Sangre, Dolor y Silencio ~ Remake
By: Kenta S. Shishido
Capítulo 1: Corazones adoloridos
Haciendo un remake del fic =D~ ((O por lo menos de los tres primeros chapters XD)) Graxie a quienes me animaron a seguir, aunque vine muy tarde, en fin XD~ como dicen más vale tarde que nunca y lo importante es ke mi inspiración ha vuelto a mí ùwu~ solo ke necesito hacerme un peke remake de los capis ke tenía ((los ke resumiré a dos antes de seguir de largo con la historia)). Bueh, es ke he cambiado un poco mi estilo ^^~ ((Y mi nick XD)) y necesitaba rehacerlo para poder continuarlo bien…además de reparar algunos errores de narración que he podido observar, no se preocupen, sé ke iré por buen camino y prometo actualizar rápido ((Seh, ya no me demoraré años de años XDU)). Sin más…lo rehago –w-~
Había acabado al fin una larga jornada de trabajo en el cuartel general de los maverick hunters; ese día en particular se la habían pasado revisando todas las áreas cercanas a Cuidad Alpha 1, la que en ese entonces era la cuidad central de su ubicación; una de las pocas que seguía majestuosamente en pie a pesar de tanto ataque y atentado maverick. Todos buscaban algún indicio que dé cómo resultado algún maverick o mechaniloid en mal estado o completamente loco. Curiosamente, no habían encontrado nada, lo que mantenía al capitán de todos ellos en un estado de paranoia constante, X se preguntaba si no sería mucha calma para un gran tormenta, ya que todos los días había menos mavericks que eliminar; Axl le decía que habían acabado con todos y que les temían, Zero se contentaba con sonreír de medio lado y seguir silenciosamente con su búsqueda, puesto que él compartía la opinión de sus dos compañeros y no estaba seguro de cuál de los dos tuviera más razón. Había caído la noche, todos estaban cansados por el trabajo, incluso había reploids que harían patrullaje nocturno, pero por el momento, decidieron que era mejor tomarse un descanso. El cielo se veía particularmente hermoso aquella noche.
Axl fue el primero en notarlo; en realidad, fue por el menor que todos dejaron de hacer sus cosas por salir a mirar por las ventanas o subir directamente a los observatorios que estaban destinados para esa actividad que nuestros amigos pocas o ninguna vez se dignaban en hacer. Ahí arriba, todas las estrellas brillaban fuertemente; podía verse todo tipo de constelaciones, era realmente anormal, era imposible poder ver todas las constelaciones desde un solo lugar de la tierra, pero ellos, privilegiados, estaban observando el espectáculo, conversando animadamente y otros ya tomando algunas tazas de café que sus otros compañeros y compañeras se habían dispuesto a preparar para hacer del momento algo inolvidable.
Axl, X y Zero estaban apoyados en el alféizar de una gran ventana mientras miraban arriba, tratando de encontrar tranquilidad, o ya directamente tratando de encontrar respuestas. X y Zero estaban especialmente serios, pero Axl observaba todo como si fuera un niño pequeño. Desde su activación, no recordaba haber visto nunca algo de esa naturaleza.
–¿Y esa qué constelación es? –Axl empezó a jalar a X del brazo, el mayor sonrió ligeramente por los brillantes ojos del más pequeño.
–Esa constelación, se llama Pegaso –Y por su tono de voz, el chico de azul dio la impresión de ser un sabio astrónomo.
El pelirrojo torció la boca, aún mirando el grupo de estrellas que había señalado –Hmm…pueees…¿Sabes X?...Esa cosa de ahí no se parece en nada a un Pegaso, más bien…parece un cuadrado con patitas…
Una sonrisa apareció en el rostro de X, mientras observaba como Axl con el ceño fruncido movía los dedos de las manos, en alusión a las "patitas" del cuadrado ese al que no le hallaba similitud con el pegaso que, se suponía, debía representar- Pues mira, si usas tu imaginación verás cosas que otras personas no ven, es algo muy extraño…-dicho esto, le señaló de nuevo al cielo– Pero si la ves bien…parece un caballo…es sólo cuestión de imaginárselo, ¿Cierto Zero?
–…
–Hey Zero ¿Estás bien compañero? –preguntó Axl a su rubio amigo.
–¿…Eh? S…sí, qué… ¿Qué me querían preguntar?
