mítico clan Tachibanna, el más famoso de todo Japón. El jefe del clan se llamaba Yoshikage, era un hombre bravo y fuerte, digno de respetar. Él tenía una hija hermosa, destinada a ser la sucesora al trono, su nombre era Tomoe.

El clan Tachibanna tenía una característica muy peculiar... Las mujeres que llevaran la sangre primaria del clan, y que algún día debían tomar el cargo como líder de éste. Tendrían que casarse obligatoriamente con alguien que amaran de verdad. Con una persona que captase toda la atención de la princesa hasta enamorarla. La única manera de descubrir eso, era besando por primera vez a la mujer. Pero... había un gran problema. Si es que el hombre no era con quien la princesa estaba destinada a casarse y la besa... ella caerá en la maldición de las "Alas del demonio". Unas alas de ángel negro brotaran de su espalda, la chica perdería toda su belleza y honor.

Si en realidad el hombre corresponde los sentimientos de la princesa... y se entrega en cuerpo y alma a ella. De la fina espalda de la joven... nacerán unas hermosas alas de mariposa dorada, llamadas las "Alas puras" que le entregarán lo necesario para ascender al trono del clan.

Tomoe ya estaba en la edad para casarse, pero por temor a la maldición, no se abría a ninguno de los pretendientes que buscaba su padre. Con ninguno de ellos Tomoe sentía atracción o interés. Yoshikage estaba bastante nervioso... pronto se volvería viejo, y necesita que la princesa cumpla con su deber luego. Aunque él sabía muy bien lo que podía pasar si ella besaba al hombre equivocado.


El sol entró por las cortinas de la pieza de Tomoe, alguien tocó suavemente a la puerta, era Hanzou, su mayordomo y la persona en la que ella más confiaba, desde que era una niña.

-Lady Tomoe, le traje su desayuno... ¿Puedo pasar?- dijo con mucho respeto el anciano.

-Espera un momento Hanzou, necesito peinarme, gracias- respondió ella con dulzura.

Tomoe se acercó a un pequeño espejo en la pared, tomó un peine de madera y comenzó a cepillar su largo cabello negro. La chica había sido dotada con una belleza increíble. Tenía los ojos de un color violeta brillante, la tez blanca con unas mejillas levemente rosadas. Labios finos y buen cuerpo.

Terminada su retocación, permitió que Hanzou entrara en el cuarto. Él dejó el desayuno en una mesa, y con una pequeña reverencia, salió de la habitación de la princesa.

-Otro día más... ¿Cuántos tendré que esperar para que llegue la persona que me libere de esta condena? Sueño con el día en que libere mis alas... y pueda hacer feliz a mi padre- susurró ella con tristeza.


Un forastero se encontraba a la entrada del pueblo. Anonado por la belleza que tenía, nunca se había encontrado con un lugar tan grande y maravilloso. El chico era sencillo, joven. Su piel era blanca, cabello negro... y unos enigmáticos ojos rojos. Físicamente era bastante atractivo, aunque vestía con unos tipicos ropajes japoneses antiguos y llevaba un bastón de madera en su espalda. Una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Con que esto es Kouga- dijo.

Avanzando por las calles se sorprendió de como la gente corría de un lado para otro, trabajando arduamente. Era un lugar bastante poblado. Sobretodo el mercado principal, el chico pasó por ahí buscando algo que comer. Estaba agotado y había estado caminando días y noches sin parar. Necesitaba un descanso urgente.

El forastero rápidamente se hizo amigo de algunas personas del local donde fue a comer, y entre los de la mesa se tocó el tema de la princesa Tachibanna. Él desconocía completamente el tema, por lo que se decidió a escuchar atentamente.

-¿Con que la princesa está buscando pretendiente?- dijo uno.

-Así es, la chica ya está en edad de casarse y seguir con el clan- respondió otro.

-Tomoe... es una chica tan hermosa y joven, si yo fuera rico, o si poseyera la sangre de algún clan importante, no dudaría en ofrecerme para casarme con ella- agregó otro más, pero el anterior le dió un golpe en la espalda.

-Idiota, recuerda la "Maldición Tachibanna"-

-Ohh sí... me había olvidado completamente de eso-

-¿Quién es Tomoe Tachibanna?- se atrevió a preguntar el chico. Todos lo miraron boquiabiertos.

-¿¡NO CONOCES A LA PRINCESA TACHIBANNA!- gritaron al unísono.

-Ehhh... n-no, acabo de llegar a la ciudad, vengo de muy lejos- respondió nervioso.

-Se nota, jejeje... Bueno, el clan Tachibanna es el clan más poderoso que hay en todo Japón, ha durado por muchos, muchos años-

-El jefe del clan es muy poderoso y fuerte, su nombre es Yoshikage-

-...Y tiene una hija hermosa, Tomoe- respondió uno, con un largo suspiro.