Sin que X ni Axl se dieran cuenta, el rubio había permanecido silencioso aquel día; incluso más por esa noche en que las estrellas habían aparecido para ser observadas. No se habían fijado que su compañero miraba insistentemente un punto en el cielo, que parecía más triste de lo normal y también más reflexivo. Los mutismos largos por parte de Zero eran comunes, él más que cualquier otro maverick hunter, parecía tener muchas cosas en las cuales pensar. Sus amigos no notaron que, en esta ocasión, solo una cosa, o persona, rondaba en sus pensamientos, como hacía tiempo no lo hacía.
X se inclinó un poco para ver a su mejor amigo– Bueno Zero, yo le estaba diciendo a Axl que para ver las constelaciones hace falta tener mucha imaginación, tú sabes… ¿Verdad?
El ojiazul, sonrió, mirando al menor que cada vez más entrecerraba los ojos en dirección al cuadrado con "patitas"– Sí Axl, debes usar tu cabeza para ver más allá de lo evidente…
–Oye Zero, creo que has visto mucha televisión hoy… –Dijo el chico pelirrojo sonriendo, dejando de mirar la constelación; por un momento recordó ese programa de dibujos animados en el que los protagonistas eran unos felinos humanoides– ¿Acaso su sable es el ojo del augurio o qué?.
El trío dinámico estalló en carcajadas, rara vez se veía que los tres altos mandos anduvieran en semejante situación, pero no podían culparlos, el menor de los tres era un maestro en lo referido a su enorme sentido del humor que incluso aparecía en el momento más difícil. Siendo un niño, como todos lo llamaban, quizá entendía mejor cosas que otros no podían ver, pero de seguro que eso no eran las constelaciones. Zero, inconscientemente volvió su mirada al punto que observaba en el firmamento y de nuevo se quedó atrapado en ese lugar, con sus azules ojos perdidos en el pasado y en la tristeza de este, con su corazón más pesado que nunca. No sabía qué cosa era la que lo perturbaba de esa manera, pero le daba una familia sensación de vacío.
–¡Oigan chicos! –Una voz femenina sacó al trío de sus reflexiones, el trío se giró para observar, otro trío estaba detrás de ellos con unas enormes sonrisas en los rostros.
Un ligero rubor cubrió el rostro de X, al ver a cierta rubia con una bandejita que tenía dos tazas humeantes, un par de cucharas y un azucarero– Alia…
–Hola chicos venimos trayéndoles algo de café…espero que les guste –Dijo Palette sonriente, en su bandeja también había lo mismo, solo que la diferencia estaba en que tenía consigo una cajita de leche.
-Hervimos el agua hace un buen rato, espero que no esté muy frío, pero igual esperamos que les guste- dijo Layer, con una fuente similar a la de Alia.
X, tomó la taza que le correspondía, y luego de despacharse el azúcar que quería y de darle las gracias a su navegadora, continuó mirando el firmamento, esta vez con ella a su lado. Axl le vació la mitad de la caja de leche a su taza y le echó una cantidad considerable de azúcar y luego de revolver el contenido, le dio las gracias a la navegadora de gafas redondas, muy animado. El rubio miró a Layer y ella le alcanzó la cuchara, después de echar una casi nula cantidad de azúcar, el más alto asintió con la cabeza a modo de agradecimiento a su navegadora y de nuevo dirigió su mirada al punto que observaba con insistencia y desolación; a ese grupo de estrellas que curiosamente se parecía mucho al rostro de Iris. Zero, entretenido en su visión, no apartó la vista en un buen rato, después de todo ese era un espectáculo que estaba hecho para ser visto una vez única y él no la desperdiciaría, aún así…trataba de encontrar una respuesta a algo que también desconocía.
Y así, a la par que tomaba su café, su mente ya vagaba por sus memorias pasadas. Recordó con una punzada de dolor ese hermoso rostro, esos lindos ojos azules que se alegraban cada vez que él llegaba a salvo de una misión, cada vez que se rozaban sin querer al caminar por los pasillos. También se acordó de su cálido peso, de la ocasión en la que ella le confesó lo que sentía por él cuando todo había tomado un rumbo espantosamente irreparable. Cuando le dijo que quería permanecer a su lado en un lugar utópico.
"Yo quise creer en ello"
Le parecía escuchar su dulce voz y cerró los ojos, mientras muchos fragmentos de su vida, que la incluían a ella volvían a él como un boomerang. Hasta que otra voz lo sacó de sus recuerdos.
-Zero…¿Te gustó el Café?
-¿Eh? Sí Layer…está justo como me gusta…-abrió los ojos y le sonrió cortésmente– Gracias por preguntar.
Los sonrojos de Layer cuando estaba al lado de Zero no eran novedad para nadie. Casi todo el MHHQ estaba enterado de que a la navegadora de cabello púrpura le gustaba el capitán de la Unidad 0; lo que todo el cuartel sabía también era que al susodicho no parecía interesarle ir más allá de la amistad con la navegadora. Eso era algo que Layer no sabía, o de lo que no quería enterarse; siempre que conversaba con ese rubio de hermosos ojos azules trataba de encontrar algo de química en el ambiente, lástima que Zero nunca colaborara mucho en la combustión del momento. Era tan frío, tan serio y a la vez tan amable, la joven suspiró, mientras el chico, sin advertir que estaba siendo observado, seguía mirando al cielo, y le pareció que ese hermoso rostro le dirigía una sonrisa a la distancia.
Axl pasó uno de sus brazos por los hombros de Palette y sonrió– Nee…para nosotros preparaste leche con café ¿Verdad Pallete?
–Pues eso es obvio… –respondió la rubia, mientras una enorme gota de sudor resbalaba de su sien, al momento se sonrojó levemente por tener al chico de la cicatriz tan cerca suyo– Ya sabes…nos lo prohibió Lifesaver por la hiperactividad…y esas cosas…
-Sieh, todo el cuartel moriría… –Dijo el pelirrojo alejándose de ella con una sonrisa, para que ambos pudieran tomar tranquilos su café con leche…y porque sentía que esas mariposas en su estómago se lo perforarían de tanto revolotear en él– Por cierto X, siguiendo con el tema… ¿Qué constelación es esa?
-A ver…hmm… –El chico de azul miró fijamente el cielo tratando de identificarla y luego la iluminación pareció llegar a su mente– ¡Lo tengo! Esa constelación se llama Sagitario…
–¿Sagitario?... –Preguntó Axl un tanto desconcertado y sin poder ocultar su ignorancia– ¿Y eso qué es?
–Un arquero… –Simplificó el ojiverde sonriente y viendo que Axl iba a replicar, le cortó hábilmente, puesto que sabía lo que diría el pequeño pelirrojo– Y no me digas que no parece un arquero, porque ya es cosa de que uses la cabeza y lo veas por ti mismo…no es tan difícil…
Alia se había pasado observando a X, y le había parecido realmente lindo mientras dirigía su mirada al cielo para explicarle a Axl lo de las constelaciones, animada por lo sensible que era el reploid, le sonrió dulcemente mientras hacía un comentario sobre ello– Oye X, se nota que sabes mucho de constelaciones.
–Yo…es que…pues…la verdad…-el joven no supo por un momento lo que debía responder, miró a la rubia y sonrió ligeramente– Sólo sé lo que es importante saber… –Y con las mejillas ligeramente sonrosadas dirigió la vista al cielo, con los labios tímidamente curvados. Alia lo miró y sonrió tímidamente también, pensando en la actitud de su amigo…eso era tan buena señal que se sentía con ganas de ser la navegadora de él al menos durante un año entero sin descansar.
–¿Y quién va a preparar los hotcakes mañana? Porque Axl y yo ya los preparamos la semana pasada –comentó Pallete, terminándose su bebida.
–Eso explica por qué sabían agridulces –Dijo Zero por lo bajo con un inconfundible sarcasmo y una sonrisita autosuficiente. Ya había dejado su entretenimiento y reflexión, por lo que le parecía mejor molestar al menor.
–¡Oye! –Axl se cruzó de brazos mirando a Zero con los dos ojos tan entrecerrados que parecían un par de rendijas, su tono de voz infantil no tardó mucho en hacerse oír de nuevo, estaba en medio de un berrinche– Es que les agregamos el ingrediente secreto como salsa…
–Sí como no… –Dijo el de rojo en tono burlón– No te hagas el interesante, niño…¿Cuál era el famoso "Ingrediente secreto?