-No creo que sea taaaaan hermosa como ustedes dicen, exageran- respondió el muchacho con una risa.

-Es que no la has visto... ella es perfecta-

-Sí sí claro... de todos modos no estoy preocupado de encontrar novia ahora, mi sueño es viajar alrededor del mundo... ¡muchas gracias por todo!- se despidió el ojirojos saliendo del lugar.


Tomoe se encontraba en el amplio jardín de su casa practicando arco y flecha con Hanzou, la doncella había nacido con la agilidad y la sabiduría sufiente para utilizar estos implementos, casi nunca fallaba a algún blanco. El mayordomo intentaba esquiar lo más rápido que podía los tiros de la princesa.

-Su... rapidez... a... ido... mejorando mucho... Mylady- dijo el anciano mientras intentaba esquivar las flechas.

-Muchas gracias, Hanzou... pero creo que es suficiente por hoy... iré a dar un paseo por el parque que está al lado de nuestro clan- dijo la princesa.

-¿Quiere que la acompañe?- se ofreció caballerosamente.

-No gracias, estaré bien-

-Como usted deseé Lady Tomoe- respondió el mayordomo, desapareciendo en estilo ninja.


-¡Que mal! He recorrido todo el pueblo y no hay ningún lugar barato o lindo para descansar- pensó el muchacho mientras miraba a todas direcciones, había llegado casi hasta las colinas de Kouga. Ya se estaba atardeciendo y el frío comenzaba a correr acompañado del viento.

Miró hacia la derecha y se encontró con la enorme mansión Tachibanna, sorprendido por su grandeza, lanzó un silbido.

-¿Con que así es como vive la gente refinada en el pueblo?... es bastante distinto del mercado-

El joven se acercó al río, mirando su reflejo en el agua. Se sintió triste, ahora que lo pensaba bien, si que necesitaba o quería a alguien a su lado. Quería a una chica que pudiera proteger, amar y besar. Para quedarse anonado admirando su belleza, para poder sentirse enamorado. Después de todo el no tenía familia, siempre había estado solo. Tenía capacidad de hacer amigos, y los hacía, pero como siempre iba cambiando de pueblo. Las amistades se perdían.

-Algún día la encontraré... a la chica perfecta- pensó mientras sumergía las manos al agua, y se las llevaba al rostro para lavársela.


-El agua del río está hermosa... lástima que los cerezos aun no han florecido- dijo la doncella mientras se sentaba en el pasto, abajo de un árbol que no estaba tan lejos del río. Se había cambiado de kimono. Ahora estaba ocupando uno de color celeste con terminación azul abajo, atado con una cinta plateada en la cintura. Su cabello lo llevaba tomado con una larga cola que le llegaba casi hasta la cadera, dejando dos mechas a cada lado de su cara.

Sintió como la leve brisa acariciaba su ser, y cerró sus ojos para dejar llevar por la maravilla de la naturaleza.


Estaba boquiabierto.

Justo al otro borde del río se encontraba la mujer más hermosa que jamás había visto. El cabello de la muchacha volaba al viento, su rostro era sereno y muy hermoso. El kimono le hacía resaltar sus atributos a la perfección. Dejando ante los ojos sencillos del joven a una obra maestra.

Parpadeó varias veces antes de reaccionar y mirar en otro dirección. Se volteó para que la chica no pudiera percatarse de su presencia.

-...Wow...- susurró, atreviéndose a mirarla nuevamente.

-¡Hey tú! ¡Este es un lugar exclusivo para los miembros del clan!- dijo alguien a su espalda, cuando se volteó a mirarlo, vio que eran tres hombres vestidos de ropajes negros, eran ninjas.

-Bueno pues... aquí no hay ningún letrero que diga eso... y que yo sepa, su super casa esta más para allá- respondió despreocupado, mientras se ponía de pie.

-¡NO VUELVAS A FALTARME EL RESPETO, FORASTERO!... ahora vete...- dijo el jefe de los ninjas, posando su katana en el cuello del joven.

-Oye oye... no hay porque ponerse agresivos... esta bien, me iré de aquí...- deslizó su mano derecha a su espalda, donde iba sujetado su bastón largo. -...No sin antes una buena lucha- dijo sacando el bastón y amenazando al ninja.

-¿¡Y tú crees que me harás daño con esa cosa! ¡Já! En cuestión de segundos puedo partir esa cosa en dos partes con mi espada- respondió confianzudo uno de los ninjas. El ojirojos solo soltó una sonrisa, se bajó un poco el sombrero que llevaba en su cabeza y se puso en una posición de batalla.

-No eres más que un mocoso insolente, pero si quieres pelea...- dijo el jefe de los ninjas sacando una espada. -La tendrás-

El joven se quedó quieto en su lugar, esperando que su enemigo diera el primer ataque. El ninja de la derecha desapareció por un segundo y al siguiente apareció en frente de nuestro amigo, con una kunai en la mano. Él agilmente esquivó su ataque y también desapareció de la vista de los tres ninjas. Pasaron los segundos y el joven no regresaba. El jefe se comenzó a reír a carcajada.