El de azul marino sonrió enormemente mientras enumeraba los ingredientes con los dedos– Pues, verás, es la mezcla de kétchup, miel, jugo de limón y una pizca de mostaza, sip, creo que eso era todo…
Zero abrió los ojos como platos, incrédulo por lo que acababa de escuchar– ¿Q…qué?...Bueno…si es así entonces que Alia y X los preparen…no sé pero confío más en lo que ellos hagan ¿Qué dices Layer?
La chica asintió sonrojada y halagada por que el chico del sable le pidiera su opinión– Sí, claro Zero…
El niño de la cicatriz abrió la boca y dejó escapar un bostezo, mientras se rascaba la cabeza inocentemente– Bien, tengo sueño y no me toca guardia… –Dejó la taza en la fuente de Palette y luego de darle un beso en la mejilla a la chica caminó por los pasillos que dirigían a las habitaciones– Nos vemos mañana, ustedes no se olviden de hacer el mejor desayuno del cuartel…¿OK? –dijo dirigiendo una mirada de reojo a X y Alia.
–Sí Axl, no lo olvidaremos –Dijo el mayor con la amable sonrisa que lo caracterizaba.
Zero también caminó hacia las habitaciones, con ambas manos detrás de la nuca. Layer y Palette recogieron los servicios, incluida la fuente de Alia que tenía los trastos que habían usado X y ella. Sus amigas pensaron en que sería bueno dejar a ese par a solas. También era de cultura general en el HQ la relación un tanto extraña y difícil de explicar que tenían esos dos; más que amigos y menos que novios, una cosa de locos y que muchas reploids envidiaban, puesto que X era atractivo tanto físicamente como espiritualmente. ¿Acaso habían visto antes un chico tan sensible y tierno antes? La verdad era que ese tacto innato que tenía X para hablar con la gente y entender lo que sentía, era precisamente lo que atraía de él, era el más parecido a un ser humano que todos los demás juntos. Permanecieron por un momento en silencio, ligeramente sonrojados y con el corazón latiéndoles un poco más rápido. Poco a poco los demás hunters dejaban vacío el lugar, algunos por que tenían que ir a hacer guardia y otros porque tenían que dormir esa noche para tener energías a la mañana siguiente, en la que debían inspeccionar los alrededores, como siempre.
Ambos estaban solos ahora, no había un solo reploid a la redonda y la noche había caído ya. Las estrellas no dejaban de brillar con fuerza y el momento de silencio entre ambos parecía ser mágico: el tiempo parecía haberse detenido en torno a ellos. Aún así, para su propio disgusto, X se vio obligado a romper el silencio.
–Ehh…Alia, tenemos que irnos a dormir…ya es muy tarde…
–Ah…sí… –Respondió la rubia asintiendo con una sonrisa, estar al lado de ese chico de azul la tranquilizaba tanto, que por un momento se había olvidado de que al día siguiente un cerro de trabajo la estaría esperando– No te preocu…
Y sin preverlo o planearlo, X besó en la frente a su "amiga" y la dejó con el rostro del color de su armadura. Le también estaba un poquito nervioso por eso que acababa de hacer, pero, sentía que debía de hacerlo, luego le susurró– Descansa, mañana paso por tu habitación para preparar el desayuno ¿Sí?
La joven sonrió animada– Está bien X, como quieras –Y entonces le dio un beso en la mejilla al chico de azul antes de retirarse a dormir y dirigirle su última sonrisa del día– …Que duermas bien…
Si eso no era paraíso que viniera Sigma mismo y lo matara dolorosamente en ese instante. No cabía en sí mismo por tanta felicidad en ese momento. Aún sentía en su mejilla el suave, húmedo y cálido roce de los labios de su navegadora y mirándola alejarse una perturbadora sensación lo llenó por un momento. Le pareció que esa chica se dirigía a unas tinieblas de las que nunca podría sacarla con vida. Se encogió de hombros, tratando de quitarse ese mal presentimiento de la cabeza, pero apenas dio un paso, un fuerte mareo y una dolorosa punzada en el pecho lo hicieron trastabillar y casi caerse al suelo de no ser porque había una pared cerca y se había apoyado en ella.
–"¿Qué…rayos?" –Se quitó el casco y su cabello castaño revoloteó con el viento que dejaba pasar la ventana. Se pasó una mano por la cabeza, y haciendo un esfuerzo por seguir adelante le restó importancia ((O al menos un intento hizo)) al insoportable malestar que tenía en el cuerpo, al mismo tiempo que caminaba a su habitación.
En la habitación de Alia, en la sección de las operadoras; ella permanecía mirando por la ventana, con una pijama rosa muy ligera y muy bonita, tenía su rubio cabello atado a una coleta baja. Se sentó en la cama y se deslizó suavemente bajo la cálida sábana, pensando en el momento a solas que había tenido con el Capitán de la Unidad 17. Suspiró mientras observaba una foto de su mesita de noche; recordaba que se la habían hecho un mes antes del incidente con el Jacob Project y Lumine, en esa época, todos estaban muy animados por la derrota de la Red Alert, y Axl parecía congeniar mejor con sus superiores, aunque tenía sus momentos en los que se ponía muy serio por ponerse a recordar su pasado con la anterior organización; a veces sentía que los extrañaba un poco y se odiaba por eso. Palette y Layer habían llegado un mes antes de haberse hecho la foto, rápidamente las tres se habían hecho muy buenas amigas y las recién llegadas habían aprendido mucho de la ojiazul, que era una veterana en esas cosas. Acercó su mano a la foto, en el medio X y ella miraban a la cámara con una tímida sonrisa.
FLASHBACK
–¡Venga! ¡Hagamos una foto para el recuerdo! –Canturreó Axl dando saltitos y correteando por la imponente fachada del HQ.
–¡Deja de correr plaga hiperactiva!... –Gritaba Zero mientras corría detrás de él, hasta que lo atrapó a duras penas; el pelirrojo siempre le ganaba al rubio cuando se trataba de velocidad.
–Chicos, creo que no estaría mal hacerlo…–Sonrió X, pacífico como siempre– Tener un recuerdo es bueno…
–Me rindo X…te dejas convencer demasiado fácil… –Dijo el pelilargo soltando al menor y buscando encuadre– ¿Dónde hay que posar?
–¡Eh chicas! ¡Vengan para hacernos una foto!... –Dijo Axl alegremente a las tres navegadoras que pasaban por ahí y el chico de azul que estaba con él sintió enrojecer hasta las orejas.
–¿Una foto?... –Preguntó Palette interesada– ¿Para recuerdo?
–Sip, así nunca nos olvidaremos de este día…
–Me apunto…–Dijo Layer, hasta ese entonces muy tímida y callada con todos y le dirigió una furtiva mirada a Zero.
–Creo que yo también…–Sonrió Alia y X sintió el nerviosismo en aumento; era peor que irse solo a la fortaleza de Sigma sin más arma que una resortera y una bolsita de piedras.
–¿Quién nos hará la foto? –Preguntó el castaño, disimulando lo nervioso que se sentía.
–¿Alguien dijo foto?... –Signas apareció con una cámara respondiendo a la pregunta del chico, inmediatamente todos se pusieron alrededor de X, Alia estaba a su lado y en un impulso nervioso, X sujetó su mano.
-Ok chicos sonrían –Dijo Signas.
Alia miró a X una fracción de segundo y luego miró a la cámara con una sonrisa tímida, estaba roja, muy roja. Axl y Zero estaban al otro lado de X; uno poniéndose cuernitos al otro. Las otras navegadoras estaban al otro lado de Alia, con los brazos enlazados entre ellas, como suelen hacer las chicas que se tienen mucha confianza. Zero se fijó en los cuernitos cuando el flash le estaba disparando en toda la cara. El de armadura roja miró asesinamente al menor.
–Axl…mi pequeño amigo Axl…–Su voz sonaba peligrosamente calmada con ligeros toques melosos; se acercaba peligrosamente al menor, que apenas y era consciente del peligro que estaba sobre él.
–¿Qué pasa Zero? –Le preguntó retrocediendo, con una sonrisita forzada y ojitos suplicantes.
Sacando su sable de luz y con una macabra sonrisa dibujada en el rostro el rubio de coleta empezó a correr detrás de la plaga hiperactiva favorita del HQ–¡Te voy a matar!
–¡Kyaaa! ¡Abusador!
Axl empezó a correr, mientras imitaba los grititos de una niña siendo perseguida por un pederasta; luego se burló del rubio que lo perseguía; eran tan fácil hacerlo tropezar con esas alusiones.
–¡Axl! ¡Ya basta! –Ahora era la rubia de anteojos la que corría tras ellos para detenerlos, Layer hacía lo posible por ayudar, pero visto como era su temperamento, no podía hacer mucho más que observar todo preocupada. Signas se fue con una sonrisa de oreja a oreja, prometiéndoles que le daría una copia de esa foto a cada uno. Alia miró a X quien se reía levemente por que ahora Zero había agarrado a Axl por el cuello y había comenzado a estrujarlo, se preguntaba si debía intervenir.