-De seguro el muy cobarde huyó- dijo entre risas, los otros dos se le unieron. Pero...

Ha!...

El jefe de los ninjas cayó inconciente, el ojirojos había aparecido rápidamente detrás de él, y con su bastón le dio un fuerte golpe en la nuca. Los otros dos guardias lo miraron asustados.


-¿Huh? ¿Qué está sucediendo al otro lado del río?- se preguntó Tomoe mirando hacia el frente, a lo lejos sólo podía ver tres manchas, eran personas luchando. Aunque dos de ellas se movían con torpeza, mientras que la tercera se movía con mucha agilidad.

-¡No puedo permitir que esto siga! ¡Hanzou!- llamó Tomoe. Su mayordomo llegó casi al instante. -Traiga más guardias, hay una pelea al otro lado del río!-

-Como usted ordene mylady, y le ruego por favor que no vaya a...- Hanzou no pudo terminar de hablar, la chica ya había partido a detener la pelea por sí misma.


-¡Jajjajaja! ¡Me rio de lo lentos que son!- se burló el joven.

De repente más ninjas aparecieron, rodeándolo. Ahora eran más de veinte contra él. Aún con esta enorme diferencia, el chico seguía con su sonrisa serena, algo que hizo que los guardias ardieran en ira. Todos se prepararon para atacar cuando...

-¡ALTO A TODO!- gritó una voz femenina, apareciendo entre los ninjas, era Tomoe.

-Oye... no cortes la pelea, acaba de empezar- dijo el chico, sin voltearse a mirar quien era.

-Soy una hija de los Tachibanna, mientras estés en mis tierras, tienes que obedecer- respondió molesta.

-¡Te dije que...- el muchacho se volteó para ver quien le hablaba, se quedó paralizado al ver que era la misma mujer que había visto antes al otro lado del río. De cerca era muchísimo más hermosa.

-...-

El corazón de la princesa se aceleró al encontrarse con esos profundos ojos rojos. Se miraron en silencio durante unos segundos, incluso sintieron como si el planeta girase más lento para ellos. Los ninjas los miraban sin entender lo que sucedía.

-Etto... uhm... n-n-no sabía que usted... usted es... T-Tomoe verdad?- preguntó el chico sin moverse de donde estaba.

-A-Ah sí... esa misma, ¿Quién es...- Tomoe iba a preguntarle su nombre cuando uno de los ninjas perdió la paciencia y atacó al chico por la espalda, él, con un movimiento fugaz, bloqueó el arma con su bastón. Los otros ninjas también se acercaron para hacerle daño, la doncella intentó detenerlos, pero ellos no hicieron caso. El forastero dio un salto enorme y salió del círculo corriendo, los guardias iban a correr tras él, pero la ojivioleta se puso en frente de ellos con los brazos abiertos.

-Déjenlo ir, es una orden- dijo furiosa.

-¡Pero Srta. nosotros...-

-¡Nada! ¡Es una orden!-

La princesa se volteó con la esperanza de ver al chico, pero tan rápido como el viento, el ya se había ido de ahí. Soltó un suspiro resginada.

-Nisiquiera pude saber su nombre- murmuró con tristeza.

Ya era de noche, toda la población se había ido a sus respectivas casas y nadie caminaba por las calles. Nuestro protagonista había encontrado alojamiento con unos de los tipos del local. Ahora se encontraba mirando la luna llena, que por alguna extraña razón, se veía mucho más grande ese día.

-Nunca antes había visto una luna así de hermosa- murmuró mientras veía el cielo desde la ventana de su habitación. Una imagen rápida de la princesa apareció en su mente, haciendole saltar un latido del corazón. No la conocía bien, no sabía como era realmente, pero por alguna extraña razón, sabía que ellos dos se llevarían bien. Tenía que ir a verla de nuevo... y lo iba a hacer.

Soltó un largo bostezó y se acostó en su cama. De nuevo recordó a Tomoe y una sonrisa se dibujo en su rostro.

-Creo que me quedaré un poco más aquí- susurró antes de caer en un profundo sueño.


Eso es todo por ahora, el siguiente capítulo no tengo muy seguro cuando lo tendré listo. No he comenzado a escribirlo... aún. Aunque ya tengo las ideas bien ordenadas en mi cabeza para comenzar a escribir. Muchas gracias por haber leído y si no te molesta te ruego que me dejes alguna opinión o una critica (CONSTRUCTIVA Y CON RESPETO POR FAVOR). Bueno, creo que no se me olvida mencionar nada. Hasta luego! Nos Vemos/Leemos en el siguiente capítulo!

-SoulKiller :)

~No esperes que el mundo te trate bien porque eres bueno, como si un toro no te fuera a atacar porque seas vegetariano.