–Eh…X…
–¿Hm?
–Ya…ya puedes soltar mi mano… –Dijo al chica con las mejillas sonrosadas, el de armadura azul miró abajo y soltó rápidamente la mano de la chica, mientras reverenciaba reiteradas veces y se disculpaba. Ella solo le sonreía nerviosamente, la verdad era que le hubiera gustado seguir así pero…en cuanto esos escandalosos detuvieran su pelea, les hubieran caído a ellos como abejas a la miel.
FLASHBACK
-"Una foto de amigos…"-se dijo la rubia, mientras se quedaba profundamente dormida con la fotografía entre los brazos y la esperanza de significar algo más que una amiga y navegadora para el reploid cuyo nombre era una variable.
Ese chico, estaba ya en su habitación, en la sección de los hunters. Camino a su cama, pudo oír en una de las habitaciones contiguas los ronquidos de alguien; ese era Axl sin duda. En la habitación que estaba frente a la suya, la cual tenía la puerta medio abierta, dormía Zero, con una tranquilidad increíble; él también siguió el ejemplo de su amigo y dejó su puerta a medio cerrar; ya hacía dos horas que había pasado eso. Pero él, no podía siquiera pegar los ojos para tratar de conciliar el sueño. Ese maldito dolor al que le quería restar importancia se hacía cada vez más y más fuerte. Tenía una polera azul, como su armadura y sin mangas y un pantalón negro de algodón; estaba revolcándose entre las sábanas intentando dormirse, pero en vano, no encontraba forma. Ninguna herida le había causado sufrimiento semejante y era bien sabido que los Reploids no enfermaban si no estaban expuestos a peligrosos virus que actuaban directamente en su comportamiento. Él no se estaba poniendo violento ni nada, así que descartó esa posibilidad por completo, mientras movía la cabeza negativamente.
Es curioso el hecho de que cuando queremos animarnos, solo podemos imaginarnos lo peor.
Apretó los ojos y se estrujó el pecho, pero ni aunque se hubiera golpeado contra el suelo muchas veces, el dolor se hubiese ido. Tenía que haber otra manera, de cualquier modo tenía que haber otra manera de hacerlo. Suspiró y se destapó, con la intención de salir fuera.
–Axl dice…que un baño…es…relajante…
Se levantó de la cama pero otro mareo brusco le movió toda la habitación frente a sus ojos y luego de tocarse la cabeza, se cayó aparatosamente al suelo. Se levantó pesadamente, aunque se sentía tan débil que quizá hubiera sido mejor quedarse ahí tirado esperando a que alguien entrara a recogerlo. Había sonado muy fuerte su cabeza contra el piso, lo mismo que el impacto por el cual un pequeño hilo de sangre ya bajaba por su frente. Sin más, salió de la habitación, con una de sus manos firme sobre el lado izquierdo de su pecho y con la otra mano de apoyo en la pared para ya no caerse al andar. Tenía los ojos entrecerrados, pero vio en la habitación de Zero, que el rubio seguía con la misma posición en la que lo había visto hacía dos horas. Se dispuso seguir adelante cuando el silencio fue roto violentamente por esa grave voz.
–No puedes dormir ¿Verdad? –X se sobresaltó y casi se cae de nuevo, de no ser porque estaba recostado en la pared; no estaba dentro del campo de visión de Zero, pero no le sorprendió mucho comprobar que su compañero era muy bueno en espionaje, la especialidad de su unidad.
–Pues…Zero…
–¿Qué crees? Yo tampoco puedo dormirme en realidad es curioso…–el chico rió enigmáticamente y avanzó hasta la puerta. Su pijama era parecido al de X, pero en lugar de tener una polera azul, la suya era rojo sangre, tenía el cabello suelto y un mechón le cubría el rostro con una gran naturalidad. En cuanto se vieron, la sonrisa del chico se borró por una expresión de seriedad– No sé…pero algo me causa un mal presentimiento.
–¿Mal…presentimiento?
–Exacto…–Sus ojos azules escaneaban con perspicacia a su amigo, el susodicho tenía la vista clavada en el suelo y parecía dudoso– Dime X…¿Hay algo que no nos hayas contado? ¿Algo que yo tenga que saber?
El castaño abrió los ojos de par en par y luego de recuperar su sobresalto levantó la mirada para dirigirle una ligera sonrisa a su amigo; no quería decirle lo que le pasaba–No, no es nada Zero, todo está bien –pero por más que trató de curvar sus labios para formar una sonrisa, el agudo dolor no se lo permitió; su mano apretó más fuerte la zona dolorida y él apretó los ojos instintivamente.
–¿Ah no? –el rubio frunció el ceño y lo señaló– Y dime… ¿Por qué rayos te duele tanto el corazón?
No podía mentirle, así que mejor se quedó callado, dispuesto a no decir nada más durante la noche. X además de ser un chico sensible, tampoco era muy propenso a andar diciendo mentiras a diestra y siniestra, era demasiado sincero, tanto que se podía leer fácilmente lo que pensaba. Era demasiado amable y sumemos a esto que Zero lo conocía de prácticamente toda su vida. El ojizafiro sabía perfectamente que algo no andaba bien con su amigo, también sabía que seguirlo presionando para que responda sería un desperdicio de saliva y una gran estupidez. Ese chico se ponía especialmente tozudo cuando quería ocultarle a los demás sus problemas, con el afán de no preocupar a nadie. Pero suspiró; si el problema era muy grande ya se lo contaría y si no lo hacía, era porque había logrado darle una solución razonable. El castaño estuvo a punto de abrir la boca para decir algo, pero Zero se le adelantó.
–Ya me dio sueño…–Y se rascó la parte trasera de la cabeza, X nunca creyó ver a su amigo haciendo eso– Buenas noches…
–Hasta mañana, Zero…–Dijo X débilmente, encaminándose al baño, paso a paso con la debilidad en aumento.
Entró y abrió la manija, a la par que la tina se llenaba de agua tibia, él iba quitándose la ropa ligera que lo cubría. Una vez desnudo se metió al agua y cerró los ojos, dejando que la calidez del agua lo embriagara, así como el dulce olor del shampoo. Había una pequeña toalla para su cabeza, la empapó con agua caliente y la puso como una almohadilla detrás de su cabeza. Recostado ahí, se olvidó por un momento que su corazón se comportaba especialmente extraño. La calentura del agua, hizo que X fuera cogiendo fiebre e hizo que empezara a desear nunca haber disparado su primera bala, quizá tanta gente inocente no hubiera perdido la vida como hasta ese momento, pero también recordó el origen de todos sus males; el virus que había en Sigma, del cual no conocía bien el origen, pero sabía que Zero tenía algo que ver con eso. El mundo sí que era un pañuelo, y decir que si en algún momento tuvieron que enfrentarse a muerte, ahora, junto con el pelirrojo eran los mejores amigos del cuartel, sonrió ligeramente pensando en todas las personas que había conocido ahí. Pensó en Alia. Cuando consideró que era suficiente, se secó el cuerpo y se vistió de nuevo. El camino a su habitación no fue tan tortuoso como de ida, ahora tenía mucho sueño; sentía haber librado él solo una fuerte batalla con mil mavericks al mismo tiempo.
Llegó a su habitación y cerró la puerta con lentitud tras de él. Se dejó resbalar perezosamente y ya estaba sentado en el suelo, amenazando con quedarse dormido ahí, la verdad era que no le importaría dormir al menos ese día en el suelo. El cuerpo de un reploid era mucho más resistente que el de un humano y sabía que no cogería un resfriado solo por quedarse ahí dormido. Hubiera sido una tontería pensarlo. Sin más pensamiento que el de un gran deseo para el día siguiente, en el que se iba a encontrar a primera hora con la rubia que siempre andaba de rosa y esa idea lo animaba mucho. Sonriendo al ver la foto que tenía en la mesa de noche que estaba frente a él, se quedó dormido recordando lo suaves que eran las manos de Alia al tacto.
–Una foto…de…¿Amigos?… –Habiendo susurrado eso con una voz cada vez más débil, X se durmió profundamente.
¿Y? ¿Qué les pareció? xD~ nada del otro mundo, pero no se preocupen, ya saben, necesito recuperar la trama y una buena forma es rehaciendo algunas cosas xD…era tan inexperta en ese tiempo XDU Bueh, espero ke les haya gustado este remake ^^~ see ya!
